AY DIOS MIO DE MI ALMA ¿SOY YO PUBLICANDO CAPITULO? ¡SI! Bueno, primero que nada les voy a explicar el GRAN y principal motivo de mi desaparición: ENCONTRÉ TRABAJO! Y es una oportunidad muy buena para ejercer. El punto es que he estado muy agotada, ya que estoy aprendiendo todo para el cargo que me encomendaron y eso es muucha información en mi cabeza. Bueno pero ya estoy más ambientada y además tengo un par de tiempos muertos en la oficina y ahi he comenzado a escribir este capitulo, porque ustedes son las mejores y no merecen que yo las abandone.
¡Aquí el capítulo y luego el sorteo!
42.- Cuatro Merodeadores. (James Potter)
Sirius apareció de la nada y desmayó a uno de los Mortífagos con los que yo estaba luchando, dejándome fácil poder derrotar al segundo.
Iba a celebrar chocándole los cinco a Sirius cuando sentimos un grito seguido de un rugido. El grito había sido claramente de Ayra por lo que mi amigo levantó la cabeza atento y comenzó a buscarla rápidamente con la mirada. Y el rugido fue lo que todos temíamos: REMUS.
No habíamos podido llegar a tiempo para evitar que nuestro se transformara y eso lo convertía en este momento tanto en una ayuda como un en grave peligro. Ya que atacaría tanto a Mortífagos como a miembros de la Orden.
Una puerta se abrió de golpe y Ayra apareció, corriendo asustada y tras ella un gran lobo castaño. Sirius no dudó ni medio segundo al ver la escena y corrió hacia Ayra, la tomó del brazo rápidamente, arrastrándola a la salida mientras la cubría con su cuerpo.
Remus se abría paso entre miembros de la Orden y Mortífagos, sin diferenciar entre ellos. En este momento no era nuestro amigo quien manejaba la situación, si no que era lobo en su totalidad.
Sirius abrió la puerta para salir finalmente de ese lugar y entonces un grito desgarrador hizo que un escalofrío me recorriera la espalda. Me giré rápidamente y encontré a Rose en el piso, con la cara ensangrentada y frente a ella el gran lobo castaño rugiendo e inclinándose sobre su 'presa'.
Me convertí en ciervo y envestí con mis astas contra Remus, pero apenas lo moví de su lugar.
- ¡No! - Gritó Rose poniéndose de pié lo más rápido que pudo mientras un par de miembros de la Orden apuntaban a Remus con sus varitas - ¡Él no sabe lo que está haciendo, no lo lastimen!
- ¡No vamos a lastimarlo! - Lily llegó corriendo a la escena - ¡Pero Rose debemos inmovilizarlo!
El lobo volvió a rugir y con un zarpazo me lanzó lejos y luego tomó a Rose y antes de que alguien pudiera hacer algo, abrió su mandíbula y la cerró alrededor del brazo de la chica.
El grito de dolor de Rose inundó mis oídos y volví a convertirme en humano, sin revisar mis heridas corrí hacia ellos y grité:
- ¡DESMAIUS!
El lobo cayó de un golpe seco al piso, con la mirada perdida.
- ¡Rose! - Lily corrió hacia la chica que en esos momentos se encontraba cubierta de sangre y apretaba los ojos y la mandíbula en señal de dolor. Era tanta la sangre que se dificultaba poder analizar la profundidad o la gravedad de la herida.
Me acerqué a ellas y fui derribado por un impacto en mi hombro. A pesar de lo que ocurría en esos momentos, la batalla principal con los mortífagos continuaba. Me paré y busqué la fuente del ataque pero no vi a nadie, avanzando en mi dirección, seguramente otro miembro de la Orden lo había enfrentado.
- ¡Ponte de pié, Potter! - Me gritó Alastor Moody - ¡No hay tiempo para descanzar! Me llevo a Rose y a Lupin junto con Marlenne y Fabian. Enviaré refuerzos.
Un Mortífago se lanzó contra Moody, lanzando un hechizo directo a su cara y dando de lleno sobre su ojo izquierdo, logrando que una cascada de sangre emanara, pero el miembro de la Orden en vez de quejarse, petrificó al mortífago y luego lo hizo estallar en pedazos.
