|Objetivo|
Nos encontrábamos todos reunidos en la Torre Stark. No hace falta decir que una vez haber visto a Pepper, lo primero que hice fue abrazarla.
Steve Rogers también estaba ahí, quien por cierto aún no había explicado el porqué de su presencia en la Expo, aunque no puedo reclamarle pues me había sido un poco de ayuda. Ellos hablaban acerca de las posibles razones por las que habían atacado esos tipos en el evento y sobre quién los había enviado. Yo por mi parte me dirigí a las computadoras con aquel símbolo aún en mi mente. Lo había visto antes, pero no recordaba cuándo ni dónde.
—Jarvis...
—Señorita Amelia...
—Dame el bolígrafo digital. Necesito cualquier información acerca de este símbolo —los adultos seguían en sus razonamientos.
—Enseguida. Haga un dibujo del símbolo lo más cercano a la realidad posible.
—Tranquilo amigo, el arte no es lo mío.
Hice lo que pude y para ser pésima con la mano artística me había salido bastante bien. Era una especie de calavera con una serpiente en la boca* y unos extraños jeroglíficos a su alrededor.
—Investigando.
Un dibujo en el aire con ese aspecto llamaría la atención de cualquiera y no fue diferente cuando aquellos tres voltearon hacia donde me encontraba y me rodearon enseguida con intriga y expectantes de una explicación la cual les daría, una vez sabido el significado de eso.
—¿Ahora eres satánica?
—Este no es el momento Stark.
—Capitán aburrido, por favor —Steve rodó los ojos.
Jarvis habló por fin y todos callaron para escuchar sus palabras.
—Según los registros, este es el símbolo de una secta, una especie de mafia originaria de Rusia —comenzó a hablar mientras proyectaba el símbolo real— han sido acusados de todo tipo de delitos, entre ellos experimentación con adultos y jóvenes de ambos sexos. Pero estos nunca han sido atrapados y la ubicación de su base central nunca ha sido descubierta, incluso las fuerzas policiales han llegado a dudar de su existencia.
—¿Cómo pelear contra algo técnicamente inexistente? —hablé.
—¿Quieres decirnos qué es eso?
—Los tipos. Tenían este símbolo en sus uniformes.
—Espera —habló Tony viendo con más profundidad la imagen— Jarvis, ¿dices que son rusos?
—Sí, señor.
—Vean —dijo cuándo todos le mirábamos extrañados— Jarvis acerca la imagen —y este lo hizo.
—¿Acaso es el símbolo Nazi?
—Es lo que parece.
—Bien, unos locos tratando de seguir a Hitler.
—No lo creo, querían a Amelia.
—¿Por qué? —preguntó Rogers a lo que Tony, Pepper y yo nos miramos. El primero negó ligeramente.
—Soy hija de Tony Stark, supongo que eso tiene algo que ver... —él asintió, al parecer me había creído— Además, no es que sea una gran historiadora, pero, ¿no los Nazis fueron alemanes?
—Por eso mismo se me hace extraño al decir que son rusos, Jarvis...
—He checado los registros mil doscientas veces, señor. Indican que la mafia es rusa.
—¿Crees que sea una especie de complot? ¿Una unión de fuerzas?
—Podría ser —habló Steve— pero por ahora no estamos seguros a lo que nos enfrentamos.
—¿Nos? ¿Y a ti quién te invitó?
—¡Tony! —susurró Pepper amenazante.
—Mira Paletas, te agradezco por ayudarme hace un momento y ya has escuchado demasiada información, pero este es un caso que no te incumbe. Por cierto, ¿qué hacías tú en la expo?
—Ahora que he escuchado todo esto ¿piensan que no voy a hacer nada? De ninguna manera, esto es más de lo que puedes hacer solo Stark. Llamaré a algunas personas, tal vez Natasha, Sam o incluso Bucky...—todos se le quedaron viendo al mencionar el último nombre.
—¿Bucky? —preguntó Tony con una ceja levantada— ¿Te refieres al hombre con un brazo de metal que estuvo a segundos de matarte y escapó? ¿Acaso sabes su ubicación?
—Ehh... no —se notaba bastante nervioso, pero igual lo disimulaba— quiero decir que, si él estuviera aquí estaría dispuesto a ayudar. Me salvó la vida una vez y estoy seguro que ayudaría a salvar más vidas si tan solo supiera dónde está.
