Salgo de la ducha e inicio con mi habitual ritual de belleza, me coloco crema hidratante con olor a sándalo por todo el cuerpo recién afeitado, después tomo un cepillo redondo y comienza el secado del cabello hasta dejarlo totalmente ondulado, cojo una liga y lo levanto en una coleta dejando escapar intencionalmente algunos mechones castaños.
Con una esponja me coloco polvo compacto en el rostro y después con una enorme brocha esparzo polvos traslúcido para eliminar el brillo facial; un poco de color a las cejas y rubor para darle vida a mis palidas mejillas. Me miro en el espejo entrecerrando los hermosos ojos y me digo a mi misma.
- Creo que me falta algo - me pongo algo de rímel y un brillo de labios a tono con el rubor, por último unos pendientes pequeños y sencillos que enmarquen mi rostro.
Ahora solo me falta lo más importante, el atuendo que elegiría, abro mi armario, que es casi del mismo tamaño de mi recámara, me acercó hasta los estantes y me inclino por unos Skinny Jeans blancos que me resaltaba el trasero y un top strapless negro que acentúa mi cintura y muestra parte de mis senos.
Me acercó hasta la estantería de zapatos y los miró un par de minutos, al final se decidió por unos flats rojos y una chaqueta a juego. Tomó un pequeño bolso negro Chanel y me miró al espejo una vez más.
- Casual pero hermosa - me rió por mi comentario - Oh por Dios, casi lo olvido -me acerco hasta el tocador y tomó uno de las tantas fragancias que tengo, optó por uno de Carolina Herrera que se que es el preferido de Chris - Ahora si, estoy lista, miré el reloj, casi las tres y media y aun debía manejar hasta el otro extremo de la ciudad así que si quería llegar a tiempo debía darme prisa.
Bajo apresuradamente, para mi fortuna no me encuentro con ninguno de mis padres solo a Rita el ama de llaves a la que le informó que saldré y que llegaré un poco tarde, por si mi madre llega a preguntar por mi, no quiero que me estén marcando a mi móvil mientras estoy con Chris.
Subo a mi auto y salgo de la mansión, tomo el camino que me parece mas corto. Al cabo de unos veinte minutos me encuentro en el estacionamiento del majestuoso rascacielos donde se encuentra el apartamento de Chris, el vive solo desde que su padre se marchó a Los Ángeles después de su tercera boda, Chris odiaba a la nueva esposa de su padre por ser casi veinte años menor, lo que para el evidenciaba el interés de su madrastra por la fortuna familiar.
Tomo una bocanada de aire y me encamino hasta la entrada, saludo al vigilante quien me sonríe y amablemente me devuelve el saludo. Entro en el elevador, presiono el botón del quinto piso, afortunadamente para mí llegó sin contratiempos, observo mi reloj y solo faltan cinco minutos para las cuatro, suspiro aliviada por llegar a tiempo.
Presiono el timbre una, dos veces y estaba apunto de hacerlo por tercera vez cuando la puerta se abre, una chica de más de veinticinco años, con el torso desnudo(lauren era como un hombre no tenia pechos XD) se encuentra frente a mi esbozando la sonrisa mas sexy que hubiera visto jamás.
Mis nervios se dispararon hasta el infinito y sin poder evitarlo la miro de arriba a abajo admirando cada centímetro de piel desnuda que queda al descubierto y que decir de su rostro, no excesivamente guapa pero por supuesto que demasiado atractiva y sexy para la salud mental de cualquier chica, es mas debería llevar escrito la palabra "peligro" en la frente, pienso sonriendo para mis adentros.
- Disculpa creo que me he equivocado-echo un vistazo al número que se encuentra al lado derecho de la puerta, 211, era obvio que no me había equivocado - ¿Aquí vive Chris? - pregunto con cierta incredulidad, ella esbozó una leve sonrisa dejando al descubierto su blanca y perfecta dentadura que sinceramente me dejó sin aliento.
