Regresando a ti

بواسطة CynthiaNobuta

94.1K 5.8K 1.1K

Esta historia se ubica 12 años después de Sinsajo. Katniss dejo todo atrás, todo lo que le importaba y un día... المزيد

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Epilogo
Especial
Especial Johanna
Especial

Capítulo 36

1.9K 114 18
بواسطة CynthiaNobuta


Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Capítulo 36

PoV Katniss

Como lo había prometido, durante toda la semana estuve pasando por Eve a la escuela. El primer día le pareció muy extraño verme parada fuera de su salón de clases. En cuanto la vi sin importarme si le molestaba o no la tome de la mano y la jale para llevarla fuera de la escuela. Afuera las amigas de Eve la llamaban, por eso nos detuvimos a esperarlas

-- ¿Por qué la señora Amabel te dejo salir antes?

-- No lo sé- contesta ella, mientras intentaba zafarse de mi mano.

-- Eve-escucho que susurra una de las niñas- ¿Por qué vino tu Mamá por ti?

-- No sé- contesta- Puedes soltar mi mano- me pide.

-- Está bien- acepto soltandola. Ella se voltea a platicar con sus amigas. Noto como todas tienen la mirada puesta en mí y eso me incomoda un poco.

Después de que Eve platicara con sus amigas, ambas seguimos nuestro camino a la casa. Era curioso que Eve tuviera tantas amigas, cuando yo nunca pude tener una conversación y menos amistad con mis compañeros de clase, solo había tenido una buena amiga durante la escuela y descubrí esa amistad hasta que regrese de los juegos. Agradecí que ella fuera como Peeta capaz de hacer que la gente se acercara.

-- ¿Por qué viniste por mí?-me pregunta.

-- Vendré por ti toda esta semana- le digo.

-- ¿Por qué?- me vuelve a preguntar.

-- Porque sí- respondo tajantemente.

Y así lo hice cada día de esa semana fui a recoger a mi ranita a la escuela. En cuanto la veía salir la tomaba de la mano y la llevaba de regreso a la casa. Sus amigas que no dejaban de verme al principio, ahora nos acompañaban casi hasta la misma aldea y me platicaban anécdotas divertidas de la escuela o fuera de esta, y aunque Eve se veía seria a veces reía y me permitía sostener su mano hasta que llegábamos a su casa para comer con Peeta.

Sin darme ningún problema Amabel se marchó del Distrito para alegría de Mi ranita, Peeta y yo. Con esa mujer lejos de ella vimos que nuevamente el rostro de Eve volvía a notarse sereno y alegre. Me encantaba volver a verla animada, alegre, inclusive adoraba que me volviera a retar, por esa razón Peeta y yo nos tomamos dos días para encerrarnos y estar juntos haciendo lo que quisiéramos, sin preocuparnos de escondernos o porque él se marchara a la panadería.

Solo esos dos días bastaron para ser totalmente feliz. Me gustaba despertar en sus brazos y que me dijera buenos días con un suave beso, desayunar y cenar con él, platicar o que me leyera. Todo lo que hicimos esos dos días me hicieron sentir en un sueño. Tenía unas ganas terribles de decirle que ya me quiera ir a vivir con ellos, que ya quería empezar a vivir juntos, pero me recordaba que Eve tenía que aceptarme primero.

Mientras estuve yendo a la escuela me di cuenta que lo mejor no solo para conocerla más, sino también para ser aceptada por ella, era por medio de sus amigos. Por eso un día después de comer, mientras lavaba los platos le plantee la idea a mi ranita esperando una aprobación.

-- Eve, estaba pensando- comencé muy sutilmente-¿Qué te parece hacer una reunión con algunos de tus amigos de la escuela en mi casa?

-- ¿Para qué?- me pregunto.

-- Bueno es para que yo los conozca mejor y que pasen un buen momento fuera de la escuela- ella me mira como si no le gustara la idea- Puedo hacerles galletas con chispas de chocolate y cup cakes.

-- ¿Sabes hacer cupcakes?

-- Sí- miento.

-- Has lo que quieras- dice con resignación.

-- Gracias- contesto, porque sé que es su manera de darme permiso.

Ambas nos quedamos calladas mientras sigo lavando los platos hasta que finalmente Eve rompe el silencio- Katniss, quizá pueda aceptarte como una persona más en mi vida- Dejo los platos para mirarla directamente y decirle que lo que quiero es ser su Madre...- Pero no me veo capaz de verte como una Madre, ni como la esposa de mi Papá.