—Claro —a largué con burla— ve a llorar a otra parte Capipaleta, este es asunto nuestro.
—No creo que un viejo con un traje de metal y una niña inmadura puedan resolver un caso como este.
—Esta niña inmadura podría hacerte llorar en pocos segundos —le miré desafiante y él soltó una irritante risa burlona.
—Inténtalo.
Y lo iba a hacer. Estaba a centímetros de lanzarme sobre él y golpearle donde más le duele, pero las grandes manos de Tony me detuvieron con firmeza por la cintura mientras aún intentaba alcanzarlo, ¿qué le pasaba? Creía que quería darle un golpe tanto como yo.
—Puedes retirarte Steve, gracias —habló Pepper pacíficamente, aunque podía notar su mandíbula un poco tensa.
Rogers no le dirigió la mirada, simplemente nos dio la espalda a todos y antes de que saliera dije.
—Buena suerte en la búsqueda de tu novio, Paletas —él apretó los puños, sonreí satisfecha y agregué— aunque creo que no la necesitas, ¿cierto?
Ante las últimas palabras vi cómo todo su cuerpo se tensó como si estuviera a punto de ser descubierto, sin embargo, siguió su camino como si nunca hubiese escuchado nada.
Todo el mundo tiene sus secretos ¿cierto? Pues las personas más amigables y "buenas" como dicen que es él, son las que esconden los más oscuros. No confié en el desde el principio y ahora menos.
Ante mis últimas palabras Pepper y Tony me miraban interrogante, esperando una explicación al último comentario que hice antes de que el capitán se vaya, ellos no notaron el comportamiento nervioso de Rogers, la tensión a la mención del tal Bucky, ocultaba algo e iba a averiguar que era. Claro que tendría que esperar en la cola, pues mis sospechas a ese papanatas eran mayormente porque no me caía bien y mi prioridad ahora era encontrar a los tipos que me buscan y saber el porqué de ello. Me encogí de hombros ante sus miradas dándole a entender que solo dije eso para fastidiarlo. Ahora tenemos cosas más importantes que hacer.
—No soporto a ese tipo.
—Somos dos, su estúpida sonrisa perfecta me tiene harta.
—¿Podemos concentrarnos en esto por favor? —ambos asentimos.
—Odio decir esto, pero el Capipaleta tiene razón —lo miré sin creer lo que había dicho— me refiero a que no podemos con esto solos, me niego a trabajar con él. Pero necesitamos ayuda.
—¿Alguna opción?
—Natasha podría ayudar —mencioné y ellos estuvieron de acuerdo— ¿Nick?
—No estoy segura de que podamos localizarlo ahora.
—Entonces Coulson, incluso María.
—Espera, Coulson está muerto— dijo Tony extrañado.
Pepper suspiró.
—No Tony, él no lo está.
Pepper llamó a las tres personas mencionadas y dijeron que vendrían a la torre en la noche para discutir sobre el tema.
Eran casi las seis de la mañana y ya había amanecido, ninguno durmió nada y al parecer ninguno tenía intención de hacerlo. Pepper fue a su oficina para verificar que todo estuviera en orden mientras Tony y yo decidimos entrenar.
Hicimos un poco de cardio en la caminadora y levantamos algunas pesas para estar en forma. Habíamos pasado a golpear sacos de boxeo y tenía muchas dudas en la cabeza, aproveché el pequeño descanso para hidratarnos y hablé con Tony.
—¿Por qué crees que esos tipos me busquen?
—¿Cómo estás tan segura de que te buscan a ti? Podría ser yo...—negué con la cabeza interrumpiéndolo.
—Soy yo su objetivo, ¿recuerdas el ataque a Shield? —el asintió— estoy segura de que son los mismos, son los mismos de los que Nick hablaba en ese mensaje y dijo que yo era el objetivo y que no podían tenerme. Anoche, la mayoría de ellos se vino contra mí. Y Tony, ese símbolo no puedo sacarlo de mi cabeza.
—Bueno es macabro, no es fácil de olvidar —negué una vez más.
—Me llamó la atención desde el principio, no por su forma. No quería decirlo frente a Pepper, pero ese símbolo lo había visto antes, un recuerdo. Pero no tengo idea de dónde ni cuándo lo vi.
Él se me quedó viendo, analizándome con la mirada y analizando lo que recién le había dicho. Bajó la vista y posó la mano en su barbilla de forma pensativa.
