- No te preocupes Chris, ¿Ya vas de salida? Yo ya me voy, ¿No se si quieras que vayamos a dar una vuelta? - lo miro llena de ilusión esperando a que diga que si.
- Yo aún tengo un par de clases pero que te parece si nos vemos en mi casa a las cuatro. - sonrio falsamente porque la verdad es que me encuentro muy decepcionada por su respuesta. Me da un ligero beso en los labios y yo me siento en las nubes, lo único que puedo articular es un sí ahogado.
Me doy la vuelta y camino hacia mi auto, entro en el y a lo lejos veo a mi amado como se marcha al interior del campus. Con una sonrisa en los labios me marcho directo a casa, pensando en que por lo menos mi día había mejorado hasta la estratósfera.
Detengo el auto frente a la enorme puerta blanca, introduzco la clave privada de acceso y ésta se abre. Cruzó el majestuoso jardín y estacionó mi BMW frente a la entrada justo al lado de la hermosa fuente de ángeles que mandó a construir mi madre cuando yo aún era una niña.
Entro a la casa, me quito mis zapatillas caminando con sigilo como una delincuente y rápidamente subo hasta mi recámara agradeciendo no toparme con mi madre, cierro la puerta y lanzo los zapatos sobre mi cama, tampoco quiero estropearlos.
Con una enorme sonrisa me dirijo hasta el cajón de la cómoda donde guardo mi diario, introduzco la llave una llave que he sacado de mi bolso, una vez abierto el cajón tomo mi diario, buscó la última anotación, tomó la pluma de tinta rosa que es mi preferida y continuo escribiendo con una enorme sonrisa difícil de borrar.
Querido diario:
El día de hoy estuvo lleno de sorpresas, algunas buenas y otras no tanto. Primero te contaré que Mani se ha vuelto totalmente loca, nos ha gritado a Ally y a mi una sarta de tonterías. Me ha dolido mucho su comportamiento por que en verdad la aprecio, es una chica a la que quiero mucho pero me es totalmente incomprensible su manera de actuar.
Dejando atrás el llanto te confieso que me siento muy feliz, ¿Te preguntarás por qué? Pues por que he visto a Chris y he quedado en ir a su casa hoy a las cuatro, de hecho son casi las dos de la tarde y tengo que darme prisa para arreglarme y ponerme muy bonita.
Te dejo por que no quiero llegar tarde a mi cita con el chico más maravilloso del planeta y al que amo y me ama más que a nada en el mundo.
**Barbie**
De un salto me pongo en pie, guardo de nuevo mi diario en el lugar que le corresponde y enciendo el aparato de música y Leave The Night On suena por toda la habitación, me acerque hasta la puerta y le pongo el cerrojo, comienzo a desnudarme con movimientos lentos, al ritmo de la seductora voz de Sam Hunt, lanzando la ropa por toda la habitación, ya después me encargaré de recojer mi desastre pienso alegremente.