Me encontraba allí... desperdiciando mi vida mientras mis falsos amigos se drogaban en la esquina del bar, yo estaba bebiendo de una botella que parecía atarse cada vez a mi, la música y el fuerte olor a hierro en el aire, me hacían pensar que era como un león entre sus presas, por qué entre todos yo era el más genial, el más repulsivo y aún así no era nada.
-¿Quieres un poco?- dijo una chica con el cabello rosado ofreciéndome un poco de su petaca, aún no comprendía el concepto de esa moda, el hecho de estilizar el cabello así, pero supongo que ni ella ni a Jamie le importaban esas cosas.
-No, gracias- dije sin más.
-Vaya, se ve que has tenido problemas amigo-
-No sabes quién soy- le dije.
-No, quizás no lo sé, pero... muchos tipos como tú vienen por aquí- dijo sorbiendo de su reserva.
-¿Muchos como yo?- reí -¿qué mierda significa eso?-
-¡Oh, claro! muchos tipos como tú, desperdiciando su vida en este bar, con las chicas de la pista... mientras reciben una horrible mamada de quinta detrás de aquí- se sentó a un lado de mi -¿es una chica, problemas en tu trabajo, un pariente enfermo?- preguntó bebiendo.
-No te incumbe-
-Bueno es cierto, pero viendo que no estás aquí para las chicas como yo, creo que te caería bien algo de compañía ¿no lo crees?- regrese a mirarla con ojos de furia.
-No necesito hablar con nadie, soy mi propio amigo y se cuidarme solo ¿está claro?-
-Esta bien... pero si crees que vale la pena joderte la vida aquí como una mierda ¡estás equivocado!- puso frente a mí, su botella de Ron y se marchó hacia la pista.
-¡Zorra!- dije entre dientes.
Estaba tranquilo con mis pensamientos y un poco mareado, mientras tocaban Nirvana, sonreí un poco cantando un pedazo de la letra.
-"As a friend as an old enemy, take your time, hurry up!"- un recuerdo llego a mi en un instante -siempre me gustó más Guns n' Roses- dije entre dientes, me sentía absolutamente avergonzado de estar aquí, tomando y cometiendo más estupideces -¿te reirías de mí ahora?- dije levantándome del asiento con la cabeza en el aire y los ojos adormecidos.
-¡Hey, Billy! ¿a dónde vas?- me dijo Gillian con un toque encima.
-Voy a irme de este sitio de mierda-
-Pero... se está poniendo divertido aquí- contestó interponiéndose.
-¡Quítate de mi camino!-
-¡Vamos, Billy!- me tomo del hombro.
-Hazte a un lado- empuje -¡eres un completo desperdicio, Gillian! perdido aquí con el resto de los yonquis mientras Corey está en el Hospital- camine hacia enfrente empujándolo y seguí hasta la salida -¿te reirías de mí ahora?- repetí gritando, adolorido y recordando.
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CINCO AÑOS ANTES.....
-Tienes algo en la frente- dijo Dominik quitándolo -parece un pedazo de papel ¿dónde es que estabas?-
-Estuve trabajando con mi tío-
-Oh... eso explica por qué hueles a grasa y aceite de carro-
-Lo siento, puedo verte después de que tome un baño y me cambie si es lo que quieres-
-No no importa, quédate... puedes... tomar un baño aquí conmigo-
-¿De verdad? pero... y ¿tu hermano?-
-El salió... creo que está trabajando con mi padre- me quite la playera inmediatamente.
-Entonces... ¿por qué no te desnudas también?- él sonrió y soltó una carcajada, sus ojos se cerraron y cerca de ellos se formaron unas cuantas arrugas que formaban la mejor sonrisa que mis ojos pudiesen observar.
Comenzó a quitarse el pantalón y yo también comencé a hacerlo, sentía una excitación muy rara por dentro, no podía explicarlo, no era como el morbo por tener sexo, era algo más difícil de explicar, algo más personal y enredado pero a la vez con una carga de afecto más extrema.
