Me senté en la cama, ya con el pijama puesto. Tras lo ocurrido, había vuelto a ver a Rocío y a Dani coqueteando.
Eso había empeorado mi humor.
Sara entró en la habitación, pegando saltitos... Un momento... ¿Sara?
-¿Qué haces aquí?
-Me acoplo con vosotras.
-No creo que eso se pueda...
-¿Y? Somos chicas problemáticas, no creo que nadie se muera.
Extendió un saco de dormir en el espacio que había entre mi cama y la de Nair. Fue entonces cuando ella entró.
-¿Qué haces aquí, loca?
-Y dale. Que me quedo a dormir con vosotras. Me siento marginada durmiendo sola.
-¡Porque debes dormir sola!-dijo Nair, encrispada-. ¡Eres un peligro!
Sara se encogió de hombros y se sentó en el suelo, dispuesta a meterse en el saco de dormir.
Nair comprendió en ese momento que la cabezonería de Sara no iba a desaparecer, suspiró y se acostó.
Me pasé la primera media hora dando vueltas. Dani me gustaba en serio, pero parecía más interesado en mi hermana...
Cuando por fin conseguí dormirme, empecé a escuchar gritos. Y venían de mi misma habitación.
-¡Sara, basta! ¡Estate quieta, por el amor de dios!
Me levanté de un salto y por poco no suelto una carcajada. Sara estaba sentada encima de Nair, a puntito de dislocarle... algo.
-¡Paula, despiertala!
Al principio no lo entendí, pero recordé que era sonámbula.
-¿No sabes lo malo que es despertar a un sonámbulo? Se vuelven súper agresivos.
-¡Sara ya es agresiva! ¡Despiertala!
Al escuchar los gritos de Nair, en lugar de despertarse, Sara optó por levantarla a la fuerza y la tiró contra la pared. No puedo comprender como esa niña tiene tanta fuerza.
Yo seguía riéndome, mientras Sara descargaba su furia contra la pobre Nair.
-¡Paula Cabrera Torregosa! Mas te vale que me saques de aquí.
-Ya voy-me reí.
Me levanté, creyendo que sería sencillo, pero cuando Sara me tumbó de una llave de karate, cambié de opinión.
-Ya no es tan divertido, ¿no?-Nair encarnó una ceja.
-Sara se ha metido con la chica equivocada.
Me levanté de un salto y cogí un bate de béisbol que de casualidad estaba allí (vete tu a saber por qué). Le di en la cabeza, e inexplicablemente, se tumbó en el suelo a dormir como un angelito.
Nair y yo la miramos, extrañadas, y sería poco decir que nos descojonamos.
Sara era un caso.
ESTÁS LEYENDO
Internadas (Auryn)
RandomPaula y Rocío, dos gemelas como polos opuestos Neverhood, un internado para chicos problemáticos La juventud, el misterio, el deseo, el amor, el odio, lo hacen un lugar especial Se enamorarán, sufrirán, disfrutarán... Deben encontrarse a sí mismos...