Los rayos del sol reflejaban en la alta palmera del patio del vecino, y a lo lejos se oía el ladrido del perro de Kevin, estaba cansada, de eso no tenía duda, ayer fue una tarde pesada. Ayudé a mamá y a la señora Emma a desempacar algunas cosas en el qué, desde hoy, sería sus respectivas habitaciones.
Puse la almohada en mi rostro soñoliento cuando escuché el ¡Toc-Toc! de la puerta, lo que indicaba que ya era hora de levantarse. Como era típico de todas mis mañanas; caminé hacia el cuarto de baño e hice todas mis necesidades diarias, para luego ducharme.
Después de unos 10 minutos ya me encontraba dirigiéndome hacia mi closet, —enrollada la toalla en mi cuerpo, y una en mi cabeza—.
—Tienes el desayuno en la cocina. Tengo que salir a hacer algunas compras, no dejes que se te enfríe. —fue lo último que escuché seguido de unos pasos en el pasillo. Después de haber conseguido que prenda usaría el día de hoy, bajé con mis jeans oscuros ajustados, una camisa crop top de color rosa pálido, mis supras blancas y con una coleta alta que sostenía mi largo cabello, al dirigirme a la cocina, pude notar que ni mi papá ni mamá se encontraban en casa.
(...)
—No creo que sea lo conveniente Kevin.
—-¿Qué tiene de malo que me quiera hacer un piercing en la lengua? —frunció el ceño.
—Es que no me parecd, y ya se olvida el tema se te va a ver feo —finalizó Chloe. Tomé un poco de una bebida chocolatada.
—¡Ah no, ¿y que quieres? ¿Que me haga un tatuaje en el culo?, ¿para que nadie me lo vea?! —no pude evitar reír tan fuerte, que la bebida que yacía en mi boca quedase esparcida por todo el rostro de ambos.
—Un unicornio te quedaría perfecto —volví a explotar en risas, pero estos me miraban serios.
—No April, no —Chloe limpió un poco su rostro-—. Lo de chistes no es lo tuyo —pare de reír, y la fulmine con la mirada. Kevin rió.
—Como comediantes te mueres de hambre. —dijo Kevin, y los dos de inmediato soltaron carcajadas.
¡Wow que cool, se burlan de mí!
—Son mis amigos, no deberían hacerme bullying —hice pucheros para después reír.
—Oye April, mira disimuladamente a Connor quien se encuentra junto con James en aquella mesa, la que se encuentra al lado de la maquina de jugo —indicó Chloe e hizo un leve movimiento con su perfilada barbilla. De inmediato no pude evitarlo y volteé, lo miré un par de segundos cuando éste volteó y me miró, giré hacia mis amigos para evitar el nerviosismo.
—Estas en problemas —dijo Kevin mientras se relajaba en su asiento y tomaba un poco de jugo.
—¿Por qué lo dices? —sentí que mis manos empezaban a sudar.
—Una de las cosas que debes saber, es que la regla primordial de Connor es; si eres cero popular, y diriges una palabra hacia él, tendrás graves consecuencias —se inclinó para mirarme, cuando sentí que alguien toco mi hombro.
—No me hagas daño —puse mis brazos en mi cara estilo Rocky Balboa como escudo protector. Escuché risas.
—No te voy hacer daño April —dijo Chris con una sonrisa.
—¡Eres un tonto! —golpeé su hombro, y escuché un pequeño quejido— No seas tan niña y ya dime que quieres. —dije irritada, pues aparte de que me había llevado un buen susto, este chico es mi primo.
—Pasame los ejercicios de química —lo miré.
—¡¿A caso te faltan las dos manos o eres bruto?, ¿no puedes tu hacer tus malditos ejercicios?, ¿si no que tienes que depender de los demás?, deja de ser tan irresponsable! —grité enojada, y tomé mi mochila para salir de la cafetería, algunas miradas fueron fijadas en mí, pero estaba tan enojada, el tema de Connor me estresaba, jamás me sentí tan intimidada, no después de Max.
Sentía miedo y a la vez furia, caminé hasta la biblioteca para leer algún libro y distraer mi mente.
Busqué en la zona de suspenso, drama, etcétera. Hasta que conseguí un pequeño libro de unas 182 páginas titulado "Crímenes y algunos accidentes" y me senté en un rincón y ahí pude distraerme un poco.
"Llamada entrante"
Chloe Meller
—¡¿Donde estas April?!, te he buscado por todos lados —dijo alterada.
—Estoy en la biblioteca Chloe, nunca vienes a buscarme aquí, cuando sabes que amo leer —dije sin ánimos.
