PDV: Newt
Después de cambiar mi ropa por la de deportes, meto el bolso con las prendas a uno de los casilleros con sumo cuidado, me quedo un buen rato con los ojos fijos en la opaca pintura que cubre el metal de este. No tengo ánimos de ir a esta clase en particular, no me gusta desde que tengo memoria pero se que me ayuda bastante con mis notas y no puedo dejar que simples ejercicios físicos disminuyan mis calificaciones en general.
Cuándo estoy dispuesto a cerrar el casillero de una vez por todas alguien decide hacerlo por mi.
Sus ojos se encuentran a una distancia cercan, su aroma me llega de lleno como también su aliento.
-Hola -dice Thomas sonriendo como frecuenta hacerlo con todos- ¿Cómo estás?
-Hola -le sonrío sin esfuerzo, y me gusta cuando lo hacemos mutuamente, me hace sentir que existe algún tipo de complicidad entre ambos, se apoya en la puerta del casillero haciendo que quedemos aun mas cerca, veo como saluda a otros chicos con un leve movimiento de cabeza y controlo la sangre que fluye por mis mejillas. No quiero que note el efecto que causaba el tenerlo a tan corta distancia- Bien, gracias por preguntar. ¿y tú?
Él bosteza y el calor de su aliento impregnado con el olor a alcohol y mentas me deja claro que estuvo bebiendo dentro de la escuela, se nota que tiene algo de sueño porque sus párpados están ligeramente caídos pero cualquiera podría pasarlo por alto, menos yo. Conozco cada uno sus gestos, sus rasgos a la perfección y marcas de éste.
-Con un poco de sueño, y lo peor es que hay examen de geografía -apoya la cabeza en el metal haciendo que suene, luego me mira y finjo que sus ojos no me vuelven loco.
-Podrías sentarte conmigo si así lo deseas -me aventuro a responder; como respuesta inmediata él sonríe.
-Debería existir más chicos como tú y no tantos patanes de mierda -ríe y yo lo imito- ¿Qué tal si después de la escuela vamos a algún lado?
Siento como mi corazón se acelera, mis mejillas están ardiendo y un pequeño temblor comienza en mis piernas, carraspeo y me repito una y otra vez que actúe con naturalidad.
-Claro, no tengo nada que hacer- en realidad Si tengo que hacer, mañana hay examen de lengua pero no puedo desaprovechar una oportunidad como ésta.
-Genial -lleva la mano hacia mi hombro- pero que quede entre nosotros -ríe.
-¿Qué está pasando aquí? -la voz gruesa de Minho hace que todo se desvanezca de a poco.
Él quitó la mano de Thomas de mi hombro y entrelazó sus dedos con los de él, se aproximó y lo besó deseoso. Desvíe la mirada hacia la otra corrida de casilleros en la cual estaban Gally y Alby.
Escuchar el sonido de sus labios separarse y juntarse agregaba una y otra vez una punzada de dolor en mi estómago. A pesar de eso vuelvo a mirarlos, noto la satisfacción en el rostro de Thomas, una sonrisa placentera y el movimiento de sus manos bajo la camiseta de su novio no hacen más que confirmar como él se lleva su cordura, pero Minho es historia diferente, él me mira casi como si estuviera burlándose en mi propia cara. Tironea del labio de Thomas con sus dientes y me sonríe.
Cierro los ojos deseoso de que finalicen, y como si escucharán mis anhelos ellos dejan de congeniar.
Minho se va sin decir nada pero Thomas me observa como si estuviera esperando mi permiso para poder hablar.
Asiento incómodo, pero él al parecer lo nota y hace algo para engrandecer esa sensación, se acerca tanto a mi oído que su respiración junto con el aire caliente que emana su boca hace que mi piel se vuelva de gallina.
-Sólo quiero que la escuela termine y pasemos tiempo juntos -me sonríe y trago saliva mientras mi estomago se aprieta tanto que no me impresionaría que desapareciera.
Thomas se va y me siento deseoso de que estas cuatro horas que quedan pasen rápido.
Me acerco a Alby y Gally, quienes parecían mantener una discusiones (típico de ellos)
-¿Qué pasa aquí? -digo alisando la camiseta que es una talla más grande- ¿Otra vez discutiendo de cosas completamente patéticas?
