Vampiros Invernales y una que otra maldición navideña

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Hola amigos de la cripta y el campanario. Acabamos de pasar por el solsticio de invierno y siempre hay algo muy divertido qué esperar de la noche más larga del año.

Hoy, en lugar de reportar sobre una criatura en particular, nos encantaría compartir alguna trivia vampírica que haga relación entre los vampiros y esta, la temporada más maravillosa del año. Curioso como pueda sonar, hay una cantidad de supersticiones ligadas a el periodo navideño y al invierno en general, que resaltan la participación de
Los vampiros. Revisemos algunas de ellas:

¿Recuerdan ese chismecito familiar que le contamos alguna vez? El que rumora que los vampiros y los hombres lobos son de los mejores amigos, y hasta familia y que fue Hollywood quien los puso a tener desavenencias... Todo comienza en tiempo navideño.

En Romania, Polonia y Moldavia, se cree que un niño nacido el día de navidad está marcado para convertirse en un licántropo. Como si tal maldición no fuese suficiente, dicho hombre lobo nacido en navidad, está destinado a convertirse en vampiro una vez muera. (Nazca en navidad y viva para siempre, hay ciertos detallitos y letras pequeñitas que debe leer, pero no se apure mucho, amigo).

Aparentemente toda esta larga y dolorosa maldición tiene su comienzo en los jueguitos carnales de mamá y papá, que para tener un hijo nacido a finales de diciembre, debieron haberlo concebido en tiempo de cuaresma, donde los muy piadosos no debieron darle gustos a la carne. ( Cómprense un televisor y evítense un licanpiro).

Debemos recordar que atender a la iglesia era fundamental durante la edad media, y muchas de estas historias, parecen ser relatos de advertencia con el fin de hacer a la gente entrar en razón y obligarlos a ir a misa, en lugar de quedarse en casa disfrutando de una taza de buen chocolate. Consideremos la siguiente:

Si un vampiro sube al campanario de una iglesia durante la misa de media noche en Navidad, se le concede la capacidad de hacer su voluntad sobre cualquier persona en el pueblo que no esté protegida entre las cuatro paredes del templo. El vampiro puede llamar a esta persona por nombre y procurar su muerte sin siquiera tocarle.

Y por supuesto, no olvidemos esas  alabazas endemoniadas y melones malignos de los cuales habíamos leído anteriormente en este libro. Frutas y vegetales dejados sin consumir después de navidad han de convertirse en elementos de pesadilla.

Por último, parece que Grecia tiene su propia estirpe de vampiros navideños. Mientras los arriba mencionados pueden hacer maldades durante todo el año, los Callicantzaros son un tipo de vampiro que descansa en el mundo de los muertos durante el tiempo que cubre la primavera al otoño, conjurandose un cuerpo en invierno, para volver entre los vivos el día de Navidad y permanecer atormentándoles hasta la medianoche del Día de Reyes (fiesta de la Epifanía). Vaya gusto y festín que se dan, celebran las navidades, año nuevo y un poquito más.

¿Y qué de ustedes, amigos de la Cripta? ¿Alguno nacido el 25 de diciembre? ¿Existe alguna superstición extraña, vampírica o no en torno a la navidad que quieran compartir en comentarios?

Nosotros solo queremos decirles, a nombre de la Cripta y el Campanario, que estamos más que contentos de contarles como familia. Disfruten de las fiestas, reciban el año haciendo maldades y vuelvan a contarnos... Mientras, aléjense del muérdago, que es un horror para los vampiros, siempre pueden robarse un beso a media noche, sin necesidad de testigos...

¡Felices Fiestas!

Criaturas NocturnasWhere stories live. Discover now