—Cierto. ¡Ya son las 12:56pm nuestro receso se acaba en 4 minutos y tu no apareces!
—Ya voy —finalicé la llamada, no podía creer que todo el receso se fuera en un libro.
Caminé hacia el aula de literatura con la mirada baja, entré y localicé a Chloe al final de la fila numero dos y me dirigí hacia ella cuando alguien tomó de mi brazo y puso su mochila en el asiento que iba a ser mío, me solté de su agarré cuando miré un rostro serio. Connor se había sentado en mi lugar y para no llevarle la contraria me senté al final del salón.
(...)
—Te miró mal —Chloe espetó. No respondí— ¿Me estás haciendo escuchando?
—Sí —no despegue la vista del camino ya que me encontraba conduciendo.
—¿Sólo me dirás eso? —se incorporó en el asiento.
—Sí —repetí.
—Eres tan Asggh, insoportable.
—Lo sé, así me quieres —la miré un segundo y sonreí para seguir con la vista en el camino.
—Eres una boba —miré de reojo como sacaba su lengua y se cruzaba de brazos. Sonreí, seguí hasta llegar a la urbanización donde vivía Chloe y me despedí de ella para ir a casa.
☀☀☀
—¡Mamá! —grité mientras entraba al interior de la casa. No escuché resultados de que alguien se encontrase en ella, suspiré y acomodé un pequeño mechón de mi flequillo detrás de mi oreja y subí a mi habitación para continuar leyendo el libro de la biblioteca, miré mi reloj de pared y eran las 3:43pm.
—April cariño —escuché alguien entrar a mi habitación— despierta.
—Jeffrid fue quien asesinó a Maximiliano —musite dormida.
—¡April! —desperté al escuchar a mi madre mirándome cruzada de brazos.
—¿Que pasó mamá? —froté mis ojos.
—Ya son las 6:36pm y aún duermes, ve a bañarte y vistete decente porque hoy se vienen a vivir Emma y ese muchacho que se me olvida su nombre —salió de mi habitación.
Me levanté y fui a ducharme, la verdad no me llamaba nada la atención y ni mucho menos me importaba que viniesen a vivir ellos a casa, pero la idea no me gustaba, pero decisiones de mamá, con ella no se puede contradecir, la última vez que le contradecí me tiró un hielo, y eso que le dije que no quería que hiciera merengada, pero bueno.
Terminé de ducharme y me vestí con un short de jeans alto y un top vino tinto con unas zapatillas del mismo color, agarré mi cabello e hice una trenza francesa y bajé para ayudar a mi madre en la cocina a ordenar las vajillas y los vasos, y un ponche, ¡El favorito de mi padre!
Terminé con los cubiertos cuando escuché el timbre. Me adelanté para abrir pero mi madre me detuvo. Suspiré y fui al refrigerador por un poco de agua cuando escuché a lo lejos una voz familiar, puesto que era la señora Emma, pero esa voz masculina suave y amable, nunca la había escuchado, así que supuse que era el hijo.
—¡Cariño! Ven —coloqué el vaso en su lugar y salí para recibir a los nuevos "huéspedes". Mi padre se encontraba de espalda a mí así que opté por saludar a la señora Emma con un abrazo y una cálida sonrisa.
—Cariño, te quiero presentar a mi hijo —me miró sonriendo, y miré al chico y la sonrisa que se encontraba en mi rostro había desvanecido, por lo visto a el tampoco le agradó la idea, ya que su mirada era fría y cortante. La señora Emma notó nuestras miradas— ¿sucede algo? —miré a el chico, negué y forcé una sonrisa— bueno en lo que estaba, April, él es mi hijo Connor, Cariño ella es April de la chica que te he hablado —estreché mi mano con temor y sonreí. Para después adentrarnos por completo a la casa.
"Esto solo me sucede a mí" —grité para mí misma y maldecí el día con el cual, tropecé con Connor.
Mi mirada estaba fijo en un punto el cuál ni siquiera sabía.
—Hija, cena que se te enfría la comida —dijo mi madre, y comí un bocado de puré de papas y noté la mirada fría de Connor.
Esto no es bueno April, deberías ir y cambiarte el nombre, hacerte un nuevo cambio de estilo, sacar un nuevo pasaporte y mudarte a China. Grito mi subconsciencia, bajé la mirada intimidada por el chico.
Holaa, espero y estén excelentes... este es el tercer capítulo y espero y les guste, y si es así, clip a la estrellita y si crees que necesita algo comenta o puedes escribirme al chat privado... ¡Gracias!