Saga Elementos y Sombras III:...

By AngeloGRico9

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La guerra continúa a pesar del resurgimiento de los Seis Elementales, pero ahora el planeta no sólo se enfren... More

Prólogo
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Epílogo

Capítulo 1

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By AngeloGRico9


Aaron POV

La oscuridad nos consumía a mi acompañante y a mí, el enorme Lobo de pelaje rojizo se encontraba rugiendo a la figura entre mis brazos. Fácilmente el chico frente a mí podría hacerse pasar por un niño con su cabellera lacia y rubia que caía sobre su frente, sus pequeños ojitos color esmeralda, sus labios diminutos y su delicada y tierna voz...

-Por favor, déjenme ir, quiero ver a mi mami- Suplicaba fingiendo un llanto. Cada vez soportaba menos a este hombre y el ruido que producían los rayos al chocar contra mi campo de fuerza, me estaba impacientando más.

-Aaron...- No me fijé en qué momento Eric volvió a su forma humana y me palpaba el hombro. En este instante poco me importaba que el pelirrojo se encontrase desnudo tras de mí- Deberías dejarlo, quizás no sabe nada. Además, ¿Estás seguro de que no es un niño? Joder, me asusta verte como golpeas a un pequeño ser humano de quizás siete años de edad- Eric inició a vestirse con unos simples vaqueros que él había traído. Aunque claro, la bruma le proporcionaba el manto suficiente para estar desnudo, mi chico no quería estar desnudo mucho tiempo.

-Vuelve a tu forma, maldito- le espeté al niño antes de impactar mi puño contra él.- Cambia ahora.- el niño escupió la sangre de su boca y me observó con temor y lágrimas en sus ojos- Cambia ahora e inicia a darme las respuestas que quiero- Halé el cabello del niño y lo lancé contra el suelo.

-¿por qué me hace esto, señor? Por favor, déjeme ir y no le diré nada a mi mami, pero déjeme ir, por favor...- Suplicó llorando el pequeño.

-Tú te lo buscaste, asqueroso- Estampé de nuevo mi puño contra la pequeña nariz del niño, la cual empezó a liberar un río de sangre. –Eric, tápate los oídos...- Le ordené al hombre lobo a mi lado, quien observaba la escena con estupefacción.

-Aaron, creo que si es un niño, deberías tratar de calmar...- Interrumpí a Eric con una orden mucho más severa.

-Tu Rey te está reclamando que te cubras los oídos. Hazlo ahora antes de que pierda el interés por tu salud.- Dije con tono frío y cortante.

-Ese es el problema- Farfulló suavemente el hombre lobo- Yo no estoy en este momento con el Rey de la Oscuridad, estoy con mi novio.- Trató de calmarme el pelirrojo.

-¿Tú eres el rey?- Preguntó asustado el niño quien continuaba sentado en el suelo con lágrimas empapando sus pequeñas mejillas.

-Te lo advertí, Eric- y sin mediar alguna otra palabra, fije mi mirada en el niño.

Inhalé suficiente aire mientras dejaba que la energía Mythi saliese disparada de todas las partes de mi cuerpo hasta mi garganta. Cuando estuve seguro de que la energía estaba en mi garganta, abrí mi boca en un grado poco humano y dejé finalmente salir mi sonido.

Mi grito salió disparado de mi boca como si de una onda de choque se tratase y golpeó al niño, enviándolo contra las paredes del campo de fuerza, el niño lloraba y gritaba de agonía mientras de sus oídos brotaba a borbotones la sangre.

-Por favor, para- Gritaba el niño, pero ahora su voz era más grave.

Sonreí ladinamente al ver como perdía el control, esa pequeña sabandija pronto me obedecería. Continúe gritando, sin darle oportunidad al chico de soportarlo. Observé por el rabillo del ojo como Eric se tapaba los oídos, sé que mi grito le afectaba, aunque no tanto como el chico: Desde que aprendí a dirigir mi grito, evito hacerle mucho daño a las demás personas. Además he podido crear ondas de sonido, tal como ahora lo estoy haciendo con el niño.

-¡Ya, está bien!- Gritó el niño pero ahora su voz sonaba demasiado grave y poco a poco.

Sonreí mientras gritaba. Poco a poco el niño empezó a convulsionar y cambiar su forma. Sus extremidades se alargaron y sus facciones se acentuaron. Ahora frente a mí se encontraba un hombre de quizás cuarenta y cinco años humanos. El hombre cargaba con todos los moretones y sangre que antes había tenido el chico.

-Finalmente...-dije en cuanto de dejé de gritar y tomé la barbilla del hombre para luego darle de nuevo un puñetazo. – ¡Detesto tu especie!, malditos hechiceros y brujas, me dan asco- Le escupí en su cara y lo obligué a mirarme directamente a los ojos.- Ahora... háblame sobre lo que quiero saber.

