Infame

By marion09

106K 20.2K 1.6K

Mujeriego, rompecorazones, infame... A Brad su reputación lo condena y Eva está dispuesta a todo para que rec... More

INFAME
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35

Capítulo 28

2.5K 524 35
By marion09

―Victoria ―pronunció Bradley apretando la mandíbula luego de una pausa en la que respiró hondo para tranquilizarse―. Creo que deberías dejar de beber, tanto alcohol te está haciendo alucinar.

Ella sonrió.

―Ya sabes lo que dicen, los borrachos no mienten.

El rubio volvió a respirar hondo.

Eva debería elegir mejor sus amistades, pensó resistiéndose a creer lo que decía sobre ella. Estaban claras las intenciones de la chica, sus insinuaciones no eran nada sutiles y era probable que con su historial, creyera que tenía una oportunidad real.

―Entonces quizás no estés tan borracha como pensé ―replicó muy serio.

Victoria volvió a soltar otra risita y colocó una mano en su mejilla para obligarlo a mirarla a los ojos.

―Bradley ―pronunció, pero no pudo terminar con lo que iba a decir porque alguien la interrumpió desde uno de los costados.

―¡Vicky! ―oyeron y Brad reconoció la voz de quien provenía enseguida.

Se giraron hacia allí y él prácticamente saltó de su taburete cuando la vio, alejándose un paso de la otra mujer. Victoria en cambio, se limitó a mirarla con una expresión relajada y no se movió de su sitio.

―Eva ―articuló él, sorprendido aunque feliz de encontrarla por fin.

La joven parpadeó, como si recién lo hubiese reconocido.

―Disculpen la interrupción ―contestó luego de unos segundos de silencio y volvió la vista hacia Victoria―. Te estaba buscando, estaba preocupada porque no volvías, pero ya veo que estás ocupada.

―Ah, creí que ni te habías dado cuenta de que me fui. No me gusta como me mira Connor, como si fuera un bicho raro.

¿Connor? Así que el famoso Connor estaba allí, pensó Brad. No podía perder esa oportunidad de conocerlo.

―¿Quién es Connor? ―se arriesgó a preguntar, quizás Victoria lo delataría, tan ávida de compartir información como estaba.

―Un idiota pomposo ―replicó esta última y Eva pretendió que no lo había oído.

―Tal vez empezaron con el pie izquierdo, no es tan malo como parece ―intervino ella―. Te propondría volver y obligarlo a que se disculpe, pero me parece que estás más entretenida aquí.

La rubia sonrió.

―Bradley y yo estábamos teniendo una conversación muy agradable ―musitó―. Regresa con tus amigos, Eva. No te preocupes por mí, prefiero estar con quien soy bien recibida.

Brad se giró hacia Victoria arrugando la frente por lo que acababa de insinuar, pero dejó de prestarle atención enseguida porque le importaba más lo que Eva pensara que lo que ella dijera.

―Eva, no es lo que... ―dijo extendiendo un brazo hacia ella.

―No tienes que explicar nada ―lo cortó―. Estás en todo tu derecho a hacer lo que quieras con quien quieras.

―¿Cómo lo haces tú? ―replicó él en un impulso y se arrepintió de inmediato.

Eva pareció asombrada por sus palabras e incluso vaciló al contestarle.

―Exacto ―compuso viéndolo a los ojos y se mantuvo así por un instante antes de mirar a Victoria por última vez y darles la espalda a los dos.

―Eva ―insistió Brad, pisándole los talones―. Eva, no...

―Regresa a lo que estabas haciendo, Bradley. Sea lo que sea ―espetó sin mirarlo.

―No tengo ni quiero nada con Victoria ―aseguró tomándola de un brazo para que dejara de intentar alejarse―. Mírame para que veas que te estoy diciendo la verdad, yo nunca te he mentido.

―Verdad o mentira no tiene importancia, ya hablamos de esto, Bradley ―dijo desviando la vista―. Ahora te agradecería si me soltaras.

Aunque a regañadientes, hizo lo que le pedía. No obstante, dio un paso más cerca de ella para cerrar la distancia que los separaba sin llegar a tocarla.

―Para mí sí importa porque eres la única mujer en la que pienso ―pronunció resistiendo la tentación de tomar sus labios―. ¿Es cierto que estás con alguien más, Eva? ¿Es por eso que te has alejado así de mí cuando estábamos tan bien? ¿Lo has hecho por David?

