Anxiety | Max Verstappen

بواسطة montxee

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El mundo da un vuelco cuando la primer mujer en la Fórmula 1 se hace presente en el Paddock. Camille Watson... المزيد

Personajes
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
FOTOS
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 12.5
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51

Capítulo 38

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بواسطة montxee

"Primer Aniversario"

12/enero/2023

Año Nuevo había sido un día especial, pasé la noche con mi madre en la bahía y después de eso fuimos a cenar a las 3:00am.

Empezando nueva temporada y por fin es momento de volver a la fábrica.
Me habían presentado al W14 desde finales de noviembre del año pasado, pero al fin estaba terminando de cobrar vida.
He estado en la central de Mercedes desde las 8:00am haciendo algunas pruebas, grabando contenido o simplemente tomando algunas fotos.

Toto me dio tiempo libre para ir a comer y después regresar a una última junta.

La zona de comida de la central no es muy grande, pero siempre es agradable conversar con ingenieros, mecánicos, otros pilotos o incluso estar sola.

Estaba a punto de terminar mi último bocado, cuando una voz me sacó de mis pensamientos.

—¡Cami!

Reconozco la voz inmediatamente, volteo para buscar de dónde proviene.

Mick estaba a unos cinco metros, caminando rápidamente hasta mi lugar, le regalé una sonrisa, dejó mis platos en la zona que tienen que ser depositados y después ir a su encuentro.

—¡Feliz primera junta de la temporada!

—¡Gracias!, realmente me siento increíble de estar aquí. Tal vez no pueda estar arriba del monoplaza todo el tiempo, pero me gusta pensar que puedo ser de mucha ayuda— su sonrisa es pequeña pero genuina.

—Así lo será, Mick— le devolví la sonrisa.

Son casi las 3:30pm cuando la junta termina, estoy un poco cansada pero al mismo entusiasmada por todo lo que envuelve a la nueva temporada.

—Ey Cami, ¿Te gustaría ir a tomar un café después de aquí?— Mick habla en el momento que salimos de sala de juntas.

—Uhm, me encantaría pero ya había hecho planes, ¿Te parece que lo tomemos la siguiente semana?

Su sonrisa de Mick no se desvanece, pero si se achica ligeramente.

—Entiendo, nos vemos la siguiente semana— me da un suave apretón en la mano, en señal de comprensión y camina hacia la salida de la central.

—¿Planes?— Lewis sale de la habitación contigua, regalándome una sonrisa media.

—Sí, planes.

—¿Max?— pregunta.

Me quedo callada, mordiéndome el labio inferior.

—No debi haberte contado esa vez.

—Lo sé, pero estabas pasándola mal, con todas esas fotos de Max y Kelly por todas partes— hace una pausa— No es de mi incumbencia Camille, eso lo sé, pero eres mas que mi compañera de equipo, eres mi amiga. Odiaría que alguien ajeno se enterara de esto y de alguna forma arruinaran tu carrera.

Suspiré.

—Todos los días pienso lo mismo, ¿Qué pasará con nuestro trabajo el día que esto salga a prensa? Me da muchísimo miedo pensar en eso, me gusta creer qué tal vez no será así, que lo que sentimos por el otro no va a interferir entre nuestra carrera, pero es algo muy difícil.

Lewis me mira con comprensión.

—Bueno, no te preocupes por cosas que aún no pasan o tal vez no pasen— posa su brazo sobre mis hombros, dándome un corto abrazo.

—Sí...

En el auto de regreso a casa solo me quedo pensando, mis ojos están puestos en el camino pero mi cabeza está perdida quién sabe dónde.

Siempre me han dicho que para ser piloto tienes que tener una mentalidad muy estable, y aunque me cuesta muchísimo poder mantenerla en línea, no la he descuidado tanto como la gente cree.

En un deporte como este en el cual tienes mucha presión sobre tus hombros es de suma importancia tener salud mental y física.
Y la mía se vio suspendida de un hilo en los últimos meses, pero en parte Max me había ayudado a sentirme más tranquila en todo momento.

No sé qué hubiera hecho sin él.
No sé qué haré sin él.

Me estaciono frente a casa, tomo mis cosas antes de bajar del auto.

Mi cabeza no puede dejar de pensar, la conversación con Lewis me dejó una sensación de inestabilidad.

—Hey, bonita.

Mi burbuja de ensoñación es quebrantada por una voz que en primera instancia no reconocí ya que fue como un susurro.

Pero cuando mis ojos conectaron con los suyos, esos preciosos ojos azules, inmediatamente supe de quien se trataba.

—Hola, cariño— sonreí, sentándome a su lado en las escaleras de la puerta.

Max me da un beso en la mejilla y después pasa su brazo por mi cintura, acercándome a su cuerpo.

El olor de su colonia no tarda en aparecer, me embriaga y me hace volver a sonreír.

—¿Estás lista?

