P.O.V. Liliana.
Mi hermana y yo estábamos muy confundidas, no sabíamos que había querido decir nuestro tío.
—¿A que te refieres a que esta pudo haber sido tu vida?—le preguntó Ana Ju—.
—Me refiero a que pude tener una familia feliz, un matrimonio estable, cenar tranquilo con mis hijos, porque al final de eso se trata la felicidad... los pequeños momentos como este.
—Estoy segura de que mis primos van a regresar, tío—dije tomando su mano—ellos te quieren mucho y tú has sido muy bueno con ellos. Sin embargo, ya que estamos aquí todos, podemos platicar de tu relación con Leona—le sonreí a ella—.
—Yo sé que tú estás de acuerdo, Lili—habló Leona sonriéndome—en cambio, Ana Ju no...
—No es que no esté de acuerdo—habló mi hermana—ustedes son adultos y tienen derecho a amar a quien deseen, pero siento que todo fue muy rápido y me da miedo que pueda ser algo pasajero.
—Eso no va a pasar—habló mi tío—esto es algo muy serio.
—Con todo respeto para ambos—habló Benja—pero pues, el tiempo ya dira ¿no? Pues porque hace casi nada, mi tío y Leona estaban comprometidos.
—Deseo de todo corazón que sea duradero para que valga la pena el caos que va a provocar su relación, insisto en que tienen que pensar muy bien en Kika y en Oliver, proque mis primos son los que deben estar muy confundidos—siguió mi hermana—.
—Si, si queremos seguir Gael—habló Leona—tenemos que hablar con tus hijos, ellos merecen que les digamos las cosas de frente, explicarles lo que está pasando.
El asintió.
—Definitivamente. Yo quiero algo próspero, duradero con Leona, yo sé que podemos armar un futuro juntos.
La puerta sino. Leona se levantó y fue a abrir.
David entró y empezó a hablar con ella, ignoré un poco su conversación para dedicarme a mirar la foto de Teo.
¿Cómo estará pasando?
¿Tendrá frío, hambre?
—Justo quería hablar de ese tema—habló Leona acercándose sacándome de mis pensamientos—así que voy a aprovechar la presencia de todos para aclararles que no, no estoy embarazada, me hice la prueba y salió negativa.
Mi tío se puso de pie. Ana Ju, Benja y yo cruzamos miradas.
—Bueno, hay que revisar entonces de dónde vienen las náuseas, lo mareos—ella asintió—si. ¿A que huele?
—Hice gaspacho, de hecho estábamos terminando de cenar antes de que llegaras.
—Si, veo que estaban disfrutando muchísimo este momento y... no te interrumpo más, Leona. Si consuelo o tú necesitan algo, ya saben dónde estoy ¿si?
—Gracias por estar pendiente.
—Es lo mínimo que puedo hacer por ti—sin más se fue—.
Ok, eso fue muy incómodo.
P.O.V. Angie.
Estaba en mi habitación revisando algunas investigaciones que tenía, cuando mamá entró con una sonrisa.
—¿Qué haces, mi amor?
—Revisando algunas cosas, ma'—sonreí—¿qué haces aquí? Pensé que estabas dormida.
—No puedo dormir—dijo ella sentándose en mi cama, camine para sentarme a su lado—he pensado mucho ¿sabes?
—¿En qué, mami?—dije confundida—.
—En que a diario veo a Ana Julia y un poco a Liliana interesadas en querer saber de su pasado, pero a ti no Angie—hice una mueca—no es que me moleste, pero no entiendo por qué mi amor, estoy segura que tienes miles de preguntas pero ¿por qué no las haces?
—No se, una parte de mi quiere hacerlas, quiere saber todo pero... pero otra no—admití—no quiero que mi vida cambie, quiero quedarme tal y como hasta ahora. Contigo, con papá, con mis hermanos, mis titos, mis primos, mis tíos... solo eso, no quiero saber que tengo una vida la cual desconozco completamente y en la cual debo empezar desde cero.
Ella tomó mis manos.
—Voy a respetar eso, pero quiero que sepas algo—asentí—esa vida que desconoces, también es y será parte de ti. Por eso cuando quieras saber algo de ella, estaré aquí, mi amor ¿si? Sea lo que sea podemos hablarlo.
Asentí, ambas nos abrazamos fuertemente. No sabía hasta cuando, pero quería mantener mi idea.
Esta era mi familia, y quería que lo fuera siempre.
P.O.V. Liliana.