―¿Vicky te ha dicho eso?

―No respondes mi pregunta ―señaló―. Victoria me ha dicho muchas cosas interesantes, pero no sé cuánto debo creerle.

―¿Qué ha dicho? ―inquirió ella conteniendo el aliento.

Brad deslizó un dedo por una de sus mejillas.

―Que no me mereces porque solo me has seducido con la esperanza de recuperar tu antiguo puesto ―resumió y reconoció su expresión culpable en un segundo.

―¿Y le has creído?

―Lo hago ahora que veo la culpa plasmada en tu rostro ―musitó sin saber cómo sentirse al respecto. Victoria lo había dejado perplejo con esa confesión, pero él nunca había terminado de creerle, se había aferrado a la idea de que podría ser mentira―. Si lo pienso bien, tiene mucha lógica. Qué lástima por ti que no te hayan salido las cosas como esperabas. Espero que al menos te hayas divertido un poco en el intento.

Eva lo miraba prácticamente sin parpadear.

―Lo hice, los dos lo hicimos ¿no?

―¿Sabes qué es lo peor? Que tú plan podría haber resultado si lo hubieses modificado un poco ―farfulló él―. Si hace una semana me hubieses pedido recuperar tu puesto, habría hecho cualquier cosa con tal de complacerte. Solo tenías que pedirlo.

Eva suspiró.

―No quería lastimarte, nunca tuve la intención de hacerte daño. No soy tan cruel aunque quizás estés pensando lo contrario.

La realidad era que Brad no sabía qué pensar ni cómo sentirse. Tampoco sabía qué hacer, si alejarse de ella o cargarla en sus brazos para irse de allí juntos.

No tuvo que decidirse por ninguna de esas opciones ya que alguien más los interrumpió antes.

―¡Eva! ―dijo un hombre desconocido que la abrazó antes de que ella pudiera decir algo―. ¿Qué haces jugando con la coronarias de Connor y ausentándote de su lado por tanto tiempo en un lugar como este?

La joven abrió los ojos como plato, pero no pudo evitar sonreír, no por el chiste, sino por ver a su hermano después de tanto tiempo.

―¡Benny! ―exclamó y le devolvió el abrazo―. ¿Qué haces aquí?

―David lleva más de un mes recordándome su cumpleaños, no podía fallarle ―comentó y miró a Brad con una expresión amistosa y relajada.

Eva sintió que toda la sangre de su rostro desaparecía.

―Bradley ―pronunció primero con el ceño fruncido y luego estiró un brazo hacia él―. Ha pasado un largo tiempo ¿no?

―Benjamin ―articuló el aludido y estrechó su mano todavía muy confundido―. ¿Cómo estás?

―Cansado de la vida, la verdad ―comentó de manera despreocupada e inocente―. Pero feliz de tener la oportunidad de volver aunque sea por una noche para poder beberme un trago con mi hermanita.

Dijo lo último pasando un brazo por encima de los hombros de Eva y mirándola con cariño.

―¿Hermanita? ―repitió Brad.

Benjamin se rio.

―Bueno, ya sé que es una adulta responsable, hermosa y muy trabajadora, pero tengo todo el derecho a seguir viéndola como mi hermanita, seguro que te pasa lo mismo con la tuya ―murmuró mientras Eva sentía que estaba a punto de salírsele el corazón del pecho―. ¿Ese es Robert? Hace siglos que no lo veo.

Alzó una mano saludando al susodicho que tendría que estar detrás suyo, pero Brad no podía ni siquiera pensar en girarse para comprobarlo.

¿Cómo era posible? Seguía preguntándose. ¿Eva y Benjamin eran hermanos?

―¡Ben! ―saludó Rob cuando se acercó. Estrechó su mano con la derecha y le dio una palmada en la espalda a su primo con la izquierda.

―¡Pero qué coincidencia! ―continuó Benny y le hizo algunas preguntas sobre su vida en general.

Robert respondió alegre y amable mientras que ni Brad ni Eva participaron de la conversación o si quiera la oyeron.

―Bueno ―dijo Ben después de un momento―. Ya no los entretengo más, ha sido un gusto verlos a los dos. ¿Vamos con el resto, Eva? Aprovechemos a ponernos al día y a molestar un poco a Con.


