Limpio mis ojos para eliminar cualquier rastro de tristeza en ellos y suelto un suspiro antes de entrar a casa. Cuando abro la puerta me encuentro con cuatro pares de ojos observandome de pies a cabeza. Mamá, tía Liz, tía Johana y tío Sebastian me observan con preocupación y les sonrío relajada. Aquí vamos.
-Cariño...¿Qué te pasó?-pregunta mamá acercándose a mi lentamente. Me río pero hago una mueca para que se de cuenta de que no quería terminar así.
-Guerra de comida en la escuela, no quiero hablar de eso-digo restándole importancia y nuevo mi mano hacia los demás en forma de saludo antes de prácticamente correr hacia mi habitación.
Suelto un suspiro al entrar a mi habitación y hago una mueca por el desagradable olor a estofado. Me dirijo directamente a la ducha para eliminar toda la suciedad. Recuesto mi frente en la pared de la ducha y cierro los ojos dejando que el agua recorra todo mi cuerpo. Tal vez estando aquí, dejando que el agua inunda mi cuerpo, pueda salir un poco de la mala suerte que me rodea últimamente.
Hoy no fue mi mejor día, incluso diría que ha sido mi peor día en el colegio. Todos, y cuando digo todos, me refiero hasta a los más invisibles del colegio me estuvieron diciendo chica estofado, corderito o simplemente hacían muecas de asco al pasar junto a mi. Ha sido un día exhausto. Cierro la llave de la ducha y envuelvo mi cuerpo en una toalla solo para lanzarme a la cama e irme a dormir.
***
Creo que aquel no fue el peor día de mi vida, se ha transformado en la peor semana de mi vida. Espero que no llegue a ser mi peor año, pero como van las cosas...
Las chicas del equipo de animadores me siguen molestando todo el tiempo. Aún no se han atrevido a volver a lanzarme comida, pero sus insultos siguen siendo aún más fastidiosos, y debo admitir, algunos dolorosos.
Pasé de ser la chica más popular en el colegio a...absolutamente nadie. En el almuerzo y horas libres me sentaba sola en el almuerzo. En las clases todos preferían irse hacia adelante por que yo estaba atras. Cuando le hablaba a alguien simplemente me ignoraban e incluso nadie quiere formar pareja conmigo por las tareas ¡Eso es llegar lejos! ¡Por favor, ni yo lo hacía! Es muy probable que Blair lo haya tramado.
La única que fue amable conmigo fue Luce, lo cual es realmente sorprendente y me hace sentir como la mierda más apestosa del mundo. Me dijo que todos merecíamos una segunda oportunidad pero que no me la daría hasta que viera un cambio en mi, así que solo me saludaba en el almuerzo y se iba a sentar junto a sus amigas.
Quién me ha sorprendido aún más que Luce, es su hermano Keith. El y su amigo Tate eran los únicos en todo el colegio que se atrevían a hablarme, se sentaban junto a mi en el almuerzo y las horas libres pero no me atrevía, ni quería soltar ni una sola palabra. No podría hablar con ellos, todos esos años luche por convertirme en lo que soy...en lo que era, todo podría regresar a la normalidad y sentía que si hablaba con alguno de los perdedores solo estaría aceptando mi nueva vida. No podía hacer eso, esta nueva vida es un maldito asco.
Pero no hablar, no me impedía ver, y si que veía, más que todo a Keith. Nunca me había puesto a pensar en lo atractivo que se ha vuelto. Sus ojos grises me recordaban a los días de lloviznas en donde podrías acurrucarte en tu habitación sintiendo que el mundo es gobernado por la paz. Cada vez que el sonreía cuando Tate decía algo gracioso sentía mi cara arder por notar que su sonrisa se desvía un poco para el lado izquierdo, por lo tanto aparece un pequeño hoyuelo en su mejilla izquierda cada vez que ríe. Y su cabello...
-¡Wen! ¡Wen! ¡Wen!-me sobresalto un poco avergonzada por mis pensamientos pero luego frunzo el ceño al ver que Carrie corre hacia mí con una sonrisa.
-¿Qué haces aquí?-pregunto y alzo una ceja. Maldición, creí que pasaría mi noche del viernes recuperándome de toda la semana.
-Papi vino a visitarlos. Tambien están aquí Jaden, Liz y Sebastián...y Carly-dice el nombre de la ultima con una expresión de desagrado. Siempre han tenido una gran enemistad y nadie sabe por qué.
