-¿Qué dices, Bieber?- aparecí de brazos cruzados por la puerta-.
Justin me miró con una gran expresión de asombro. Y Chris, estaba nervioso.
-¿Era todo una mentira?- susurre furiosa- ¿Chris jamás dijo nada?
Chris miraba el piso, estaba dolido.
-No, no lo dijo- fruncio su boca- ¿Qué no entiendes, _______?- gruño- ¡Eh hecho todo esto para que estés conmigo!
-¿El obligarme a matar personas es una forma de que este contigo? ¡Estas demente, Justin!
No había momento de ponerse romántica con su respuesta. Esto no tenía sentido.
-¿Matar, ________?- hablo esta vez Chris-.
Oh, es cierto. El no sabe nada de esto. No más mentiras, hay que decir todo.
-Justin me ah hecho matar a 3 personas sólo por algo insignificante- lo mire sería- Me hacía decidir, o mataba a esa persona o el mataría a su hijo
-¿A mi qué?- preguntó en un hilo de voz, Justin-.
Genial. Dos mentiras salieron al aire de una sola vez. Suspire.
-Justin, tú eres el padre de Jonathan- dije tranquila-.
-Eres una mentirosa, perr*. Es de Chris, quizá cuantas veces follaron- gruño Bieber-.
-¿Qué?
Lo mire sorprendida. La última reacción que pense que haría sería esa. ¿Perr*?. Antes de enfrentarlo, Chris habló.
-________ no es ninguna perr*, imbécil. Nunca tuvo relaciones conmigo porque ella...- me miró triste y con algo de decepción, lo presentía- Te sigue amando -solto mirando el piso, luego pestaño varias veces y hablo- Así que resumiendo yo no tengo nada que hacer aquí- se me acercó- _______, gracias por dejarme estar contigo estos meses, fueron los mejores de mi vida. Espero que le cuentes a Jonathan de mi, amó a ese chico- río, me abrazó, estaba sin habla, las palabras no salian- Pero recuerda, si Justin hace algo, ya sabes dónde encontrarme, siempre estaré para ti- me susurró en el oído, luego se separó, no sin antes darme un cálido beso en la mejilla-.
Miró a Justin y después... salió de la mansión. Quería gritar su nombre, llamarlo. Pero algo en mi sabía que sería lo mejor.
-¿Estas feliz?- dije con odio-.
-En realidad, si- sonrió de lado-.
Se me acercó y acarició mi cintura sobre la tela de la remera. Abrí mis ojos al ver su acercamiento.
-Ahora eres mía- susurro-.
-Bieber, ¿qué haces?- dije sorprendida-.
Me tomó de los muslos y me hizo elevarme y enredar mis piernas en su cintura. Me abrazo por la cintura.
-Mía... -susurro en mi oído, logrando estremecerme y entre abrir mi boca de la excitación- Siempre lo fuiste
La excitación me llevaba a otro mundo y que mi mente no pensará en lo razonable. Pero luego caí a la realidad. Comencé a ser pataletas, tratando de soltarme de su agarre.
-¡Déjame, ya sueltame!- golpe su hombro- No paras de arruinar mi vida, Bieber- gruñi- ¡Has hecho que el único chico que siempre me apoyo se alejara de mi!- grite dolida me agite en sus brazos, a pesar de eso, el era más fuerte, podía sostenerme
-Yo no hice nada- gruño y apretó su agarre a mi cintura- Tú misma lo hiciste, jamás dejaste de amarme- sonrió victorioso-.
No podía responder. Era todo cierto. No eh podido olvidar a Justin. No.
-Chris sólo estorbaba, y lo seguira haciendo- miró el piso, al parecer estaba pensando-.
Luego levantó su mirada y la fijó en mis labios.
-Como los extraño- acercó su rostro al mío y rozó sus labios con los míos-.
Jade.
Déjate de mierd*s _________.
No he parado de pensar en el todo este tiempo, cada día su recuerdo se me hacía presente. Se debe aprovechar lo que el destino te pone en frente, en este caso, el volver a sentir a Justin junto a mi.
-También yo...- susurre-.
Este sonrió. Oh, como extrañaba que sonriera, más si era por mi.
Los dos mirábamos nuestros labios. Esperando que el otro diera el paso, pero nadie lo hacía. De un momento a otro, Justin corto nuestra distancia y me besó. Gemi entre el beso, como anhelaba sentir esto nuevamente.
Subió las escaleras. Mientras yo me frotaba en su creciente erección y el gruñia excitado.
-Nena...- gimio con la boca entre abierta, al llegar a su habitación me tiró sobre su cama- No aguanto más, necesito estar dentro de ti, ya eh esperado mucho tiempo. No hay delicadeza- confesó-.
Reí sacandome la remera y mi short de mezclilla, aún acostada.
-Estas rapida, me encanta- sonrió, luego observó mi cuerpo fijamente- Sin duda, eres lo más perfecto para mi...
Se recosto sobre mi, no sin antes sacar su musculosa. Esta más marcado, se ve hermoso, más adulto. Triste realidad.
