Conociendo a Nuestros Padres

ROXANNE WEASLEY

Capitulo 24: Roxanne Weasley 

Una encapuchada subía, se le podía ver una sonrisa pícara y divertida como si hubiera echo algo, se paró de golpe en el medio del escenario y dijo...

— Soy Roxanne Marie Weasley, hija de George Weasley y Angelina Johnson.

Antes de que la muchacha se quitara la túnica unos estruendos sonaron, junto unos gran fuegos artificiales que tomaron la forma de un león, este recorrió todo el gran salón mientras los chico aplaudían se freno frente Fred y George por uno minutos y después se abalanzo contra ellos con un fuerte rugido. Los gemelos quedaron cubiertos de hollín y con miradas grandes hacia el escenario.

En este Roxanne se partía de la risa junto el cincuenta por ciento del salón.

   — Oh, tu cara papá, es un poema.

George parpadeo sorprendido pero luego se hecho a reír junto a su hermano.

Roxanne se saco la capucha y se dejo ver. Era de piel morena, ojos oscuros y cabello igual de oscuros solo que con unos destellos más claros. Era baja y esbelta. Traía una blusa de tirantes blanca y un simple pantalón negro. 

Tomo aire y suspiro, tranquilizándose. Muchos la vieron embobados, pues era extremadamente bonita.  

  — Dejen de mirarla así  — grito Fred— . Es una niña.

Roxanne rodó los ojos.

  — Bueno, soy hermana de Fred Weasley, mis padrinos son Charlie y Katie Bell — los dos agradecieron— . Tengo dieciséis años y voy a Gryffindor, mis amigos más cercanos son Kelli y Louis, el problema es cuando soy la tercera rueda. — rió del chiste— Mis notas son...regulares ya que bueno, no logro concentrarme mucho.

Un golpe se escucho en el salón y luego una queja. 

  — ¡¿Angelina?!—dijo George confundido.

   — Por tus estúpidos genes— dijo ella divertida, mientras sus amigas soltaban risitas y los Weasley la reprochaban.

  — Yo tengo que seguir, tanto como si quieren escuchar como si no. Mi patronus es un gato siamés. Mis materias favoritas son Herbología y Defensa contra las artes oscuras y como toda buena Weasley odio Pociones y bueno...Artmancia.

 — ¡Esta clarisimo! Esta generación odia Artmancia, profesor, tendría que sacarla.— dijo Ron.

  — Señor Weasley, si me hace esa referencia de nuevo le sacare puntos a Gryffindor.

  — ¡Profesor, con respeto, no cambia que la saque ya que se los volverá a dar!— grito un Slytherin y todos rieron mientras los de Gryffindor protestaban,

  — Gryffindor se gana los puntos y no anda lloriqueando como las serpientes si se los sacan  — contesto Roxanne y le sonrió de manera sarcástica al chico—. Toco la batería, en clases de música Muggle .

  —¿Eres buena?—pregunto Angelina.

  — ¿Tocando? — Angelina asintió — . La mejor, ¿preguntas?

  — ¿Sales con alguien? — pregunto el Slytherin que había gritado antes.

  — No — dijo pensativa—, pero tampoco saldría con alguien que duplica mi edad.

 Fred y George rieron por la respuesta de la leona.

  — Estoy enamorado de tu hija, George.—dijo Fred.

Roxanne se lo quedo mirando fascinada, se parecía terriblemente a su padre. Se quedo en shock, era la primera vez que se daba cuenta que cuando volvieran él, de nuevo, no estaría.

  — Roxanne, ¿estas bien? — pregunto Angelina.

En ese instante, Fred, James y Louis subieron junto a ella. Fred paso un brazo por los hombros de su hermana y la atrajo dándole un abrazo. Louis se encontraba al lado de ellos mientras James se ponía la frente. 

  — En 1998, el dos de mayo — empezo James aclarando su garganta— . Fue la que se conoce como la batalla de Hogwarts, en la misma mucha gente como Tonks o Lupin perdieron la vida para frenar los ataques de Voldemort— la gente se estremeció con el nombre— . Fred...Fred Weasley no sobrevivió a la batalla, murió, como héroe.  

El salón se quedo un shock, los Weasley entraron en pánico uno a uno y el caos se desato. Pero Fred no movía ni un solo dedo, aunque su hermano lo zarandeara y su madre llorara desconsolada, él no podía moverse.

  — ¿Estoy muerto?— pregunto en un susurro. No podía creerlo, sin futuro, sin tiempo, sin nada.

Roxanne asintió y le temblaba la barbilla al ver a su padre tan destrozado y a su tío tan apagado.

  — Creo— dijo Minerva — , que lo mejor es que se retiren un rato. 

La profesora condujo a los Weasley fuera del salón, preguntándose en que estaba pensando Dumbledore con todo esto. 

El salón  quedo en un silencio sepulcral, las tres encapuchadas que quedaban se preguntaban si lo mejor era esperar por un rato, a que las cosas se tranquilizaran.