- ¡Maldito Rozier! - Exclamó.
Me puse de pié al tiempo que Marlenne apartaba a Lily y tomaba a Rose y Fabian se encargaba del lobo.
Moody, Marlenne, Fabian y los heridos desaparecieron.
Lily se acercó a mí con furia.
- ¡JAMES POTTER! -Gritó por encima de los demás ruidos de la batalla.
La miré y ví como un Mortífago se acercaba a ella por la espalda.
- ¡Amor! - Le grité y desmayé al Mortífago.
Ella se acercó a mí y ante cualquier predicción, me propinó una de las cachetadas más fuertes que pueda recordar en mi vida.
- ¿Pero qué...? - La miré confundido.
- ¡Cómo pudiste venir aquí y dejarme durmiendo! - Se acercó nuevamente a mí pero la tomé de las muñecas y la hice a un lado para que esquivara un rayo que venía hacia ella. Me puse en guardia nuevamente, dejando a Lily tras mi espalda.
- ¡Pensaba que Sirius haría algo estúpido que nos pondría en peligro así que no quise traerte! ¡Mi deber es protegerte!
- ¡Cuando salgamos de esta vamos a conversar seriamente! - Me miró molesta y se puso en guardia para seguir atacando.
Con la salida de Sirius, Alastor, Marlenne y Fabian, la balanza se había inclinado hacia los Mortífagos, los que estaban reduciendo sin problemas a los miembros de la Orden que quedaban.
De pronto todos los vidrios de la gran casa se hicieron trizas y se abalanzaron hacia un chico de la Orden del cual no recordaba el nombre ya que había ingresado hace menos de un mes, era un joven rubio y menudito. Sin tener tiempo para reaccionar el joven fue atravesado por los miles de vidrios y cayó al piso sin vida.
Una risa fría, que provocaba que el estómago se le encogiera a cualquiera, nos anunció la entrada de Voldemort a la batalla.
Apreté la mandíbula y cubrí a Lily con mi cuerpo.
La batalla se detuvo por unos instantes; todos fijaron la vista en Voldemort. A su lado Bellatrix estaba erguida con la importancia que ella misma se daba.
- Me alegra saber que hoy acabaremos con varios miembros de aquella molesta Orden - Habló Voldemort.
Empuñé la varita en mi mano con fuerza. No había manera de que pudiéramos derrotarlos, y menos aún con Bellatrix y Voldemort ahora en la escena, pero no por eso íbamos a darles la victoria tan rápido.
- Ahora la gran pregunta es... con quién acabaremos primero... - Comenzó a pasar la mirada por cada uno de los nuestros, que aún quedaban en pié y se detuvo en mi esposa. - Pelirroja... a ti te recuerdo - Abrió los ojos con sorpresa - Tú - Me indiqué - Tú debiste acabar con ella ¡Yo te lo ordené!
- ¡Sigues siendo un imbeci! - Le grité con valentía que nació desde algún lugar en mi interior - ¡Yo la amo más que a mi vida! ¿Cómo pudiste siquiera pensar en que yo la mataría?
Voldemort frunció el ceño y achicó levemente los ojos producto de la rabia.
- ¡No volveré a errar nuevamente! - exclamó como escupiendo las palabras - ¡Esta vez voy a matarla yo mismo!
Una nube gris se materializó en el centro de la sala y de ella aparecieron al menos diez miembros activos de la Orden del Fénix. Los refuerzos que enviaría Alastor habían llegado, y entre ellos nuestro amigo Peter Pettegrew, el cual por como temblaba no parecía haber venido por decisión propia a la batalla.
Nadie tardó en tomar posición y la batalla terminó su break y retomó el ritmo anterior. Ahora era todo más parejo nuevamente... de no ser porque Voldemort había fijado su objetivo en Lily.
Se hizo paso entre los escombros y los combatientes y avanzaba hacia nosotros.
- No tengas miedo - Le susurré a Lily.
- No lo tengo - Tomó una de mis manos, apretándola - Estoy contigo.
- ¿Preparada?
- Si vamos a morir, será juntos y luchando - Me sonrió con miedo y cada uno se puso en guardia para enfrentar a nuestro más grande rival.
