Me senté en el sillón con la tele encendida y escuchando música a todo volumen con los audífonos.
──NICOLAS.
──¿QUÉ PASÓ MAMÁ? ──Me saqué los audífonos y la miré, estaba atrás mío.
──Hoy voy a salir con tu papá, con la Melanie y mi mamá, así que te quedai cuidando al enano.──Asentí y ella se puso su chaleco y tomó su cartera. ──Nos voldemort.
──¿Puedo invitar a unos amigos?
──Qué amigos, al único que conocí es al Edgar. ──Hice un puchero. ──Ya... máximo diez.
Sonreí y ella se jue, el enano llegaba como a las seis así que les hablé altiro a mis amigos, bueno, al Eddiesick, al Naikelen, al bestia y a la mina del metro cuál nombre todavía no sabia.
Los cuatro dijeron que sí.
Como una hora después llegó el Naiko con el hueón rico y casi me desmayo, los saludé a los dos y empezamos a hablar, era chistoso el loco y un pocoooo enojon.
Luego llegó el bestia con Edgar y salude a los dos, el bestia le dijo algo al oido al Naiko y él le respondió, secretos de dos no son de dios :(
Después llegó la mina del metro me abrazó super fuerte y yo igual, como era más bajita la tuve que levantar.
──Hola...
──Crystal ¿y tú?
──Nico. ──Nos reímos para nosotros y me volvió a abrazar. ──Oye...
──Sí, mi nombre es como la cerveza pero no se escribe igual, pasa que mi viejo cuando me vio saliendo del choro de mi mamá estaba tomando una cristal, y gritó ¡CRISTAL! y eso po. Y no me pregunti porque estaba tomando en una clinica.
Me reí por su historia y ella igual, la loca tela hueón. La Crystal tenía una sonrisa super linda hueón, era como única así.
Entramos los dos abrazados y mis amigos nos miraron como super raros, les sonreí y la Crystal escondió su cara en mi hombro.
──Cabros, ella es la Crystal.
──Holi. ──Saludó con la mano y estaba super rojita.
Ay la hueona kawai.
──Owwww la niña kawai──Naiko culiáo.
──Yo soy el Edgar y voy a la cocina a comer.
La Crystal sonrió y lo saludó.
──Yo soy el Bestia y me voy porqué aquí va a quedar la cagá. ──Dijo el panes y se paró a no sé donde, demás al patio a fumar algo piolix.
Todos lo quedamos mirando y la Crystal se abrazó más a mí, y intento sonreír, se notaba que la había puesto incómoda.
Nos quedamos mirando hasta que sentí una voz que me dio taldos por todo el cuerpo así.
──Hola Crystal, yo soy el Jaime.
ME ESTÁN HUEANDO.