Abrí los ojos sintiendo que los parpados me pesaban unas 10 veces más de lo normal. Giré mi rostro al sentir una presión en mi hombro y me encontré con Ayra profundamente dormida.
Tomé con cuidado mi chaqueta y cubrí a mi amiga con ella.
Llevábamos cerca de dos semanas encerrados en una especie de sótano de piedra. La única luz que teníamos provenía de una alta ventana. No había manera de saber que hora o qué momento del día era. Sólo podíamos ver la diferencia entre día y noche.
Paris tomó del brazo a Ayra y yo llegué segundos antes de que desaparecieran.
- ¡Hey! - grité para llamar su atención - ¡Ayra!
La chica me miró y se soltó de Dickson.
- No intentes detenerme, Remus... - Me miró fijamente - Capturaron la hermana de Paris por mi culpa. Debo ayudar.
- No voy a detenerte - Me acerqué a ella - vengo a acompañarte. No puedes ir sola y sé que no desistirás de la idea sí que iré contigo.
La novia de mi amigo me sonrió y tomó mi mano.
- Vamos - Le habló al pelirrojo - Remus viene con nosotros.
El joven asintió y tomó a la chica por el brazo para que, acto seguido, los tres desapareciéramos.
Ayra se movió suavemente a mi lado, suspirando y buscó mi mirada.
- Hey... - Se acomodó, frotándose los ojos con los dedos de una mano - ¿Cuánto dormí?
- No lo se, también me dormí. Desperté hace unos minutos - Hice una mueca mirando hacia la ventanilla.
- Tengo tanta hambre - Se quejó en un susurro, acurrucándose - y tanta sed. Mis labios sangran de resequedad.
- Guardé esto de lo que nos trajeron anoche - Busqué entre mis bolsillos y saqué un trozo de pan - Ten.
Ayra se mordió un labio y miró a otro lado, sin recibirlo.
- Cómelo tú. Es culpa mía que estemos aquí esperando a que se les ocurra que somos inútiles como fuentes de información y decidan matarnos - Se acomodó un mechón de cabello tras la oreja.
Mi amiga lucía su aspecto normal, ojos color avellana y cabello negro rizado. El hambre, la sed y las condiciones débiles en las que estábamos no le permitían transformar nada.
- Es una mansión cerca de aquí, está tan lejos de la civilización que no le han puesto protección - Hablaba Paris mientras caminábamos. - Les avisaré cuando nos quede poco. Denme sus varitas.
- ¿Qué? - Pregunté a la defensiva.
- ¿Cuál es el plan? - habló Ayra.
- Vendrá solo uno de ellos a comprobar... yo te tomaré a tí - Tomó a Aya del brazo - fingiendo llevarte prisionera y en cuanto ataquen a Lupin entre los dos los derribaremos. Yo te pasaré tu varita cuando sea el momento de atacar. Así ellos verán que vienen desarmados.
- Nose... - Ayra apretó la varita en su mano - No me parece buena idea ¿Y si las cosas se salen de control?
- No voy a darte mi varita, Dickson - Afirmé.
- ¡Entonces todo esto ha sido para nada! - Bufó molesto y noté cómo una parte de su rubio cabello se estaba tornando negro.
- Ayra... - le murmuré a mi amiga y cuando ella se dió cuenta de lo que estaba pasando saltaron sobre nosotros media docena de mortífagos.
- No seas necia - Tomé su mano y puse el trozo de pan dentro de ella - Yo comí la otra mitad cuando desperté - Mentí.
Asintió despacio finalmente y lo aceptó, comiendo.
La observé dentro de la poca luz que había: Su cara estaba llena de cicatrices, unas menos frescas que otras. Su labio inferior estaba hinchado y reseco, ante cualquier estímulo sangraba. Su ropa estaba ensangrentada y rota. Yo debía lucir igual.
Cada día venían a interrogarnos 'amablemente'. Cómo no decíamos nada, nos ganábamos golpes, tortura, y un par de días sin agua o comida.
