-Mi papá tiene una cabaña cerca de aquí puedo decirle que me preste sus llaves para pasar el fin de semana- dijo Carlo.
-Ehh no creo que podamos- dijo Karla -Collin y yo teníamos algunos planes para este fin de semana- dijo poniendo los labios en una raya-
Fulminé a Karla con los ojos, ella y yo teníamos mucho tiempo que no la pasábamos juntas y eso me estaba haciendo efecto, me encantaba pasar tiempo con Carlo pero también con Karla.
-¿Aceptas venir conmigo?- dijo Carlo.
-Esta Bien- dije y el me mostró su sonrisa.
Nos despedimos de Collin y Karla, le di un fuerte abrazo y antes de irme le dije que teníamos que hablar sobre muchas cosas.
-Te quiero y lo sabes- dije separándome de ella.
-Claro que lo sé estupida- reí.
-Kimberly sabes que te quiero y quiero lo mejor para ti- puso sus manos en mis hombros y miró a Carlo que estaba un poco lejos de nosotras -La cosa es que simplemente quiero verte feliz con la persona que amas y quieres-
-¿Hay algo que deba saber?-
-Cuando los veo a ti y a Carlo Carlo y como él te trata en realidad los veo con un futuro muy bonito sabes- dijo mostrando una sonrisa -Kimberly- dijo sería -Siempre quisiste verme feliz y cuando no lo estuve tú estuviste ahí para mí y creo que ya es hora de que sea tu turno-
-¿Y si las cosas van mal?- dije bajé la mirada.
-No pasará nada, porque yo estaré ahí para ti y lo sabes, te darás cuenta que de nada valió estar en ese camino cuando creías que sí pero sé que no te arrepentirás de eso y si salió mal pues a la mierda hay muchos hombres en la vida esperando una chica como tú-
-Te quiero Karla, enserio no sabes cuento- le di otro fuerte abrazo.
Tengo 5 años sin tener una relación y es verdad lo que dice Karla ya es hora, aunque no le dé importancia necesito a alguien a mi lado, Karla es mi mejor amiga pero debo darle su espacio. Vi a Carlo un hombre el cual lo conocí gracias a mi consulta y todo lo que a pasado desde aquel día en el parqueo hasta hoy han sido muy buenos y otros mejores y algunos no tan mejores pero ¿Y si me equivoco al amarlo? ¿y si él no es para mí? Miles de preguntas pasan por mi cabeza y yo necesito una respuesta rápido.
Estaba en mi casa empacando algo de ropa para ir a la cabaña con Carlo, él fue a hacer lo mismo me dijo que estuviera lista en media hora. Estaba lista y me mire en el espejo, tenía el cabello más largo, las bolsas de las ojeras menos oscuras, mi cuerpo seguía igual pero por dentro habían cosas revueltas sin sentido. Escuché el claxon y miré por la ventana y vi a Carlo abajo así que cogi mi equipaje y bajé con el.
Entré al carro callada, pasamos el camino en silencio pero un silencio incómodo, yo solo miraba por la ventana, sentía su mirada en mí pero no quería voltear. Mi mente daba tantas vueltas tratando de buscar una respuesta a todo.
Llegamos a la cabaña la cual es muy linda, todo era amplio, subimos al cuarto, Carlo me dio a elegir si dormiría con él o sola así que preferí dormir sola esta vez, desempaque todo y rato después bajo a la cocina a buscar algo de comer, elegí una manzana, le iba a dar un mordisco pero una voz hizo que la dejara caer.
-Kimberly- dijo Carlo mirándome serio, muy serio diría yo.
-Carlo, me asustaste-
-¿Te pasa algo?-
-¿Qué?-
-Sino querías venir conmigo me lo hubieras dicho, hubiera venido solo- dijo acercándose un poco hacia mí.
-No me pasa nada-
-Sé que mientes-
-No me pasa nada ok solo no estoy de humor- salí de la cocina y comencé a subir las escaleras pero una mano me detuvo.
-Kimberly, por favor-
-No tengo nada que decir- dije y me solté de su agarre.
Esto iba a ser una larga noche.
Estuve a punto de entrar a mi habitación pero unos brazos me atajaron y sentí como unos labios suaves se juntaban con los míos, me deje llevar poniendo mis manos en su cuello, me cargó hasta mi habitación y llegó a la aún besándonos.
Deje caer su poloche en el piso, él hizo lo mismo, sus besos bajaron de mi cuello hasta mis senos, sacó uno y se lo metió a la boca.
-AHHH AH- gemí sintiendo el dolor de cómo había mordido la punta de este mientras con el otro jugaba.
Hizo lo otro con el otro y deje salir varios gemidos, llegó a mis labios y con sus dedos comenzó a quitarme mis bragas dejándome desnuda antes sus ojos.
