Lo que en ti veo

By agc130411

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Amelia es una chica que por circunstancias de la vida y por haber crecido sin un padre, se crió en la calle r... More

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By agc130411

Después de la persecución de la ladrona más buscada, el siguiente objetivo era dar con su paradero y verificar si en verdad estaba muerta porque hasta ese momento y pasada unas horas, no habían encontrado su cuerpo.

  - Nacho, ya se acabó todo y La Diabla está muerta, no busquemos más. - Decía Juan Capote a su compañero.

  - Juan, no puedo darme por vencido, tiene que aparecer, Amelia es muy hábil para esconderse en cualquier sitio y hasta que no encuentre su cuerpo, voy a seguir buscando. - El detective insistía en encontrarla.

  - Romero y Calatrava le pegaron un tiro, es imposible que haya sobrevivido.

  - Esos detectives no me inspiran confianza Juan, Amelia intentaba decirme algo cuando ellos le dispararon. - Nacho no paraba de darle vueltas a lo sucedido.

  - ¿Qué estás intentando decirme? - Preguntó el detective queriendo saber.

  - Que algo raro se traen entre manos y tengo que averiguarlo, voy a estar pisándoles los talones para saber lo que quería decirme Amelia antes de que cayera al mar. - Le contestó a su compañero dejándolo en un mar de dudas.

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Después de estar esperando a que Amelia llegara y que su hermana y Mateo insistieran en que se fuera a casa, Luisita necesitaba entender por qué la mujer que creía que era el amor de su vida la engañó, por qué no llegó a su cita como planearon si era lo más importante para ella y por qué no tenía delante sus ojos color miel que tanto le hablaba de amor si era la luz que le daba claridad a sus días. Se sentía perdida y sin encontrar ninguna explicación a lo que había sucedido, llegó a su casa acompañada de los pilares más importantes de su vida y que nunca la dejaban sola para así encontrar apoyo en su hombro y que llorara todo lo que hiciera falta para intentar olvidarse de la mujer que le había destrozado el corazón.

  - Luisita sé que es difícil todo lo que pasó pero tienes que levantarte. - Le decía Mateo a su amiga que se encontraba tirada en la cama llorando.

La abogada no paraba de llorar y sin hacer caso a lo que le decía el abogado.

  - Luisi, llora todo lo que tengas que llorar, desahogate todo lo que quieras con nosotros pero por favor levántate. - Hablaba María acariciándole la cara quitándole las lágrimas.

  - No sé cómo hacerlo María, tengo el corazón destrozado. - Le contestó a su hermana desconsolada.

  - ¡Luisita mírame! - María le cogió la cara con sus manos para decirle lo que pensaba.

  - Tú siempre has sido una mujer fuerte, sin miedo a nada, capaz de superar todos los obstáculos que se te pongan por delante..., siempre quise ser como tú, valiente, aventura y con agallas, una mujer digna de todo lo que tiene porque con su esfuerzo se lo ganó, por favor, no te rindas ahora. - Le dijo María emocionada por mirar su cara llena de lágrimas y ver que le faltaba la luz y la alegría que siempre tenía.

  - María yo la amaba, le entregué todo mi corazón sin quedarme ni un solo pedacito para mí, me salvó la vida dándome la alegría que hace tiempo no encontraba, me besó como nunca antes nadie lo hizo, me invitó a comer mi helado favorito y me declaró su amor sin importarle que su vida estuviera en peligro..., ¿Tú crees que todo eso se puede olvidar, María? - Le preguntaba a su hermana con las pocas lágrimas que le quedaban.

  - Amelia te engañó y nunca te contó la verdad de lo que hacía.

  - Tengo la esperanza de que venga a buscarme y me dé una explicación a todo lo que hizo.

  - Amelia no va a venir Luisita, entiéndelo. - Rompía el silencio Mateo que había permanecido callado para no interrumpir la conversación de las hermanas.

  - Creo en ella y en su amor por mí, Mateo. - Respondió la rubia a su amigo y luego mirando a su hermana limpiándose las lágrimas.

En ese momento y haciéndolas volver a la realidad, sonó el timbre de la puerta dejando a todos confusos  para luego ir María al salón para ver quién era.

  - Nacho..., ¿Qué haces aquí? - Preguntó María al encontrarse al detective frente a ella.

  - ¿Está tu hermana contigo? - Preguntó sin mirarla mucho a la cara.