Esas palabras me rompen el corazón, ya que me imagine o creí que estábamos avanzando. Busco en mi mente las palabras indicadas para decirle porque quiero estar no solo con ella, sino también con su Padre, cuando escucho que la puerta se abre.

--Katniss, Eve- nos habla Effie asomándose a la cocina.

-- Hola- la saluda Eve. Aparta su mirada de la mía para dirigirse a Effie- ¿Qué tienes? ¿Estuviste llorando?- le pregunta.

-- No, no es nada- le dice Effie.

-- ¿De verdad estas bien?- le vuelvo a preguntar al ver la tristeza en su rostro.

-- Sí, sí. Solo quería ver que hacían.

-- Nada- contesta Eve.

-- Ven vamos a ver la tele- le dice Effie.

-- Sí.

Salen de la cocina mientras yo me quedo a terminar de lavar los platos. Cuando termino, siento que necesito aire para respirar. Les aviso que voy a salir a hacer un mandado y salgo al bosque. Me sentí tonta al pensar o dar por hecho que solo porque ella llorara en mi hombro o ir al bosque y que me permitiera tomarle la mano ya había ganado su corazón. Me fui doce años y en esos doce años me había necesitado de verdad y yo pensé que con solo unos cuatro meses ya lo había reparado. No, no era fácil y yo misma lo sabía.

Vuelvo del bosque, decidida a conseguir que Eve me acepte. No como una persona en su vida, como ella dice, sino como su Madre y la esposa de su Padre, que vea que soy capaz de hacerlos felices, que esta vez tengo la fuerza y el coraje que hace doce años no tenía. Me acerco a la aldea cuando veo a Haymitch salir del pequeño granero donde se encuentran los gansos protegiéndose del invierno.

-- Hola- me saluda.

-- ¿Qué le hiciste a Effie?- le pregunto.

-- Nada- contesta molesto.

-- Eso no pareció hace un momento cuando llego triste.

Suspira- Le dije que si ya quería, podía regresar al Capitolio.

--¿Por qué le dijiste eso?- le pregunto.

-- A ella no le gusta aquí. Sé que le aburre el Distrito y quería que supiera que todo estaría bien, que ya podía marcharse.

-- Y se lo dijiste con tu usual tacto.

-- No te zumbaron los oídos- me dice- Apropósito ¿qué piensa el chico porque tengas un pretendiente?

-- No tengo...

-- Hola Katniss- escucho que me saludan. Volteo y me encuentro con la razón de la pregunta de Haymitch.

-- Te dejo- dice Haymitch con burla- Ánimo matador que no se te vaya viva- y se ríe entrando a su casa.

-- ¿Qué quieres?- le pregunto fastidiada.

-- Ya hace rato que no sé nada de ti y pensé que ya habías pensando mejor lo de mi invitación para salir.

Respiro exasperado porque este tipo nada mas no entiende que no es no y es momento de ser más directa con él- Escucha. No sé qué creas, pero la razón de que haya regresado al Distrito son mi hija y su Padre. Ellos son lo único que me interesa y lo que quiero.

--Creo que quieres al Padre solo porque piensas que así conseguirás a tu hija.

-- Te equivocas.

-- Si lo quisieras como dices no lo hubieras dejado.

Ese comentario me molesta- Sabes vete al diablo.

--Solo iré si tú me acompañas- me parece ridícula su manera de coquetear y lo aviento fastidiada para regresar a la casa de Peeta. Al pasar me sujeta con fuerza y me roba un beso lo empujo con fuerza haciéndolo caer, quiero golpearlo, pero no lo hago-No vuelvas a hacer eso y no vuelvas a acercarte a mí.

Paso la tarde con Eve y Effie. Como intento que no me vea mucho con Peeta, esta noche decido regresar a mi casa antes de que él llegue y cenar sola. Effie me dice que esta noche prefiere cenar con ellos, así que se queda. Pienso que aún debe seguir enojada con Haymitch.

-- Hola-me saluda Peeta afuera de la casa.

-- Hola- contesto con una media sonrisa.

-- ¿Hoy no cenas con nosotros?- me pregunta.

-- No.

-- ¿Qué tienes?- me pregunta acariciando mi rostro y me aparto un poco, mirando nerviosa a su casa.

Él suspira de frustración y sé que quiere que le diga que ocurre. No le quiero decir sobre las palabras de Eve, porque sé que entrara e intentara por todos los medios hacer cambiar a Eve de opinión y no quiero eso, quiero lograr ese cariño por mi propia cuenta.