-Eres hermosa Kimberly- lambió su labio inferior -Ahora prepárate para lo mejor-
Abrió mis piernas dejando mi feminidad a su vista, sin aviso metió dos de sus dedos y comenzó a dar círculos en mi, poco a poco mis gemidos cambiaban de un tono menor a mayor, entró el tercer dedo y mordí mi labio esta vez comencé a halar su pelo. Gemido tras gemido.
-Ahhh Carlo .... Ahh ya po-por favor- dije con los ojos cerrados-
-Córrete para mí- dijo y de inmediato puso su lengua en mi feminidad y comenzó a jugar haciéndome sufrir. Puse mi mano en su cabello y de vez en cuando comenzaba a jalar.
Sentía como algo dentro de mí estaba logrando que llegara al orgasmo y poco a poco esto iba creciendo y creciendo igual que mis gemidos. Puso una mano en mi seno y lo jaló con fuerza.
-Carlo, me voy a-a correr... No puedo más- dije y así fue, deje salir pequeños gemidos y sentí como la lengua de Carlo absorbía mi líquido.
-Sabes riquísima- dijo y se acercó hacia mí y comenzó a besarme rápido, se quitó sus pantalones y buscó un preservativo en un cajón y se lo puso.
Comenzó a pasar la punta en mi feminidad, lo entraba y lo sacaba, lo entraba y lo sacaba pero solo la punta.
-Quiero que lo digas-
Mordí mi labio inferior mientras ponía mi espalda en forma de arco.
-Se que quieres que lo haga nena- y comenzó a hacer círculos pero aún sin entrarlo completamente.
-Hazlo Carlo-
-No te escucho- dijo y esta vez comenzó a hacer círculos.
-Follame Carlo, hazlo ahora, has los que quieras pero hazlo ahora- dije y lo entró.
Movimientos lentos.
Lo entraba y lo sacaba, lo entraba y lo sacaba.
Gemidos agudos pero bajos.
-Di mi nombre- dijo
-Carlo- dije
-Más alto- y comenzó a subir de nivel.
-Carlo, por ... Ahhhh favor- dije retorciéndome.
-Dilo-
-CARLO AHHHH- dije lo bastante fuerte.
Movimientos rápidos y más rápidos, puse mis uñas en su espalda las cuales le dejarían la espalda roja. Estábamos llegando al orgasmo poco a poco, las embestidas eran más y más rápidas y los gemidos más y más altos.
La cama chocaba con la pared, entonces ..... Gemidos + Nombres a gritos + Sonidos de la cama contra la pared = ?
Agradecí mentalmente que la cabaña estaba lejos de las otras.
-Ya-a casi- dijo Carlo.
-AHHHH AHH Carloooo- habíamos llegado al orgasmo con éxito. Nos quedamos en la misma posición por unos minutos. Luego Carlo salió de mí, cogio la sabana y se acostó a mi lado.
-Te quiero Kimberly- dijo y me dio un beso en la frente.
Me di vuelta hacia el -yo te quiero más- dije y quedé rendida hasta el día siguiente.
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Fui abriendo los ojos poco a poco, sentía con alguien dejaba uno besos en mi cara.
-Buenos días dormilona- dijo y apretó mi culo. Me escondí en su pecho con una sonrisa.
Estaba en la misma posición de ayer, el me tenía rodeada con sus brazos y los dos estabas desnudos.
Decidí darle unos besos de buenos días mientras me movía y quedaba encima de su estómago.
-Tengo hambre- dije pasando mi mano por mi estómago.
-Alístate, mientras yo iré a preparar el desayuno- dijo
-¿Vamos a algún lugar?-
-Solo lleva contigo un buen traje de baño- dijo y se paro de la cama.
Caminé dirección hacia el baño pero me detuve al ver el espejo largo que estaba en la pared de la habitación. Sentí con mis mejilla comenzaban a ponerse de color rosadas, estaba desnuda y no lo recordaba.
-No sé de qué te avergüenzas- me dio un beso en la mejilla -si ya he visto TODO de ti- dijo resaltando la palabra TODO. Lo miré y este tenía sólo los bóxers mientras que yo no tenía nada.
Vi como salía de la habitación dejándome sola. Entré a la ducha y me di una buen baño, cepillé mis dientes y peiné un poco mi cabello.
Me puse mi traje de baño color negro de dos piezas, unos shorts cortos de mezclilla y una blusa sin mangas que dejaba ver mi estomago y unas sandalias. Solo me puse algo de rímel y deje mi cabello suelto.
Bajé las escaleras rumbo a la cocina donde encontré a Carlo cocinando huevos con tocino, me senté y espere a que el mismo se diera cuenta de mi presencia.