Drew estaba vestido con una camisa a cuadros y unos pantalones oscuros cuando descendió del auto que conducía la chica de tacones rojos y cabello rubio que lo acompañaba.
Su pequeña figura guió al joven hacia el restaurante frente a ellos, Delfino. Para la suerte de ambos este no se encontraba tan concurrido esta noche, así que tendrían un ambiente tranquilo alrededor de ellos.
Una chica los atendió en la entrada y los llevó hasta una de las mesas desocupadas antes de tomar su orden, cuando terminó de anotar lo que ambos querían se retiró sin decir más.
—Me encanta este sitio.—Dijo Lea.—Siempre venía a cenar aquí con mi familia.
Drew asintió.—Yo también venía aquí cuando era niño con mis padres y mi hermano.—El recuerdo de sus padres desanimó un poco al chico, pero la mano de Lea se depositó cariñosa y contenedora sobre la de Drew, le dio una suave caricia pasando y guiándola hacia sus dedos y entrelazándolos con los del joven. En un principio este se sorprendió pero al instante correspondió a este gesto, eso le agradó a ella.—Me sorprendió que llamaras.—Confesó Drew, Lea apartó su mano al instante.
—Oh sí, es que quería darte tu tiempo.—Justo en ese momento apareció la mesera sirviendo el vino para ambos.—Ya sabes para que pensaras sobre...lo que te dije antes. ¿Lo has considerado? —Cuando ambas copas estuvieron llenas la chica volvió a retirarse.
Los nervios tomaron a Drew, realmente no había pensado mucho en lo que le había dicho ella. Su mente estaba totalmente ocupada pensando sobre lo ocurrido con Thaiel, es que él sentía que sus sucesos pasados eran más importantes que los presentes o los futuros en este mismo momento.
Bebió un poco de su copa y la alejó de sus labios probando el sabor del líquido en estos.—Sí, he pensado un poco aunque—Tragó.—siento que ahora mismo no es el mejor momento. Es que después de descubrir lo que te conté sobre Thaiel, realmente me da cosas a pensar.
—¿Acaso eres gay?—Soltó de sopetón Lea.
Drew miró alrededor del establecimiento deseando que nadie haya escuchado.—No lo creo realmente, aunque supongo que al menos fui bisexual algún momento.—Meditó sus palabras antes de decirlas.—O quizás él fue el único.—Se encogió de hombros sonriendo para si mismo.—Es un chico especial.—A Lea no le agradaba que esto no estuviera saliendo como ella quería.
La joven le dio una mirada hostil.—Quiero preguntarte algo.—Drew se preparó.—¿Qué es lo que opinas de mí ahora mismo?
Parecía una especie de prueba, sentía que había vuelto a la escuela y que estaba rindiendo un examen oral frente a toda la clase, o frente a un profesor que tenía mal genio porque estaba igual de nervioso.
Aunque optó por la sinceridad.—Eres hermosa, como siempre. Además eres muy dulce conmigo pero...siento que algo no va bien.— La comida llegó en ese momento, los platos fueron dejados y de nuevo la mesera abandonó la mesa.
La chica llevó un bocado a su boca, tragó y solo así entonces habló.—¿Qué no va bien? ¿Qué quieres decir?
—Esta noche cuando te apareciste en mi casa, sentí como que había un aura diferente entre tú y Thaiel, me pareció extraño que a pesar de no verse hace muchos años ni se saludaron y mucho peor que eso—La joven alzó una ceja.—Se miraban como si se odiaran. Y no intentes negarlo, yo sé lo que vi.
Una carcajada se le escapó a Lea, no entendía como pudieron ser tan obvios, pero ¿para qué mentir? Drew ya se había dado cuenta.—Está bien, te diré la verdad. Thaiel y yo nos encontramos en la tarde.
—Lo sabía. ¿Para qué se encontraron?
—Tuvimos una charla
—¿Sobre?
—Sobre ti, obviamente Drew.
Un escalofrió recorrió al menor, pero la curiosidad fue aún mayor.—¿Había algo por lo que tenían que discutir en base a mí?—El joven se llevó un bocado a la boca comenzando a masticarlo.
Los ojos de la chica se cerraron antes de que soltara un suspiro que resonó por todo el establecimiento. Sus manos volvieron a tocar las de Drew.—Me importas mucho—Se sinceró Lea.—y para mi desgracia también a Thaiel. Ambos deseamos lo imposible, obtener lo imposible, el premio mayor...—Una sonrisa socarrona se dibujó en su rostro.—en este caso tú.