-No sé nada lo juro- El hombre dirigió su mirada hacia Eric, quien no lo observó para evitar terminar sufriendo un caso de empatía y querer ayudarlo. – Yo no he escuchado nada sobre ningún chico con una extraña marca en su tobillo. Últimamente sólo he estado corriendo de un sitio a otro, como todos los Mythis de esta zona. Intentando refugiarse de los rayos que rostizan de inmediato o de la bruma que te atrapa y asesina.- el hombre temblaba bajo mis manos.

-¿Aaron?- Preguntó Eric – El chico no debería tener la marca en la palma de la mano derecha, tal como el resto de vosotros- Dijo con voz inocente el hombre lobo sin mirarme

-No, él aún no ha jurado ante el planeta, por esta razón la marca de su elemento seguirá en su tobillo hasta que pronuncie su juramento. Tal como lo hicimos nosotros seis.- Le corregí sin darle mucha importancia.

-¿Por qué me estás preguntando a mí?- Dijo el hombre interrumpiendo nuestra charla.

-Porque tu especie es famosa por escribir profecías sobre lo que está por venir...- Habló el hechicero de rodillas.

-¿qué? Nuestra especie siempre falla con esas "profecías". Ni siquiera pudimos prever que esto sucedería, ¿No deberías ser tú quien pueda saber todo, Banshee? Tu especie es la única bendecida con el don de ver el futuro, ¿Por qué no lo buscas?- El maldito hechicero me observó con sorna al ver como mi posición lució derrotada.

No quería ni le diría a un maldito hechicero desconocido que Omen estaba indignado y se había negado a dirigirme la palabra o ayudarme con información del futuro de nuevo. Ahora sólo me hablaba cuando sucedía una muerte (Ya que era su obligación informarme) o cuando quería ser mi conciencia y me daba lecciones o me sermoneaba.

-Eso no te importa- Gruñó Eric en mi defensa al notar que me había hundido en mis pensamientos.

-Oh, ya veo...- Dijo pensativo el hechicero con una sonrisa- Sé una cosa – Mi atención fue directamente al chico, esperando información sobre lo que necesito- Sé que tan sólo quedan dos banshees en el mundo y que una de ellas apesta- Dijo con una sonrisa cínica.

-¡Maldito!- Espeté antes de propiciarle una patada en su abdomen.

-Ya dejen de intentarlo- El hechicero en posición fetal escupió la sangre en su boca y sonrió- Jamás obtendrán nada de mí, así que es mejor que me dejen ir ahora- El orgullo del hombre era palpable, lucía como si creyese que lo iba a dejar libre.

-Por supuesto...- Dijo Eric que se dirigía a poner en pie al hechicero para liberarlo.

-Detente- Le ordené en cuanto dio un paso- nuestro acompañante merece un regalo por su comportamiento antes de irse, ¿No es así?- Eric me observó suplicándome que no hiciera lo que se me había hecho habitual hacer, pero lo ignoré.

Me arrodillé y me acerqué al hombre acariciándole suavemente la mejilla mientras él me observaba con terror. Mi sonrisa parecía salida de una película de terror, pero mi adrenalina estaba al máximo.

-*Aaron, detente. No lo hagas*- Omen habló en mi mente. Sólo en estos momentos hablaba para intentar convencerme.

-Cállate ahora, Omen. Si tú me ayudaras no tendría que estar buscando una aguja en un pajar- le regañé por su falta de colaboración.

-Este no eres tú. Este no es el chico que vimos crecer...- Y así es como Omen me jode los días sin serme útil. Creí que tras recuperar cuando Azael me la arrebató, estaríamos mejor y sí, lo estuvimos, pero todo se fue a la mierda muy rápido.

-Cállate- y tras callar a Omen, volví a la realidad. Encerrado en el campo de fuerza junto a Eric y este hechicero, la bruma rodeando el campo de fuerza y los rayos estrellándose contra éste.

-¿Qué regalo? No es necesario. Tan Solo déjame ir- Habló temeroso el hechicero mientras yo me inclinaba hacia su oído.

-El regalo es mi voz...- y tras decir esto, grité como banshee a una alta frecuencia en su oído.

La sangre empezó a brotar de los ojos, oídos y nariz del hombre, este convulsionaba pero después de unos segundos... Su cabeza explotó, ahora sólo se encontraba la mitad de su cráneo y su cerebro se escurría por esta cuenca incompleta.

-Detesto cuando me salpican- Dije poniéndome en pie y limpiándome la sangre del hechicero que había manchado mi rostro y mí cabello rubio- ¿Y? ¿Vamos a casa?- Le sonreí a Eric quien tan sólo me observaba con asco y terror.

[...]

