La melena rubia de Lea se podía ver desde la lejanía cuando ingresó en el lugar. Thaiel obviamente ya había llegado hace apenas unos minutos, nunca se la hacía esperar a una dama, a pesar de que fuera en este caso Lea.
Sus ojos viajaron alrededor de toda la cafetería hasta que encontró a quién buscaba, ella caminó con rapidez hacia la pequeña mesa del establecimiento donde estaba sentado el joven entretenido con su teléfono, en asuntos de trabajo obviamente.
—¿Thai?—Su voz hizo que el joven levantara la vista hacia ella, su cuerpo estaba atrapado en una camisa blanca con una falda gris y unos tacones, lucía como una ejecutiva, a pesar de no serlo. Su sonrisa se ensanchó.—¡Qué gusto verte!—Se depositó en el asiento frente a este dejando su bolso colgado en el respaldo de la silla.
Por primera vez después de tantos años, ella pudo oír su voz.—También me alegro de verte.—Estaba mintiendo como nunca.—Me sorprendió mucho leer tu mensaje.
—Sí, es que me vine a vivir a Boston definitivamente—Se explicó ella.—Estoy trabajando como periodista en una revista de espectáculos y... bueno eso, pensé que sería una buena oportunidad para reunirme con todos mis amigos de aquí. —Este asintió, nunca habían sido amigos realmente, él apenas la conocía.— ¿Qué hay de ti? Cuéntame. No he sabido de tu vida en años.
Thaiel no tenía muchos deseos de contarle su vida a esta mujer, simplemente había venido aquí a hablar acerca de Drew, no entendía porqué tenían que fingir estar interesados el uno de otro cuando ambos sabían que no era así, tan solo lo hacían por una formalidad.—
Estoy a cargo de una de las empresas de mi padre hace un tiempo.—La chica fingió interés y comenzó a hacerle preguntas varias acercas de ese asunto. Thaiel procuró responder todo.
Después de unos minutos de charlas sin más, Thaiel se colocó de pie para hacer los pedidos. No tardó mucho ya que ni diez minutos después apareció con dos bolsas en la mano. Cada uno sacó su café para beberlo.
Pasaron unos segundos en silencio, hasta que la chica volvió a hablar.—No has cambiado en nada.—Rió.
—¿A qué te refieres?—Preguntó este.
—Cuando ingresé en el lugar pensé que no te reconocería después de tantos años.—Presionó sus labios.—Pero sigues siendo el mismo galán del que me enamoré.
Bien, esta chica iba encaminada a lo que estaba buscando Thaiel, sacar el tema de Drew sería más fácil desde este punto.
Thaiel lanzó una carcajada.—¿Galán? Creo que exageras
Ella negó con la cabeza haciendo que su cabello se moviera hacia un costado.—No, siempre fuiste atractivo, recuerdo que eras muy popular en la secundaria.—Le dio otro sorbo a su café para luego separarlo de sus labios.—Hasta recuerdo que rechacé a Drew Anderson por ti.
Bum, ahí estaba.
—Sí, lo sé.—Dijo este con seriedad.
Los ojos de la chica mostraban un brillo diferente al reciente, este no estaba cargado de dulzura y amabilidad—¿Y tú que tal te casaste o algo?—Ese cambio de tema fue repentino.
Thaiel suspiro.—No, no me casé.
El chico no estaba seguro de a donde quería llegar cambiando de tema así como si nada. Parecía que estaba buscando lo mismo que él, pero trataba de atacarlo desde otros ángulos, como si quisiera confirmar algo antes de sacar ese tema a relucir.
—¡Que desperdicio!—Soltó la joven moviendo su taza de café de un lado a otro.—¿Pero no tienes pareja ni nada?—Levantó una ceja esperando la respuesta.
La paciencia de Thaiel culminó ahí mismo.
—Se lo que tratas de averiguar cariño y no podrás disimularlo con tu mente de reportera chismosa.—La joven que estaba seria sonrió.— no tenías que hacer este jueguito, podías preguntármelo directamente y no hubiéramos perdido tanto tiempo fingiendo que nos interesa la vida del otro.
—Está bien.—Lea levantó las manos en señal de rendición.—Me atrapaste. Ya sabes lo que quiero saber, así que puedes decírmelo.
Los ojos del chico tenían furia contenida—Drew es mi pareja.—Explicó Thaiel—Hace años, pero ahora no me recuerda a causa del accidente.—
La chica asintió con lo que parecía satisfacción.—Me he enterado por ahí que estas intentando entrar en su vida y te hago una advertencia, Lea—Acercó su cuerpo un poco más a la mesa estando así a una distancia cercana de la chica.—No te lo daré.
Estos dos a pesar de no insultarse ni nada por el estilo con las miradas que se estaban transmitiendo parecía como si se estuvieran desintegrando en su mente. Thaiel no se la iba a dejar fácil a pesar de ser mujer, aunque parecía que esta chica no iba a ceder obviamente, así que todo se definirá de una forma. Habría que pelear por Drew.