Así que decido contarle lo otro que me preocupa. Le hablo acerca del beso que me robo el imbécil de Stan, su rostro cambia de preocupación a molestia. Preocupada a su reacción lo llevo a mi casa para así quedar fuera de la vista de Eve o cualquier persona que pueda pasar.

-- No te enojes.

-- No es contigo, estoy más bien celoso.

-- Celoso ¿Por qué?

-- Porque aunque piense que eres mía, no es verdad. Tú te perteneces a ti misma y quizá pueda pasar que un día...

-- No- le digo tomándolo del rostro- Ni empieces.

-- Katniss...

-- Pase por tanto para que tú me dejes estar contigo, que no permitiré que un tonto venga a sembrar alguna duda en ti. Y sí, soy tuya, totalmente tuya.

-- Y yo soy tuyo-dice tomándome de la cintura- Siempre te perteneceré.

-- Y yo a ti- le digo recargando mi cabeza en su pecho.

Más noche le platique acerca de mi idea de la reunión en mi casa para los amigos de Eve. Le gustó tanto la idea que se ofreció a hacer los cups cakes, pero me negué porque en esta reunión yo sería la que preparara todo y que lo que necesitaba de él era que me enseñara a hacerlos.

Estoy en el bosque sentada con los ojos cerrados escuchando a Eve cantar a los sinsajos. Entonces escucho una segunda voz que empieza a acompañarla en la canción. Me sorprendo y abro los ojos para ver a Eve de la mano con una niña peinada con dos trenzas y cabello oscuro.

-- Eve-le hablo y ambas dejan de cantar para mirarme.

-- Mami- corre la otra niña a mi lado- Mami ¿te gusto como cantamos?

-- Sí- respondo un poco sorprendida porque me llamara Mami.

La miro y me doy cuenta que es como de la edad de Eve. Ella se agacha a mi lado con una gran sonrisa, al tenerla cerca me sorprende ver el azul de Peeta en sus ojos, pero lo que más me asombra es el gran parecido que tiene con Prim. Esa niña se parecía totalmente a mi patito.

--Mami-me llama mientras yo acaricio su suave rostro- Ya viene.

-- ¿Quién?- le pregunto.

-- Ya quiere que lo sientas y lo abrases.

Abro los ojos y escucho la tranquila respiración de Peeta a mi lado. Debe ser muy temprano si aún no se ha marchado, así que aparto con cuidado la mano de Peeta, bajo a la cocina para tomar un vaso de agua intentando entender ese sueño. Estoy tan ensimismada que por primera vez no lo escucho cuando entra a la cocina, es hasta que siento que pasa su mano por debajo de la blusa de mi piyama que me doy cuenta de su presencia.

--¿Por qué te levantaste tan temprano?- me pregunta besando mi cuello- Una pesadilla.

-- No- contesto- solo un sueño raro- y pienso en esa niña tan parecida a Prim- Hermoso, pero raro.

Me gusta sentir sus manos acariciar mi estómago por debajo de mi camisa, mientras que con su boca recorre todo mi cuello. Entonces me volteo para que sea yo quien acaricie su estómago y finalmente una nuestros labios.

--Oye, estas más firme- le digo- ¿Acaso estás haciendo ejercicio?

-- Sí, un poco- contesta algo rojo- Es porque dices que te gusta tocar mi torax y quiero que te siga gustando.

Quiero decirle que no me importa si alguna vez llega a tener una panza, pero lo cierto es que me encanta como se siente. Atrapo sus labios en un beso que profundizo, él gime en mis labios y me levanta para sentarme en la mesa de la cocina, abro las piernas para que quede en medio y le quito totalmente la camisa azul que tanto me gusta como se le ve. Él se aparta y yo intento buscar nuevamente sus labios, pero él dice.

--Mejor vamos a la alfombra- y me levanta mientras rio sobre su cuello.

____________________________

Ya había pasado mucho tiempo desde que había regresado al Distrito, estábamos por mediados de febrero y me emocionaba que la primavera estaba por llegar.Pensé en llevarla a cabo la reunión en dos semanas, para así poder aprender a hacer cup cakes y que me quedaran por lo menos comestibles. Peeta, que resultó ser un maestro severo, los probaba cada semana. Esta tarde sería la última prueba, ya que la reunión seria en unos días.

-- ¿Qué te parece?- le pregunto.

