Los meses seguían, ya estábamos a mitad de año y nada parecía ser favorable para los miembros de la Orden, sino todo lo contrario. Cada vez debíamos estar más clandestinamente. El nombre 'Voldemort' ya no se escuchaba jamás... siempre se referían a él como 'Quien tu sabes' y 'Ya sabes quién' logrando que el miedo aumentara aún más. Poder tener vidas normales era cada vez más difícil para todos. Cubrir los desmanes y las muertes en el mundo muggle era cada vez más complicado para todos; ellos lo llamaban 'Atentados terroristas', para justificar las muertes masivas y sorpresivas de tantos ciudadanos, las que por conocimiento nuestro, eran mera diversión por parte de los Mortífagos.
Pero para nosotros, miembros de la Orden del Fenix, no todo eran misiones, búsquedas, y batallas como Dumbledore lo planificaba... nosotros éramos jóvenes, necesitábamos nuestros momentos de distracción.
Así que mientras se pudiera, nos tomábamos una noche de la semana para ser nosotros mismos. No podíamos salir, ni pasar el rato en un local, ya que era demasiado peligroso... pero nos las arreglábamos para comprar cerveza y algo para comer.
- ¡Esto es delicioso! – Exclamaba Sirius mientras probaba la pizza por primera vez - ¡Maravilloso! ¡Espléndido! – Comentaba cada vez que le daba un nuevo mordisco.
- ¿Cómo dijiste que se llamaba esto, Ayra? – Preguntó James mientras lo miraba con desconfianza.
- Pizza – Reí.
- Pizza – Repitió Sirius con la boca llena y tomando otro trozo – ¡Que nombre más coqueto y delicioso!
- ¿Tengo que sentir celos de la pizza, Black? – Bromeé mientras tomaba un sorbo de cerveza.
- No, cariño. Tú eres aún más deliciosa que la pizza.
Reí sonrojada y le di un golpe en el brazo que tenía a mi alcance.
- Tienes suerte, Lily – Comentó James a su esposa mientras ésta comía pizza – Yo jamás te compararía con una pizza.
- ¿Debo sentirme alagada? – La aludida lo miró alzando una ceja – Eso está muy lejos de ser un alago, Potter.
- Oh – El chico de lentes hizo un puchero adorable y Lily no pudo aguantar para darle un beso rápido.
- Pude conseguir un poco de wishkey de fuego – Peter entró a la habitación con la botella - Se lo arrebaté a Alastor de su reserva, pero no creo que lo note.
- ¡Ese es mi amigo! – Exclamó James, haciéndole un lado a Peter para que se sentara junto a nosotros.
- ¿Y Moony? – Preguntó Pettegrew cuando ya estaba sentado a nuestro lado y servía lo que había traído en pequeñas copas.
- Rose está haciendo un intento número nueve mil quinientos setenta de convencerlo para que venga. – Explicó Sirius mientras tomaba su tercer trozo de pizza cuando aún no terminaba de masticar por completo el segundo.
- ¿Qué es eso que estás comiendo? – Peter miraba con curiosidad las ganas con las que Sirius comía.
- Pitza – Respondió mi novio.
- Es 'pizza' – Lo corregí – Y Peter, si no la pruebas rápido, Sirius acabará con toda antes de que pestañees.
Mi novio me miró ofendido pero siguió comiendo.
- ¡Heeey! – La voz alegre de Rose inundó nuestra habitación- ¡Adivinen a quién pude convencer!
- ¡Remus! – Exclamamos en general y no tardamos ni medio segundo en ponernos de pié y correr a abrazar a nuestro amigo.
Rose había estado a su cuidado y compañía durante todos estos meses, en los que había trabajado para quitar en parte la culpa de la conciencia de Remus y además logró que comenzara a tomar periódicamente la poción 'matalobos' que la misma Rose iba perfeccionando cada vez gracias a sus increíbles habilidades para las pociones.
Remus se podía ver increíblemente mejor, su semblante aún era tímido, pero sus heridas habían curado.
- Rose me dijo que... harían algo para compartir y... - Su voz se quebró a mitad de la frase y las lágrimas inundaron sus ojos.
- También te extrañamos demasiado, Remus – Lo abracé y besé su mejilla.
- Yo te quería pedir... disculpas por lo de aquella noche... no pude evitar transformarme frente a ti y...