Acarició mi cintura desesperado mientras devoraba mis labios. Bajo sus besos a mi cuello,me arquie, aprovechó el momento para desabrochar mi sostén y acariciar mi espalda. Provocando pequeños cosquilleos.
Jugó con mis senos por un momento, luego besó uno de ellos y bajo dando pequeños besos por mi abdomen hasta llegar a mi monte de venus. Lamio mi abertura por encima de la tela de las bragas. Jadé.
Deslizó las bragas por mis piernas con una lentitud delirante.
-Abrelas...- susurro-.
Abrí mis piernas sin rodeos lo más que pude. Justin observó detenidamente y luego mordió su labio inferior. Metió su dedo y gemi.
-Estrecha, como me gusta- confeso y subió a mi altura, sin dejar mover su dedo en mi interior, el cual ya se encontraba mojado- Estas lista- me susurró-.
Sacó su dedo, lo lamio y con su otra mano y acomodo su pene en mi entrada.
Observé cómo lamia su dedo saboreando mis jugos.
Tomo su pene y lo agitó en mi clítoris. Gemi ida. Se sentía demasiado bien. Me masturbaba con su glande, rápido.
Luego de eso, movió su pene de arriba a abajo, lentamente por mi abertura. Haciéndome sufrir.
-Ya hazlo-gruñi-.
Este río severamente y finalmente me embistió. Grite y lo abrace por la espalda, arañandola.
-Nena- jadeo bajo, sin respiracion- Te sientes deliciosa
Moví mis caderas en busca de más y Justin concedió mi deseo.
Aumentó el ritmo de sus embestidas y ya las complemente con mis caderas.
-Justin - gemi- Realmente te extrañe- dije entre jadeos-.
-No más que yo, perdón por todo lo que te hice- gimio en mi oído-.
Dicen que la mejor reconciliación es hacer el amor. Al parecer tenían razón.
-Dios, eres apretada, me encantas- gruño- ¿Sabes?, no estamos haciendo el amor- me embestidio duro-.
Grité y me apreté más a él.
-¿Qué?- gemi-.
-No hacemos el amor, el amor nos está haciendo- me susurro-.
Sonreí y cerré mis ojos disfrutando de sus embestidas, de sus palabras, jadeos y gemidos.
-Me vengo, ________- gimio mi nombre-.
-¡Oh Justin!- agarre las sábanas y mis paredes se apretaron en su pene-.
-¡Ah, si, te siento, vámonos juntos!- gimio y me tomó de las caderas, profundizando sus deliciosas y rápidas embestidas-.
Dos embestidas y me corrí, gritando su nombre, segundos después se vino Justin, como yo, gritando mi nombre.
Siguió moviéndose lentamente y lamia sus labios. Saboreando el orgasmo.
No rompiamos nuestro abrazo, jadeabamos en el oído del otro. Esto simplemente me encantaba.
Poco a poco paro sus embestidas. Se recosto a mi lado.
-¿Mañana tomaras la pildora? No quiero otro hijo- suspiro-.
Aunque encontré un poco antipático su comentario, asenti.
-Buenas noches- susurró y se removio en la cama, dándome la espalda-.
¿No dormiremos abrazados, como siempre?.
-¿Justin?- lo llamé-.
-Ya duérmete- gruño-.
Suspire. Extrañamente me sentí usada, dolida.
También le di la espada y entre pensamientos pude dormir.
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-¡_________!- desperté de golpe-.
¿Es la voz de Justin?.
-¡_________!- volvieron a llamar, si es de Justin, en el primer piso-.
¿No despertamos juntos, mirándonos el uno al otro?.
Bufe y me levanté de su cama King. Tomé mi ropa interior y saque una musculosa de Justin.
Ya vestida, baje al primer piso. Donde Justin estaba en la mesa, con una ración de pastel de chocolate y leche.
Me senté frente a él.
-Oh gracias, estaba hambrienta- reí y me apoye en el borde de la mesa para inclinarme y tomar el trozo de pastel-.
Pero Justin tomó el pastel y lo corrió.
-No, es mío. Creo que queda un poco de pan de ayer
-Oh...- frunci el ceño- Gracias, Justin- le sonreí-.
Luego me sonroje al recordar lo de ayer.
-Ayer fue increíble, yo... -me interrumpió-.
-No fue para tanto- bufo- Cuarto y último individuo- anunció-.
Lo mire sin entender. ¿Esto sigue?. Todo lo de ayer, el cariño y las lindas palabras, ¿no fueron nada?. Decidí seguir, recuerdo el trato. Ah pesar de que sabe que es su hijo, lo sigue haciendo. Por dios, Justin. ¿En que te has convertido?.
-¿Y el sobre?- pregunté al ver cómo no tiraba, como siempre, un sobre café en la mesa-.
-No hace falta- sonrió de lado- Lo conoces muy bien
-No se dé quien hablas- gruñi-.
-Te daré una pequeña descripción- río- Un estúpido que me quitó la vida, la chica que más ame en toda mi puta existencia. El chico que hizo que cambiará
Trague saliva.
-Christian Beadles- terminó de hablar-.