  - ¿Nacho? - Preguntó Luisita saliendo de su dormitorio en mal estado.

  - ¡Tú tuviste la culpa de la desaparición de Amelia, nunca creíste en ella, siempre la trataste como una ladrona! - Luisita le gritaba en su cara al detective.

  - Luisita cálmate, no es como piensas. - Respondió Nacho.

  - Claro, siempre la juzgaste por sus antecedentes y porque fue a la cárcel, nada más.

  - ¡No es así, déjame explicarte! - Le contestó agarrándole las manos para que parara de hablar.

  - Encontramos pruebas en su casa que la culpan en varios robos. - Soltó de repente el detective dejando confusa a la abogada.

  - Eso no es verdad, puede ser todo una trampa, Amelia va a venir a buscarme para explicármelo todo. - Decía Luisita negando con la cabeza dudando de lo que estaba escuchando.

El detective esquivaba la mirada porque sabía que las palabras que tenía que decirle a la rubia iban a dolerle pero era un hecho que había pasado y tenía que saberlo.

  - Luisita, hubo una persecución bastante fuerte... Amelia intentó escapar en una motocicleta y... - Explicaba el detective.

  - ¿Y? - Preguntó Luisita impaciente.

  - Y...los detectives que iban siguiéndola le pegaron un tiro, luego cayó al mar desde bastante altura, creemos que está muerta.- Finalmente le contó todo lo ocurrido.

  - No..., no, no puede ser... - Luisita caminaba hacia atrás buscando un apoyo para no caerse al suelo.

  - ¿Luisita estás bien? - Preguntaba María que la abrazó por la espalda para que no se cayera.

  - María eso es mentira, Amelia no está muerta, no, no, no está muerta. - La abogada lloraba en brazos de su hermana.

  - Luisi ven, tranquila. - Mateo la separó de su hermana para llevársela de nuevo a su dormitorio.

  - ¡Detective! Creo que este no es el mejor momento para hablar de Amelia Ledesma, cuando Luisita se encuentre mejor podrá hacerle las preguntas que quiera. - El abogado intentaba ayudar a su amiga para que estuviera más tranquila.

  - Está bien, entiendo. En unos días vendré por aquí para tomar su declaración, créame que todo lo que sepa Luisita de Amelia es importante para la investigación. - Respondió el detective dándose la vuelta para marcharse.

  - Cuente con eso, buenas noches. - Se despidieron para marcharse a la habitación.

  - Adiós.

  - ¡Nacho espera! - María paró con el brazo al detective.

  - María tengo que irme. - Respondió el moreno un poco distante.

  - ¿Por qué me tratas así? Tenemos que hablar Nacho, por favor.

  - Es mejor dejar las cosas así, ésta relación en un futuro no iba a ningún lugar.

  - ¡Pero yo necesito explicarte cómo fueron las cosas! - Decía María desesperada porque la escuchara.

  - Explícale mejor a tu amiguito Gonzalo que seguro te escucha mejor. - Respondió el detective enfadado.

  - No estás siendo justo conmigo. - María le contestó con dolor.

  - Por intentar ser justo me engañaron. Primero tú con tus mentiras y luego Amelia que fingió ser mi mejor amiga, pero ¿sabes qué? Me cansé de todos y ya no creo en nadie, ni en el amor que decías tenerme ni en la amistad de una amiga que solo disfraza sus mentiras para partirte en dos el corazón. - Respondió con dolor y los ojos brillantes.

  - Nacho, yo te quiero.

  - Adiós María. - Contestó el detective marchándose sin mirarla a los ojos y metiéndose en el ascensor para escapar de ahí y terminar de derramar las últimas lágrimas que le quedaban por la castaña.

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Había pasado el tiempo suficiente para que nadie estuviera controlando el lugar en el que todos los policías tanto por tierra, mar y aire dieran con su paradero y era casi imposible que hubiera sobrevivido a la caída pero siempre había llevado una vida de riesgo y peligro en la que todos los días tenía que salir adelante y ese día no podía ser distinto aunque el más peligroso hasta ahora porque llevaba un tiro pegado en el pecho y había derramado mucha sangre. Con la ropa empapada y ensangrentada Amelia consiguió llegar a la parte mas baja del muelle en la que agarrándose a un ancla de uno de los barcos que estaban en el lugar pudo salir del agua y pisar tierra firme para poder escapar de allí y buscar ayuda. Estaba casi desmayada y sin fuerzas por todo el esfuerzo que tuvo que hacer para salir pero no podía ser descubierta y la mejor solución que podía pasarle es que todo el mundo creyera que había muerto en la caída.

