Estaba sentado desnudo en el sillón junto a Billy, era un poco tarde, encendí un cigarrillo y noté que estaba mirándome.
-¿Qué?- le pregunté.
-¿Por qué teñiste así tu cabello?-
-Me gusta el rojo-
-¡Me gusta!- sonrío hacia mi -nunca había visto a otro chico con un cabello así- exhale el humo hacia su rostro.
-Violento- respondí, guiñándole el ojo.
-¿Qué hay de tus padres?- preguntó -¿no van a estar preocupados por ti?-
-Vivo con mis hermanos- su expresión seguía siendo la misma -mi padre nos abandono hace años y mi madre... se deprimió y cayo en el alcohol hasta que tuvimos que internarle en un hospital, murió después
-¿Cómo era ella?-
-Era una mujer llena de glamour, con su lápiz labial rojo y su cigarro entre los dedos ¡era toda una reina!-
-Mi madre también murió- reveló -era la mujer más encantadora que pudieras ver- sus ojos cambiaron de repente, su expresión irradiaba algo distinto -al final el cáncer la mato- me quito el cigarro de las manos y se lo llevó a la boca.
-Lo siento-
-Es un dolor que compartimos- mire detenidamente a Bill, su mandíbula me hacía querer acariciarla con mis dedos.
-¿Por qué no te vas con tu hermana?-
-No lo sé, no puedo... más bien... no quiero, aquí la vida es más tranquila que en la ciudad- estaba estancado, como todos -además mi trabajo en el taller con mi tío Tony y me paga lo que necesito-
-Entonces... ¿te quedarás aquí por siempre?-
-No lo sé- río -los planes cambian- mi estomago comenzó a sonar de pronto.
-Mierda, tengo mucha hambre- dije, él se puso de pie y ambos seguíamos desnudos.
-¿Tienes hambre?- preguntó -podemos ir a comer-
-¿A comer? ¿Dónde?-
-En el centro hay un puesto de hamburguesas grasientas- la idea calmaba mi hambre.
-Suena bien-
-¡Cámbiate!- dijo -iremos en mi moto-
-Voy a pasar a tu baño- le dije.
-Esta al fondo- me puse de pie, tome mi ropa y mis zapatos.
Abrí la llave del lavamanos y me lave la cara, me mire un momento, mi piel un poco pálida, yo no era tan blanco ni tan moreno, mis ojos estaban abiertos y mi horrible nariz y pequeña boca seguían siendo iguales, baje la mirada y una lagrima recorrió mi mejilla <<no llores>> tragué saliva, tenía tantas cosas en la cabeza y yo estaba en casa del alcohólico Billy follando y apuntó de salir a comer hamburguesas.
-Soy una horrible persona- le dije a mi reflejo.
-¡Rojizo!- toco la puerta del baño -¿estás listo?-
-Dame un segundo-
<<los chicos no lloran>> me dije <<los chicos no lloran>>
___________________________________________________
-¿Te gustan las hamburguesas?- preguntó cuándo daba una mordida.
-Tengo una puta hambre- dije con la boca llena el solo se limitó a reír.
-Siempre eres muy sarcástico-
-¡Que observador!-
-¿Algo te pasó?-
-No- respondí -es mi manera de ser- Bill tenía su cabello sujetado en una cola, pero seguía siendo el mismo hijo de puta de todas formas, no tenía una expresión en todo el jodido rostro.
-Me agradas- mordió de su hamburguesa.
-Tomare eso como un cumplido- el puesto de grasa y olores de comida chatarra en el aire creaban una especie de ambiente bochornoso, pero el alcohólico Billy me hacía sentir de esta manera cada vez que me decía algo, mire a su cuello fijamente notando su manzana de Adán, había algo que me atraía en el, no le importaba nada de mi, ni a mí nada de él, eso me hacía sentirme insanamente una extraña sensación de felicidad.
-¿Quieres tomar algo?-
-Tomare lo que tú tomes-
-¿Seguro?- me preguntó.
-No me molesta- le dio un sorbo a su bebida y la puso frente a mi.
Aunque no lo conocía demasiado y solía ser algo violento, Bill tenía las cosas en claro, su actitud arrogante y desinteresada me otorgaban la seguridad de estar con el, casi con la misma que tenía con mi primo Eddie, pero Edward él era más abierto y artístico, Bill era como una canción de blues, él tenía un color más tétrico a diferencia de Eddie o de mi, pero seguía siendo cool.
-Perdón por haberte hecho vomitar la otra noche- dijo -me deje llevar por el enojo- sin importar lo que haya hecho Bill me salvó de haber cometido mil cagadas esa noche, era un sujeto decente después de todo.
-No... discúlpame a mí por haberte golpeado en la cara, estaba completamente fuera de mi esa noche-
-¡Estabas drogado!- agregó -por eso odio las drogas- se levanto de la silla, aún me quedaba un pedazo de comida pero ya no podía seguir comiendo, era una hamburguesa muy grande incluso para mí hambre.
-Yo también- confesé -me deje llevar por mi primo y tú por tu enojo-
-No lo entiendo-
-¿Que?-
-Esa relación entre... tú y tu primo Eddie-
-Es mi único amigo-
-Pero ambos están enamorados de cierta manera ¿no es así?-
-¡Por dios no!- mi estomago y la sensación de querer vomitar estaban a punto de delatar mi mentira -es solo complicado-
-No me interesa tu primo- dijo -creo que es tu problema después de todo- nos dirigimos hacia su moto -te llevaré a casa- ya era de noche y mis hermanos debían estar preguntándose donde me había metido.
-Esta bien- subí y él me entregó su casco nuevamente.
-Sujétate bien rojizo- dijo y lo sujete posando mi cabeza en su espalda.
El camino a casa junto con el frío húmedo de la noche me ponían melancólico, recordaba los buenos tiempos de mi niñez con mi papá, recuerdo aquella vez que tenia 6 años y me caí junto a la tina del baño, comencé a llorar y enseguida papa apareció me levanto y me miró diciendo << los chicos no lloran Jamie>> cada que tengo un nudo en mi garganta recuerdo sus palabras y pienso que la tristeza es la amiga que siempre deseé, sin embargo no puedes evitar los sentimientos incluso aunque quieras <<los chicos no lloran>> me repito << los chicos no lloran>>
Canción:
LANA DEL REY - OLD MONEY🎧