—Dime, ¿qué recuerdas acerca de tus entrenadores? ¿Cómo llegaste hasta ellos?
—No estoy segura, veo al pasado y recuerdo el frío sobre mi piel, el hambre que pasé por días antes de ser encontrada por Gustav en una calle de Alemania.
—Definitivamente no tienes rasgos alemanes, ¿Cómo llegaste hasta ahí?
—No lo sé, cada vez que intento no puedo recordar nada. Solo sé que mis padres murieron en un accidente de auto, pero ese recuerdo está borroso, quizá por la edad en la que sucedió. Pero de pronto llamas de fuego vienen a mi mente para después volver a las frías calles donde me encontraron.
—Y a todo esto, ¿dónde entra el símbolo ese?
—Te digo que no lo sé. Está en mi cabeza, pero al mismo tiempo no lo está. ¿eso es normal?
—Por supuesto que no. Escucha... —estaba atenta a lo que iba a decirme, pero Pepper entró de pronto anunciando que la cena estaba lista y los agentes estaban a punto de llegar.
—¿De qué hablaban?
—Oh solo era un momento padre-hija donde casualmente coincidimos que Steve Rogers es un cretino —ella puso su cara seria, pero se notaba que quería ocultar una pequeña risa.
—Solo alístense lo más rápido posible —pude escuchar su risa en cuanto salió de la habitación.
Hice lo que me pidió al igual que Tony pues, aunque no llevaba mucho tiempo aquí sabía que Pepper enojada era todo un peligro y ambos coincidimos en que llegaba a dar un poco de miedo por más dulce que fuera. Aún así, eso no quitaba que en ese poco tiempo le haya tomado un gran cariño considerándola, en secreto, una figura maternal para mí.
Tony y yo bajamos al mismo tiempo y al entrar al comedor todos estaba ahí, fue gracioso como Tony casi se desmaya al ver al agente Coulson en la mesa.
Después de una breve explicación del porqué Coulson está vivo** y Tony queriendo matar a Fury por hacerle creer a él y al resto de los vengadores por su muerte, cenamos y hablamos de temas triviales sin tocar el verdadero asunto por el que habían sido invitados. Después de la cena nos dirigimos a la sala de control, donde se encontraba toda la tecnología necesaria, Tony y yo explicamos la situación y ellos lo entendieron y enseguida quisieron ayudar.
Eran alrededor de las diez de la noche cuando todos se fueron y enseguida volvimos a la mansión en medio de la nada pues quedarnos en la torre era peligroso. Una vez que llegamos subí directo a mi habitación no sin antes desearle buenas noches a Pepper.
Recordé la caja que me había dado el primer día con ellos y ahí seguía todo en su lugar, al fondo de esta se encontraba el traje negro y observé cada detalle de él. Se veía cómodo y flexible para tener libertad de movimiento, pero la tela era un material duro que podría impedir algún ataque, supuse.
—Es un prototipo —habló Tony con los brazos cruzados desde el marco de la puerta
—¿Acaso no tocas?
—¿Para qué? Si es mi casa —lo miré con fastidio, suspiró y caminó hacia donde estaba— de hecho, si toqué, ¿puedo? —apuntó a la cama.
—Adelante, es tu casa —dije en tono burlón y se sentó— ¿a qué te refieres con prototipo?
—Pues eso, es para que utilices de momento, fabricaré otro mejor. Mayor flexibilidad, mayor resistencia y tal vez unos cuantos juguetes.
—No será de metal, ¿cierto? —soltó una risa de lado.
—No, aunque pensándolo bien... —reí y él también lo hizo.
—Gracias.
—No es nada, eres mi hija después de todo —ambos soltamos pequeñas risas en cuanto a esa mentira— descansa
—Igualmente.
Tony Stark no era como los medios lo pintaban. Era verdad que era arrogante, egoísta, presumido y tal vez tenga una pizca de prepotencia, pero también podía llegar a ser el hombre más divertido, e incluso cariñoso. Era un mujeriego, hasta que llegó Pepper y aunque lo niegue, ella le hizo bien y cambió su vida.
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*La marca tal vez se les hizo conocida, pues la he tomado prestada de la historia de Harry Potter, conocida como la Marca Tenebrosa. Esta ha sido creada por J.K Rowling.
** En la serie Marvel Agents of SHIELD Coulson está vivo y dan una explicación acerca de eso.