Capítulo 33: Ciertos estereotipos que las brujas tienen que cumplir
La noticia de la fiesta reanimo el espíritu de los estudiantes tanto así era que en cada visita a Hogsmeade, el único pueblo íntegramente mágico de gran bretaña, paraban siempre en modas tiros altos. Tanto brujos como brujas hacían largas colas para comprar lo necesario, a los que tenían suerte le traían la ropa de gala de sus casas, los que tenían mayor adquisición de dinero se hacían con mejores tiendas para sus vestuarios. Pero en modas tiros altos la variedad no era tanta y la mayoría de los del futuro estaban ahí para conseguir lo mejor que encontraran.
—¡¿Rose?!—exclamó Scorpius ya harto de tener tantos vestidos volando al rededor suyo—. Nunca me hubiera imaginado lo indecisa que eras.
Rose asomo su pelirroja cabeza por la cortina que los separaba, le dedico una radiante sonrisa a su novio y se volvió a meter.
—Quiero que estemos perfectamente combinados, el color plata te queda precioso pero es más difícil de conseguir para alguien como yo.
—Es solo un color Rose— Scorpius, derrotado, se sentó en una de las butacas que estaban ahí—, sabes que pienso que te ves hermosa con todo pero sinceramente esperaba que no fueras así.
Rose volvió a asomarse pero esta vez parecía lejos de estar feliz y sonriente.
—¿Estas queriendo decir que porque me gusta estudiar esperabas que no me vistiera bien?
Scorpius se la quedo mirando sin entender mas sabía que algo de lo que había dicho estaba mal.
—Rose, te conozco desde los once años—empezó el rubio—. Se que no te importan esas cosas, ¿qué esperas lograr con esto?
Rose salió completamente de el vestidor con aire tímido, llevaba un vestido del color de la plata sin mangas con el cuello alto y una gran abertura. Su piel blanca moteada de pecas y su cabello rojo como el fuego le resaltaban, este estaba totalmente despeinado y alocado dándole un apariencia salvaje pero tierna. Scorpius se paró rápidamente de la butaca por el asombro y se quedo sin habla.
—Quiero— dijo Rose acercándose a Scorpius—que tus padres no vean el estereotipo que tiene de mi familia, sé que no tengo que arreglarme y cambiar por ellos pero de verdad me gustaría que tu y yo tengamos una buena relación; más que todo porque sé cuanto te duele haberte alejado de tu padre.
—Te ves hermosa, Rose—Scorpius le tocó suavemente el pómulo—. Los prejuicios de mi padre se irán, le llevará más tiempo que a los tuyos pero se que en el fondo quiere que yo sea feliz y estar a tu lado me hace feliz.
***
—¡Dominique!—gritó Frank asustado—No me fue mi intención, sabes que estas hermosa de cualquier manera.
Un zapato salió volando y aterrizó peligrosamente cerca de Frank. El león había comentado que Dominique era una linda erumpent envuelta en telas finas y la rubia se había encerrado para confusión de él; no sabía que había hecho mal pues su papá le decía ese apodo a su madre todo el tiempo.
—¿Sabes siquiera lo que es un erumpent?—le gritó.
—¿Un tierno animal descubierto por Newt Scamander?— pregunto con sinceridad.
—¡Es una bestia!—volvió a gritar y voló otro par del zapato que este si termino dándole a Frank—¡Me estas diciendo que tengo piel gruesa y estoy enorme!
Frank, que seguía sobándose la cabeza por el dolor, se acerco a donde Dominque estaba sentada.
—¡Por Merlín! Mi papá le dice eso a mi mamá cuando están "cariñosos"—puso una mueca de desagrado—. Supuse que sería algo lindo.
Dominique en ese momento se dio cuenta que Frank no lo había dicho con intención de herirla, solo que era realmente muy ingenuo. Se río con ganas y le dio un gran abrazo que lo dejo más confundido.
