Desperté temprano con la sensación de asco en mi estomago y un terrible de dolor de cabeza <<mierda>> exprese en mi mente.
Busque mi uniforme para ir a trabajar y tome una ducha, salí rápidamente secándome a prisas y me detuve un momento en el espejo, observando las bolsas en mis ojos.
-Quisiera dormir un poco más- le decía a mi reflejo, pero eso no iba a pasar, tenía que ganarme la vida si quería seguir fumando, los vicios pueden ser algo caros.
Me puse el uniforme y baje las escaleras para dirigirme a la puerta.
-Jamie- dijo Bernard -¿no quieres que te lleve?- preguntó y sentía miedo de eso.
-No quiero molestarte- respondí.
-No me molestaría- replicó.
-Esta bien-
Era rara su actitud, pero no quería pedirle explicaciones sobre nada, Bernard y yo teníamos una relación de hermanos muy complicada, un dolor irremediable.
-¿Cómo te va en el trabajo?- preguntó.
-Bien-
-¿No has peleado con Donovan?-
-No- trataba de no soñar seco, pero era imposible en mi.
-¿Te gusta trabajar ahí?-
-Si, un poco- había sido un gran paso.
Sentía que el auto no se movía por qué solo estábamos a dos cuadras de la cafetería y aún podía preguntar algo más.
-¿Por qué llegaste tan tarde anoche?- regrese a verlo.
-Salí-
-¿Con Eddie?- preguntó.
-No, con alguien más...- abrí la puerta del auto y me baje -Puedo caminar desde aquí... ¡gracias Bernard!- intente alejarme de él lo más rápido posible, después de todo, él sabía lo incómodo que era para mí estar cerca de él siempre.
No recordaba lo que había pasado a noche, por un momento creía que todo había sido una fantasía en un sueño húmedo, pero... había sido real después de todo.
-¡Llegas temprano Jamie!- saludo Donovan -¡Buenos días!-
-¡Buenos días Donovan! Mi hermano me trajo en su auto-
-Ya veo... por qué no comienzas a preparar la máquina de café- sugirió.
-Sabia que no podías ser demasiado bueno- dije entre dientes.
-¡Es tu trabajo!- exclamó volteando los ojos y dirigiéndose a la oficina.
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Mi turno terminaba en una hora y no había venido mucha gente el día de hoy, tenía mucho sueño, los domingos eran así, los chicos no solían venir aquí hoy, ellos preferían ahorrar su dinero hasta la noche, los domingos los chicos salían a tomar o drogarse por qué sabían que el lunes o irían a trabajar o estarían en la escuela, aun así yo estaba aquí.
Me serví un vaso de agua y bebí rápidamente.
-Me das un café americano sin nada- dijeron detrás de mí, voltee y era el amigo rubio del alcohólico Billy -Hey ¡ Jamie!- dijo.
-Hola...- conteste serio.
-Así que trabajas aquí- la situación era incomoda.
-Si... solo los fines de semana-
-Ah... Debe ser por eso, nunca te había visto- serví el café y me di cuenta que lo pidió sin nada.
-¿Sin nada?-
-Si, me gusta el café solo- respondió.
-Jamás nadie había pedido un café así-
-Me ayuda cuando no estoy consumiendo anfetaminas- tenía algo de sentido, era un Yonqui después de todo.
-Toma, son 2 dólares-
-Aquí tienes, puedes quedarte el cambio- dijo dándome un billete de 5 dólares -Oye ¿no quieres venir esta noche a una fiesta?- preguntó -Eddie estará ahí, supongo que sabes-
-No lo sabía- dije.
-Oh ¡lo siento! Mis amigos Corey y Billy estarán ahí también-
-¿Billy?- pregunté inmediatamente.
-Si, es el chico borracho que la otra vez llevábamos cargando-
-¿En dónde será la fiesta?-
-Será en el bosque, cerca del lago, será al aire libre así que sería bueno que llevaras un sweater para que no tengas frío-
-Veré si puedo ir... Mi turno termina en una hora pero no tengo suficiente dinero-
-No te preocupes Corey y yo ¡invitamos!-
-Eso es agradable de tu parte- dije.
-Por cierto... Mi nombre es Gillian- agregó -Espero que te puedas dejar ver esta noche- dijo mientras abría la puerta de la cafetería -A mi amigo Billy le gustara verte- salió del lugar y recordé a Billy con el sentimiento en el estomago, esta terrible obsesión de dos días debía detenerse , yo sabía que tenía problemas de obsesión en cuanto a los chicos, pero ninguno había lucido como el alcohólico Bill, era una sensación extraña la que me conducía a querer siempre más pero él me tenía al borde y era como si quisiera continuar y caer.
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Me arregle lo mejor que pude, tenía unas botas, otros jeans y un sweater, tome la cajetilla de cigarros y salí de mi casa hacia el bosque, Eddie se sorprenderá cuando sepa que estoy allí, en una fiesta de yonquis.