Alby me mira con una sonrisa sobre su rostro, todo lo contrario a Gally, quien se esfuerza en mantener una expresión dura para dar a conocer su disgusto.
-No es nada en realidad, éste idiota dice que esta clase no sirve relativamente para nada y estoy en total desacuerdo.
-Bueno, yo estoy de acuerdo con éste idiota -miro a Gally y el parece apaciguar su furia con una pequeña sonrisa- está clase aunque los profesores digan lo contrario no debería ser obligatoria. Si a nosotros nos hubieran educado de una manera correcta no necesitaríamos que nos forzaran a realizar algo que no queremos, ya que lo haríamos sin más.
-Concuerdo con la mierda que dijo Newt- dice Gally asintiendo.
-¿Así que están en plan de apoyo mutuo? -pregunta Alby alzando una ceja y cruzándose de brazos- ¡Están conspirando contra mi!
Eso me hace reír y paso el brazo por encima del los hombros de mi amigo y lo aprieto un poco contra mi.
-No seas dramático, Alby. Yo sólo digo lo que pienso y esta vez estoy de acuerdo con lo que dice Gally.
-Newt, eres más inteligente que este tonto...
-Oye, oye, oye detente ahí.
El profesor entra a los camerinos y con las palmas empieza a apurar a los que se habían quedado conversando o haciendo cosas que no vienen a la clase, salgo junto con Alby en dirección al gimnasio refunfuñando.
Media hora de básquetbol lo cual a pesar de todo, mi estatura me acompañaba bastante bien y no fue tan horrible, luego la clase teórica y para finalizar la ducha.
Las risotadas y exclamaciones de los demás chicos en el baño no dejan que me concentre en geografía, en unos diez minutos comenzaba la prueba y yo tengo la mente en blanco.
Procuro que el jabón y el agua se lleven lo pegajoso que dejo el sudor en mi piel, salgo con una toalla puesta en la cadera y saco mi bolso rápidamente, me visto con la misma rapidez y paso por una manzana a la cafetería para despertar los sentidos que el deporte se llevó.
Soy el primero en llegar al aula y releo los apuntes que hice esta mañana para que mi cerebro vaya recordando. Los estudiantes van entrando uno por uno y se sientas en un pupitres. Veo entrar a Thomas sonriente, me sonríe a mi y le devuelvo el gesto, se sienta a mi lado haciendo rozar intencionalmente su brazo contra el mío, me pide ayuda con lo básico antes de que la prueba se de inicio y me dispongo a prestarle mis conocimientos.
Nos quedamos en silencio cuando el profesor entra y trae consigo los papeles.
(...)
-¿Cómo te libraste de Minho? -pregunto mientras caminamos hacia un McDonald's cercano.
Thomas va con la mochila colgada en un solo hombro, la cual hace que su camiseta se incline hacia el lado derecho, bebe de una botella plástica lo que parece ser agua y gesticula una mueca.
-Minho se olvida de mi apenas termina la escuela -dice mirándome algo dolido, pero lo disimula con una de sus típicas sonrisas.
-¿A que te refieres con que se olvida de ti? -Thomas se acerca mucho mas a mi y me observa detalladamente, no me gusta cuando hace eso, me hace sentir frágil y desnudo.
-Bueno, no es que tampoco sea tan así. Lo que realmente quiero decir es que no es tan cariñoso fuera como lo es dentro, a excepción de los días que quiere... ya sabes.
Asentí como si supiera realmente lo que se sentía tenerlo a mi lado una noche, como si ya hubiese experimento como sabían las partes mas deseables de su cuerpo, como si mis manos conocieran al revés y al derecho cada rincón de su ser, pero no tenía la menor idea... Ni siquiera conocía que tan cálidos y reconfortantes eran sus labios.
Llegamos y compramos unas promociones, nos sentamos cerca de la ventana, me echo a reír cuando Thomas pone dos papas fritas en su boca como su fueran colmillos y pone cara de malo.
-Quiero chupar tu sangre -dice con una voz aterradora y boto la gaseosa por la nariz, dejando un ardor en el puente de ésta.
-¡Maldición, Newt! -golpea la mesa mientras unas carcajadas inundan en recinto, me río junto a él y nos miramos- ¿te dolió mucho?
-No- respondo remplazando mi risa con una sonrisa cálida- me ha pasado antes, así que lo considero normal ¿Es que jamás habías visto a alguien hacer eso?
