-Mary, ¿de verdad hay que ir a este sitio?-se quejó el moreno-. ¿No podemos ir directamente a tu casa?
-Mmm... No-se mordió el labio-. Pero me encanta esa idea para luego. Ahora quiero divertirme-le besó en los labios.
Mary entró a esa discoteca, contoneándose. Álvaro iba a seguirla, pero se fijó en una esquina y abrió los ojos. Paula y Dani, enrollándose.
-Joder...
Se abrió la puerta y apareció la pelirroja.
-¿Qué estás haciendo aquí?-preguntaron a la vez.
-Te dije lo del cumpleaños. Deberías estar ayudándonos.
-Le he dicho a Magí que estabais en una habitación celebrando el cumpleaños de Carlos. Es mi noche libre y no pensaba quedarme ahí.
-Pues tu novia ha entrado, pero como te vean los alumnos la hemos liado.
-¿Qué? ¿No les has dicho que somos amigos?
-Solo lo sabe Carlos, y no está contento, que digamos. Está celoso.
-Mejor para ti. Más celoso, más amor.
-¿Qué, te ha pasado?
-Sí. Mary está contigo que no puede. Un día de estos echa humo por las orejas.
-Esa tía es tonta. Tú eres listo. ¿Qué haces con ella?
-Porque me gusta. Y no cambies de tema que tenemos que buscar una solución.
-¿Tenemos? Ellos son los que están infringiendo las normas.
-Ya, pero si me ven el problema es de ambos.
-Lo mejor es que te vayas.
-¿Y dejar a Mary sola?
-Yo iría a decírselo, pero me mata como sepa que estoy aquí.
-Pues fácil. Nos vamos los dos. Aquí tenemos demasiadas posibilidades de morir de un modo o otro.
-Creo que tienes razón. Vámonos a pasear por ahí.
Por otro lado, yo...
-Dani...
-¿Qué?
-Que te quiero. Solo eso-me volví a lanzar a sus labios. Eran adictivos.
Tras una agradable noche, volvimos al internado. Yo entré por la ventana de Sara, pero me encontré con él minutos después.
-¿Estamos solos?
-Eso parece-me sonrió.
Me iba a besar, cuando empezamos a escuchar pasos. Luego una puerta que se abría y se cerraba. Unos minutos después, unos gritos. Intercambiamos una mirada de terror. Ay, dios mío...