"Regalos, celos y cielo estrellado"
Corrí inmediatamente a abrazar a mis amigas que tenía meses de no ver, después a Charles que me recibió con una enorme sonrisa, Lewis que inmediatamente abrió los brazos para sujetarme, gente que hacía mucho no veía, Lando, Daniel, Carlos, Pierre y la mayoría de los pilotos estaban ahí.
—¡Feliz pre cumpleaños Cami!— la voz de Mick detrás mío hace que voltee.
Al principio dudé en abrazarlo porque sé que Max está detrás mío, así que solo le regalé una sonrisa pero cuando Mick abrió lo brazos no encontré una manera de negarme.
Así que solo me limité a darle un corto abrazo, susurrar "muchas gracias" e inmediatamente apartarme.
Saludé a cada una de las personas que estaban comenzando a bailar y a tomar como si su vida dependiera de ello.
No sé a quien se le había ocurrido la idea de hacer la fiesta cerca de la playa pero la vista era increíble, sobre todo porque la luna iluminaba el mar de una manera impresionante.
Había mucho ruido, gente cantando, la música retumbando y conversaciones lejanas apenas perceptibles para el oído.
El salón era enorme, con unas enormes puertas que dan acceso a la habitación y otras del otro lado para salir a la playa.
Luces neón, una pista de baile amplia, mesas donde había diferentes botellas, otra mesa con regalos, en general estaba abarrotado el lugar.
Busqué con la mirada a Max para agradecerle pero simplemente no lo encontré a primera vista.
—¿Todo en orden?— pregunta Charles.
Le sonrío enormemente, aún no dimensionaba la sorpresa, pero lo que sí sabía que estoy muy feliz.
—Sí, todo está más que bien.
Charles me devuelve la sonrisa, en una de sus manos trae una corona pequeña y una cinta dorada con la leyenda "Birthday girl" la cual me ayuda a colocarme.
—Vamos a bailar, ¿Te parece?
Asiento, mientras me sujeta de la muñeca para hacernos camino al centro de la pista.
Max había desaparecido unos minutos, pero después regresó con unas copas y esa sonrisa.
La música era tan diversa, pero era movida, el ambiente era perfecto, parecía que por fin nada podría arruinar la fiesta.
Max tomó mi mano y me apegó a su cuerpo, en primera instancia me tensé, pero volteé alrededor, nadie nos prestaba atención, al menos no hasta que Charles me vio con una risa divertida y siguió bailando.
Pasaban las horas, los tragos y las risas, en un momento me alejé un poco para ir a tomar un vaso de agua.
Cuando regresé Charles estaba hablando con Lewis, Carlos y Max.
—Eso fue el febrero pasado, jamás la había pasado tan bien en un concierto— Charles alza la voz para que los demás lo escuchen.
—¿De qué hablan?— me sitúo al lado de Max rozando mi mano con la suya, provocándole una sonrisa.
—Estábamos hablando de la última vez que asistimos a un concierto, y pues les estaba contando de la vez que fuimos juntos a ver a Måneskin— Charles parece eufórico al hablar.
—¡Oh Dios sí! Fue de los mejores conciertos a los he ido, Måneskin es una de nuestras bandas favoritas— tomo un trago de la bebida después de hablar, también con una sonrisa al recordar ese día.
—Juro que Camille estaba a punto de llorar en el momento en que el escenario se iluminó— Charles suelta una carcajada.
—Sí, pero solo porque pude ver de cerca a Vic De Angelis— tomo otro trago de mi bebida.
"Pero llorar por mi pierna" susurro, creyendo que nadie me escucharía, pero Charles que estaba al otro lado mío se carcajea de nuevo al escucharme.
—¡Camille Watson!— me reprende dándome un suave golpe en el hombro.
Pasan las horas tan rápido que ni siquiera me doy cuenta que ya casi es media noche.
Lewis sube a la tarima donde estaba el DJ para comenzar a hablar, toma el micrófono en manos y sonríe cuando todos nos volteamos a verlo.
