La Nueva Vengadora: Amelia

Escena Post-Creditos

Bueno, esto es Marvel y sabemos que después de cada película hay un par de escenas post créditos y como una fiel seguidora de ellos, tratándose de una historia aquí les dejo un capítulo post créditos xd
Como ya les había dicho la historia se ajusta a lo ocurrido en la película por lo que muchas cosas deben de pasar... Lo siento

Tony y Amelia acababan de terminar una misión y entraron a la mansión riéndose de lo ocurrido, aquel asaltante era un simple aficionado, era gracioso ver cómo intentaba huir y distraerlos con sus raros artefactos. Fue demasiado fácil atraparlo.

Entraron a la sala aún riendo y fueron calmándose al ver tantas maletas en el lugar.

Pepper salió del pasillo y los vio a ambos observando aquel juego de maletas confundidos y preocupados.

—Pepper, ¿te vas a un viaje de negocios? —habló Amelia— ¿cuántos días estarás ahí? Es mucho equipaje.

Ella traía una pequeña sonrisa pero se borró cuando Pepper, sin responder, simplemente bajo la mirada.

—¿Pepper?

Cuando alzó la mirada se dio cuenta del rojo de sus ojos y como aquellas esferas azules se humedecían.

—No puedo, no puedo seguir con esto —la primera lágrima caía a través de su mejilla

—¿De qué hablas?¿Algún negocio fue mal? Pepper, sabes que eres la mejor todo se arreglará además...

—No Tony —lo detuvo— tu sabes que mi sueño fue siempre crear una familia, dos hijos y un perro, tal vez —sonrió aunque fue la sonrisa más falsa y melancólica que Amelia pudo ver jamás, otro par de lágrimas resbalaron por la mejilla de la pelirroja— pero nunca podré tener eso aquí, contigo.

Sorbió la nariz.

—Hace un par de años me habías prometido que lo dejarías, destruiste tus trajes y lo dejaste de lado... por mi. Y luego pasó lo de Sokovia.

—Pepper...

—Yo no puedo ser un estorbo en su vida, ustedes se encargan de salvar a las personas como yo, no soy como ustedes. No sé pelear y no tengo una armadura de metal. Yo... No puedo seguir con el miedo de que algún día alguno de ustedes dos no regrese a casa sin haber podido hacer nada al respecto, no puedo con eso. Y aunque te diga todo esto, sé que no te detendrás, Tony porque no quieres hacerlo ¿o me equivoco?

Él quien había estado callado durante todo este rato lo único que hizo fue negar con la cabeza repetidamente mientras miraba al piso.

—Y no puedo ni quiero ser esa persona egoísta que te obligue apartarte de algo que te gusta hacer.

—Pepper, podemos hablar de esto no...

—Amelia, sabes que te amo como una madre ama a su hija y tampoco te puedo hacer elegir. Tu lugar es a lado de Tony, acabas de descubrir algo asombroso de ti y sé que no dudarías nunca en usarlo para bien, ustedes nacieron para esto, pero yo no —los ojos de Amelia comenzaban a humedecerse, ya sabía para donde iba todo esto— yo no sé en qué estaba pensando cuando te dije que sí, creí que tal vez podríamos llegar a un acuerdo, que podría vivir tranquilamente con la vida que llevan, pero me di cuenta que no es así.

—Pepper, por favor...

—Lo mejor será que nos tomemos un tiempo.

Ella se acercó a Tony quien seguía mirando el piso como si fuera la cosa más interesante en ese momento, ni siquiera podía mirarla a los ojos. Pepper tomó su mano empuñada y la abrió poniendo un diminuto objeto entre ella.

—Te amo Tony

Él no pudo responder, simplemente observó aquel diamante brillar en su palma y cuando se dio cuenta, ella se había ido junto con dos hombres que le ayudaron a cargar todo su equipaje, la puerta se cerró con Virginia Potts tras ella.