Wattvampiros cuenta con cantidad de seguidores mexicanos e inspirados por la petición de@mariaalejandraorga
hemos decidido discutir algo de los vampiros de esta tierra.
La mitología meso americana, en la cual resaltan los indios Nahuatl de Mexico cuenta con una gama de criaturas que presentan características vampíricas. Observando entre lo que pudimos encontrar, aparentemente los vampiros mexicanos gustan de presentarse como híbridos con otro grupo de criaturas sobrenaturales a las cuales se les hace muy fácil vivir sin ser detectados entre humanos: las brujas.
Si, los vampiros mexicanos no solamente pueden reclamar una conexión directa con los dioses, si no que también pueden pasar años viviendo y disfrutando del sol, un buen tequilita y uno que otro taquito al pastor sin levantar la menor sospecha.
Veamos: los relates aztecas conectan a los vampiros con Tezcatlipoca, dios tutelar del cielo nocturno y los eventos naturales entre otras cosas (dato curiosos, que esto a su vez conecta a los vampiros centro americanos con las leyendas europeas que mencionan que estas criaturas nocturnas son capaces de manipular el clima o crear desastres naturales en menor escala).
Favorecidos por los dioses de la oscuridad, los vampiros pueden tomar posesión del cuerpo de sus víctimas, sobre todo de aquellas que mueren por hemorragia. Entre las mujeres-vampiro, producto de mujeres muertas durante alumbramiento destacan las Civatateo, a las cuales se les devuelve a la vida con cualidades que les hace afines a la magia. No solo son criaturas bebedoras de sangre, pero brujas muy capaces las cuales devengan su poder de las encrucijadas.
Se dice que suelen atacar niños y tomarlos como víctimas, atormentar a hombres que han sido infieles a sus esposas hasta hacerles enloquecer y procrear hijos con humanos. Estos niños estarían destinados a convertirse en vampiros durante el curso de sus vidas.
Se les puede aplacar, aunque aparentemente son muy dificiles para matar. El haber muerto durante el parto les ganó el favor de los dioses y se les declarar guerreras, por ende, ha de ser muy, muy difícil combatirlas. La mejor forma de protegerse contra estas doñitas maléficas es dejarles un altar con comida y otros sustentos en las encrucijadas. Si las mantienen contentas, probablemente han de dejar a los vecinos en paz.