—Sí, solo déjame pasar a servirle la cena a Luna y nos podemos ir— le di otro beso en la mejilla antes de levantarme para abrir la puerta.

Hace exactamente un mes empezamos a salir de manera formal, y aunque la única diferencia de lo que éramos antes es la etiqueta, debo decir que hace semanas que no me encontraba igual de feliz.

Max entró detrás mío a la casa, cerrando la puerta detrás suyo.

—¿A donde vamos a ir?— pregunto, antes de dejar el plato de Luna al lado de su recipiente de agua.

—Es una sorpresa— sonríe.

—¿Me regalas alguna pista?— lo veo con los ojos entrecerrados.

—No.

Ruedo los ojos a manera de broma, provocándole a Max una pequeña risa.

—Está bien, vámonos— me agacho para dejar un beso en su pequeña cabeza de Luna, quien me regresa el gesto moviendo su cola.

Max toma mi mano antes de caminar a la acera.
Inmediatamente la suelto cuando me doy cuenta que hay una familia paseando en el otro lado de la calle.

—Lo siento...

—Ey, tranquila cariño, ambos sabemos que no va a ser fácil, pero tampoco es imposible, ¿Verdad?— vuelve a unir nuestros dedos cuando nos percatamos que ya no hay nadie cerca.

Tal vez sí, tal vez si es imposible, pensé.

Asiento levemente porque no puedo imaginarme diciendo en voz alta que lo nuestro es enteramente posible.

Caminamos al auto de Max, quien se encarga de abrir primero mi puerta, ayudarme a subir y después camina al otro lado del vehículo.

—Antes que nos vayamos y se estropee— voltea hacia los asientos traseros, mostrándome una pequeña caja blanca— Hice esto para ambos.

Sonrío, tomando la caja entre mis manos.
La abro con cuidado, sonriendo aún más cuando me di cuenta de lo que había dentro.

—Feliz primer mes juntos, novia— su labios dejan en los míos un corto beso.

Un pastel adornado con el enunciado "feliz primer aniversario"

—¿Tu lo hiciste?— siento mi corazón latir rápidamente.

—Para no creerse, ¿Verdad?

—Seguro tu cocina está toda humeada— suelto una risita.

–Oh no, peor que eso, ahora tengo que comprar un nuevo horno— ambos reímos.

Vuelvo a guardar el pastel en la parte trasera del auto, asegurándolo para que no se arruine.

Cuando vuelvo a mi posición inicial, tomo las mejillas de Max entre mis manos, uniendo nuestros labios en un suave beso.

Max sonríe y yo también.

La siguiente media hora Max conduce y esta vez ni siquiera sé a dónde vamos, pero la carretera comienza a alejarse de la ciudad con cada kilómetro que recorremos.
Lo único visible son unos enormes árboles, un color verde extendiéndose a la vista y más, el olor a pino y el aire que comenzaba a ser cada vez más frío.

—Déjame adivinar, nuestra cita es con temática de los Juegos del Hambre, y debo de besarte enfrente de un montón de patrocinadores para que nos den unas hogazas de pan.

—No, pero cerca. En realidad vamos a conjurar un patronus en medio del bosque para salvar a tu padrino al borde la muerte.

Finjo abrir la boca en sorpresa, haciendo un gesto de preocupación, Max ríe inmediatamente.

Cuando detiene el auto, hemos entrado en un sendero en medio del bosque, el olor de pino y pasto mojado es más evidente, inhalo el aroma, sonriendo.
Frente a nosotros hay una pequeña cabaña, la cual tiene una chimenea y está rodeada de piedras.

—¿Rentaste una cabaña?— volteo a verlo con un gesto de emoción.

—No, no pude encontrar a los dueños, pero se me ocurrió otra idea— sonríe antes de bajarse del auto.

Presiona un botón de las llaves para descapotar el vehículo, camina hacia el maletero, sacando tres frazadas, dos almohadas y un montón de snacks.

—Aún no entiendo— susurro.

Por último saca lo que parece un pequeño proyector, enchufándolo a la corriente del auto, y al mismo tiempo enlazándolo a su celular.

La imagen se proyecta en la pared de la cabaña, como un autocinema portátil.

—Max...

—¿Es mejor que la cabaña?

Doy pequeños brincos, y después me lanzo a sus brazos, quienes me reciben inmediatamente.
Reparto besos por todo su rostro y finalmente uno nuestros labios.

—Definitivamente.

Acomodamos las frazadas y almohadas, también los asientos de piloto y copiloto.

Tiempo después estamos acostados, envueltos en el calor de las frazadas, comiendo el pastel que Max había horneado, que debo admitir, estaba riquísimo.

Harry Potter y el prisionero de Azkaban, una que otra romcom, Cars, y mas películas que descargó Max en su celular son nuestro entretenimiento por horas.

Me inclino a los asientos delanteros para sacar algo de mi bolsa.