—¿Es que no estudias en el colegio, Frank?—le pregunto pero no lo dejo responder—. Viene del áfrica es de piel muy gruesa, la mayoría de hechizos no pueden afectarlo y por eso debe ser tratado con el máximo respeto y precaución. No es muy lindo en apariencia, no es muy lindo el significado del apodo.
—¿Entonces porque papá llamaría así a mamá?
—Tienen la cierta costumbre de ser apasionados cuando se, ejem,— Dominique miró a Frank para ver como decírselo— reproducen.
Frank puso cara de asco.
—¿Qué tiene que ver con mi padres...
—¡Frank!¡ Así se las llaman a las chicas de Hufflepuff!
Frank miró a Domique sorprendido con los ojos enormes sin poder creer lo que estaba escuchando, después hizo un gesto como si tuviera arcadas y Dominique no pudo retener la carcajada que lo salió.
***
Kelli Zabini se encontraba en la tienda modas tiros altos pasando con la varita de forma aburrida varios percheros que volaban por su alrededor. Su novio se encontraba acostado totalmente despatarrado en un banco sin darse cuenta de las miradas molestas que le daban los magos.
—¿Falta mucho? —pregunto —. Ese vestido rosa que pasaste recién te quedaba muy lindo.
Kelli miró a Louis como si fuera tonto.
—No puedo ponerme ese vestido rosa.
—¿Y el blanco de antes?
—Tampoco puedo ir de blanco.
Louis se enderezó y miro a su novia con las ceja fruncidas, pensado.
—¿Puedo ir yo de blanco?
—Puede hacer lo que se te plazca.
Una sonrisas lobuna pasó por la cara de Louis, se levantó rápidamente y con un ágil movimiento le sacó la varita a Kelli, rodeándola con un brazo.
—Dime que te pasa y te diré como resolverlo.
—No tengo tiempo para tus juegos de águila—espeto Kelli empujándolo lejos—. Tenemos que encontrar algo perfecto y que sea del agrado de mi padre.
Louise volvió abrazar a Kelli entre sus brazos, y le deposito un tierno beso en la coronilla. Kelli dejo de pelear para separarse y lo abrazo con más fuerza.
—Te conozco mejor que nadie—dijo—. Te encanta ese vestido y no tendrías que renunciar a él solo porque tu hermana te dijo.
—¿Cómo sabes que fue mi hermana la que me dijo eso?
—¿Tú dentro de todas las brujas dejarías un color solo porque no te parece apropiado para tu padre?
Kelli río y lo beso con fuerza.
—Me molesta que sepas leer a la gente tan bien—dijo y lo volvió a besar—. Te quiero, Louis.
—Esperaba que algún día me dijeras eso—contesto Louis que había sido el primero en decirselo y ella nunca se lo había devuelto hasta ahora—. ¡Madame, je veux prendre cette robe!
***
—¡Fred! ¡James!
—Cálmate, nos hiciste caminar innecesariamente por todo Hogsmeade para ir a la única tienda de ropa que hay.
—¿No te divertiste en Honeydukes?
—Bueno, por supuesto que si—dijo James mirando sus alas de mariposas azucaradas y los frijoles de todos los sabores.
—¿Y en la tienda de té de madam Puddifoot?
—Había chicas muy lindas—accedió Fred ganándose una fea mirada por parte de su hermana.
—Papá siempre dice que ese lugar es como meterse en la oficina de Dolores Umbridge —dijo James distraído mordiendo un frijol para luego escupirlo con asco.
Roxanne y Fred se lo quedaron mirando y el simplemente se encogió de hombros y siguió comiendo sus dulces.
—Dicen que ahí van las chicas con sus parejas así madam les prepara una poción de amor.
—Es que solo las chicas pueden hacer esa poción.
Roxanne miro ofendida a los dos.
—Esos son ciertos estereotipos que las brujas tenemos que aguantar por parte de ustedes.
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No saben cuanto me alegran el día cuando me llegan mensajes de ustedes diciendo que siga con mi historia y que la aman. Gracias por todo su apoyo.
C L A R Y G R A Y