- No sigas – Lo interrumpí – Fue inevitable lo que sucedió pero yo estoy bien... todos estamos bien Remus.
Me sonrió, relajando por fin aquel tenso semblante.
- Bueno ahora que estamos todos... ¡Vamos a disfrutar un buen momento! – Exclamó James mientras todos nos acomodábamos en el piso de la habitación, formando un círculo con la comida y la bebida en el centro.
- ¡Juguemos a algo! – Propuso Sirius, que estaba sentado a mi derecha – Muy bien, cada uno deberá contar un secreto relacionado con la persona que tiene al lado.
- ¿A cuál lado? – Preguntó Peter, confundido.
- A cualquier lado, Peter – Sirius le dio un golpe en la cabeza. – Muy bien, yo empiezo – Me miró coquetamente – Confieso que después de un tiempo cada vez que llevaba a Ayra a ver las luciérnagas al bosque... me moría de ganas de besarla y hacerle el amor ahí mismo en...
- ¡SIRIUS BLACK! – Alcé la voz a la vez que mi cara se ponía de todos los tonos de rojos posibles y comenzaba a golpear a mi Black seguidamente mientras él se cubría el rostro con los brazos ante las risas de todos.
- ¡Pero eso no es ningún secreto, Padfoot! – Exclamó Remus a carcajadas.
- ¡Todos sabíamos que te devorabas con la mirada a Sparks! – Rió James – Solo que no eras lo suficientemente valiente para admitirlo tú mismo.
- Okey – Los interrumpí aún acalorada – Mi turno – Le di un sorbo a mi vaso con cerveza y miré de reojo hacia mis dos costados: Sirius y James. – Bien... Confieso que besé a James.
A Sirius se le desencajó la mandíbula y tanto Peter como Remus y Rose me miraron atónitos.
Lily hizo una mueca y James rió nervioso, seguramente recordando la anécdota.
- ¿Quién sigue? – Sonreí inocentemente pero Sirius se puso entre James y yo, mirándonos acusadoramente.
- ¡Exijo una explicación! – Exclamó haciendo aspavientos con las manos exageradamente. - ¿¡En qué momento!? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde estaba yo?
- Cálmate – Reí ante su desesperación – Les voy a explicar... - Tomé su mano mientras me acomodaba para comenzar mi relato. – Todo comenzó cuando tratábamos de descubrir qué era lo que Remus le ocultaba a June. Yo estaba perfeccionando mis dones de metamorfomaga y para sacarle información a Snape...
- ¿Snape? – Me interrumpió Remus.
- Sirius le jugó, según él, una inocente broma a Snape en forma de venganza ¿Recuerdan? – Trataba de explicar todo – Le contó a Severus cómo inmovilizar el sauce cuando Remus estaba convertido.
- Una de las cosas más estúpidas que has hecho, Sirius – Suspiró Remus pasándose las manos por la cara - ¡Pude haberlo matado!
- Ya, ya – Sirius movió las manos restándole importancia y alentándome a seguir.
- Entonces – Continué – Pensábamos que Snape tenía información valiosa, por lo que se me ocurrió que ¿Quién es la única persona a la que Severus le contaría algo?
- Lily – Respondió Sirius apresurándome a seguir y llegar a la parte del relato que a él le interesaba.
- Si, entonces me transformé en Lily... y bueno, James me detuvo en un pasillo pensando que yo era Lily... y la verdad es que me tenía mareada de tanto que hablaba y como mi voz y la de Lily son diferentes pensé que él me descubriría así que... bueno, lo besé para que se quedara callado.
- ¿Y tú le respondiste el beso? – Sirius interrogó intimidantemente a James.
- ¡Yo creía que era Lily! – Se defendió su amigo.
- ¡TRAICIÓN! – Exclamó Sirius cruzándose de brazos – Solo le veo una solución a esto.
- ¿Cuál? – Lo miré alzando una ceja.
- ¡Lily ven acá y bésame! – De rodillas se acercó rápidamente hacia Lily y estiró sus labios hasta recibir un empujón de James.
- ¡Serás idiota! – Le reclamó el chico de lentes alejando a su amigo de su esposa.
- Oh, yo creo que sería algo justo y necesario – Agregó Lily con convencimiento y yo fruncí el ceño.
