Kitty ya procuró que el viaje de vuelta a la escuela fuera rápido. Todo estaba sumido en silencio, y lo único que le dedicó a Logan fue que alguna que otra mirada fugaz, ya que este estaba aun débil y tumbado en unos asientos. Logan cerraba de nuevo los ojos de la recuperación, y cada vez que lo hacia, Janette aprovechó para mirarle el rostro que se encontraba a dos metros de ella. Se sentía indefensa con él en el mismo lugar, y cualquiera de los que estaban en el Blackbird lo sabían al verla encogida en su asiento.
Al llegar a la escuela, rápidamente lo llevaron a la enfermería y, los alumnos que los vieron pasar, se impresionaron. Janette estaba preocupada, pero aún temía de que el Logan que había tras el teléfono aquel día fuera real, así que no obtuvo el valor para ir hacia la enfermería aún. Con la intención de que nadie le dijera nada, se fue hacia su habitación. Encerrándose, como siempre había hecho. Se sentó en la cama con intención de hacer nada, solo pensar y temer, pero un rápido y corto golpeteo en su puerta resonó y se abrió sin pedir permiso.
-Janette - apareció Tormenta encerrándose con ella -, él está bien. Solo es el cansancio...
Janette asintió ligeramente sin añadir nada. Tormenta la observó, y supo que, como otras veces, Janette se volvió a esconder en su madriguera. Como compañera y amiga, su única intención era que eso no sucediera.
-¿No lo vas a ver?
-No lo sé - musitó.
Tormenta se sentó a su lado mientras negaba seguidamente, y Janette se percató al instante.
-¿Qué ocurre?
-Tú, eso es lo que ocurre... - murmuró mirándola directamente a los ojos.
Janette confusa, frunció el ceño y le preguntó:
-¿Qué?
-Pues eso... Mira, ahora pareceré una profesora, pero esta es la verdad: la mayoría de las veces, cuando ves que algo es demasiado para ti, te escondes en aquí. Y aquí, este lugar, tu habitación, es tu peor enemigo. No puedes esconderte cada vez que te encuentres en una situación delicada. Es cierto que fuiste valiente al aceptar estar aquí, lo tengo en cuenta, pero... no puedes utilizar estas cuatro paredes para hacer ver que nada está pasando...
Janette no dijo nada, ya que estaba de acuerdo con ella, aunque le desagradara.
-¿Aún le quieres?
Janette la miró incrédula y algo ofendida por la pregunta.
-Por supuesto - susurró -. Pero...
-No quiero oír ni un pero - la interrumpió cortante -. Solo ve.
Janette le dedicó una pequeña sonrisa antes de levantarse y añadir:
-A veces me das miedo.
-Aún no me has visto cabreada - le advirtió bromeante.
Una carcajada, y Janette se fue hacia la enfermería con los nervios colándose por sus huesos. Al llegar al pasillo de los X-Men, lo único que oía eran sus pasos resonar. Una vez frente a la puerta de la enfermería, esta se abrió, dejando ver a Charles y Jean junto a Logan, quién estaba dormido en la camilla metálica. Janette se acercó y ambos, sin decirle nada, comprendieron que necesitaba un momento de soledad con él, así que se fueron. Lo único audible eran los pitidos del electrocardiógrafo, a los que Janette se alegraba de oír. Miraba el rostro dormido de Logan, sus facciones mientras le acariciaba el brazo. Un mes sin saber de él fue como una vida vivida, una vida a la que no quería pertenecer. Y así en el sumergido silencio, sus lágrimas comenzaron a caer sobre la piel de Logan.
-Lo lamento tanto... - sollozaba - Dios... Perdóname, Logan... Lo siento... Lo siento...
Se aferró a la mano de Logan con fuerza queriendo no apartarse nunca más de él. Entonces se dio cuenta: fue una estúpida. Todas aquellas veces que se alejó de él por todo el miedo que tenía, fueron errores, que debía haber aprovechado el tiempo que tenían. Si no se hubiera ido aquella vez voluntariamente de la escuela, quizás no hubiera pasado lo que pasó o, como a ella le parecía mejor opción: si no hubiera estado en la escuela, ellos vivirían en paz. No pudo más y apoyó su cabeza contra el torso de Logan.