Habíamos terminado de cenar, ahora Leona nos estaba repartiendo un poco de helado a los cuatro.
—Para variar, estuvo muy rica la cena—dijo Ana Ju—.
—Gracias.
—Yo espero algún día poder cocinar como tú, Leona—le sonreí—.
—Ay, será un placer seguir enseñándote, Lili—me sonrió ella—.
—Además de la cena, también disfrute un buen de su compañía—habló Benja—ahora si espero y mi tío no se cabré después de que estuve aquí.
—No va a pasar nada—le dijo Leona—y todo esto valió la pena, al menos tuvimos un motivo para sonreír en este día.
—Hace muchísimo tiempo que no pasaba un rato así de... agradable—dijo mi tío—a pesar de todo lo que está pasando.
—¿Puedo darte un abrazo en agradecimiento por la cena?—le pregunté a Leona—.
—Claro.
—Ay yo también—sonrió Ana Ju—.
—¿Saben qué? Que sean tres, porque la cena estuvo rifadísima—dijo Benja—.
—Claro—rió ella—.
Los tres nos acercamos y la abrazamos sonriendo.
—Que dure eternamente—nos abrazó con más fuerza por lo que reímos—.
Después de separarnos, me senté y abracé a mi tío quien rió y me dio un beso en la cabeza.
—Espero que podamos repetir esta cena pero ya con Teo presente—sonreí algo melancólica—.
—Así va a ser, primero Dios, así va a ser—dijo Leona—.
—Oye Benja—lo llamó mi tío—podemos aprovechar para hablar de las opciones de trabajo en la empresa.
—¿Cómo?—le preguntó Leona—¿vas a trabajar en la oficina?
—Bueno si, le pedí al licenciado Gael que me de un chance pues porque estamos en temporada de vacas flacas—dijo algo divertido—.
—¿Qué, no te parece bien que Benja colabore con nosotros, que tenga una oportunidad de crecimiento dentro de la empresa?—le preguntó mi tío a Leona—.
—Si, si, si—sonrió ella—lo que no quiero es que se convierta en algo pesado, contraproducente para él. Pensando como si fuera su mamá, no quiero descuide la escuela, ni esos maravillosos cortes de pelo que hace—él rió—.
—Literalmente habló como si fuera mi mamá—todos ríenos—.
—Ya, no te preocupes Leona—dijo mi tío—tengo pensado para Benja algo que puede ser sencillo y beneficioso para la empresa.
Pero bueno, ya hablaremos de eso en la oficina.
—Podemos acompañarte si quieres, Benja—me ofrecí—aunque estoy segura que Angie lo hará primero—dije divertida, él rió—.
Leona le extendió helado a mi tío.
—¿Más helado?—enseñó que tenía dos—en este momento ya tenía mucho...
—Pues si no quieres, yo si—dije quitándole el ese a mi tío—.
—¡Ey!
—Me parece bien, no puedes estar muy consentido Gael—rió Leona—.
Todos reímos. Benja y yo nos pusimos a comer del helado que le había quitado a mi tío, Ana Ju reía divertida.
Creo que esa fue la mejor noche que pasamos los cinco, sin dudarlo.
P.O.V. Angie.
Después que mamá se fue, me quedé andando en redes sociales hasta que me diera sueño y por fin dormirme. Pero eso fue interrumpido porque una llamada entró en mi celular.
Me senté para ver bien...
Era Benja.
Dudé unos segundos pero finalmente contesté.
—Hola—dije algo bajo, pero se que podía oírme—.
—Bonita—habló el del otro lado—en serio, lo siento, sé que quizás estás molesta por lo que dijo mi abuela, por eso te pido perdón.
—No hace falta, Benja—hablé para tranquilizarlo—está todo bien.
—¿Estás segura? Te vi muy callada después de eso, ademas quisiste irte rápido y...
—Está bien, Benja—reí levemente deteniéndolo, ya que estaba hablando muy rápido—admito que si me incomodé un poco pero ya pasó.
—Entonces... ¿estamos bien?—sonreí levemente—.
—Claro que si, no podría enojarme contigo—él rió—.
—Eso espero siempre, eh—bromeó él—bueno, ya que sé que estamos bien y estás tranquila, puedo dormir en paz. Buenas noches, descansa... te amo.
Antes que pudiera contestar él había colgado. Sonreí mirando el celular, era increíble lo que Benjamín me hacía sentir, jamás supe lo que era estar enamorada hasta que llegó él.
¿Lo nuestro duraría para siempre?