Capítulo 9: Molly Weasley II
...El pelirrojo bajo en pasos tranquilos, tomándose su tiempo, hasta que un futurista, impaciente lo empujó del escenario y todos los del Gran Salón rieron.
—Hola gente, soy Molly Weasley—Dijo sacándose la capa y tirándola a un lado suyo, esta desapareció en el instante que toco el suelo.
La chica frente al salón era hermosa. Su color era pálido, tenía ojos azules relampagueantes, cabello largo de color naranja, labios carnosos y una que otra peca saltándole en la cara. Era bajita y más rellenita que Dominique.
Traía un simple suéter gris largo hasta las rodillas y unos pantalones ajustados. Bastantes chicas miraban este diseño con la boca abierta.
—Soy la primera hija de Percy y Audrey Weasley.
Los mencionados no hicieron más que ponerse de un rojo vivo, lo que demostró que obviamente su relación venía desde hace tiempo.
—Traidor, si no nos hablas está bien, pero que tu hija venga y nos diga que estas en una relación, demuestra lo mal que estas— dijo un Charlie enojado, todavía no podía perdonar a su hermano por poner el trabajo, antes que la familia.
El muchacho decidió ignorar el comentario de su hermano, y beso a su novia tiernamente por la noticia.
—Mis padrinos son Arthur Weasley y Molly Weasley, si mis abuelos, — Molly, madre, intentó acercarse a Percy, pero luego se alejó al cara la cara de desaprobación de todos sus otros hijos —tengo 17 años, voy a Revenclaw—la mesa aplaudió con vitoreó—. Pero el sombrero creyó que estaría mejor en Hufflepuff, no juego Quidditch pero voy a animar mi casa y la de mis primos. Mí patronus es una lechuza y ¿no sé qué más decir?
—Lo que quieras contar—Le dijo un encapuchado.
— Tengo novio, se llama Benet, es dos años más grande que yo y por surte no está aquí.
"No soy prefecta, tampoco premio anual, mis clases favoritas son Herbología y DCAO y no tengo mejores amigos, me parece malo clasificar de menor y peor. Me gustaría poder cambiarme el color del pelo, así los insultos como "Zanahoria" o "Desteñida" no están más, pero la última vez que lo intente mis padres se volvieron locos...
—Te estas desviando, chica— le dijo una encapuchada.
—Sí lo siento, pasa algunas veces, empiezo a hablar mucho y ya no hay nadie que me pare.
Bajo de la tarima saltando los escalones de dos en dos, luego se puso felizmente a charlar con sus padres.
Dumbledore que se había quedado todas las presentaciones intentando encontrar una solución al giratiempo roto, se levantó de su asiento al ver que ningún encapuchado subí y dijo.
— ¡Bueno, que pase el siguiente que todavía hay tiempo! ¡Señorita, no se avergüence pase usted!