—Es para nosotros un honor poder compartir esta noche con la chica del momento. Cam, sé con seguridad que todos aquí te apreciamos mucho y que eres muy especial en nuestras vidas. ¡Démosle un aplauso a la cumpleañera!— todos aplauden, Charles grita emocionado y Lando silba con sus dedos en la boca.
Sonrío enormemente y Max enlaza nuestros dedos, volteo a verlo de reojo y él me guiña el ojo.
La música vuelve a retumbar cuando dos personas aparecen del otro lado de la habitación con un gran pastel color rosa, decoraciones de fresa, crema pastelera y con el número 23 en unas velas doradas que parecen más grandes de lo normal.
Aplaudo al ver cómo todo fue planeado con exactitud y con mucho cariño, por primera vez en mucho tiempo pareciera que volvía a ser inmensamente feliz.
Charles me pasa un cuchillo el cual su mango es color rosa y tiene el logo de Mercedes, lo cual hace que suelte una risa involuntaria.
El pastel era delicioso, todos comen una rebanada mientras siguen bailando, algunas personas comienzan a irse debido a que ya casi son la 1:00am pero aún así hay bastante gente que sigue moviéndose de un lado a otro.
Mick se acerca lo cual me toma desprevenida.
—Cami, estoy a punto de irme, pero antes quería darte personalmente tu regalo— muestra con una sonrisa la pequeña caja envuelta en papel blanco con un moño dorado.
Veo a Max detrás de Mick, está completamente tensado, su mandíbula apretada, sus ojos escanean las escena y se acerca, lo cual es un alivio.
—¿Acaso ya estamos abriendo regalos?— Charles aparece detrás mío, su aliento huele a alcohol y su voz suena arrastra, pareciera que es el único que no se sabe controlar.
Mick asiente con una sonrisa, así que Charles corre a la mesa de regalos y vuelve con una caja, también envuelta en papel dorado.
—Vamos, ábrelo liebling— estoy consiente que Max también habla alemán, y el hecho de que Mick acabara de usar ese apodo hace que lo vea más seriamente.
Abro el envoltorio con cuidado al igual que la caja.
MAX'S POV:
Juro que sentí el estómago en los pies cuando Mick llamó de esa manera a Cam, pude haberle dicho que no se atreviera a volver a usar ese apodo, pero simplemente me quedé callado.
Cam me buscó con la mirada, se veía incómoda pero de alguna manera ambos sabíamos que no podíamos librarnos tan fácil de esa situación.
Cuando su vista regresa en dirección del regalo, su semblante cambia en sobremanera, se toma un segundo para verlo con detenimiento.
—Mick...
Sus palabras se quedan atoradas en su garganta, después veo la manera en que sus ojos comienzan a verse cristalinos.
Trato de acercarme para ver mejor lo que sea que está en esa caja.
—¿Dónde lo conseguiste...?— su voz se escuchaba levemente rota y eso me sacaba de mis casillas.
—Una tienda de antigüedades en Monza, esperaba ver más pero solo encontré este— la sonrisa de Mick hace que mi estómago se revuelva.
¿Que clase de cosa era la que le provocaba a Camille esa sensación?
—Mick no sabes cuánto lo agradezco, es un gran detalle— Cam se limita a darle un corto abrazo, y con el dorso de su mano limpiar las pocas lágrimas que corrían por sus mejillas.
—¡Caray no veo qué es!, Sácalo de la caja de una maldita vez Cam— Charles hace una broma pero agradezco que lo haya dicho.
Entonces cuando Cam sacó el regalo de la caja y lo mostró frente a todos supe que lo que yo tenía guardado en el auto no era ni la mitad de valioso que el regalo que tiene en manos.
—¡No jodas que conseguiste esto en Monza, tenía años sin verlo!— Charles toma con cuidado el regalo de Cam entre manos.
Cam sonríe, busco su mirada, pero está ensimismada observando el regalo que le dio Mick.
—¡Ahora es mi turno!— Charles se balancea al lado de Camille con torpeza, haciendo que la bebida que tenía en manos caiga al piso y parte de ésta ensucie el vestido de Cam.
—Oh mierda....
Cam voltea hacia el piso y después hacia el vestido.
—No te preocupes Charlie, fue un accidente, ahora vuelvo— camina hacia lo que creo que es el baño, desapareciendo entre la multitud.