—¿Te molesta si tomo una foto?

Max niega con la cabeza y me regala una sonrisa.

Sostengo la pequeña cámara instantánea entre mis manos, Max sonríe cuando la apunto hacia él.
El destello del flash lo hace parpadear fuertemente y luego suelta una risa.

—Pensé que le tomarías una foto al bosque, no que me dejarías ciego— se talla los ojos con una sonrisa.

—Una disculpa, no creí que el flash sería tan fuerte.

Tomo otra foto con ambos sonriendo en ella, después, Max me arrebata la cámara y me toma una desprevenida.

Cuando sale la foto y tengo que agitarla para revelarla, Max suelta una carcajada sonora y yo también.

—Parezco constipada— vuelvo a reír cuando Max me enseña la foto en totalidad.

—Pero aún así te ves bonita.

—Uy si, con un ojo cerrado y el otro abierto. Parezco el bebote de Toy Story— Max vuelve a reírse, lo cual me provoca una enorme sonrisa.

Tomamos más fotos.
En una sale Max comiendo pastel y sus labios están llenas de betún, en otra salgo yo alzando el pulgar, otra en la que Max hace una cara extraña y yo lo veo con un gesto gracioso, en la última Max besa mi mejilla y yo sonrió enormemente.

Cuando ya ha oscurecido en su totalidad, nos quedamos contemplando el cielo estrellado en completo silencio.

—Eres todo un románico, Verstappen— susurro, mis ojos viajan a los suyos, conectándose en el camino.

—Solo por ti.

Vuelvo a sonreír, acurrucándome en su pecho.
Su fragancia, combinado con la suave brisa en el ambiente y las caricias en la espalda hacen que cierre los ojos.

...

Cuando los vuelvo a abrir, la luz del sol ya es levemente visible entre los árboles.

El pecho de Max sube y baja pausadamente, sus ojos siguen cerrados, tiene un poco de saliva en su barbilla, lo cual hace que ría internamente.

Le doy un beso en el brazo con la intención que despierte pero otro sonido me deja helada.
Algo que identifiqué como el "click" que hace una cámara cuando se toma una foto.

Inmediatamente sentí mi corazón retumbar en mi pecho y mi estómago contraerse.

Tal vez fue mi imaginación.

Pero cuando lo volví a escuchar acompañado de unos murmullos fue cuando se me vino el mundo encima.

Me arrinconé lo más posible en el pecho de Max, tratando de despertarlo.

—Max...Maxie.

Mis dedos temblaban, y mi voz estaba a punto de que quebrarse.
El cuerpo de Max se descomprime y sus ojos se abren, me regala una sonrisa enorme, pero cuando se da cuenta que no se la devuelvo, la preocupación es evidente en su rostro.

—¿Todo bien preciosa?— une nuestros dedos pero no puedo formular las palabras.

Entonces cuando suena el tercer click, Max también se pone en modo alerta, su respiración es entrecortada y sus dedos comienzan a temblar.

—No te muevas linda— susurra en mi odio, pero estoy segura que estoy paralizada del miedo y que en realidad no hay forma en la que mi cuerpo reaccione.

En su pantalón busca la llave del auto, volviendo a presionar el botón del capote, y al mismo tiempo sube las ventanas.

Se mueve al asiento del piloto, enciende el vehículo y arranca un segundo después.
Mi mirada está perdida en el camino pero siento que la sangre no corre por mis venas, me falta aire y siento las manos sudorosas.

—Cami, yo...

Sigo en un estado de trance, es como si toda mi carrera pasara frente a mis ojos.

Todo se fue al carajo, en menos de cinco minutos.

****
Alexa reproduce "Last Kiss" de Taylor Swift, por favor.

Pues que les digo, desde este momento todo valió madres.

¿Qué creen que pase después?
Quiero leer sus conjeturas y opiniones de este capítulo.

Los reales sabemos que la cita de Max y Cam está inspirada en la cita que tienen Lorelai y Chris (soy team Luke pero ese momento se me hizo precioso y realmente quería hacer algo similar en este libro)

Espero me sigan queriendo después de estos capítulos😞

Cam en la foto que tomó Max:

Max en la foto que tomó Cam:

Ustedes leyendo la última parte del capítulo:

Ustedes conmigo:

Lewis dándose cuenta que manifestó indirectamente la ruptura de Maxam:

Este capítulo lo tenía en mente desde que comencé a escribir el libro, y al fin tomó forma.
Debo decir que amé como quedó.

Esta soy yo escribiendo los próximos capítulos, me duele al igual que ustedes.
Pero créame cuando les digo que se viene drama del bueno

290 votos y 100 comentarios para desbloquear el siguiente capítulo (ya casi está terminado de escribir así que depende de ustedes😽)

¡FELIZ RACE WEEK E INICIO DE TEMPORADA!

~Con mucho cariño, mon🫶🏻

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