La noche anterior Bellatrix había bajado y había puesto una cuchilla en el cuello de Ayra y presionado con el filo hasta que sangró, por lo que grité un nombre inventado como un miembro de la Orden del Fenix y su escondite. Ahora nos esperaría lo peor cuando se enteraran de que fue un mentira.
Aunque lo realmente peor se vendría en un par de días, porque dentro de lo que lograba llevar como cuenta mental... la luna llena de este mes se acercaba. Y era lo que más daba vueltas en mi cabeza. Si me transformaba y no estaba esposado, atacaría a cualquier persona... y la chica que estaba comiendo lentamente un trozo de pan a mi lado, sería la primera.
- Ayra tenemos que hablar - Dije después de varios minutos en silencio - Desde ahora... cada vez que traigan comida, tú comeras la de los dos.
- ¿Qué? - Me miró extrañada y se sentó frente a mí - Ambos debemos sobrevivir y tal vez...
- Ayra - La interrumpí y tomé sus manos - Voy a transformarme en lobo en un par de días como máximo... y no quiero herirte, lo único que se me ocurre es que... esté tan débil que no pueda atacarte.
La chica quedó mirando fijamente nuestras manos juntas y luego alzó la mirada a mis ojos.
- No, buscaremos otra manera de solucionarlo...
- Hay otra manera - Solté sus manos y busqué dentro de uno de mis bolsillos - ¿Recuerdas que dejé caer el vaso de vidrio con el agua anoche? - Ella asintió desconfiada - Logré quedarme con esto - Saqué un trozo de vidrio y lo puse en la palma de su mano.
- ¡No! - Adivinó mi plan y lo dejó caer al suelo de piedra y se alejó un poco - ¿Estás demente?
- ¡Ayra no quiero dañarte! ¡Tendrás que hacerlo!
- No, no - Negó con la cabeza - Esto lo estás diciendo porque tienes hambre... estás comenzando a delirar.
- ¡No tenemos cadenas, ni un misera amarra para que puedas detenerme ¿Qué piensas hacer? ¿Pelear cuerpo a cuerpo contra un hombre lobo?
- ¡No voy a matarte, Remus! - Comenzó a llorar - ¡No puedes pedirme eso!
- Necesito que sobrevivas... - Tomé su cara entre mis manos mientras ella hacía lo imposible por no mirarme y dejar de llorar - No quiero despertar a la mañana siguiente y ver que te hice daño o que... te asesiné.
Ayra me abrazó con fuerza y la puerta del sótano se abrió.
- Vamos a ver si ahora los prisioneros hablan conmigo a cargo - Régulus Black se acercó a nosotros y me miró fijamente, mientras su sonrisa se ampliaba a más no poder. - ¡Pero si tenemos a Lupin aquí! ¿Quién hubiera creído que serías tan estúpido para caer en una trampa así? - Rió y sin mirar a Ayra la apuntó con la varita y haciendo parecer unas cuerdas la amarró. Luego fijó toda su atención en mí.
- No voy a decirte nada, Black - Le escupí las palabras.
Él solo rió.
- No me importa si hablas o no. Preguntaré una vez y luego acabaré contigo de todas formas. Me des información o no. Así que si te niegas solo me facilitas las cosas - Sacó un cuchillo de uno de sus bolsillos del pantalón - Sé que puedo usar magia para hacerte sufrir... pero Bellatrix me dijo que con este juguete cantas más.
Hizo aparecer unas cadenas y sujetó mis muñecas por sobre mi cabeza.
- Bien... aquí vamos - Se acercó a mí y puso la punta del cuchillo en mi mejilla - ¿Dónde están escondidos Dumbledore y sus soldaditos? - Mantuve mis labios cerrados - Respuesta incorrecta - Presionó sobre mi piel y sentí el ardor del filo cortándola hasta mi cuello. Ahogué un gruñido de dolor pero me mantuve firme - Sigamos con nuestra pequeña charla. Vas a darme nombres. Comienza - Esperó unos segundos pero yo seguiría sin ceder - Muy bien - Empuñó el cuchillo y lo enterró de punta sobre mi clavícula.
