Un familiar calor traspasó la piel de Lauren impregnándola sobremanera de la presencia de la mujer a su lado. Camila se apretaba a su cuerpo con la espalda contra el pecho desnudo de Lauren mientras sus nalgas presionaban la curvatura de las caderas de la ojiverde. La mejilla de Lauren descansaba perezosamente en la almohada, a una pulgada de la nuca de Camila facilitándole asà el poder oler su aroma único mezclado con el sudor de la pasada noche de pasión.
Más allá de las cortinas el amanecer se acercaba, pero Lauren permaneció quieta catalogando todas las sensaciones que la mujer en su cama provocaba en ella. La parte frontal de sus muslos descansaba suavemente contra la parte posterior de los de Camila; la delicada fusión de piel con piel era una conexión frágil que no se atrevÃa a romper. Sus pechos rozaban el arco de los omoplatos de Camila y sus pezones duros como piedra eran electrificados por el ligero, pero intenso contacto.
Las horas que pasaron haciendo el amor se repetÃan en su mente una y otra vez; imágenes vÃvidas que la dejaron sin aliento. Con cuidado de no despertarla Lauren deslizó su brazo alrededor del pecho de Camila extendiendo la mano por su abdomen al tiempo que con los dedos exploraba con patrones distraÃdos la delicada y caliente piel bajo sus yemas. Camila, presa de la temprana caricia se acercó más a Lauren para unir sus cuerpos todo lo más posible.
Lauren sonrió encantada del efecto de sus carias sobre el cuerpo de Camila.
âMe gusta como me tocas...âsusurró Camila con los ojos cerrado a medida que presionaba la mano de Lauren en su piel.
El corazón de Lauren martilló con fuerza contra su pecho, una oleada de ternura y calor inesperada centelló a través de todo su ser. Deseaba a Camila una y otra vez; su cuerpo vibraba con el anhelo de arrullarla con sus manos, saborearla con la boca y poseerla en cuerpo y alma. Lo único que le impedÃa despertar a Camila para hacerla suya nuevamente era el exquisito placer que le causaba el mantenerla abrazada justo como lo estaba haciendo.
Acicaló con la punta de la nariz la pendiente del hombro de Camila, entonces ésta cogiendo la mano de Lauren la dirigió arriba hasta que su seno fue cubierto por la palma de la mano.
âEncajas perfecta.âmurmuró Camila sintiendo un familiar estremecimiento en su vientre.
âLo siento, no quise despertarte...
âNo, está bienârepuso enseguida la castaña, girando en el cÃrculo protector de los brazos de Laurenâ, ya estaba despiertaâaseguró antes de besarle y dedicarle los buenos dÃas seguido de más besos.
Acarició la espalda de Lauren dejándose apresar por la intensa mirada de Lauren y como ésta se nublaba por el deseo encarnado. Tras un profundo beso, Camila precisó con decisión.
âTambién te deseo, ahora.
âOh sÃ. âdevolvió Lauren con voz ronca.
La emoción transformó completamente a Lauren, jamás se cansarÃa de complacer a Camila incluso si perdÃa la cabeza en el intento. Con un movimiento rápido Camila se halló boca arriba sintiendo la presión del cuerpo de Lauren encima del suyo y como ésta se introducÃa en los confines de su ser.
Apretando los labios, Lauren cuestionó.
â¿AsÃ?
Conteniendo el aliento, Camila atinó a decir un simple:
âSi...
â¿AquÃ?âse aventuró Lauren, acariciando las paredes interiores de su sexo con un fluir casi tortuoso.
âDios, si...justo ahÃ...âarañando la espalda de Lauren...humedeciendo, ahogándose de necesidad.
â¿Más?âpreguntó Lauren con la respiración agitada.
âPor favor, no pares...nunca...
Suplicó arqueándose a medida que la presión en sus pulmones apenas la dejaba respirar y que el creciente deseo ardÃa cuán hoguera en su interior catapultándola a la cima del placer supremo y celestial al cual solo Lauren Jauregui lograba llevarla.
*
La siguiente vez que Lauren se despertó se halló terriblemente sola. Movió la cabeza al lado donde horas antes su amada habÃa estado, las sabanas revueltas y su olor impregnado por toda la habitación eran el testimonio más real de su esencia. A pesar de que ya era de dÃa y el sol iluminaba la habitación, ésta se sentÃa frÃa y solitaria como nunca antes. De pronto, una extraña sensación de abandono la invadió haciéndola estremecer de mala manera pues, hacÃa mucho que habÃa olvidado despertar sin compañÃa.