Voldemort mantenía su sonrisa de lado, forzada mientras se acercaba a nosotros.
-Esta es la tercera vez que debo enfrentarme a ustedes y créanme que me asegurare muy bien de que ninguno de los dos salga con vida.
Alzó su varita y la batalla por nuestra vida comenzó. Rayos de todos colores salían de las puntas de las varitas. A Voldemort no parecía importarle que nosotros fuéramos dos y se las arreglaba perfectamente para bloquear nuestros hechizos y atacarnos.
Una tormenta de arena creada de la nada, nos envolvió. Sentí como Lily se apegaba a mí mientras tocía y se cubría los ojos con el antebrazo. Mis lentes me ayudaron a cubrir mis ojos de la arena, pero no lo suficiente como para poder esquivar un rayo que llegó de lleno en mi estómago. Caí de espaldas y voté a Lily que se cubría tras de mí. Vi un rayo de color purpura salir desde atrás de mí sin dirección fija, y a los segundos fue seguido por un quejido de parte de mi esposa y un grito de Voldemort.
La tormenta se disipó y yo sin ser capaz de levantarme, rodeé hacia un lado para quitar mi peso de sobre el cuerpo de Lily. Miré alrededor y vi a Voldemort desapareciendo en una nube de humo negro y a sus mortifagos siguiendo su ejemplo.
- ¿Quién ha lanzado ese hechizo? - Gritó Blade Williams, uno de los miembros de más edad de la Orden.
- He sido yo - Murmuró Lily a mi lado y yo la examiné con la mirada. Estaba tomándose un tobillo con sus dos manos. - Tranquilo - Me miró y sonrió - Estoy bien, solo que caíste sobre mí y me doblé el tobillo al caer.
- ¿Qué hechizo lanzaste? - Blade se acercó sorprendido a nosotros - Voldemort comenzó a... incendiarse y a hacerse... cenizas - Miró a Lily expectante.
- Yo... - Mi esposa tenía cara de confusión - No lo sé, solo pensé en que atacaría a James y quise defenderlo a toda costa y mi varita... actuó por si sola.
- Las varitas no actúan por si solas - Dijo Williams frunciendo el ceño.
- ¿Qué importa eso ahora? - Traté de sentarme bien pero lo único que logré fue caer de golpe la espalda al piso con un quejido.
- Amor... - Lily se inclinó hacia mí y sus ojos se posaron en mi estómago. Mi esposa se llevó ambas manos a la boca y ahogó un grito. -¡Hay que llevarte a San Mungo inmediatamente!
Bajé la mirada hacia mi estómago y ví como una mancha roja amoratada se extendía.
- Voy a chequear a todos, Evans lleva a James a la enfermería de Hogwarts, es más seguro para no sufrir ningún ataque en el camino.
Lily asintió y con un movimiento de su varita sentí como levitaba. Mi esposa se acercó hasta tomar uno de mis brazos y nos desaparecimos.
Las bajas que habíamos tenido eran muchísimas, y entre ellas lamentablemente nuestro amigo Peter Pettegrew. No habíamos podido encontrar su cuerpo entre los escombros pero habíamos hecho un pequeño velorio al estilo merodeador.
Remus había atacado y mordido a tres de los nuestros... entre ellos a Rose. La que ahora se encontraba de alta gravedad en San Mungo, al igual que Remus.
Sirius había logrado salvar a Ayra y traerla de regreso a salvo, ahora la chica estaba dormida sobre una camilla, con todas las heridas curadas y con Sirius haciendo guardia sentando en una silla a su lado.
El mes de Abril pasó más lento que cualquier otro. Rose no había salido aún de San Mungo y eso implicaba el alejamiento voluntario de la sociedad de parte de Remus. El licántropo había tardado un par de semanas en salir de San Mudgo, tiempo en el que nadie le había explicado claramente lo que había sucedido. Claro que cuando le dieron el alta y pudo volver con nosotros, no nos quedó otra que explicarle todo con detalles, lo que resultó en la autoexclusión de Remus.
- "Soy un verdadero monstruo, James"
Era todo lo que había dicho antes de desaparecer.