-¿Y que haces tú en mi habitación?-me levanto de la cama soltando un suspiro.
-Tía Scar dijo que viniera aquí-dice sonriendo de forma angelical y entrecierro mis ojos.
-¿Por qué?-comienzo a caminar sin ganas hacia abajo para saludar a todos.
-Quiero un helado y ella dijo que tu tenías-me detengo un momento para verla y cierro mis ojos. Gracias mamá.
-Bien-suelto un gruñido y la empujó un poco para que termine de bajar las escaleras sin mi-Vamos a McDonalds.
-¡Si!-Carrie corre hacia abajo riendo feliz y regreso a mi habitación solo para tomar un abrigo y colocarme unos tenis. No me molesto en cambiarme de ropa porque sinceramente, me vale un pepino la vida en este momento. Solo quiero irle a comprar un helado a la mocosa y regresar a mi cueva.
Vale verga la vida.
Me observo en el espejo y hago una mueca al verme. Al menos mi blusa color gris y mi falda jean combinan con mis medias negras con figuras de gatito. Mis Converse grises estan casi desgastados pero bueno...al menos no parezco un desastre de la moda. Incluso hasta ya creo que la ropa que me consigue mamá no es tan mala. De hecho, es muy cómoda. Tal vez comience a usarla.
Bajo las escaleras con lentitud y siento un estornudo al terminar, llamando la atención de todos.
-No puedo creerlo-dice mamá sonriendo al verme.
-Dios ¿Quién te ha arruinado?-pregunta Liz con horror y mamá se cruza de brazos molesta.
-Liz-mamá alza una ceja y ella ríe.
-Es una broma-dice Liz riendo lentamente y luego me mira a los ojos abriendo demasiado los ojos y articulando sin que mamá la escuche o vea: No lo es. Río divertida y ruedo los ojos, centrando mi atención en tío Alexander.
-¿Te ha molestado?-pregunta tío Alex viendo a Carrie con diversión.
-¡Claro que no!-grita Carrie cruzandose de brazos y haciendo puchero-Solo fui con Wen como tía Scar me dijo, quiero un helado y Wen me lo dará.
-Te daré un helado después-dice tío Alex cansado, aun así arrodilladose a la altura de Carrie.
-¡Quiero mi helado ahora!-dice Carrie con la cara roja. Tio Alex suelta un suspiro y pasa su mano por la cara.
-De acuerdo-acepta él y voltea a verme, casi rogando. Ahora soy yo la que quiere hacer puchero pero en lugar de comportarme como una niña, me aguanto las ganas de maldecir y sonrío con falsedad.
-Agh, bien, la llevaré a McDonald-suelto un suspiro tomando la mano de Carrie mientras ella baila de forma rara. Tío Alex ríe mientras la ve y yo sonrío divertida.
-Gracias-susurra y besa mi frente antes de sentarse en el sofá junto a Sebastian.
-¡Yo quiero ir a McDonalds!-grita Carly desde arriba y Carrie arruga la cara.
-Llevalos a todos-dice mamá sonriendo y ahora es mi turno de arrugar la cara.
-¿Estás loca? No los llevare a todos, pareceré su niñera. Además ¿Los has visto a todos juntos? Hec, Joe y Toby son... ¡Uhg! Carrie y Carly juntas...ni siquiera debes pensar en eso-me estremezco.
-Te quiero fuera de esta casa con todos ellos en tres minutos-dice mamá con su rostro amenazante.
-Bien-digo amargada-Pero tu diles a los chicos, no puedo mirarlos sin querer matarlos.
-¡Tobias!-grita mamá-¡Te quiero a ti y a tus amigos listos! Saldrán de esa habitación o les juro que...-antes de que mamá terminara la oración todos estaban formados en una fila frente a ella-Bien, vete y comprarles lo que quieran-mamá se acerca a mi y me entrega varios billetes. Bueno, cuando ella lo hace, parece tan sencillo.
-¡Si!-grita Carrie y corre hacia afuera.
***
-¡Carrie,no corras!-le grito desesperada. Estuvo tan loca en todo el camino, que tuve que manejar más rápido para que terminara mi martirio. Más no sabía que en cuanto llegara, iba a ser peor. Todos estaban haciendo relajo, lo bueno es que estaban en el auto de papá y no en el mío.