Y en ese instante solo querÃa a la única que podÃa brindarle aquello.
Ansiosa de verla y después de vestirse salió en su búsqueda. Tras cruzar el pasillo y bajar las escaleras al primer piso, sonrió al ver a su amante cocinar alegremente vestida únicamente con su camisa color lima. La prenda abrazaba el culo de Camila dejado ver sus muslos por encima de la rodilla.
Lauren humedeció sus labios luchando para controlar el impulso de tomar a Camila en sus brazos y reclamarla en medio de la cocina. QuerÃa sentir las manos de Camila sobre ella, escuchar sus gemidos de placer mientras la penetraba rudamente hasta hacerla llegar al clÃmax.
âHey, buenos dÃas.âdijo Camila sirviendo el desayuno y sacando a Lauren de su ensimismamiento.
Sus ojos recorrieron el cuerpo de Lauren brillando con hambre de deseo y no precisamente de alimento. Entonces dejando en el aire su mutua complicidad, Lauren se acercó hasta ella para darle un corto beso.
âBuenos dÃasârepuso Lauren, al separarse añadió seductoramenteâ, ¿te he dicho lo mucho que me gusta verte usar mi ropa?
â¿Y yo que me encanta tú la quites?âreplicó Camila sonriendo con picardÃa.
Alzando una ceja negra, Lauren devolvió con descaro.
âOlvidaré que necesitas ese desayuno si sigues diciendo esas cosas.
A continuación ciñó la cintura de Camila al tiempo que ella rodeaba su cuello.
âMmm, tengo la suficiente energÃa para lo que sea que quieras hacer ahora mismoâpero las intenciones incitadoras de Camila se vieron interrumpidas por el gruñido mordaz y la mirada turbia de Lauren, asà que se apresuró de decirâ, vale, está bienâdejando un último beso sobre sus labios, ella se apartóâ; ambas necesitamos de esto.
Una vez Lauren tomó asiento, Camila calló en su regazo y sólo entonces empezaron a devorar la comida. Tras un par de bocados, la castaña informó.
âDinah llamó esta mañana.
Lauren arrugó la frente y dejando la taza de café en la mesa preguntó interesada.
â¿Algún problema?
âSegún ella no demasiado delicado, pero se escuchaba preocupada en realidad. Dijo algo acerca de unas cuentas que no cuadran en el centro comercialâhaciendo una mueca, Camila se preparó para probablemente arruinar la felicidad que habÃan logrado. Tomó la mano de Lauren entre las suyas y la miró directo a los ojosâ; tengo que ir, Dinah nunca lo dirá, pero sé que cuando algo le perturba el sueño es realmente grave. Lo siento.
Suspirando, Lauren besó los nudillos de la mano de Camila.
âEstá bien, lo entiendo. Prepararé todo para que regresemos hoy mis...
âNoâCamila colocando sus dedos en los labios de Lauren para impedirle de este modo continuarâ, tú tienes que quedarte, dijiste debÃas un informe a tus socios, además...
âPuedo enviárselos por correo, por eso no hay problema. No es necesaria mi presencia.
Camila negó con la cabeza, inclinándose para besarla. Acto seguido suavizó con la yema de los dedos la arruga en la frente de Lauren.
â...ademásâcontinuó haciendo caso omiso de las palabras de Laurenâ, está la carrera de Justin y él quiere que tú estés allÃ.
Rindiéndose a la desilusión Lauren cerró sus ojos, apoyando la cabeza en el pecho de Camila quien sonriendo a su pesar le acaricio el cabello.
âCody y Ana me pidieron que fuésemos a su cita médica mañana.âcomentó Lauren luego de un rato.
âLos aprecias mucho ¿no?
Lauren alzó la cabeza con el mentón apoyado en la firmeza del pecho de Camila.
âSÃ, significan mucho para mÃ.
â¿Has pensado alguna vez en adoptarlos?âpreguntó Camila sin la más mÃnima insinuación de broma al contrario, sus ojos reflejaban un seriedad casi nunca manifestada.
No, fuese sido el primer pensamiento de Lauren si le hubiesen preguntado lo mismo meses atrás. Sin embargo, ahora la idea no le parecÃa tan descabellada e imposible como antes; antes de permitirles la entrada a esos niños a su vida. Pero en algún lugar entre el miedo y la duda, los pensamientos de Lauren se volvÃan inseguros.