Ayra se había recuperado por completo, solo que en uno de sus brazos había quedado la marca de las garras de Remus, que había logrado alcanzarla por poco. Ahora ella y Sirius habían comenzado un taller de duelo para ayudar y mantener en forma a todos los de la Orden, incentivándolos a mantenerse en constante alerta.
El tiempo seguía avanzando y todo en el mundo mágico empeoraba. La gente ya no salía de sus casas, las calles estaban desiertas. Las festividades, de cualquier tipo, ya no existían masivamente. Hogwarts estaba en su peor crisis de alumnos; ya casi nadie asistía al colegio por razones más que obvias. El caos estaba presente en cada uno de los lugares existentes. Ya no se sabía quien actuaba por conciencia propia, ya que el maleficio 'imperius' estaba dando uno de los mayores problemas para el ministerio... sin contar que varios presentes del ministerio estaban actuando extraño y algunos hasta habían asesinado a sus familias completas.
En resumen, ya no existía un lugar tranquilo y seguro.
Era demasiado complicado poder reclutar gente para la Orden, empezando porque todo el mundo tenía miedo de enfrentar a Voldemort y su gente y terminando porque ya no sabíamos quien actuaba bajo los efectos del maleficio.
Mayo corrió un poco más rápido que Abril y las situaciones no cambiaron en nada hasta la sorpresa de una noche, cuando el mes ya casi terminaba.
- Vengo de ver a Moony - Habló Sirius mientas entraba a la cocina donde estábamos Lily y yo - Solo me pidió alguna noticia de Rose y luego que me fuera. No es sano para él estar en tal aislamiento... - Sirius suspiró y se sentó frente a nosotros - Su rostro está totalmente desfigurado... no he logrado que tome la poción 'matalobos' para este mes tampoco - Dejó un frasco sobre la mesa.
- Quiere castigarse - Lily tomó la poción entre sus manos - ¡Remus tiene la maldita idea en su cabeza de que aquella es la forma de pagar por lo que hace! ¡Autocastigándose!
- Iré a hablar con él una vez más - Suspiré y me puse de pié.
- Creo que mejor voy yo.
La voz de Rose inundó la pequeña cocina. Todos giramos el rostro rápidamente hacia ella. Estaba sonriente, apoyada contra Alastor, el que la sujetaba. La chica estaba con su brazo enyesado.
- ¡Rose! - Lily se puso de pié rápidamente y corrió a abrazarla.
Nuestra amiga se quejó un poco por el abrazo efusivo de mi novia y Lily se alejó disculpándose.
- Los extrañé a todos - Se acercó y se sentó en la punta de la mesa - Fueron meses bastante horribles.
- ¡Hey, ojoloco! - Sirius saludó a Alastor, pero el auror solo lo fulminó con la mirada y se alejó de la cocina.
- ¿Pero ya estás bien? - Interrogué a Rose - ¿sanaste?
- No del todo... Mi piel tiene problemas para regenerarse, una mordida de hombre lobo no es algo ligero... y además mi brazo quedó unido mi cuerpo solo por un par de ligamentos.
A Sirius no le importó disimular una mueca de asco y Lily lo golpeó en el hombro.
- Rose... - Hablé con dudas - No se si es incomodo que te pregunte esto pero... si Remus te mordió como hombre lobo, eso significa que tu...?
- Si y no - Sonrió con pesar - Alastor actuó muy rápido conmigo y asertivamente vertió la poción matalobos que yo misma llevaba, sobre mi brazo, por lo que contrarrestó un poco los efectos... aunque me han tenido en observación para las noches de luna llena y mi carácter explota un poco... aunque si tomo la poción matalobos, no hay problemas.
- Sería bueno que pudieras ir a ver a Remus... - Sirius hizo una mueca - No le dijimos de... que había muerto uno de los nuestros por su... transformación aquella noche, pero si le informamos de tu condición...
- Es por eso que necesito hablar con él... Alastor me dijo que no está tomando la poción.
Sentimos la puerta de la entrada abrirse y todos corrimos hacia allá rápidamente. Ayra estaba sujetando del cuello de la camisa a... ¿Peter?
Pestañeé varias veces seguidas antes de creer lo que mis ojos estaban divisando.