Por lo general todas eran iguales, encendían una fogata en el bosque, tenían sus autos estacionados mientras tenían sexo y se drogaban con cocaína, el lugar es una orgía disfrazada de fiesta.
Iba a acercándome al lugar y vi cómo una pareja estaba frente a un árbol teniendo relaciones, el chico tenía el trasero al aire y la chica a espaldas.
Seguí caminando tratando de ignorar la escena y el olor a tabaco en el aire me hacía sentir en casa.
-¿Jamie?- regrese a mirar y Eddie estaba justo detrás -No creí que vinieras a una fiesta de esta, por eso no te dije nada...-
-Si lo imagine- conteste abrazándolo.
-¿Quieres unirte?- me agarro de la muñeca y puso una píldora en la palma de mi mano.
-¡No gracias!- la puse de vuelta en su chaqueta.
-¡Quédatela!- sugirió -por si quieres, ya sabes... unirte después- me tomo del brazo y siguió -ven, vamos a tomar un poco- Eddie actuaba raro, por su actitud... Supuse que estaba drogado, así que guarde la píldora en la bolsa de mi pantalón.
Miraba a los lados buscando a Billy, pero no lograba encontrarlo.
-Eddie- dije -¿Conoces a Bill Clark?-
-¿Eh?- preguntó -si... lo conozco, es el imbécil amigo de Corey y Gillian-
-¿Te hizo algo?-
-No, pero lo es...-
-Tuvimos sexo- Eddie se detuvo y regreso a verme.
-¿En verdad?- preguntó -no me digas que... te gusta-
-No lo sé...- mi estomago comenzaba a dar vueltas cada que me planteaba la posibilidad de que alguien me gustará más allá del sexo -no puedo sacarlo de la cabeza-
-¿Cómo es.. que? no lo entiendo... ¿Dónde?- parecía sorprendido y entusiasmado a la vez, quizás eran las drogas aunque no asimilaba lo que yo mismo había dicho aún, todo era raro y estúpido.
-¡Jamie!- interrumpió Gillian -¡Estás aquí!- detrás de él venia su amigo moreno y Bill.
-¡Mierda!- musité muy despacio.
-¿Cómo es que se hablan?- preguntó Eddie -esto es muy extraño-
-¡Estas drogado, Eddie!- insistí -vamos a sentarnos- lo tome del brazo hacia la fogata y Bill tenía los ojos puestos en mi.
-¿Quieres ayuda?- ofreció refiriéndose a Eddie.
-No te preocupes- conteste, pero igual ignoro lo que dije y tomo a Eddie.
-¿No escuchaste a mi primo?- frunció el ceño.
-Solo lo estoy ayudando- lo puso en el suelo cerca de la fogata.
-¡Vamos Jamie, únete!- sugirió Eddie -toma la píldora, no te volverá adicto-
Gillian, Corey y Bill tenían sus ojos en mi, me sentía en un aprieto, no podía estar aquí si no era parte de ellos, yo siempre tenia un problema... el hecho es que odio las drogas pero por alguna razón yo les gusto a ellas... así como las malas decisiones y las aventuras caóticas de fiesta en la noche, todos me miraban como pidiéndome con la mirada que lo hiciera, que me uniera a ellos.
Tome la pastilla de mi bolsa y la puse en mi boca, ellos miraron con excitación el momento y regrese a mirar a Eddie quien tenía los ojos puestos en mi, mordí la píldora y me la pase, la sensación fue rápida como si me rompiera el cuello y también mágica como una eyaculación.
-¡Si!- celebraron, me sentía algo sucio, estaba algo mareado ahora mismo, otra sensación en mi era algo de calor y evitación, así que tome a Eddie en un impulso eléctrico y comencé a besarlo en los labios, delante de todos, el correspondió tomándome de la espalda.
-¡Mierda!- exclamó el moreno detrás de mí.
Y recordé mi primer beso, era como un dejà vu, fue en la cabaña cuando Eddie y yo jugábamos de niños mientras nos besábamos y nos tocábamos.
-Esto me lo enseño mi hermano- le decía a Eddie siempre que estábamos jugando solos -se siente bien, te gustará-
Teníamos apenas 10 años y nuestra vida era en aquel entonces igual que ahora.
Sentí como alguien me agarraba de los hombros haciendo un masaje, mi primo me tenía abrazado contra el mientras me besaba el cuello, estaba totalmente erecto, lo sentía en mi pierna.
-Bésame a mí- exigió Bill detrás de mí.
Y me volví hacia el mirándolo a los ojos, levante el brazo cerrando mi puño y le di un golpe en la cara.
CANCIÓN:
MARILYN MANSON - I DON'T LIKE THE DRUGS (BUT THE DRUGS LIKE ME)