¿TendrÃa la mente y el corazón lo suficientemente abiertos y dispuestos para cuidar y amar a otros? ¿para ser digna de ejemplo y respeto? Y aun más ¿de merecer su cariño? La respuesta fue susurrada en sus labios.
âSerias una madre extraordinaria, cariñoâacarició con ternura las mejillas de Lauren antes besarla y añadirâ, voy a ir a Miami y cuando todo se arregle regresaré a tu lado dónde pertenezco y, entonces hablaremos de posibilidades y el futuro.
â¿EstarÃas dispuesta a asumir esa responsabilidad?
âSolo si tú la asumes también. Lauren, pronto estaremos casadas y por lo tanto debemos tomar decisiones juntas ¿de acuerdo?
Lauren asintió, buscando el contacto de la boca de Camila que tardó en acudir a su encuentro. Ya habrÃa tiempo para pensar bien las cosas, ahora sólo importaba el presente y lo que en él estaban viviendo. Camila, sentada a horcadas sobre Lauren se dejó guiar por el renovado deseo que aumentaba su excitación. Entonces Lauren, tomándola en brazos salió de la cocina con dirección a la segunda planta.
âDespués hablaremos, por ahora quiero despedirme debidamente de ti.
Camila sonrió antes tomar su boca.
âY esa es una excelente idea.
*
Lauren caminaba fuera del aeropuerto con una abrumadora sensación de pesadumbre luego de haber dejado ir a Camila; Jeremy aguardaba por ella en la salida asà que antes de entrar en el auto dio a éste la dirección de las empresas Morrinson. A su pesar debÃa admitir Camila tenÃa razón sobre velar por sus negocios, pero aun sabiendo eso no puedo evitar la melancolÃa y la añoranza que dejaba su partida tras el último beso.
La distancia siempre serÃa un cruel y atosigante verdugo, no podÃa hacer nada para que Camila regresara pues, tenÃa que entender también que antes de conocerla ella era una mujer independiente y responsable con su trabajo. Asà que jamás intentarÃa cambiar su forma de ser...esa de la que se habÃa enamorado desde el primer momento.
En el transcurso del viaje a su antiguo trabajo Lauren meditó acerca del tema de la adopción; no estaba segura si serÃa capaz de sostener tal responsabilidad en las manos. No obstante las dudas se veÃan reducidas a nada cuando se imaginaba a si misma criando a un par de niños con almas puras e inocentes junto a Camila. Posiblemente ella serÃa la parte autoritaria y controladora mientras que Camila seria la voz de la razón y el amor incondicional.
Los niños necesitaban padres y madres que los cuidasen, se preocupasen por ellos, les enseñasen de lo bueno y lo malos y, del importante valor de la familia; padres que los preparasen para la vida más allá de la seguridad y la dependencia del hogar. Por alguna razón, Lauren no veÃa nadie más que no fuesen ellas brindándoles todo aquello a Cody y Ana; no soportarÃa verlos crecer en manos ajenas.
HabÃa tanto que vivir, soñar y cumplir a lado de Camila y, se preguntó qué pensarÃa ella sobre el sentimiento que crecÃa dentro de su ser junto a su decisión. Quizás la sorprenderÃa amenamente una vez ésta regresara o quizás no serÃa Camila quien tuviese que volver a su lado; sólo necesitaba guardar la esperanza de que su amante estuviese de acuerdo.
âYa estamos aquÃ, señora Jauregui.âcomunicó Jeremy que se apresuró a abrir la puerta del auto.
âGraciasâdijo Lauren descendiendo al tiempo que ajustaba su chaquetaâ, permanece cerca no tardaré más de veinte minutos.
Jeremy asintió viendo a su jefa desaparecer por las grandes y trasparentes puertas de cristal en la entrada a la automotriz. Dentro, Lauren se descubrió contenta de encontrarse de nuevo en el lugar donde dio sus primeros pasos al éxito y aún más de ver los rostros de quienes le ofrecieron dicha oportunidad. Al notar su presencia, rápidamente todos los empleados se pusieron a su servicio y disposición; esto unas de las numerosas ventajas del éxito...
âLauren Jauregui, bienvenida de vuelta.
Keaton Morrinson vestido con un impecable traje negro la saludó inmediatamente luego de verla entrar a su despacho. Lauren sonrió sintiendo de pronto como el placer la embargaba; últimamente las emociones afloraban solas.
âGracias ¿qué tal?ârepuso Lauren estrechando la mano de su amigo.
âGenial...dentro de lo que cabe.
âYa veo, parece sentarte bien tu nuevo trabajo.
Encogiéndose de hombro, Keaton le ofreció sentarse.