En ese mismo momento fue cuando a Drew le quedo más que claro lo que estaba ocurriendo.—¿Acaso están compitiendo entre ustedes por mí?
Ella negó.—No competimos, pero el otro siempre será un obstáculo.—Se explicó ante la mirada atenta del contrario.—Thaiel es un gran obstáculo por el cual debo pasar, ya que tú amaste a ese hombre. Es difícil que llegues a transmitirme un sentimiento de esa magnitud. No sé si me comprendes.
Drew alzó una mano deteniéndola.—Espera, yo amaba a Thaiel antes de todo esto, eso lo sé. Y también sé que es una oportunidad para quizás enamorarme de alguien más. Pero... ¿qué pasaría si recupero mi memoria? Volvería a amarlo.
Lea se encogió de hombros.—Quién sabe, tal vez pase mucho tiempo, tanto que ya ni siquiera te importe sentirte de esa forma por Thaiel.
La realidad mojó a Drew como un balde de agua fría, sus ojos se abrieron impactados ante sus palabras. ¿Y qué tal si tenía razón? ¿Qué tal si ya no se sentía igual hacia Thaiel? Todos los esfuerzos del otro chico habrán sido en vano. La decepción lo consumiría y el dolor sería insoportable. No quería lastimarlo, no quería verlo sufrir. En este poco tiempo que tenía de conocer a Thaiel-después del accidente por supuesto-se había encontrado con una persona fuerte, dulce, amable y divertida, era un chico ideal. Él podría conseguirse a cualquier otra persona. ¿Por qué insistir tanto? Eso no dejaba la cabeza de Drew. Solo algo tenía claro, no lastimaría a Thaiel. Jamás.
El joven decidió hacer silencio, Lea se dio cuenta de que había vencido esta batalla, así que cambió de tema al instante.
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Después de pagar la cuenta, ambos jóvenes salieron de lugar para caminar hacia el auto. Lea que estaba vestida con la camisa de esta mañana no se esperaba el frío que atormentaba esta noche, envolvió sus brazos alrededor de su cuerpo pero no fue ni necesario cuando Drew se quitó su chaqueta entregándosela. Ella sonrió en forma de agradecimiento y él se sintió feliz por un momento.
—¿No quieres dar un paseo?—Preguntó Lea.
Drew simplemente asintió, no tenía nada de malo. A pesar de hacer frío la noche estaba hermosa.
Caminaron tocando temas banales, no tenía importancia alguna su conversación. Drew se dedicaba a mirar el paisaje de Boston, a veces desviaba su atención hacia los artistas callejeros rodeados de personas las cuales aplaudían divertidas. Sintió una presión en su hombro sorprendiéndolo y antes de que se diera cuenta ya estaba envolviendo a Lea hacia él y así caminando abrazados el uno del otro. Parecían una pareja, el pensamiento heló la piel de Drew.
Fueron unas calles más adelante hasta encontrarse con un parque, este tenía una pequeña feria unos metros más adelante así que estaba repleta de gente. Fueron hacia la fuente que había depositándose en uno de sus costados esperando que esta no salpicara mojándolos de pies a cabeza.
La chica volvió a apoyase en el hombro del joven y este se sintió relajado por un momento. ¿Esto era lo correcto? ¿Debía dejar todo atrás y enfocarse en su relación con esta chica? Podría ser lo mejor y hasta quizás su familia estaría más feliz. Aunque cada vez lo veía como algo más imposible.
—Drew.—Habló Lea trayendo a Drew hacia la realidad, sus ojos se encontraron por un momento.—Quiero que sepas que no quiero...—Negó.—No, mejor dicho, no voy a rendirme.
Los ojos del chico se abrieron y una risa se le escapó, pero esta abandono su rostro cuando Lea se acercó un poco más depositando sus labios sobre los del joven.
Este beso no era como al anterior dado en el mismo día, este estaba cargado de fuerza, deseo, el sabor del lápiz labial se encontró impregnado en los labios del chico. Antes de que se diera cuenta, Drew ya estaba guiando el rumbo del beso correspondiéndole a la joven, ella atrapó el cabello en la nuca del chico jugueteando con este, envolviéndolo entre sus dedos y desenvolviéndolos al instante.
Las manos de Drew estaban depositadas en la cintura de Lea atrayéndola aún más hacia él, el deseo de ambos jóvenes estaba encendido. La lengua de ella se adentró en la boca de este sorprendiéndolo, pero la aceptó de todas formas. El roce de ambas causó una chispa y un cosquilleo en sus pieles llevándolos a otro nivel de lujuria y desesperación.