-Oye, oye, oye ¿Adónde creen que van?-les digo a los chicos cuando veo que intentan desaparecer sigilosamente.
-A buscar a Carly-dice Toby y me cruzo de brazos.
-No soportas a Car...Espera...¿Buscarla?-me doy la vuelta para ver si ella está ahí, pero me encuentro solamente con Carrie saltando de forma hiperactiva. Oh mierda, no sirvo como niñera.
-Wen, Wen, Wen, Wen, Weeeeeeeeen, Wenenenen, Weeeeeen, Wen-siento a mi ojo temblar y muerdo mi lengua para no gritarle.
-¿Qué quieres Carrie?-mi voz sale un poco brusca.
-¡Mi helado!-chilla ella.
-Bien ¿De que mier...de que lo quieres?-sonrío con falsedad.
-¡De vainilla!-rueda los ojos como si fuera obvio.
-Y ustede...¿Y ahora donde se metieron?-Joe me sonríe de forma angelical y alzo una ceja. Héctor, Toby y Carly estaban desaparecidos, más bien, se habían escapado.
-Es por eso que eres mi favorito-le digo y eso lo hace sonreír más. Agarro a Carrie fuertemente de la mano mientras estamos en la fila para que deje de moverse de lado a lado. A Joe lo agarro con la otra mano y sonrío divertida al ver sus mejillas rojas.
Cuando estamos llegando a la caja para pedir los helados, frunzo el ceño al ver a Carly correr hacia nosotros.
-¿¡Dónde estabas!?-le grito molesta.
-Estaba...-comienza a decir pero alzo mi mano.
-¡No me importa!!¿De que sabor quieres tu helado?-pregunto alzando una ceja.
-Chocolate-dice ella viendome mal.
-Escucha bien Carly, siéntate y quédate ahí o no habrá helado para ti-señalo a una mesa en donde podré vigilarla.
-Pero no es...-la veo amenazante y cierra su boca molesta pero aun así se va a sentar. Una menos, faltan dos.
Muevo mi cabeza hacia todos lados para intentar encontrarlos. Alzo una ceja y sonrío al ver a Héctor y Toby hablar con una niña de su edad, con cabello rubio y probablemente la zorra de su clase. Cuando me encuentro con su mirada, los llamo con mi dedo y se dirigen hacia mi, con esa niña. Intentaré ser amable.
-¿Quién es ella?-pregunto sonriendo.
-Kathleen-dice ella cruzando se de brazos y viéndome de pies a cabeza con una expresión superior. Mocosa engreída de mierda.
-Bien, pues vete por donde viniste y ve a zorrear con otros niños-le espeto y casi sonrío cuando abre los ojos sorprendida
-¿Quién te crees?-pregunta con las mejillas rojas como si se estuviera aguantando para hacer un berrinche.
-Me creo Gwendolyn Reeve-alzo mis cejas.
-Tu ya no eres nadie-sus mejillas se vuelven aún más rojas-Blair lo dejó bien claro cuando te tiraron el estofado, chica estofado-espeta y muerdo mi lengua. Me acerco de forma amenazante a ella, y casi vuelco a reír cuando ella retrocede un poco. Veo que sigo teniendo ese efecto en la gente.
-Escúchame bien mocosa malcriada del demonio...-la señaló con mi dedo índice pero alguien me interrumpe.
-Uhm ¿Siguiente?-me doy la vuelta y me quedo sin habla. Ugh, esto no puede ser peor.
-¿Qué haces aquí Floyd?-espeto molesta pero rápidamente me doy cuenta que lleva el uniforme del restaurante. Sexy.
-¿Qué haces tu aquí Reeve? ¿Siguiendome? No lo digas, se que me amas-dice sonriendo egocéntricamente. No me tientes, Keith, puedo tomarte una foto en ese ridículo uniforme.
-Eso quisieras-ruedo losbojos-Dame tres helados de vainilla y tres de chocolate.
-Yo quiero de fresa-dice la mocosa esa y me río.
-¿Y tu quién eres mocosa? Vete a...
-¡Vete a la mierda!-dice la niña interrumpiendome y me golpea la pierna antes de girarse. ¡Hija de la gran...!
-¡Gracias Wen!-dice Toby molesto y se va tras la niña, mientras yo sigo sobando mi pobre pierna. Niña estúpida, odio a los niños.