- En cuanto despiertes no dudaré en decirte cuanto te quiero... - susurró.
Entre unas pocas lágrimas más, escuchó que los latidos de la máquina sonaban más fuertes, entonces se asustó y se levantó de inmediato.
-Puedes decírmelo ahora.
Janette se quedó helada, Logan había despertado, y la había oído. Este, con una sonrisa, se quitó las agujas rápidamente y se paró en la camilla. Janette, sin decir nada, se aferró a él como si fuera el fin del mundo. Lo abrazó mientras le acariciaba el cabello, y él repetía su acción dejando pequeños besos en el hombro de Janette.
-Lo lamento, Logan... Perdóname... Fui estúpida... - sollozaba sin deshacerse de él.
Logan la abrazó más fuerte, aferrándose a ella y aspirando su olor que tanto añoró.
-Ya pasó, ¿me oyes? - susurró - Estoy aquí, contigo.
-Dime que no te irás a ningún lado...
-No me iré a ningún lado que no estés tú - sonrió Logan separándose.
Se miraron como si fuera la única imagen que quisieran tener de por vida mientras se acariciaban las manos. En eso, las puertas de la enfermería se abrieron para dar paso a un Charles y Jean bastante alterados.
-Bien, has despertado - murmuró apresurada Jean -. Sparks se dirige hacia aquí, con artillería pesada...
-¿Qué? - preguntó incrédula Janette - ¿Cómo puede seguir vivo?
-No hay tiempo para pensar cómo, hay que prepararnos - dijo Charles.
-Pero... Charles, la escuela... quedará destrozada... - se preocupó Jean.
-Los niños... - murmuró Janette.
-Debe de haber alguna forma de impedir que llegue a la escuela - se adelantó Logan levantándose de la camilla.
-Imposible... Está a cinco minutos de aquí... - murmuró Charles - Debemos prepararnos de nuevo.
-¡Charles! - exclamó Scott.
Todos los X-Men, incluidos Mística y Magneto, aparecieron como un rayo en la enfermería en cuestión de segundos, y todos mostrando preocupación en su rostro.
-¿Es cierto? - preguntó Tormenta - ¿Sparks viene hacia aquí?
-Sí, y debemos tener un plan ya - añadió Jean.
-Bobby y Warren, traed a todos los alumnos al pasillo azul como refugio - ordenó Charles, y ambos asintieron apresurados para acatar la orden de inmediato -. Pícara, tú...
Mientras Charles daba órdenes, Janette no podía prestar atención. La devastación que sabía que causaría Sparks en la escuela sería inminente.
-...sobre todo, Jean, Scott y Tormenta, por favor, defended la escuela desde el exterior... - dijo Charles.
-¿No hay planes para nosotros, amigo? - preguntó Magento sonriente.
Charles lo miró seriamente, hasta que le preguntó:
-¿Estás dispuesto a luchar?
Mística y Magneto se miraron sonrientes para devolverle la mirada al director de la escuela.
-Si no hay más remedio... - bromeó.
Charles le dedicó una sonrisa ladeada, y asintió.
-Pues haced lo mismo que el resto - añadió.
Kitty, Hank, Janette, Logan y Charles se quedaron solos en la enfermería, aunque por poco tiempo.
-Bien, el resto, protejamos esta escuela... - murmuró seriamente Charles.
Todos se movían hacia fuera, menos Janette.
-Kitty - la llamó, a lo que esta se giró extrañada -. Necesito que me hagas un favor...
Logan frenó su paso al ver que Kitty y Janette se pararon en la enfermería de nuevo, y se acercó un poco sin esconderse.
-¿Ahora? - preguntó incrédula Kitty.
-Una vez me dijiste que podías transportar a gente al pasado, ¿cierto? - murmuró, y Kitty asintió - Pues... debes mandarme a un lugar...