—¿Drew?—La voz de alguien más los sorprendió a ambos causando su separación al instante. Sus cuerpos se alejaron al igual que sus labios se despegaron. Cuando el chico se giró la imagen de Jack y Luke lo sorprendió. Ambos lo miraban con horror, casi con desagrado y hasta podría decirse furia.
Lea tomó un espejo de su bolso para arreglar su maquillaje dejándolo solo en esta situación.
—¡Hey chicos! Hace tiempo que no nos veíamos.—El recuerdo de lo ocurrido aquel día pasó por su mente como algo fugaz.
Luke lo estaba mirando con indignación, Jack pasó su mano por su cuello nervioso y hasta incomodo.—Sí, oye, Drew tu- —Luke levantó su mano deteniéndolo.
—¿Qué rayos estás haciendo?—Este soltó rápidamente. Los ojos del castaño se abrieron pero no dijo nada, eso causó más furia en Luke.—¡¿Qué diablos estás haciendo Drew Anderson?!
—Yo solo...—Se sentía como un niño. ¿Por qué se avergonzaba?
—Estas bien, comprendo que estés confundido.
—Se tranquilizó a sí mismo el otro.—Pero ¿por qué haces esto? ¿No entiendes lo mucho que le podría llegar a doler a Thaiel el saberlo?—Era verdad, en el momento del beso a Drew ni siquiera se le había pasado por la cabeza Thaiel.
Bajó su mirada.—Tienes razón, pero creo que puedo hacer lo que quiera. ¿No?—Se sentía mal por tratar así de nuevo a sus amigos.—De verdad lamento lo que dije sobre ustedes el otro día. ¿Los amo, sí? Son como mi familia, me da igual lo que sean. Pero tal vez su estilo de vida, no sea para mí.
Jack lanzó un suspiro.—Escucha, Drew tú no eres gay.— Lo detuvo diciéndole que sabía todo acerca de ese asunto.—¿Entonces por qué no le das una oportunidad?
—Porque quizás me prefiere a mí.—Soltó Lea haciendo que todos se giraran.
Luke la miró de mala forma.—¿Y tú quién eres?
—Lea Chester.— Afirmó Jack, sabía perfectamente quién era gracias a Ana, ella le había mostrado fotografías y hasta estaba enterado de la llegada de esta mujer nuevamente a sus vidas. Una piedra en el zapato.
—¿La conoces, cariño?—Preguntó Luke, este asintió en silencio.
Una carcajada se escapó de los labios de la mujer, todos la observaron nuevamente aún sin entender el porqué de su diversión. Tuvo que detenerse para tomar aire y así poder explicarse.—Mírense,"cariño"—Hizo comillas con sus dedos.—Esos motes estúpidos que se dan, ¿no se dan cuenta de que su relación no va a nada?
Los jóvenes la observaron indignados—Tú.estas.muerta.—Amenazó Luke, se acercó hacia la mujer pero Jack lo detuvo. Es que tenía razón, no podía pegarle a una persona así como así. Él no era de esa forma, pero lo estaba sacando de quicio.
—Espera, Luke.—Murmuró Jack.—Ni siquiera vale la pena. Vamos a casa.—Comenzaron a caminar pero antes de irse este volvió a girarse hacia Drew.—Ah y por cierto, piensa mejor lo que estás haciendo. ¿Sí?—El chico asintió silencioso mientras observaba como estos se marchaban.
Drew se quedó inmóvil pero tuvo que girarse cuando escuchó los sollozos provenientes de Lea, sus ojos se habían llenado de lágrimas, no dejaba de llorar. Cubrió su rostro y el chico se acomodó a su lado con preocupación y desesperación.
—¿Qué pasa Lea?
—Es que yo no soy así.—Dijo sacando un pañuelo de su bolso.—No quería atacarlos de esa manera porque son tus amigos y los respeto pero es que...
Drew pasó su mano por su rodilla calmándola.—Tranquila, no te preocupes. Entiendo.
—¿De verdad?—Lucía emocionada.
Este asintió.
—Gracias, Drew.—Sonrió tratando de calmar sus lágrimas.—Te lo agradezco mucho.
Ambos se colocaron de pie sin decir más, solo podían hacer su camino hasta el auto y así marcharse a casa.
***
LEA!!!! DIOS QUE HAS HECHO SECRETS(? nada nada...no me maten solo fue un besito...okno. Miren el lado positivo, piensen que ahora Thai tiene que cobrarse esto ;)
Hoy les dejo el capitulo un poco antes ya que si no lo tenia que subir mas tarde y no quiero eso.
Besoss
Secrets.