Sé que todo era una broma para molestar a James un momento, pero no podía evitar el bichito de los celos al imaginarme a Lily y Sirius.
- ¿Ves? – Sirius se encogió de hombros y se volvió a acercar a Lily. – Ven acá pelirroja, para que pruebes estos labios.
James parecía a punto de explotar y ya tenía hasta un tic' en un ojo.
- ¡Tan inocente, amor! – Lily rió y abrazó a su novio llenándolo de besos mientras él se relajaba de a poco.
- No creas que me olvidaré de que besaste a James – Susurró Sirius en mi oído.
- Fue por el bien común, Black – Reí y la mayoría me secundó.
Pero a los segundos las risas de todos fueron apagadas por el sonido de la puerta de la habitación abriéndose.
- Lamento tener que interrumpirlos, chicos – Alice Longbottom asomó la cara – Tenemos un ataque a muggles en Magdalenas.
- Déjame adivinar, Ali – Sirius se puso de pié – Mortifagos divirtiéndose.
Alice negó con pesar.
- Peor aún, Sirius... Dementores. – La sorpresa nos recorrió a todos. – Dumbledore dice que con dos voluntarios se controla.
- Dumbledore dice muchas cosas... ¿Vamos? – Mi novio estiró su mano hacia mí y yo me puse de pié, estrechándola.
- Así que Dementores en la calle Magdalenas – Suspiré y miré a los chicos – Sigan divirtiéndose... nos vemos después.
Todos nos despidieron con un asentimiento de cabeza y, tomados de la mano, Sirius y yo desaparecimos.
EN nuestro destino nos esperaba el peor panorama. Llovía y estaba todo tan oscuro y nublado que con suerte podía divisar a Sirius.
- ¿Qué hacen Dementores fuera de Azkabán? – Me preguntó - y aún peor... ¿Atacando muggles?
- Es lo que temíamos... se avecinan los tiempo más oscuros. A los Dementores no les importa el lado correcto, sino el más fuerte... y...
- Y es obvio que Voldemort les dejará cenar y desayunar almas a su antojo.
Asentí con pesar.
- Será demasiado difícil controlarlos... y lo que es más malo es que perdimos el control de Azkaban.
- Luego pensaremos en eso, ahora a lo que vinimos... ¿Varita lista? – Dijo Sirius cuando casi llegábamos a la calle.
- Lista – Confirmé y desenvainé.
Conforme nos íbamos acercando vimos a gente corres despavorida entre gritos y las grandes capuchas de los Dementores inclinados sobre sus víctimas. Eran al menos media docena de ellos y sus víctimas triplicaban aquel número. Los muggles estaban sobre la calle y sobre la acera, gritando algunos de espanto y muchos otros desmayados.
- ¡Hey! – Me acerqué a la gente, corriendo - ¡Alto al fuego! – Grité al ver como inútilmente unas personas que llegaban al lugar apuntaban con sus revólveres a los Dementores, invisibles para ellos, y les disparaban al aire. – ¡Sonorus! – Exclamé para alzar mi voz - ¡HEY! ¡POR ACÁ! – Hice aspavientos con las manos para llamar la atención de las personas.
- ¡NOSOTROS ACABAREMOS CON ESOS MONSTRUOS! – Gritó Sirius - ¡USTEDES CORRAN POR SUS VIDAS!
La gente nos miraba como era obvio: ¿Qué hacían un par de adolescentes con un palo de juguete gritándoles que los defenderían de tales inexplicables criaturas? Ellos ni siquiera podían ver contra qué estaban luchando en ese momento.
- ¡SOLO CORRAN! – Grité.
- ¡Maldición, malditos muggles! – Se quejó Sirius – Lo siento, Ministro... tendré que hacer magia enfrente de muggles.. ¡Espero no me lleven a Azkaban por eso!
- ¡Menos charla, Black! – Lo regañé y apunté mi varita hacia los Dementores - ¿A la cuenta de tres? Uno, dos...
- ¡Piensa en cuando me besaste!
- ¡Tres! ¡EXPECTO PATRONUM! – Gritamos al unísono y de la punta de nuestras varitas emanaron luces plateadas que se convirtieron en una pareja de perros, los cuales envistieron a la media docena de Dementores que fueron ahuyentados como vampiros a la luz.
La gente nos miraba impactados, cada uno más en shock que el otro.