-¿Estás seguro que no llegará nadie?-
-No, no lo harán- me quite el bóxer y deje mi pene en el aire con un escalofrío recorriéndome.
-Lindo- dijo Dominik viéndome sin ropa.
-¡Oh! ¿quien el?- lo tome de los hombres y me tire encima con él hacia su cama.
-¿Qué?- pregunto, mientras lo miraba por un momento, mi pecho se sentía caliente, se sentía bien, mejor que pensar en sexo.
-Quisiera poder estar siempre así contigo- le dije.
-Yo también- respondió, puse mi cabeza en su pecho y sentí nuestros latidos como si fueran uno -quítame la ropa interior- dijo y una punzada en mí interior me hizo ruborizarme, pero realmente quería hacerlo, quería estar tan cerca de él, aún aunque quisiera negarlo, este sería el presente que sabría que me atormentaría en el futuro, me enamore de su voz y de cada cosa que él decía, y lo hice, le quite la prenda y él se puso hacia mi, frente a frente.
-¿Quieres que entremos a la ducha?- si tuviera que describir a Dominik de una mejor manera, sería tan detallado al decir de su expresión al decir esas palabras, sus ojos redondos y azules, su piel blanca y su cabello oscuro tan negro como la oscura pupila de nuestros ojos, con esa sonrisa tan blanca y radiante como su piel lisa, sería imposible imaginarme ahora cómo terminó odiándome, como termino siendo todo aquello que jamás habría querido que sucediera, como termino todo.
-Tengo una erección- dije algo apenado, el miro hacia abajo y yo era tan ingenuo y virgen, tan tonto y torpe, que aun si saber el siempre trataba de mantenerse bien por ambos, siempre lo hacía.
-Es normal- dijo poniendo su mano en mi pene.
-¡Oh no! ¡no lo hagas!- me separe de inmediato.
-¿Qué? ¿por qué?- preguntó de inmediato.
-Es realmente extraño, quiero que lo hagas, pero... tampoco quiero sentirme mal por que sea muy rápido-
-No, no es nada de eso, yo... creo que esto esta bien y que todo esto es para entender lo que sentimos-
-Jamás había estado cerca de un chico antes, jamás me había gustado un chico antes, todo es tan confuso pero justo aquí- le mostré mi pecho -se siente real, Dominik-
-Yo tampoco, pero creo que no está tan mal, no si me tocas de esa forma o si sonríes y te gusto de la misma manera que tu a mi-
Sentí una de las alegrías más crueles que la vida pudo quitarme, uno de los deseos más egoístas y pulcros hacia el, quería más que protegerlo, más que quererlo y tenerlo solo para mí, algo en mí se hizo diferente y estaba dispuesto a llamar este sentimiento homosexual, mi primer amor de verdad, hasta que doliera y no pudiera vivir más, así se sentía estar enamorado, así se sentía el amor, dolía por que parecía no ser suficiente.
Hasta que...
Mi madre falleció, Carmen y yo tuvimos que hacernos cargos de todo lo que sucedería con la casa y el funeral después, en ese tiempo yo sabía que las cosas cambiarían en todos los aspectos para mí, pero jamás creí que afectaría mi relación con Dominik, de pronto el pueblo comenzaba a hacerse gris pálido cada vez más y esto nos acabaría destrozando por dentro, ahora Dominik era alguien diferente y en mí algo también había cambiado, después de todo lo que sucedió no podía ver a nadie y huí de mi vida, buscando algo mejor, buscando estar siempre con Dominik me deje llevar por las ideas de su hermano, estuve mucho tiempo pensando en cómo resolvería nuestros problemas y él llegó para ponerme un trabajo fácil.
-Solo tienes que vender esto, si lo vendes en una semana te daré algo mejor y comenzare a pagarte mejor que a cualquiera en el pueblo-
-Si lo hago, prometes que no le dirás a Dominik-
-El no tiene porque enterarse de nuestros tratos- dijo.
CANCIÓN:
Lana Del Rey - Million Dollar Man🎧💔