-Me agradecerás cuando te aburras y créeme ¡Lo harás!-le grito y me dirijo de nuevo a Keith-¿En que estaba?
-Tres de vainilla y tres de chocolate-dice Keith divertido y ruedo los ojos.
-Cambié de opinión, quiero de chocolate-dice Carrie y volteo a verla. Ella sonríe un poco con miedo, seguramente por mi expresión.
-Carrie cariño ¿Por que no te callas y te sientas con Carly? Tú tampoco tendrás tu helado si me sigues provocando-ella me ve indignada.
-Pero...-alzo una ceja y ella camina molesta hacia la mesa.
-Creo que yo también me voy-dice Hec y se va tras Carrie. Veo a Joe y sonrío.
-Definitivamente eres mi favorito-digo asintiendo y el se sonroja sonriendome.
-Tu recibo, y sus helados se los darán en la siguiente caja-dice Keith divertido y le hago una mueca-Nos vemos luego, nena-me guiña un ojo y suelto un bufido.
-¿A quién le dices nena?-dice Joe molesto-Ella es mí chica y si tratas de hacer algo, te juro que te pateare en las...-me llevo a Joe de ahí antes de que diga algo que lo perjudique de por vida. Tomo los helados en una bandeja y nos sentamos. Intento hacer conversación con los chicos pero todos excepto Joe, parecen molestos conmigo, así que me dedico a estar en mi celular.
Y juro que cinco minutos después, todo se va a la mierda. Los helados y los chicos no eran una buena combinación. Carrie y Carly terminaron embarradas debido a que las dos estaban peleando y terminaron echándose los helados encima. De ultimo tuve que llamar a mama porque el gerente nos estaba corriendo y me puse nerviosa.
Me siento cansada en la acera y suspiro. Como odio a los niños.
-¿Cansada?-Keith se sienta a mi lado y me río al verlo de nuevo con ese traje amarillo que no combinada pero nada bien con su actitud de "chico malo".
-Sabes, el amarillo no es tu color-el suspira.
-Lo sé, lo odio-hace una mueca y río de nuevo-Pero no tanto como tu a los niños.
-Ugh, mátame-ruedo los ojos-Esta noche fue horrible.
-Tienes helado en el cabello-el asiente y trata de limpiar mi cabello.
-Bueno, tu no tuviste que separar a dos niñas en plena pelea-el suelta una risa y se acerca a mi. El ambiente de pronto cambia y me quedo atrapada en sus ojos seductores.
-Sal conmigo-ruedo los ojos para tener que librarme de sus ojos cautivadores.
-¿Sigues con eso?-me cruzo de brazos.
-Sal conmigo-el alza ambas cejas y muerdo mi mejilla para no sonreír.
-Nop-me levanto para alejarme de él pero el me sigue hacia mi auto.
-¿Por qué no?-pregunta de forma arrogante.
-No eres mi tipo-mi garganta se siente seca al decir eso.
-Apuesto a que te mueres por decir que si, solo te estas haciendo la difícil-el se cruza de brazos y río.
-No me hago la difícil,simplemente no eres mi tipo-alzo una ceja cuando el toma mi mano.
-Oh, claro que soy tu tipo cariño-dice sonriendo abiertamente y deja un suave beso en mi mano.
-No lograras convencerme-alejo mi mano de su boca.
-No dejaré de pedírtelo, hasta que aceptes-sonríe aún viéndome a los ojos.
-Ya rindete-el impide que abra la puerta de mi auto.
-Sal conmigo, sal conmigo, sal conmigo, sal conmigo, sal conmi...-llevo mi mano a su boca molesta y puedo sentir su sonrisa.
-¡Cállate!-le digo molesta y dejo caer mi mano.
-¿Saldrás conmigo?-pregunta sonriendo.
-Si te callas...-comienzo a decir pero el me interrumpe.
-Me callare si aceptas salir conmigo-ruedo los ojos.
-¡De acuerdo!-grito sin paciencia-¡Solo cállate!
-Bien, mañana a las 7:00pm pasaré por ti y espero que estes lista. Unos jeans y una blusa estarán bien, hasta mañana-dice sonriendo y besa la comisura de mis labios.
¿Acabo de aceptar una cita con Keith Floyd? Realmente debo estar volviendome loca.