-Llegamos a casa- avisé con una sonrisa mientras alejaba las manos de Eric de mi cintura.- camina hacia la casa, yo te cubriré con un campo de fuerza y me encargaré de cerrar la puerta del porche.

-Es fácil para ti decirlo, yo no veo nada.- Dijo con una risa, aunque aún seguía enojado como cada vez que salíamos de búsqueda.- Ha sido muy útil que desarrollaras la habilidad de ver en la oscuridad.

-Sí, lo sé, mi habilidad es útil en esta zona donde la oscuridad y al bruma consumen todo. Pero... Tú eres el lobo, deberías ser mi perro lazarillo- Dije sonriendo, haciendo que Eric olvidara por un momento la discusión.

-¡Qué gracioso!- habló con sarcasmo- ¿Sigo en línea recta y entraré en casa, cierto? – preguntó con temor alejándose de mí, mientras yo lo envolvía en un campo de fuerza.

-Correcto, sigue así- Tras casi veinte pasos en los cuales la bruma y los rayos intentaban ingresar al campo de fuerza, Eric ingresó en la casa. Dejándome sumido en este silencio enorme y oscuridad

¿Lo extraño? Yo no necesitaba ningún campo de fuerza. Tal parece que las maldiciones no estaban interesadas en nosotros los elementales. Los rayos nunca nos tocaban, la bruma nunca intentaba ingresar en nuestros pulmones y ninguna otra maldición de otra zona nos afectaba. Así que, aquí estaba, en este silencio, observando la calle vacía del barrio a través de la bruma y la oscuridad gracias a mi visión en la oscuridad.

-¿Qué hemos hecho?- suspiré fuertemente antes de abrir la puerta e ingresar, cerrándola tras de mí.

Caminé por el pasillo con rumbo hacia la cocina donde seguro estaría Eric. Atravesé la sala de estar, tenuemente iluminada por unas antorchas cuyo fuego nunca se apagaba, gracias a Rebbeca, ya que una de las consecuencias de las tormentas eléctricas, es que la luz artificial no funciona muy bien.

-Hola, Aaron- Esa asquerosa voz... Dirigí mi mirada hacia la emisora de esa voz y allí se encontraba. Allí estaba sentada la maldita puta en el sillón, entre las piernas de Elliot, siendo abrazada por este.

-Hola, Tracy- La saludé, manteniendo mi papel como hermano- ¿No es un poco tarde para estar aquí? Ya sabes como de loco está el mundo.

-Yo la llevaré, no te preocupes- Siseó Elliot, matándome con la mirada, mientras besaba el cuello de su novia quien reía asquerosamente.

-Bueno, iré a la cocina a ver a Eric- Me iba a alejar, pero de repente Elliot fijó su mirada en mi cuello y me detuvo.

-Detente, Aaron- Su mandíbula se tensó - ¿Tracy? ¿Podrías subir y esperarme en mi habitación? Por favor, terroncito...- La Puta se levantó, dándole un leve beso en la mejilla a Elliot y desapareció por las escaleras. Una vez la maldita estaba lejos, la farsa se cayó...

-¿Qué quieres, Idiota?- Le espeté con asco observándolo mientras se ponía en pie.

-Los humanos terminarán descubriéndonos si sigues haciendo estupideces como los otros, maldito- Elliot se acercó y me tomó del cuello de la camisa, estrellándome contra la pared más cercana- Aún tienes sangre en el cuello, pedazo de imbécil.

-Suéltame o te arrepentir...- No pude terminar la frase porque el cuerpo de Elliot fue lanzado contra el suelo con tanta fuerza que pude escucha runos huesos romperse.

-Vuelve a ponerle una mano encima y te dejo sin dientes- Eric ahora se encontraba frente a mí, gruñendo en dirección a Elliot.

-Tranquilo, Eric. Sé defenderme sólo. Además este estúpido, sólo tiene miedo de que los humanos nos descubran porque entonces no podrá seguir revolcándose con su puta.

-¡¿Cómo le has dicho?!- Elliot estaba a punto de lanzarse contra mí y Eric de cortarle el cuello. Pero la aparición de dos personas por la puerta, nos detuvo.

-P.U.T.A.- Pronunció Luke que estaba junto a Adam y recién habían llegado a casa- Todos saben que ella es una puta y tú un idiota.- El elemental de aire parecía querer asesinar al ángel mayor.

-Ya verás cómo te arreglo esa boca- Elliot tensó los puños.

-¿Se la dejarás entrenada como le tienes la boca a tu puta para que te realice el sexo oral?- Interrumpí a Elliot quien me observó con rabia y por primera vez Adam y Luke me observaron.

-Pero mira quién está aquí- dijo con risa Adam- La anterior puta de este descerebrado ángel y la actual puta de este hormonal perro pulgoso- Adam me encaró por un momento.

