Internadas (Auryn)

Capítulo 59

Álvaro miró a Rocío y ella le miró a él. Así llevaban toda la clase. Me estaban poniendo de los nervios. El profe estaba terminando de corregir los últimos exámenes.

¿Qué que había pasado en el triángulo amoroso? Habían inventado que Rocío había ido a buscar a Álvaro para hablarle de las notas, pero no le había abierto la puerta. Y luego él había salido, encontrándose con Carlos y Rocío. Pero Carlos seguía cabreado. Creo que fingió, y no se lo creyó.

-Ya tengo todos los exámenes-anunció, victorioso.

Nos removimos en nuestros asientos, aquella nota decidiría muchas cosas.

-Paula, muy bien.

Me dio el examen y casi pegué un grito. ¡Un 9'35! Creo que ha sido mi mejor nota en la vida.

Sonreí, mientras a la gente le daban las notas. Parecía que habían salido bastante bien, me atrevería a decir que mejor que el examen de la apuesta. Rocío estaba mordiéndose las uñas. Hacía siglos que no la veía así.

-Así me gusta, Rocío...-le dio una palmadita en la cabeza y le tendió el examen. Abrió los ojos como platos.

-¿Qué?

-¡Tengo un 10, tía!

-¡Es genial! A ver, dejame ver en qué me he equivocado...

Me lo dejó, gustosa, olvidando que no teníamos el mismo examen. Miré mi examen, miré el suyo, miré el mío y luego el suyo, una docena de veces.

-Se te va a descalabrar el cuello como sigas así-se rió Sara, detrás de mí.

-¡No tenemos el mismo examen!

-¿Cómo?-se puso pálida, pero supo fingir un desconcierto descomunal.

-A ver, chicas, dejadme los vuestros.

Comparé el de mis amigas. Efectivamente, todas menos ella teníamos el mismo. Ella temblaba como una hoja y yo la miré mal.

-¿Seguro que no sabes qué pasa?-ella negó-. Vale, pues hablaré con el profesor. Quizás hubo un error y...

-¡No!-gritó demasiado alto-. Olvidalo, Pau. Además, lo he visto y el mío es más difícil.

O también podría ser que había hecho ambos exámenes y sabía lo que había hecho. Pero a mí, me valió. En ese momento.

-Como todos estáis murmurando, os digo las novedades-Gango pidió atención-. Sí, he estado hablando con el director y hemos organizado una salida para refrescaros antes de los últimos exámenes. Yo y otro profesor nos encargaremos de todo.

Todos gritamos de júbilo, pero ¿íbamos a arriesgar vidas por una fiesta? ¿De verdad?