Cuando se marcharon, con Eva sin decir ni una sola palabra más, Brad permaneció muy quieto, todavía en estado de shock, hasta que su primo le dio un codazo para llamar su atención.

―¿Has oído lo que dijo?―le preguntó cuando recuperó el habla.

―¿Qué parte?

Brad se giró hacia él.

―Ha dicho que Eva es su hermana.

Rob parpadeó y luego asintió despacio.

―¿Eso dijo?―compuso con una mueca e hizo una pausa que levantó sospechas en Bradley.

―¿Tú... lo sabías? ¿Cómo es que lo sabías? ―exclamó arrugando la frente.

Ya que el secreto se había descubierto, a Robert no le quedaba más que decir la verdad.

―La vi ayer cuando fui a visitarte ―respondió de manera simple―. No sabía que Eva trabajaba contigo hasta ese momento.

―No, Robert. Me refiero a cómo sabías que es la hermana de Benjamin ―señaló alzando la voz.

Rob miró a sus alrededores para comprobar que no estaban llamando demasiado la atención. Sus guardaespaldas estaban a pocos pasos, pero eso no significaba que pudieran armar un escándalo de forma gratuita. Era una suerte que aún nadie hubiese reparado en ellos, la mayoría de los presentes tenían varias copas encima y no parecían prestarle mucha atención, pero era cuestión de tiempo hasta que uno lo reconociera y se desatara ese caos que tanto detestaba.

―Tranquilízate un poco ―le advirtió a Brad colocándole una mano en el hombro―. Yo no soy el que tiene que dar explicaciones aquí, hemos venido porque sabías que ella estaría en este club, ¿no? Este encuentro no fue una coincidencia. ¿Qué tienes con Eva, Bradley? Creí que era tu asistente y nada más.

―Me estás cambiando de tema, ¿de dónde la conocías? ―insistió el rubio.

Robert suspiró, exasperado.

―De la vida, Brad. Del jardín de infantes, del colegio... Pasaron muchos años desde que la ví por última vez, pero no me olvido tan fácil de una cara que vi durante tanto tiempo. Además, ¿cuántas Eva Morton hay en el mundo? O en esta ciudad por lo menos...

Brad volvió a quedarse mudo y Rob se apiadó de él.

―Volvamos con el resto, o van a pensar que nos han raptado.

―Benjamin tiene dos hermanos ―siguió diciendo Brad mientras caminaban.

―Ambrose y Connor ―agregó el príncipe―. Y una hermana. Eva es la más pequeña. ¿De verdad no te acuerdas? Estuvo con Nina en Londres.

―Mmm ―murmuró volviendo a asentir aunque con la mirada perdida―. Ya veo, ya sé quién es... Y también por qué no la reconocí.

Llegaron al sector donde se encontraban el resto de sus primos y Brad se sentó en silencio bajo la mirada curiosa de todos. Tomó el trago que le ofrecieron y luego varios más mientras repasaba los recuerdos que tenía.

Ahora todo tenía lógica. Mientras más lo pensaba, más respuestas hallaba a aquello que varias veces se había preguntado.

Lo único que no entendía era por qué no le había dicho quién era. ¿Por qué ocultárselo? Estaba claro que en algún momento terminaría por enterarse.

Robert se puso de pie luego de un rato ―o quizás horas, Brad no llevaba la cuenta― y anunció que era hora de irse a casa. No le dio lugar a negarse, aunque tampoco pensaba quedarse, no tenía sentido.

Quería hablar con Eva, pero con sus hermanos presentes imaginaba que no había posibilidad de hacerlo en privado. Quedarse y dar vueltas a su alrededor como un acosador no iba a beneficiarlo en nada tampoco.


No obstante, a pesar de sus buenas intenciones, parecía que el destino se le había puesto en contra porque cuando estaba saliendo del local, Eva fue la primera persona a la que vio. Estaba de pie junto a David y el bendito y famoso Connor que no era otro que su hermano.

Ella también lo vio enseguida y no desvió la mirada, cosa que Brad tomó como una señal para acercarse.

―¿Te parece una buena idea? ―preguntó Rob con cansancio al percatarse de sus intenciones―. ¿Por qué no lo dejas para cuando estén los dos un poco menos ebrios?