Veo de reojo a Mick, quien habla cálidamente con Lewis y Charles sobre el regalo de Cam.
Camino en dirección del auto para buscar el sobre color rosa, y regreso de nuevo al salón, la música cambia, ahora comienza a sonar "I know places" claro que la reconocí instantáneamente, Cami nunca para de hablar de Taylor Swift, y estoy al tanto que es su canción favorita, de su álbum favorito.
Donde quiera que esté sé que la está cantando, la busco con la mirada, pero no la encuentro, me hago paso entre la gente pero pareciera que no está.
¿Donde está Cami y porque no está cantando a todo pulmón su canción favorita de su álbum favorito?
Tratando de buscarla choco con alguien, el sobre cae al piso, así que me agacho a recogerlo, pero otra mano es más rápida, tomando el sobre para observarlo.
—Toma— Mick extiende su mano en mi dirección, el sobre se ve pisoteado, haciendo que suelte un suspiro.
—Gracias— trato de disimular el hecho de que no me molesta su cercanía con Cami, mí Cami.
Estaba apunto de seguir buscándola pero pareciera que Mick tenía intenciones de no dejarme ir.
—¿Es cierto? Lo de ustedes dos.
Miré con incredulidad a Mick.
—Cam no tendría razón para mentirte— con los pulgares trato de limpiar las manchas del sobre.
—Lo sé, pero se me hizo algo bastante extraño, se odiaban cuando eran niños y hace tan solo unos meses ni habían cruzado palabra.
Sentía un ligero ardor en la punta de los dedos, los oídos me zumbaban pero apuesto a que es por el alto volumen de la música, o la molestia que me provocaba que Mick cuestionara lo nuestro, celos o todo combinado, la verdad no sé.
—¿Hace cuánto están juntos?— vuelve a hablar.
—Dos días— le regaló una sonrisa falsa.
Al fin y al cabo no es mentira, bueno, solo parcialmente.
Mick me escanea con la mirada y antes de que pueda decir otra cosa me encamino a seguir buscando a Cami.
Las canciones siguen cambiando, ahora sonaba Voulez-Vous de ABBA, es curioso, porque la película favorita de Cami es Mamma Mia.
Tantas canciones que estoy segura que le encantan y no está ahí para cantarlas.
No sé porque se me cruzo por la cabeza voltear a ver la playa, pero me alegra haberlo hecho.
Caminé, tratando de acomodar mis pensamientos.
Mick le había regalado uno de los monoplazas a escala que Cami solía coleccionar después de cada carrera que ganaba su padre, y por lo que leí en el grabado, decía la fecha del Gran Premio junto con una pequeña estrella.
Debí haberlo pensado mejor, darle un regalo con un significado profundo, pero esa oportunidad me la había arrebatado Mick.
—¿Cami?
Cam voltea al escuchar su nombre, pero sonríe cuando se da cuenta que soy yo.
Aún tiene el monoplaza entre manos.
—Estaba a punto de volver, solo quería venir a apreciar un rato el mar.
Me senté a su lado, inmediatamente recarga su cabeza sobre mi hombro.
—Aveces deseo verlo, aunque sea una última vez; Regresar a esos días donde lo podía ver diariamente, decirle lo mucho que lo amo y lo agradecida que estoy por siempre apoyarme sabiendo lo difícil que sería hacer cualquier cosa sin él— su vista está clavada en el auto.
En mi cabeza se produjo un click, su padre, el monoplaza, la estrella grabada, el cielo despejado, todo coincidía.
—Fue un gran piloto, pero estoy seguro que fue un mejor padre— nunca sé qué decir en este tipo de situaciones, pero el comentario hace sonreír a Cam.
—El mejor de todos.
Nos quedamos en silencio un momento, observando el cielo, totalmente despejado, varias estrellas centellan en el cielo, la luna se refleja en el mar, las olas se rompen, todo era tan pacifico.
—Max, me aseguraré de hablar con Mick, no me siento cómoda que se comporte de esa manera frente a ti.
—¿De qué hablas?
—Oh vamos cariño, es muy evidente.
Bueno si era tan obvio, definitivamente debería de cambiar eso.