  - Luisi, yo necesito que me contestes a una pregunta muy importante para las dos.

  - Amelia me estás asustando, ¿qué pasa?

  - ¿Tú te irías conmigo a otro lugar que nadie nos conozca en el que no fuéramos una abogada y una mensajera?

Iba caminando como podía casi arrastrándose por el suelo por el dolor que sentía en el pecho, buscando algún lugar donde esconderse para que nadie supiera de ella y buscar ayuda. Poco a poco y con dificultad llegó a la estación en donde a lo lejos pudo ver que estaba rodeada de policías que estaban controlando todo el lugar así como todas las salidas ya que se había fugado y no pararían hasta encontrarla pero Amelia no descansaría hasta escapar de allí y para que le fuera más fácil planeó acercarse a uno de los pasajeros que llevaba preparada su maleta y encima de ella una chaqueta de color verde cacería y una gorra la cual robó para ponérsela y así tapar su rostro y su camisa encharcada de sangre.

  - Eres una miserable, te hiciste pasar por mi mejor amiga para engañarme.

  - Nacho no es lo que tú crees, dejame explicarte.

  - Ya me cansé de tus mentiras, de creer que querías cambiar de vida pero se acabó Amelia.

  - Nacho los detectives que me están siguiendo son... ¡Pum! ¡Pum!

No se daría por vencida y haría lo que hiciera falta para solucionar todo lo que con sus mentiras provocó pero una verdad sí era cierta y es que el amor que sentía por Luisita más de una vez le dió la fuerza suficiente para salir adelante aunque ahora mismo la rubia creyera que era la mujer más miserable que había conocido en su vida y la que había partido en trocitos su noble corazón.

  - Abre por favor, soy Amelia, necesito ayuda.- Respondió al otro lado del telefonillo cuando sin aliento llegó al sitio que se le había ocurrido como refugio dejando sin palabras a su oyente.

Subió como pudo las escaleras del edificio sin querer dejar ni una gota o huella de la sangre que de la herida se caía hasta que finalmente llamó al timbre y la recibieron.

  - Amelia, ¿Pero qué te pasó? - Preguntó asustada Laura Jota agarrándola por los brazos para que no se cayera al suelo.

  - Laura me engañaron, todo fue una trampa. - Respondió la morena que ya se encontraba tirada en el sofá de la pintora.

  - Amelia, tengo muchas preguntas y no sé por dónde empezar. - Le decía la pintora intentando comprender para poder ayudarla y saber dónde se estaba metiendo.

  - Yo te voy a responder todas las que quieras pero por favor, nadie debe saber que estoy aquí, alguien muy peligroso me está buscando y no va a parar hasta encontrarme. - Respondía Amelia con los ojos entrecerrados y la vista perdida.

  - ¡Amelia! ¡Amelia! - Laura Jota llamaba a la morena dándole golpecitos en la cara para que no se desmayará.

  - Luisita...no, Luisi yo te quiero... - Decía Amelia delirando.

  - Ya, tranquila, ya, todo pasó, descansa. - La pintora intentaba tranquilizarla.

Laura Jota jamás pensó que se vería en esa situación pero desde la primera vez que conoció a la humilde mensajera le pareció una chica llena de sueños que sería capaz de cumplir y que la vida se había encargado de arrebatarselos pero ahora que la tenía ahí delante suya le ayudaría a cumplirlos desde el principio de la oscuridad porque La Diabla había desaparecido, la habían matado, había perdido todo, hasta el amor más bonito que había conocido en su vida pero a partir de ahora resurgía una Amelia Ledesma que sólo tenía como misión poner el rumbo a su vida, recuperar todo lo que le quitaron y sacar a la luz todo la verdad que un día la tuvo presa de sus miedos y sueños.

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Aquí estamos de nuevo con otro capítulo un poco más corto en el que por fin supimos qué pasó con La Diabla. ¿Qué creen que pasará ahora con ella y con Luisita? 🥺 ¿Os gustó la sorpresa de que apareciera de nuevo nuestra pintora favorita Laura? 🤣🤭 Comenten y den sus ideas del giro que puede tomar esta historia, marquen su estrellita si les gustó y como siempre deciros, GRACIAS POR ESTAR AHÍ 😘

ALEJANDRA ❤️

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