-¿Qué?¿Por qué? - saltó Logan.
Janette, con los ojos llorosos, se aguantó el llanto, pero tuvo el valor para decirle:
-Para evitar esto.
Logan, con el ceño fruncido, comenzó a sospechar de la alocada idea de Janette, pero al mver en su mirada, lo verificó.
-¡No, ni de coña! - se negó al instante.
-Es la única forma...
-Te digo que no. No. No, no, no... - comenzó Logan desesperado.
Janette se acercó a Logan y le tomó del rostro.
-Logan... es la única forma... - murmuró mirándole a los ojos.
-No, no lo es...
-Es... la única... forma... - repitió suavemente - Te amo, Logan, y por eso hago esto... Lamento todo lo que he causado... Las veces que debí haberme quedado a tu lado para aprovechar el tiempo, lo malgasté huyendo. Te amo, solo piensa eso.
Un beso fue lo que le impidió a Logan seguir con sus negaciones, y a Janette que siguiera llorando.
-Prometo que te encontraré - susurró Janette.
Inesperadamente, Janette empujó a Logan tan bruscamente que lo echó de la enfermería, y con el sistema de seguridad, cerró la puerta desde dentro.
-¡Janette, no!¡Janette! - exclamaba Logan dando fuertes golpes contra la puerta de metal.
Janette podía oír esos golpes, y le dolía hacerlo.
-Kitty - cambió su expresión por una más seria -, necesito que me lleves al 18 de junio de 1800.
-¡¿Qué?! - espetó - Pero... no puedo. Me estás pidiendo que os separe.
-No, te estoy pidiendo que nos salves.
Kitty miraba a Janette con confusión, mientras que Janette le dijo:
-Por favor, no hagas esto más difícil. Es por el bien de todos...
Janette esperaba expectante con al mirada a Kitty, mientras que esta debatía entre si debía hacerlo o no.
-Túmbate en la camilla - se rindió.
Apresuradamente, Janette la obedeció. Kitty se colocó detrás de Janette mientras se preparaba mental y físicamente.
-Puede que notes un pequeño dolor al principio.
-Lo dudo... - murmuró Janette.
-Debes estar relajada, y con los ojos cerrados...
Eso fue lo último que escuchó Janette antes de sentir que su mente abandonó su cuerpo.
Todo era totalmente distinto, y Janette sabía a la perfección dónde se encontraba, solo que aún no se lo creía. Ese lugar era la casa de sus padres. Reconocía los cuadros, el piano de su madre, el tabaco de su padre... Se encontraba sentada en el sofá, con los ojos atónitos. Pero se quedó más atónita aún cuando los vio.
-¿Ocurre algo, hija? - le preguntó su madre.
-Mamá... - murmuró sorprendida.
-¿Sí?
-Papá...
-¿Qué ocurre, cielo? - le preguntó su padre.
En eso, se escuchó un fuerte golpe de puerta de dónde provinieron dos altos y tapados hombres que fueron directamente hacia los padres de Janette. Aquel era el día de su secuestro, y el asesinato de sus padres.
-¡No, suéltenme! - gritaba la madre de Janette.
Entonces Janette lo recordó. Si no hubiera viajado al pasado, la situación sería que Janette fue secuestrada, y sus padres asesinados en aquella casa y aquel mismo día, pero no fue así esta vez. Janette observó la escopeta de su padre apoyada en la chimenea. Corrió a cargarla, y sin dudarlo, disparó a los hombres. Los padres de Janette estaban atónitos, y no entendían como ella era capaz de algo así. Aquel movimiento fue el que lo cambió todo.
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¡FELIZ NAVIDAD A TODOS/AS!
Efectivamente, este ha sido el capitulo final... Dios mío, que hemos llegado al final... Hacemos casi un año todos juntos... Madre mia...
¡BUENO...! Calma, aún falta el epílogo... ¡AAAAAAAAH! Solo el epílogo. Es que no me lo creo, bueno... pues... esto es una casi despedida...
¡HASTA LA PRÓXIMA!