Sin poder reprimirlo, un grito desgarrador desde mi garganta llenó la habitación.
- Mátame - Hablé apenas - Lo harás mas fácil todo, asquerosa rata.
Sonreí vagamente. Él no sabía a lo que me refería. Pero si me mataba, Ayra ya no sufriría el peligro de mi otro yo.
- Oh, claro que voy a matarte - Sonrió y con un giro de muñeca removió e introdujo un poco más la daga en mí. - Pero primero quiero verte sufrir mucho, Lupin.
Quitó de golpe la daga y me mordí el interior de las mejillas para no volver a gritar.
- Veamos... ya pregunté por Dumbledore, por el cuartel... nombres, ubicación... creo que eso es todo - Regulus sonrió de lado y empuñando nuevamente el cuchillo lo enterró bajo mis costillas derechas.
Sentí como la sangre subía por mi garganta y se acumuló dentro de mi boca. Aproveché mi cercanía para esculpirla en la cara a Régulus.
El joven Black se limpió la cara con la manga de su túnica y volvió a repetir la puñalada. Para luego alejarse sin dejar de sonreír.
Cerré los ojos un segundo, tratando de respirar. Sólo me mantenía en pié por las cadenas que sujetaban mis muñecas. Pero el resto era peso muerto.
- Ahora voy a divertirme un poco con tu amiga, para que la veas sufrir antes de acabar contigo ¿eh? - Se arrodilló junto a Ayra y tomandola del pelo la obligó bruscamente a que lo mirara.
La chica le sostuvo firme la mirada llena de lágrimas. Régulus la quedó mirando unos segundos fijamente y luego de golpe la soltó, haciéndola caer con fuerza el piso.
- Luego vuelvo por tí, Lupin - Habló mientras subía la pequeña escalera que daba a la puerta y desaparecía.
Tomé aire y miré a mi amiga.
- Ayra - murmuré y la chica me enfocó los ojos pero sin poder hacer nada ya que seguía aparrada y amordazada.
La ví removerse buscando algo hasta que encontró el trozo de vidrio que le había pasado minutos antes. Lo tomó como pudo y comenzó a tratar de romper las ataduras.
Yo comenzaba a ver borroso y sentía como perdía la conciencia, seguramente por la perdida de sangre que estaba teniendo en este momento.
La puerta volvió a abrirse y lo último que pude distinguir, sin saber si era una ilusión o realidad, fue a June bajando rápidamente la escalera y acercándose a mí. Luego de eso perdí la conciencia.
Desperté y miré inmediatamente alrededor. June estaba curando las heridas de Ayra. Miré lo que podía ver de mi cuerpo y noté que las heridas bajo las costillas ya no sangraban. Ya no estaba encadenado, sino sentado en el piso frío con la espalda contra la pared de piedra. Llevé una mano a mi clavícula y en vez de sentir dolor y quedar con sangre, sentí una cicatriz formándose.
- ¡Remus! - Exclamó Ayra sonriendo levemente y June se giró para mirarme.
- ¿Cómo te sientes? - Habló con cierta frialdad mientras volvía su vista a Ayra con las curaciones.
- Bien...yo.. gracias - Me intenté mover para acercarme a ellas pero sentí una puntada bajo la costilla.
- Quedate quieto... Reg por poco logra que mueras desangrado - Terminó de curar el labio de nuestra amiga y se giró nuevamente hacia mí, examinandome.
- Gracias - Volví a repetir.
- Tengo un plan, pero no funcionará hasta que Ayra esté mejor... y de todas formas solo funcionará con ella. Lo siento.
- Descuida...
- June... - Habló Ayra - dijimos que lo discutiría con Remus.
- Remus va a aceptar aunque tú no lo quieras, Ayra - June se acercó a mí y se sentó de frente, estirando una mano con una tela empapada en un gel verde y lo extendió hasta mi mejilla - Ayra se transformará en mí cuando tenga la fuerza suficiente, traeré más comida y agua para ambos - hablaba mientras me curaba - Le enseñaré de memoria el camino de salida, no tendrá problemas si pretende ser yo... Régulus la ayudara. Me lo ha prometido.