âNo me quejo. ¿Y tú qué tal?âtras ponerse al dÃa con datos personales, el hombre añadió un rato despuésâ, ¿cómo va todo en Estados Unidos?
Lauren le extendió la carpeta que llevaba consigo diciendo:
â¿Por qué no lo compruebas tu mismo?
Asintiendo, Keaton se tomó su tiempo para estudiar la información que Lauren le entregó. Luego de unos minutos de observación, él dejó a un lado los papeles satisfecho de los resultados. Incorporándose, se dirigió al mini bar en su oficina.
âTodo parece ir viento en popa. âseñaló sirviendo dos vasos de whisky.
âY asà es, pronto monopolizaremos el mercado automotriz de América. La sucursal en Detroit comenzará a expandirse al sur.ârespaldó Lauren recibiendo el vaso que su amigo le ofrecÃa al tiempo que tomaba asiento frente a ella.
âPerfecto, Andrew estará encantadoâdijo reparando en cierto aura especial que irradiaba la mujer frente a él, casi podÃa asegurar no se trataban de la misma Lauren de hace meses atrásâ, por ahora dejemos a un lado los negocios y háblame de ti ¿hiciste de tu sumisa a una americana?
Lauren sonrió, sorbiendo del vaso de whisky.
âEra mi intención en un principioâcomentó Lauren suspirandoâ, pero no sé cómo demonios pasó y acabé enamorándome.
Keaton parpadeó incrédulo de las palabras de su amiga. Entonces alzando una ceja cuestionó.
â¿Tú? Lauren Jauregui...¿enamorada? No me lo creo.
âPor más increÃble y absurdo que te parezca, es la verdad. Y muy pronto me casaré con ella.
âWow, espera...demasiada informaciónâdijo él genuinamente sorprendido y desconcertado a la vez. Bebiéndose todo el whisky de un sólo trago, buscó rápidamente una posición cómoda en el sillón antes de dirigirse a Lauren con expresión muy seriaâ, qué pasó con eso de: el amor es un sentimiento inexistente que rodea a los débiles de mente ¿eh?
Imitando la postura de su amigo, Lauren repuso igual de serena.
âMe conoces y sabes que sé admitir cuando estoy equivocada. Ciertamente antes de Camila creÃa en eso, pero gracias al amor que encontré en ella puedo darme cuenta de mi error. Ella me complemente en todos los sentidas, desde lo fÃsico a lo espiritual, junto a ella me siento plena y muy afortunada...para mi nada importarÃa más mientras pueda tenerla, tocarla y apreciarla por el resto de mi vida.
âEso definitivamente sonó como algo que dirÃa mi hermano.âobservó Keaton haciendo una mueca de desaprobación.
Keaton se hallaba verdaderamente consternado y muy profundamente contento por ella a pesar de que jamás imagino semejante posibilidad. Lauren se veÃa feliz y con renuencia tuvo que admitir sentÃa un poco de envidia buena. Suspirando comentó después desviándose un poco del reciente acontecimiento.
âA propósito, él y Ren quieren verte...âse incorporó llevando consigo una sonrisa burlescaâ, se irán de bruces contra suelo cuando se enteren que te casas...¡Dios, que difÃcil se me hace siquiera decirlo!
Lauren negó con la cabeza, al tiempo que acompañaba a su amigo a la salida.
âMe sucedió lo mismo cuando supe habÃas aceptado la presidencia temporal de la empresa. ¿Qué pasó con tus clubes?
âSon mis bebés, lo sabes y nunca los abandonaré ni siquiera por el imperio Morrinsonâcedió el paso a Lauren para que entrase primero al ascensor antes de añadirâ, de hecho querÃa saber si estas interesada en hacerte mi socia y expandir la cadena de bares a América ¿qué piensas?
Mirándolo, Lauren torció el gesto.
âAhora mismo estoy muy concentrada con las sucursales de Miami y Detroit, además sabes que eso no es lo mÃoâante la expresión desilusionada de su amigo, enseguida agregóâ, aunque tengo un amigo que podrÃa interesarle tú propuesta, su nombre es Henry Cavill.
âBueno, ya habrá tiempo de contactar con él y ver qué le parece la ideaâsonriendo, Keaton señalóâ, por ahora, iremos a visitar a nuestra hermosa sobrina...
âLaila.âcompletó Lauren a lo que su amigo asintió.
Saliendo del ascensor, la pantalla del teléfono de Lauren le advirtió sobre las dos mejores noticias que habÃa recibido en mucho tiempo.
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