- Sí, aquí vive, pasa - se hizo a un lado e hizo un ademán para que yo entrara -Enseguida lo llamo - se encaminó hacia la recámara y me dijo - Si quieres sentarte, estás en tu casa - de nuevo volvió a sonreír de esa manera tan seductora que al parecer solo a ella le salía a la perfección.
- Sí, gracias - fue lo único coherente que se me ocurrió decir. No pude evitar que mi mirada se clavara en la espalda de la desconocida y un poco más abajo. ¿Quien diablos es ella? Me pregunté a mi misma ¿Por qué anda medio desnuda? - Por Dios Barbie deja de pensar tonterías, esa chica no puede ser nada tuyo tu no eres lesbiana o bisexual.
- Decías algo - estaba tan ensimismada en mis pensamientos que no me percaté que ella había regresado, solo esperaba que no me hubiera escuchado.
- No, por supuesto que no - contesto con nerviosismo - ¿Y Chris? - astutamente cambio de tema intentando desviar el rumbo de mis pensamientos que se centran en el torso de la chica semidesnuda que tengo frente a mis ojos.
- No ha llegado aún, la verdad es que yo estaba haciendo ejercicio cuando has llamado a la puerta - me responde sentándose justo frente a mi, su mirada me hace sentir nerviosa y un poco incómoda
- Oh, disculpa. No ha sido mi intención interrumpirte, es que Chris me ha citado a las cuatro pero no entiendo por que aún no está aquí - intento explicarle por que de mi visita.
- ¿Puedo preguntar quien eres? - pregunta mirándome con divertida curiosidad.
- Si, perdón por no presentarme - me levanto y camino hasta ella extendiéndole la mano - Me llamo Camila Cabello y soy la novia de Chris - ella se pone de pie y me toma la mano, siento una leve descarga que me sobresalta, bajo mi mirada hasta nuestras manos que aún siguen unidas y después hasta el rostro de esa chica, no pude evitar perderme en la claridad de sus ojos verdes, me siento mareada por el cúmulo de emociones que ha despertado en mi, es algo extraño pero por primera vez una chica me hace sentir de esta forma.
- Yo soy Lauren - el nombre perfecto para una chica perfecta pienso sonriendo para mis adentros - No sabía que mi hermanito tenía una novia tan hermosa - esas palabras me caen como un balde de agua fría trayéndome de manera abrupta al mundo real, así que jalo mi mano y me alejo de ella aún nerviosa, me recorre con la mirada sin quitar esa sonrisa que me estaba desintegrando - Debo reconocer que tiene muy buen gusto, eres bellísima.
- ¿Eres... su hermana? - por Dios estaba tartamudeando por una chica, eso si que era una novedad aunque no muy agradable dado que la chica en cuestión es hermana de mi novio - Será mejor que le llame a Chris para ver si va a tardar mucho - ella se cruza de brazos, sin quitarme la mirada de encima. Siento escalofríos y no por miedo si no más bien por las sensaciones que ha experimentado mi cuerpo al tocar su piel, jamás había sentido aquello ni siquiera cuando Chris me ha besado, era algo que estaba fuera de mi mundo. Siento asco de mi misma por pensar aquello, lo que acaba de pasar es algo sin lógica así que lo mejor será que lo olvide desde este preciso instante.
En eso la puerta se abre, es Chris gracias a Dios, me apresuro hasta él y lo abrazó intentando olvidar los fantasmas que aquella chica ha despertado en mi interior.
- ¡Hola amor! - él solo sonríe.
- Veo que ya has conocido a la irreverente de mi hermana mayor- dijo señalando a Lauren.
- Claro hermano, ya sabes que no me resisto ante las chicas hermosas - su descaro molesta a Chris en exceso.
- Será mejor que nos dejes solos -responde con dureza - Vete a tu habitación o a dar una vuelta pero déjanos solos.
- Claro que si, dejemos que los niños se diviertan - esboza una sonrisa de medio lado que causa un efecto sexual en mi cuerpo, un deseo incontrolable comienza a arder en mi interior como un fósforo, "Debe ser la falta de sexo" me dije a mi misma intentando convencerme de que a eso se debía, el aguantar no tener relaciones sexuales es muy difícil.