Yo asentí comprendiendo la totalidad del plan.
- Le he dicho a June que no me iría sin tí - Habló Ayra acercándose a nosotros.
- Tendrás que hacerlo - La miré y le sonreí levemente - Debes salir de aquí y salvarte. No hay otra opción Ayra.
- En dos días saldrás de aquí - June puso una mano sobre el hombro de Ayra - Estarás lo suficientemente fuerte para poder transformarte en mí.
La metamorfomaga desvió la mirada hacia la ventanilla y no dijo nada más.
- Debo irme - Anunció June cuando terminó de curar mi mejilla - No puedo levantar sospechas. - Se puso de pié - Intentaré de que solo Régulus venga a verlos... aunque como no cooperaron esta vez, deberían pasar un par de días antes de que les traigan comida.
Se acercó a mí y besó mi frente y luego abrazó a Ayra.
- June... - Sparks la miró con los ojos llorosos.
- Esto lo hago por tí - Le sonrió mi ex novia - Siempre seremos amigas ¿vale? Aunque hayamos tomado caminos diferentes.
En cuanto June salió del lugar, enfoqué a Ayra.
- Debes aceptarlo. Está fuera de discusión.
- ¿Lo está por que tu lo decides así? No me parece justo.
- Mi vida por la tuya lo vale, Ayra.
- Estás hablando incoherencias ¿Acaso has pensado en Rose? - Desvié la mirada.
Rose era la nueva oportunidad que me había dado la vida y no quería desaprovecharla, pero mi vida y mi felicidad no podían valer más que la vida de Ayra. Si ella seguía las indicaciones de June, era cien por ciento seguro que lo lograría, en cambio si salíamos ambos, la balanza estaba más inclinada a ambas muertes.
De todas maneras no quise seguir rebatiendole el tema a Ayra, era obvio que ella no doblegaría su palabra.
Al día siguiente en la madrugada, cuando el sol aún no aparecía, June volvió con comida y se marchó rápidamente.
Ayra y yo casi no hablábamos. La chica sabía que para poder salir de ahí tenía que dejarme, y yo insistía en que aquella era la mejor opción así que dejamos de hablar.
El día llegó. Las horas pasaban y no había rastro de June.
Ayra había recuperado energías, y practicaba convirtiéndose en distintas personas.
Yo estaba cada vez más pálido y mareado. Conocía esa sensación a la perfección. Aquella era la noche crucial.
Si June no se daba prisa en venir por Ayra y traer algo para atarme, sería demasiado tarde.
Por la ventanilla pudimos ver como empezaban a caer los primeros indicios de la noche.
- Ayra - Tomé el trozo de vidrio y lo puse frente a donde ella estaba sentada - Sabes lo que tienes que hacer si June no lleva a tiempo ¿Verdad?
- ¿Te das cuenta de lo que me estás pidiendo, Remus? - Mi amiga me miró con los ojos llorosos - ¿Crees realmente que seré capaz de matarte?
- Entonces tendrás que dejarme hacerlo a mí - Me incliné para tomar el vidrió pero ella me lo arrebató primero - ¡Ayra!
- ¡No voy a dejar que mueras! ¡En cuando June abra esa puerta saldremos aquí los dos o no saldrá ninguno! ¿Entendiste? - Se guardó el vidrio en el bolsillo del pantalón - No volveré a discutir este tema contigo.
La puerta se abrió de golpe y June bajo rápidamente.
- Pude conseguir esto - Sacó nuestras varitas y se las entregó a Ayra - De acuerdo... Regulus te está esperando al final del pasillo ¿si? Él te guiará... no hables con nadie a menos que sea necesario - Habló rapida y agitadamente y luego abrazó a Ayra con fuerza. - Te quiero. Trata de no volver a caer en una trampa. No seas ingenua. No confíes en nadie.