-- Te quedo muy bueno, están deliciosos. Creo que te contratare para la panadería.-sonrió ante su comentario y el vuelve a darle una mordida al cup cake-Ya estas lista para la reunión.

Contenta tomo los recipientes que utilice para hornear y empezar a lavarlos antes de que llegue Eve. Ese sábado en la tarde mi ranita había salido con sus amigos y por eso aprovechamos para utilizar la cocina de Peeta.

-- Deja eso ahí- me dice tomándome de la mano para jalarme a él.

-- Peeta. La ranita puede llegar en cualquier momento.

-- Me dijo que llegaría hasta las 8- me dice- tenemos aún dos horas, es más que suficiente para nosotros.

-- El problema es que tú no te quedas satisfecho con una sola vez.

-- Prometo que en esta ocasión sí- lo miro con escepticismo, pero su cara puede más y acepto.

Ambos nos dirigimos al piso de arriba. Él abre la puerta de su cuarto y antes de entrar me dice muy cerca en el oído.

--En cuanto tú lo decidas este será nuestro cuarto.

Sonrió y lo beso haciéndolo entrar al cuarto. Con rapidez le quito los pantalones, él hace lo mismo con toda mi ropa. Ambos llegamos a la cama totalmente desnudos, nos besamos y acariciamos con desesperación y deseo. En el arrebato de la pasión me voltea de espaldas, esto es nuevo, pero cada día decidimos experimentar cosas nuevas, cosas que nos gusten a ambos. Pronto sus besos se tornan húmedos mojando mi espalda, se entretiene en mi cicatriz y la consiente con su lengua, durante los besos sus manos acarician mis piernas hasta que siento como su mano se dirige a mi cintura, pasándola a mi estómago y poco a poco baja a mi intimidad donde la introduce.

Experimentar sus dedos dentro de mí, me estaba volviendo loca, el frenesí que estaba causando en mi cuerpo, provocaba mis gemidos, mientras que su miembro roza mi intimidad. Todo esto provoca que mi cuerpo explotara de pasión. Cansada de que nuestros cuerpo solo se rosaran me acomodo boca arriba y lo tomo de la cadera para que finalmente entre, antes de hacerlo alcanza a detenerme y pregunta.

--Ya te estas tomando las pastillas.

-- Eh...no-contesto.

-- ¿Hasta cuando las vas a empezar a tomar?- me pregunta.

-- En cuanto llegue mi periodo- le respondo.

-- Ah, deja que vaya por un condón.

-- Sí- acepto. Me quedo pensando acerca de mi periodo, que ya hace mucho que no me baja y eso comienza a inquietarme.

-- Ya- dice regresando a la cama y empezando a abrir la bolsita.

Le ayudo a colocarlo, últimamente ya me atrevo a acariciarlo y masajearlo seguido. En cuanto esta puesto lo tomo de su trasero y lo atraigo a mí y la impaciencia y excitación me llenan totalmente, buscando el mismo frenesí de hace unos momentos. Comienzo a mecerme, aferro mis manos en su trasero porque me gusta sentirlo, le suplico que entre más en mí, que siga moviéndose hasta que vuelvo a explotar de placer.

Le pido a Peeta que se quede adentro un rato más y él accede dándome un dulce y suave beso. Mi cuerpo se siente satisfecho y complacido, sin embargo siento como sigo temblando, me imagino que es por la excitación que acabo de sentir.

--¿Qué pasa?- me pregunta- ¿Por qué tiemblas?

-- No sé. Seguro que es porque hoy estuviste increíble- me sonríe feliz por mis palabras y me vuelve a besar.

Sale de mi cuerpo colocándose a mi lado. Lo atraigo a mí para que se acurruque en mi pecho mientras acaricio su nuca. Duramos así un rato hasta que decidimos que es hora de levantarnos arreglar la cocina e irme para que Eve no me encuentre aquí con su Padre.

Intento recordar cuando fue la última vez que me bajo y no recuerdo. Me digo que hemos sido precavidos, pero la primera vez que volvimos a estar junto no nos cuidamos y no me tome la pastilla que me dio la doctora. Decido que lo mejor es ir con la doctora, pero como no quiero ir sola decido buscar a Effie. Llego a la casa y sin tocar entro. Escucho una discusión entre mi mentor y Effie.

--De verdad estoy bien. No necesito que me cuides- le dice él.

-- ¿Por qué no me dejas cuidarte?