—Okey, lo admito, cada que te abraza o simplemente te susurra algo en el oído me dan ganas de vomitar, además, ¿Quién se cree para llamarte liebling?
Cam suelta una carcajada sonora, haciendo que yo también ría.
—Me gusta, no digo que me gusten los celos, pero me gusta la manera en que tú mandíbula se tensa y tus ojos se vuelven levemente oscuros— confiesa.
Levanto las cejas, sonriendo de una manera juguetona.
—¿Qué quieres decir schatje?
—Te ves sexy celoso, sabes, siempre te ves guapo, sobre todo post-race, pero hay algo en ti que te hace más atractivo.
Siento las mejillas calientes, me tapo el rostro con las manos, sintiéndome ligeramente nervioso.
Cam toma mis manos apartándolas de mi rostro.
—Ey, no hagas eso, me gusta la manera en que sonríes y tú rostro se enrojece, es tierno.
Siento el rostro mucho más caliente que hace unos segundos, haciendo que Cam suelte una pequeña risa.
Volvemos a sumirnos en un silencio prolongado, disfrutando la vista y la presencia del otro.
—También te compré un regalo, schatje— voltea nuevamente, separándose de mi.
—Max, cariño, no tenías porque hacerlo, tú y Charles organizaron toda la fiesta, con eso estoy más que feliz.
—Aún así quería regalarte algo, preciosa— le entrego el sobre rosa.
Cam me sonríe una última vez antes de abrir el sobre, deslizando el contenido sobre sus dedos.
—Max...
Se queda un segundo en silencio, al principio se toma un momento, pero luego lo único que siento es su cuerpo presionando el mío, tirándonos sobre la arena.
Reparte besos por todo mi rostro para después unir nuestros labios.
Bajo mis manos hasta su cadera, apegándola mas a mí. Nos separamos cuando la necesidad de respirar es evidente.
—Te lo prometo que voy a llorar— vuelve a ver los boletos entre sus manos. —No puedo creer que compraras boletos para The eras tour.
—La fecha que escogí es durante los días del summer break.
Cam nuevamente vuelve a ver los boletos, tiene esa preciosa sonrisa instalada en el rostro, esa que hace que sus ojos se vean pequeños.
—¡Gracias, gracias, gracias!— habla eufórica antes de volver a besarme.
Ambos sonreímos en el beso.
—Prométeme que irás conmigo.
—Schatje, compré dos boletos para que fueras con una amiga, no conmigo.
—Por favor, cariño— sus dedos acarician mi brazo, haciéndome sentir un escalofrío—Probablemente quedes sordo después de escucharme gritar las canciones como desquiciada, pero no quisiera ir con alguien más.
—¿En serio?
Sus ojos parecen dos estrellas del cielo, brillando en la oscuridad de la noche.
—Totalmente— sus labios son como una caricia en la mejilla.
—En ese caso, encantado de ir contigo.
Cam vuelve a abrazarme, haciendo que volvamos a caer en la arena porque me destanteé.
—Lo siento, de ahora en adelante solo escucharemos Taylor Swift, para que cantes conmigo ese día.
—Estoy seguro de que las vas a gritar y no cantarlas— bromeo.
—Bueno, estás en lo correcto.
Su sonrisa sería el regalo que me llevaría ese día.
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Espero les haya gustado este capítulo.
¿Creen que Max y Cam sigan juntos para el día del concierto o el destino volverá a jugar con ellos para separarlos?
Quiero leerlo todo🫵🏼
Max viendo como Mick llama a su novia "cariño":
Charles viendo a Cam cuando estaban hablando de Vic De Angelis:
Mick cada que ve a Max y Cam mínimamente interactuar:
Max hablando con Mick:
Te entendemos totalmente Cam, Max es guapo en cualquier presentación habida y por haber.
Los siguientes capítulos son tensos pero bonitos, el verdadero drama empieza cuando las carreras se reanuden, probablemente me odien😞
290 votos y 100 comentarios para desbloquear el siguiente capítulo.
Lxs quiero mucho, gracias por el apoyo, les mando un abrazo.
Nos vemos en el siguiente capítulo🫶🏻🤍