―Solo será un minuto ―respondió él sin mirarlo y siguió su camino en línea recta.

―Te esperaremos por aquí, trata de no armar un escándalo ―murmuró sabiendo que lo que pidiera sería en vano.

Brad siguió caminando y vio que Eva le decía algo a sus acompañantes. Connor no se vio nada contento, pero tampoco intentó detenerla.

Cuando se acercaron y se detuvieron a mitad de camino, ella fue la primera en hablar.

―Seguro tienes muchas cosas para decirme, pero este no es el momento ni el lugar ―le advirtió.

―Nos vemos en tu departamento, entonces.

―Esta noche no, no estamos en condiciones ―suspiró Eva―. Mañana, quizás. Y aquí mi hermano no nos va a dar mucho tiempo antes de intervenir.

―Tu hermano, Connor ―comentó haciendo énfasis en el nombre.

Ella asintió.

―Sí.

―¿Por qué no me dijiste quién eras, Eva? ¿Por qué lo ocultaste?

La expresión de ella se transformó en una de enojo.

―¿Es que acaso cambié mi nombre? La primera vez que nos vimos en la oficina de tu padre te dije quien era, Brad. Fuiste tú el que no me reconoció, me trataste como a una extraña e intentaste flirtear conmigo como lo hacías con todas.

―¿Por eso me rechazaste y me trataste tan mal? ¿Porque no supe quién eras?

―¿Tú qué crees? ¡Nos conocíamos de toda la vida y no me reconociste estando frente a frente! ―exclamó exasperada―. ¿Cómo crees que me hizo sentir? Sabía que yo había cambiado, pero... aún así.

Brad tragó en seco, sin saber cómo responderle.

―Lo siento, es que... habían pasado muchos años, Eva.

Ella soltó una risita amarga.

―No te ha costado nada reconocer a mi hermano en medio de la oscuridad ―apuntó―. Y Robert no necesitó que le dijera ni mi nombre para saber quién era. Pero tranquilo, que en parte lo entiendo. Siempre te resulté desagradable, o por lo menos invisible, no era el tipo de chica en la que ponías tu atención.

―Eva...

La joven no lo dejó decir mucho más.

―Es la verdad, no intentes negarlo. Pero ponte en mi lugar, ¿por qué iba a recordarte que yo era esa chica, una de la que quizás no te acordarías ni aunque lo intentaras?―continuó―. Entiendo lo que debes estar sintiendo en este momento, pero no me culpes por no andar recordándole a todo el mundo quien soy si la mayor parte del tiempo soy yo quien quiere olvidarlo.

―Está bien ―balbuceó Brad―, pero...

―¿Está todo bien aquí? ―inquirió Connor apareciendo con los brazos cruzados―. ¿Qué tanto tienes que hablar con mi hermana? Este no es un horario laboral, Bradley.

El aludido giró la cabeza despacio, de malhumor por la interrupción.

―¿Disculpa?

―Ya terminamos, Connor. No empieces ―se apresuró a decir ella.

―No hemos ni empezado, Eva ―replicó Brad.

Connor alzó una ceja, pero la joven no lo dejó responder.

―Por esta noche, no tenemos más que hablar, Bradley ―sentenció―. Hablaremos cuando los dos estemos sobrios y hayamos tenido tiempo de pensar todo lo que queremos decirnos.

Cuando terminó de hablar, le sostuvo la mirada durante un segundo para reforzar sus palabras y tomó a su hermano por un brazo para alejarlo junto a ella.

❧ ☙❧ ☙

Continue Reading

You'll Also Like

216K 16K 27
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...
38.3K 2.2K 31
Violeta Hódar jamas espero ser madre tan joven, pero la muerte de su mejor amiga la obliga a serlo, con miedo a ser el fracaso que dicen sus padres;...
32.7K 2.8K 13
ESTA HISTORIA NO ME PERTENECE SOLO LA COMPARTO, PERTENECE A SU RESPECTIVO AUTOR ENTRAR PARA MAS INFORMACION Autor(es) 弥语 105 Capítulos + 6 extras
5.4K 609 24
Alexa quiere vengar la muerte de su hermano ,pero está el. ¿que pasa cuando cree tener su propósito y sentimientos claros, sin embargo no es así? ¿...