—¿No crees que es mejor que él esté con alguien como yo?—Dijo la chica.—Digo, yo puedo darle una familia. Tú no podrás. Su relación es estática, nos los llevará a ninguna parte.
—¿Cómo puedes decir eso?—Lucía furioso.
—Yo opino que quites esas ideas adolescentes de tu cabeza de amor y pienses en tu futuro. ¿No te gustaría tener un hijo propio? Criarlo a tu antojo—Sonrió.—formar tu familia.
Obviamente que lo deseaba, como todo el mundo. Pero Thaiel llegó a una instancia en su vida en la que se daba cuenta de que sin Drew él no era nada. Se sentía vacío, solo, incomprendido, deprimido, era como estar en plena oscuridad. No quería vivir en un mundo así.
—Solo necesito a Drew para ser feliz.-dijo este dejando en silencio a la otra chica-no voy a renunciar a él digas lo que digas, hagas lo que hagas. Me da igual.
Lea se dio cuenta de que Thaiel había tomado una decisión al decirle eso.—¿Estás seguro?—Indagó ella buscándole pelea, pero este no perdería el control de una forma tan banal. La chica soltó una carcajada que resonó en todo el establecimiento, pero no causó ningún temor en Thaiel, estaba decidido.—Correcto—Se giró para tomar su bolso, lo colocó sobre su brazo izquierdo antes de ponerse de pie le entregó una mirada desafiante a Thaiel—entonces, que Drew decida.
—Bien.—Thaiel no separaba sus ojos de la chica, seguía transmitiéndole la misma furia que en un principio—Nos vemos, Lea.
Ella sonrió —Adiós, Thaiel.—Se giró y al instante se marchó.
Thaiel vacío el contenido de su taza de café, después de esto la apretó con fuerza rompiéndola por completo. Se colocó de pie, salió hacia la ciudad mirando hacia el cielo y susurro.—Esto se pondrá bueno.
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Drew había despertado de mejor humor aquella mañana. Sus ojos cafés estaban semi cerrados cuando caminó hacia la mesa de desayuno, este día le tocaba pasar solo la mitad de su mañana solo, ya que su familia estaba trabajando o en el caso de Tania en el jardín de infantes.
Tomó una taza para colocar el café en su interior y lanzó un bostezo.
Anoche había aprovechado las horas para pensar mucho más acerca de la situación con Thaiel. Entendía que sería difícil, pero el aceptar a su amigo era algo que no le molestaba, al contrario, sentía muchísima duda acerca de ese chico de ojos azulados y cabello dorado, era como si detrás de esos ojos se escondieran millones de secretos, millones de momentos, millones de preguntas sin responder y lo único que anhelaba Drew eran respuestas.
Bebió su café de un trago y dejó la taza en la lavaplatos. No tenía idea de que haría todas estas horas solo, tal vez podía aprovechar para ver alguna película, dormir un poco mas o leer un libro. Pero todos esos planes se hundieron cuando una llamada entrante se reflejó en su teléfono celular.
Era Ana. El chico tomo el aparato rápidamente.—¿Anita?
Sonaba preocupada o nerviosa, no sabía, pero su tono de voz no era el mismo que el de siempre.—Drew, me he enterado lo de Thaiel.—Suspiro.—¿Cómo estás?
—Mejor de lo que pensé que estaría—Murmuró Drew mientras se depositaba en el sillón —Las cosas no resultaron tan mal, pero necesito pensar las cosas por un tiempo. Despejar mi mente.
—Sí, lo entiendo.—El tono de incomodidad no desaparecía.—Lamento esto.
Este hizo un ruido parecido a una afirmación, el tono de voz de la chica lo estaba teniendo intranquilo así que decidió preguntarle que le estaba ocurriendo.—¿Algo va mal?
Precia sorprendida—No, no, nada mal es que—Se escuchó algo parecido a un sollozo, ¿estaba llorando? ¿Qué le ocurría?
Drew se colocó de pie preocupado.—¿Ana, que pasa?—Su tono de voz subió unos niveles.—
¡Ana!
Una risa nerviosa se escapó del otro lado de la línea, pero aún se escuchaban sollozos o ruidos propios de alguien que estaba llorando.—No, es que creo que...—El joven no entendía nada de lo que ocurría.
—¿Zac te hizo algo?—No había respuestas.—¿Qué, Ana?
Una risa se le escapó—No es nada de eso, es que—Drew ya estaba desesperándose.— Drew, creo que estoy embarazada.
***
Bueeeeeeeeeeeeeno, la pregunta es ¿Porque subí el capitulo tarde? ¡ES QUE WATTPAD NO ME DEJO SUBIRLO EL VIERNES! Uff, pero bueno ya esta. Espero que les guste.
¡Ya estoy de vacaciones! :DDDDDDDDDDDDDDD
Secrets.