-- Effie, estaré bien regresa al Capitolio- dice evitando mirarla al rostro- ¿Qué haces ahí escuchando?- me pregunta.

-- Vine porque necesito que Effie me acompañe a...

-- Vamos- dice Effie sin dejarme terminar- Toma su bolso y me saca de la casa.

Parece entre triste y molesta, quiero preguntarle sobre lo poco que escuche, pero no me animo a hacerlo. Es ella quien finalmente habla.

--Bien ¿a dónde vamos?

-- Con la ginecóloga.

--¿Por qué?

-- Necesito saber si estoy embarazada.

-- ¿Acaso no se estaban cuidando?- pregunta muy fuerte.

-- Por favor guarda silencio. Si nos protegimos es solo que...se me callo la pastilla que me diste y ya no me tome nada.

-- Y con solo esa vez.

-- No sé. Por eso decidí ir a comprobarlo.

-- Vamos pues para quitarnos la duda- me apura.

La doctora me dice que hará una prueba de sangre y que mañana me tendrá los resultados. Le pido que no me diga los resultados, ya que prefiero que me dé el sobre y saberlo en privado. Ella acepta sin ningún problema. A la mañana siguiente, esta vez sin Effie voy con la doctora a recoger los resultados. Me despido de ella sin que me diga nada del asunto.

Ya en la casa me siento nerviosa por abrir el sobre. Sé que tengo que abrirlo, así que respiro profundamente y con todo el valor y los nervios abro el sobre y la respuesta es, positiva, estoy embarazada. Los nervios me dejan, para ser suplantado por un sentimiento de felicidad. Tendré otro bebe. Peeta y yo seremos padres por segunda vez...y en eso una imagen aparece repentinamente en mi mente.

--Acaso no sabías que estabas embarazada-Me pregunta el Doctor Aurelius.

Me toco la frente porque siento, que mi cabeza esta por explotar, tengo la sensación de que está trabajando a mil por hora e imágenes extrañas vienen a mi mente sangre en la bañera, yo llorando y gritando por mi bebe, las enfermeras susurrando cosas y yo pidiendo explicaciones. Siento como si mi cerebro intentara expulsar esas imágenes fuera de mi cabeza y es hasta que pierde la lucha que recuerdo lo que había olvidado hace mucho tiempo.

Ese día me levante porque empecé a sentir dolor en mi estómago, un dolor agudo y constante. Así que decidí que lo mejor sería no levantarme. Después de todo que podía pasar, no pasearía por el jardín y quizá no tendría uno de esos talleres de manualidades a los que Aurelius había insistido que fuera. Estaba acomodándome nuevamente para dormir y aguantar el dolor cuanto entra Cora. Me dice que ya es hora para mi baño y aunque al principio no me siento con ánimos decido levantarme pensando que quizá un baño caliente me hará sentir mejor. Cora me ve y pregunta si me siento bien a lo que contesto que seguro esta por bajarme.

Ambas nos dirigimos al baño. En el camino los dolores se vuelven cada vez más insoportables. Cora me insiste en ir a ver al Doctor, pero le digo que no es necesario. Finalmente llegamos al baño con el agua lista me desvisto y entro a la bañera. Me toco el estómago intentando que el dolor no siga hasta que veo algo rojo aparecer en el agua blanca. Meto mi mano y lo que veo me hace gritar de terror.

Pensar solo en mi bebe muerto, mi bebe que nunca pude conocer, ese bebe que no vivió ni siquiera un segundo, me derrumba, me destroza y me hace darme cuenta que soy un peligro para mis hijos. Un peligro para Eve, un peligro para mi niña y soy un peligro para este bebe.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Hola. A los que leen TPD les dije que intentaría darles un regalo navideños subiendo dos capítulos de cada una de mis historias y aquí esta. Ahora solo falta Like Crazy. 


واصل القراءة

ستعجبك أيضاً

138K 3K 32
Renesmee está en una edad complicada en la que los sentimientos no están demasiado claros y aun por encima de los problemas que tiene... Todo se mezc...
17.9K 631 57
Que feo es cuando la persona que más amas es la persona más fría del mundo, que feo cuando le intentas demostrar tu amor y te hecha de su vida a pata...
61K 2.2K 28
Jughead y Betty llevan casados por 2 años y no ha sido más que amor pero tal vez una desicion los separe......
46.2K 3.7K 15
Casualidad? Destino? Coincidencia? Suerte? No creia en ninguna de esas cosas hasta que ella aparecio y cambio todo... Soy Laughing Jack y les contare...