Tomé aire y le hablé a mi patronus.
- Profesor Dumbledore, necesito que borren inmediatamente la mente de al menos unas treinta personas, calle Magnolia.
Mi patronus asintió y se alejó.
- ¿Qué hacemos para que no se vayan? – Me preguntó Sirius - No podemos dejar que nadie escape y hable de lo que sucedió.
- Vamos a dormirles a todos.
Fue la única solución que pasó por mi mente y con un movimiento circular de mi varita hice caer una llovizna de polvo que cayó sobre todos los espectadores provocando que cayeran en un profundo sueño.
- Ahora a esperar a que vengan refuerzos – Suspiré sentándome en el pavimento y recorriendo con la mirada a las víctimas que los Dementores habían logrado quitarles el alma con su beso. Mi estómago se apretó al notar que al menos tres de ellos eran niños de la misma edad de Jonah.
Sirius se sentó a mi lado y pasó un brazo por mis hombros, besando mi mejilla.
- ¿Crees que logremos reducirlos en algún momento? – Le pregunté después de unos minutos en completo silencio – Hay veces que siento que trabajamos y trabajamos, luchamos y... estamos igual o peor que cuando comenzamos todo.
- Puede que tengamos mucho... y casi todo en contra, eso es cierto. Pero por lo que luchamos es algo tan... grande, Ayra... que para ver resultados tal vez debamos pasar aún por más cosas de las que ya hemos pasado... tal vez debamos pagar el precio de la victoria.
- ¿Precio de la victoria?
Sirius asintió mirando al cielo ahora despejado ante la ausencia de los Dementores. Hasta la lluvia había cesado.
- Hemos perdido a varios compañeros... y amigos – Enfocó sus ojos grises en mí.
- ¿Qué sucede? – Examiné su mirada y noté algo extraño - ¿Hay algo que no me has dicho o que me quieras decir, Sirius?
Tomó aire y lo exhaló pesadamente.
- ¿Tanto me conoces? – Sonrió de lado.
- Más de lo que crees – Me acerqué a él y le di un pequeño beso – Ahora dime que sucede – Acaricié su mejilla con mi pulgar y él asintió despacio.
- Sabes qué te amo y... que yo quiero lo mejor para ti, sea lo que sea ¿Verdad?
- Me estás asustando.
- Hay algo... importante que yo sé que debí contártelo hace ya mucho... - Miraba fijamente el piso mientras hablaba – Pero en ese momento estabas tan mal... que prefería omitirlo por un tiempo...
- ¿Yo estaba mal?
- Fue cuando te rescaté del cuartel de los Mortífagos.
- De eso ya han pasado meses, Sirius.
- Lo sé, pero luego ya no encontré nunca más el momento adecuado y tú... estabas tan bien que...
- Dime – Lo interrumpí firme.
- June... los ayudó a escapar a ti y a Remus aquella noche.
- Si... - Comencé sentir un pequeño malestar en el estómago a causa de la incertidumbre.
- Voldemort se enteró – Mi novio enfocó sus ojos en mí – June está muerta, Ayra. Murió aquella noche de la batalla.
Sentí mi cabeza dar vueltas mientras alguien me la presionaba por los costados y mis oídos parecían a punto de explotar.
- No. Espera... ¿Qué? – Lo miré incapaz de asimilar la información.
- Ayra... - Sirius se acercó a mí pero yo me alejé.
- ¿Mi mejor amiga está muerta hace casi medio año y tú no has sido capaz de decírmelo? – No pude evitar que las lágrimas se hicieran presentes.
- Sabía que te pondrías mal... yo quería evitar esto...
- ¡Claro que me pondría mal! – Me puse de pié - ¿¡Sirius, cómo demonios pudiste ocultármelo!?
Él me imitó, poniéndose de pié y se acercó a mí.
- ¡Has perdido a tanta gente que yo...!
- ¡Que tú preferiste ocultármelo! – Me limpié las lágrimas mientras negaba con la cabeza.
- Ayra...
- ¡June está muerta por ayudarme a escapar! – Comencé a hablar entre hipos por causa del llanto - ¡Está muerta por mi culpa! ¿Sabes lo que eso significa?
Mis piernas de pronto parecieron no acompañarme y volví a sentarme en la vereda, cubriendo mi cara con las manos.