-Vuelve a decirlo y te arranco la yugular con mis colmillos- Eric le gruñó a Adam.

-No te metas, pulgoso. Esto no te incumbe- Luke lanzó una suave corriente viento contra Eric.

-Te acercas a mi hermano y te asesino- Gritó Elliot

-¡No soy tu hermano, pedazo de escoria!- Le gritó Adam a Elliot- Y tú- Señaló a Eric- Primero te corto con mis alas antes de acercarte.

-Inténtalo- Reté a Adam- Y verás cómo absorbo toda tu energía vital hasta que tan sólo quede un cuerpo sin vida frente a mí.

-Te voy a asesinar, maldito engendr...- Adam no tuvo oportunidad de continuar con su amenaza pues una muy alterada Sarah junto a una relajada Rebbeca entraron en la habitación.

-¿Pero qué pasa aquí?- Gritó la sirena- Pueden callarse esa oca y dejar de gritar.

-¡Cállate, maldita idiota!- Le gritó Luke antes de que una pequeña llama de fuego se estrellara contra su abrigo. La quimera apagó el fuego tan rápido como pudo

-Vuelve a decirle así y te aseguro que la próxima llama de fuego, te la haré tragar- Rebecca tenía su puño encendido en llamas.

-¿Tenían que meterse, pareja de asquerosas suripantas?- Elliot escupió en dirección a Rebecca. Una pequeña esfera de oscuridad se estrelló contra su mano, absorbiendo su energía al instante.

-Te arriesgas a que te deje sin luz, si vuelves a escupirle a ella- Le amenacé

-¿Tú? No me hagas reír- Elliot estaba con una sonrisa cínica en su rostro- Tú no eres más que un pedazo de...- De nuevo fuimos interrumpidos, esta vez por un pequeño temblor que nos hizo perder el equilibrio.

-¡Suficiente!- Gritó Cath- Asquerosos idiotas. Podemos matarnos todo lo que queramos, pero lo haremos después, ahora tenemos una maldita humana en la habitación de Elliot y no queremos dejar evidencia. Así que pospondremos esto para mañana, tal como todos los días.- suspiró la elemental de la tierra- Yo aún te quiero matar maldito Luke- El aludido quería responderle, pero se abstuvo.

Todos nos observamos con furia y asco durante un momento. Antes de que cada uno se retirara a un lugar diferente con la furia rebosando en su cuerpo.

Corrí hacia la cocina sin cerciorarme si Eric venía tras de mí. Me apoyé en la mesa pues sentía que la furia me haría caer al piso. Inhale y exhale mientras intentaba calmarme.

Todos los días han sido así. Todos los días durante tres meses nos hemos mantenido en esta rutina. Ya no nos soportamos, nos odiamos, queremos asesinarnos...

-¿Qué nos ha pasado? –Hablé solo en voz alta y suspiré pesadamente- ¿Qué hemos hecho?- Rompí parte de la mesa por la presión que le apliqué- Espero que esta búsqueda no sea en vano y cuando te encontremos nos seas útil. Ya han pasado tres meses desde que Azael y nosotros estamos en tu búsqueda. Pronto te encontraré, hermano, así deba asesinar a mil personas más. Te encontraré, séptimo hijo del planeta...


Nota del Autor: 
Hola, gritones. Finalmente, aquí tenéis el primer capítulo de este libro. Para quienes aún no lo han entendido, este libro inicia tres meses después de los acontecimiento sucedidos en el anterior.  

Por cierto, ya he subido la imagen para el CONCURSO a la página en Facebook, en el que podéis dejar vuestras opiniones sobre cuál Elemento queréis que domine el nuevo elemental, ¡No importa lo que escribáis, podéis imaginar lo más loco que queráis!  Os quiero recordar que la opinión se deja en los comentarios de la imagen, no en los mensajes, ya que he recibido muchos mensajes con vuestras ideas, pero lastimosamente, facebook no me anuncia todos vuestros mensajes, por ende, prefiero que lo hagáis en los comentarios. espero con todo mi corazón ¡QUÉ PARTICIPÉIS! he hecho esto por vosotros, para que podáis influir mucho más en la historia, espero que me apoyen.
Además, ya he iniciado a subir las imágenes relativas a este libro, espero que las veáis para que entendáis de qué va este libro.
Sin ser más, os espero con vuestros comentarios y me gusta en nuestra página en facebook:
https://www.facebook.com/OscuridadCreciente/?ref=h
El link de la página también lo encontraréis abajo 
⇊⇊⇊⇊  en los comentarios y en la información del libro. 


PD: Si os ha gustado el capítulo no olvidéis dejar vuestros votos y comentarios, POR FAVOR. 
Hasta la próxima, mis gritones.
 


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