- Miren lo que trajo el gato - Rió Ayra y Peter se giró hacia nosotros, tembloroso - Él jura que lo mataremos por haber arrancado como un cobarde esa noche.
- ¡Peter! - Sonreí y caminé hacia él a abrazarlo - ¡Te creímos muerto, hombre!
- ¿Pero como escapaste? - Preguntó Sirius mientras se acercaba y le daba una palmada en el hombro.
- Me transformé - susurró temeroso.
- ¿Y qué hiciste todos estos meses?- Lo miré confundido - ¿Por qué no nos buscaste?
- Porque es muy genio creía que estaríamos en su contra por escapar - Ayra rodó los ojos - Obviamente no es lo más valiente que ha hecho pero...
- Lo importante es que estás aquí - Le sonreí - Y ahora debes ir a darte un baño, Peter... hueles a basura.
- Yo ya me voy - Anunció Rose - Debo hablar con Remus... no quiero que se sienta culpable... él no controla sus impulsos... fue mi culpa por atravesarme frente a él - Suspiró - No quiero perder lo que teníamos cuando habíamos logrado establecer algo.. aunque sea un comienzo.
- Eres la mejor chica para Remus, Rose - Lily se acercó y le dio un beso en la mejilla - Me alegro que mi amigo te haya encontrado.
- Yo me alegro de haberlo encontrado a él, Lils... me tiene completamente maravillada.
- Bueno - Habló Sirius - Las bodas siempre son buenas, asi que me avisan cuando la programen.
- Creo que son otros los que deben programar algo antes - Bromee y Sirius me miró confundido.
- Dejalo, es lento - Rió Ayra y se acercó a él, dándole un pequeño beso en los labios - Habla de nosotros, Black.
- aaaaaaaahhhhh - Sirius rió y miró a Ayra - ¿Y tu quieres?
- ¿Qué cosa? - Su chica lo miró sorprendida.
- ¿Te quieres casar conmigo?
- ¡Hey! - Le dio un golpe en el pecho - ¡Así no se pide matrimonio!
- ¡James le pidió matrimonio a Lily cuando se estaba muriendo! - Se defendió mi amigo.
- ¡Pues es romántico! - le rebatió la chica cruzándose de brazos mientras todos mirábamos la escena divertidos.
- ¡Ayra!
- No - Le sacó la lengua - No me caso contigo.
El animago bufó y se volvió hacia mí.
- Lo intenté, Prongs... pero tendrá que ser la boda de Moony primero.
Reímos. A pesar de lo mal que estaban las cosas en ese momento, aún podíamos reir. Segurmente la actitud lejana de Remus cambiaría gracias a la llegada de Rose, y además teníamos de vuelta a Peter, que creíamos muerto. Pronto los cuatro merodeadores estaríamos reunidos nuevamente y no había nada que nos derrotara mientras nos mantuviéramos unidos.
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¿Qué puedo decir? ¡Maldita rata! La odio pero es importante para la historia asi que debía darle un poco de protagonismo.
¡El sorteo! chan chan chaaaaaaaan....
Primero que nada, contabilice a las chicas que me escribieron por interno y por los comentarios del capítulo anterior. LAMENTABLEMENTE hay algunas que no siguieron las reglas, asi que no fueron consideradas. Yo pedi unas cosas y no hubo caso en que me hicieran caso :c
Las ganadoras del concurso son...
1.- AntoPayne13 con su personaje de Emma River Waylen.
2.- Cuadraditodecielo con su personaje de Sara Peyton.
3.- EstefaniaDeWeasley con su personaje de Grace Taylor.
Elegí TRES ya que me demoré una eternidad en publicarles capítulo. Prometo que no pasará tanto tiempo hasta que vuelva a actualizar!
En cuanto a si la siguiente historia es de los merodeadores o de la tercera generación, tenemos un empate así que sigo esperando sus opiniones hasta que termine esta! ¡ELIJAN! Hasta había pensado en hacer una historia sin magia y ocupando los personajes... no se, algo loco ¿Qué tal? bueno ¡Sigan VOTANDO!
A) TERCERA GENERACIÓN
B) PRIMERA GENERACIÓN (No precuela)
Abrazos de merodeadora para todos!
atte: Nathy.