- También te quiero - Le susurró Ayra mientras le respondía en abrazo - Pero vas a tener que perdonarme.
- ¿Qué?
Ayra me lanzó mi varita y June la miró confundida.
- Remus, vamos.
- ¡No! - June se puso como obstáculo en la puerta - ¡Si salen así los matarán! ¡Creí qu elo habían entendido!
- ¿Qué está pasando aquí? - Bellatrix lestrange había aparecido en la puerta - ¡Sabía que el señor oscuro no debía confiar en tí! ¡Eres una maldita traidora!
Sacó su varita pero yo fui más rápido.
- ¡Petrificus totalus! - Grité apuntándole y ella cayó rígida igual que roca de golpe al piso.
- ¡Vamos! - Ayra se acercó a mí y pasó una mano por debajo de mis hombros - vamos, Remus.
June me examinó con la mirada y al parece todo calzó en su cabeza.
- Oh no - Se llevó las manos a la boca - ¡Hoy es luna llena!
- Debo llevármelo pronto - Dijo Ayra y miró a June - Puedo sola desde aquí. Hiciste más que suficiente, te debo la vida, amiga.
June asintió despacio dejándonos salir y cruzando una profunda mirada conmigo.
Los pasillos estaban despejados. Sabíamos que Regulus estaba al final de uno esperando a la June falsa, pero se llevaría una gran sorpresa.
Sentí una presión en mi cabeza mientras avanzábamos y luchaba por mantenerme en pié.
Ayra caminaba con dificultad conmigo a cuestas y cuando llegaríamos a la esquina donde estaba Régulus, sentimos gritos.
Nos miramos unos segundos y luego comprendiendo que no podíamos perder nada de tiempo seguimos avanzando. Donde debería estar Regulus no había nadie. Seguramente el chico había corrido a ver la fuente de los gritos, así que seguimos avanzando.
Mis huesos comenzaban a crujir.
- Aguanta, Remus... - Susurraba Ayra mientras caminaba con la varita en alto - vamos a salir de esta. Me sentía realmente mal por mi amiga. Yo casi no tenía fuerzas en mis piernas y ella se llevaba todo el peso de mi cuerpo.
Frente a nosotros apareció una escalera de unos treinta pisos mínimo. Esa debía ser la salida del calabozo donde estábamos.
- Okey... arriba - Murmuró Ayra y comenzamos a subir.
A medida de que avanzábamos escuchábamos gritos y oíamos ruidos de cosas rotas.
Ayra me dejó apoyado contra una pared y abrió el pestillo de la única puerta que había. Con cuidado se asomó para ver.
Yo cerré los ojos apretando las mandíbulas. No podía contener lo que venía.
- ¡AYRA! - Grité con las últimas fuerzas que me quedaban - ¡VETE!
Lo último que recuerdo es el rostro aterrado de la chica mirándome.
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¡Hello my girls!
¿Qué les ha parecido este capítulo de lobito? Quería un poco de tortura y... bueno. Aquí está.
Me dió mucha penita en algunas partes :C y se venía más fuerte eh. Pero simplemente no encajó lo otro que quería escribir así que tendrá que quedar para el capítulo siguiente.
¡SUPERAMOS LAS 20K DE LECTURAS, LLORARÉ! ¡SON LAS MEJORES!
Dedicación: FerDancer_14 muchas gracias por tus comentarios largos y me dan mucha risa tus exclamaciones de por Dumby y voldy sin nariz xDDDD jaajjja bueno, espero con ansias que sigas leyendo esta histori hasta el final de los finales que ya se acerca :O bueno, no, o si? aun falta un poco mucho, como dos años de narración me quedan. jajaaj gacias por las estrellitas y lo comentarios <3
USTEDES saben que los comentarios son el alimento para esta escritora ¿no? USTEDES COMENTAN Y YO ESCRIBO CAPS.
Pidanme dedicación mis queridas comentaristas!
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¡Un abrazo de merodeadora para todas!
atte: Nathy.