-No -dice sin dejar de reír, toma una servilleta y me saca todo rastro de gaseosa que tiene mi cara- pensé que te había dolido por la expresión que pusiste.
Trato de controlar mis emociones debido a la acción que emplea Thomas, se ve que para él es algo normal, pero para mi, el tener una parte de su cuerpo en contacto con el mío no me es indiferente. Tomo su muñeca para que deje de hacerlo y termino por él sin antes demostrarle mi agradecimiento con una sonrisa.
-Fue espontáneo ante la idiotez que estabas haciendo, Thomas -dejo la servilleta arrugada sobre la bandeja y rio.
Se alza de hombros y pone su codo derecho sobre la mesa, apoya el peso de su cabeza sobre la mano y sonríe.
-Deberías comenzar a ir a mi casa... para que estudiemos ¿te parece?
-Claro, cuando quieras -digo quitándole importancia e intento no actuar ansioso por pasar más tiempo con él. Tomo una papa frita y me la como de una sola vez- Hay mucha materia, y estoy seguro que no sabes ni el 10% de todo.
Él ríe.
-Tienes toda la razón -dice acercando la boca a la pajilla de su gaseosa- pero no es culpa mía, es solo que existen mejores cosas que hacer, aunque creo que ya es demasiado. Necesito estudiar.
-Existe algo llamado organización por si no lo sabías. -rio- Eso hago siempre para ordenar mis tiempos y así no dejar nada importante de lado y estamos de acuerdo. Según el profesor, tus notas han bajado y eso no es bueno, nada bueno.
-¿Te cuento algo? - su rostro se aproxima al mío- no me gustan los estudios, prefiero pasar tiempo con gente agradable, eso me gusta.
Me quedo lo mas quieto que puedo, él está mirando mis labios y los frunzo ligeramente, mi corazón late tan rápido como la situación en sí pasó. Hago el mayor esfuerzo de sonreír tranquilo y niego con la cabeza.
-Lo de los estudios no es nada nuevo -rio nervioso- pero no te preocupes, te ayudaré en lo que necesites. Para eso están los compañeros-tomo la gaseosa y le doy un largo trago.
-Quiero saber mas de ti-dice volviendo a sentarse y mira por la ventana- ¿que te gusta hacer aparte de estudiar, estudiar y estudiar?
Lo pienso un momento, no soy una persona interesante. Mas bien soy muy tranquilo para los demás jóvenes de mi edad.
-Leer, amo dormir, jugar juegos de mesa con mi hermana, escuchar música e ir a la playa de noche. Creo que eso es todo.
-Que lindo -dice asintiendo- ¿no sales a fiestas?
-No -digo con un poco de avergüenza y miro la bandeja de comida como si fuera interesante- no es mi estilo, aunque si comparto con amigos una que otra noche para pasar el rato -cojo la boleta de compra y la observo.
-¿No te gustaría ir a una conmigo? -sonríe- prometo que será divertido.
-¿A-ah? -dejo caer la boleta y lo miro con la boca abierta. Me doy cuenta de mi reacción y disimulo rascándose cerca de los labios, cierro la boca- ¿Estas invitándome a salir? ¿contigo? ¿los dos...solos?
No se a que venia repentino interés de su parte por compartir conmigo, antes solo hablábamos en clases, en los recesos pero nunca pensé que llegaría a tener una invitación para salir fuera de la escuela, y menos por segunda vez en un día. Al parecer la suerte estaba prestándome atención.
Asiente.
-Bueno, no estaremos solos, eso lo dejamos para mas adelante-ríe. ¿para mas adelante? Oh mi dios- Pero que piensas ¿te entusiasma? -hace una pequeña pausa- Vamos, será divertido.
-Oh... claro, claro -digo rápido antes que le de tiempo de arrepentirse - está bien, ¿cuando?
-Hoy -dice poniéndose de pie- juntémonos aquí afuera a las 9 ¿te parece?
-Si, no hay problema... ¿ya te vas? -lo sigo con la mirada.
-Si -toma su mochila- recuerda, a las 9, sin llegar tarde o me voy sin ti -ríe y pone una mano en mi hombro- es tiempo de que lo nuestro, tome un nuevo rumbo ¿no?
Y sin esperar respuesta sale dejándome con una gran sonrisa.