- Cariño – Sirius se sentó a mi lado y acarició mi espalda.
Mi primer impulso fue alejarlo, pero preferí ignorarlo por el momento. Estaba realmente molesta con él por haberme ocultado algo así.
- Ayra – Volvió a hablarme al no obtener respuesta de mi parte.
- No quiero escucharte ahora, Black. – Le hablé más fría de lo que había pensado.
- Perdóname...
Tomé aire sin querer dar una respuesta en este momento de la que quizá luego me arrepentiría.
- ¿Remus lo sabe? – Seguí sin mirarlo.
- No – Lo sentí moverse a mi lado. Seguramente se había pasado una mano por el pelo. Muletilla que realizaba cada vez que estaba nervioso o incómodo.
- Debe saberlo. - Aseguré.
- Ayra, Remus acaba de salir de su 'autoexilio' de meses, el cual realizó por saber el daño que había hecho a parte de la Orden y a Rose... ¿Qué crees que hará si se entera de que June murió por ayudarlo a escapar?
Abrí la boca sin saber muy bien que responderle, así que volví a cerrarla y me quedé mirando a un punto indefinido.
- Creo que sería aún peor – Hablé después de un rato – En el plan de June no estaba contemplada la huida de Remus ¿Sabes? – Suspiré recordando el momento – Ella había planeado todo para que solo yo escapara... y bueno, yo no acepté eso y llevé a Remus conmigo. Cómo es Remus... tal vez piense que si él no hubiera escapado, June estaría con vida.
- O sea que prefieres que se lo ocultemos. – Concluyó con tono obvio.
Asentí contra mi voluntad e hice una mueca.
- Creo que... por ahora... sería lo mejor.
- ¿Cómo puedes entonces culparme a mí por no contarte para ahorrarte un poco de sufrimiento y culpa si tú piensas hacer ahora eso mismo con Remus?
- Es diferente – Le hablé testarudamente sabiendo a la perfección que yo no tenía razón.
- Es lo mismo, Ayra... - Tomó una de mis manos y las llevó a sus labios, besando el dorso con delicadeza – Eres mi vida en este momento, y si puedo evitarte sufrimiento y culpa, lo haré sin pensar.
Suspiré y aún con un nudo en la garganta me giré hacia él y lo abracé.
Me respondió el abrazo con fuerza y me dejé llevar. Solté todo el llanto, la pena, la culpa y la rabia que tenía acumulados en ese momento. Entre sus brazos me permití sentirme frágil y débil una vez más, y agradeciendo el apoyo y la fuerza que Sirius representaba para mí. Los estaba perdiendo a todos, pero él era mi pilar fundamental, gracias a él yo podía seguir. ¿Qué haría entonces si algún día fuese él quién me faltara?
Lo abracé con más fuerzas y escondí mi cara en su pecho, tratando de quitar aquel pensamiento de mi cabeza.
******************************************
¡Sorpresa! ¿No se esperaban que actualizara tan pronto o si? tan tan taaaan !
Es que he estado con inspiración y también debo compensarlas por mi GRAN ausencia ¿No?
Hay una chica que ganó el concurso pero no ha dado señales de vida :o espero que pronto se de cuenta de que ganó(?)
Anyway ¿Qué les pareció el capítulo? Es un poco más relajado que los últimos ¿no?
Pero es que nuestros chicos necesitaban un break y un respiro en sus vidas. O sea,
son adolescentes y están en medio de una guerra... hay muchas cosas de su edad que están perdiendo. Además no habia enfrentado a Ayra con el tema de la muerte de June así que.. aquí está todo :D ¿Quién quiere comer 'pitza' con Sirius? hahaha
En fin... ¡Las amo!
Dedicación: vjzv_26: Honey se que me pediste dedicación hace mucho mucho tiempo, pero veras que con mi ausencia y más las otras dedicaciones que tenia antes me he demorado pero aquí está! :) Me alegro mucho de tenerte en esta historia leyendo siempre :') Se que lees hace muuucho! No comentas mucho pero siempre esta por ahí tu like aunque demore c: un abrazo gigaante y espero que la sigas leyendo hasta su fin!
Ya chicas, como siempre, ustedes me piden dedicación en los comentarios! Todas mis comentaristas tendrán dedicación en mis capítulos *-*!
Abrazos de merodeadora para todos!
Atte: Nathy.