DINASTÍA

By Elyn_Blais

1.7M 80.9K 11.5K

«SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA TORMENTA Y OSCURIDAD» Máximo Kuznetsov el rey de la mafia Rusa y Rafaella Riccardi... More

SINOPSIS
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
EXTRA: Memorias
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
EXTRA: Una ragazza e un ragazzo
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
EXTRA: El día llegó.
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48 - Rey de Reyes
EXTRA: Golpe de realidad
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo Final
EXTRA: Cadenas invisibles

Capítulo 49

25.1K 1.2K 383
By Elyn_Blais

Rafaella.

Ayer por la noche hemos regresado a Italia. Creo que ha sido uno de los viajes más difíciles de hacer para Máximo, el dejar a su abuelo no lo tiene del todo convencido, aun así no ha podido permanecer más tiempo en Rusia porque se agobia, a pesar de que no lo ha dicho sé que no soportaba estar un segundo más ahí.

Además, también tiene negocios aquí y yo también tengo trabajo que atender, necesito con urgencia hacerme cargo de mis empresas y de mi fundación, a eso tengo que sumarle que tengo reuniones que he retrasado pero que no puedo postergar por más tiempo. Según lo que me ha informado Verónica hay un político importante de los EE. UU que está queriendo comunicarse conmigo a como dé lugar.

No he atendido nada porque no se me ha pegado la gana.

Por la mañana mis hijos se han marchado a la escuela y no sé porque me ha costado tanto desprenderme de ellos, no quiero que sean unos ignorantes pero tampoco quiero que se separen de mí. Los necesito tanto.

Solo por eso aún no me he marchado a trabajar, porque tengo en el pecho una sensación extraña. Ver mi casa vacía, sin ruido y sin ellos corriendo por todo lado me entristece y tengo que respirar profundo porque las ganas de llorar son fuertes.

No quería dejarlos marchar, incluso no me he levantado de la cama y he fingido que estaba dormida, por lo que el pelinegro ha tenido que levantarse para enviarlos a la escuela, solo me levanté para impedirlo antes de que se subieran a la camioneta pero estaban tan emocionados de volver a reencontrarse con sus primitos, que no pude hacerlo. Se despidieron de nosotros y se fueron con una sonrisa enorme en la cara.

Voy a la cocina y me sirvo un vaso con agua tratando de disolver el nudo instaurado en mi garganta desde hace ya un rato.

Elena me mira apenada pero no dice nada al respecto, por lo que voy a la oficina de Máximo.

Abro la puerta y la cierro cuando estoy adentro.

Está sentado en su escritorio con el teléfono en altavoz mientras analiza algo en su iPad, una especie de contrato, cuando siente mi presencia regresa a mirarme y me sonríe.

-H&Q quiere contar con sus servicios para que realice una venta de acciones las cuales debe valorizar al triple, para obtener ganancias sustanciosa.

-El proyecto es bueno, pero diles que trabajo con ellos si mi ganancia neta es 3 millones de euros. Caso contrario, no hay trato.

-Podemos negociar la cifra.

No me muevo solo lo observo y mientras mira su iPad frunce el ceño y se cuadra de hombros.

-¿Pasa algo, preciosa?-regresa a mirarme.

-¿Estás ocupado?-pregunto en un susurro de voz.

«Estúpida, claro que está ocupado».

-No, estoy libre.-corta la llamada, se pone en pie para acercándose a mí.

-¿Te he hecho perder 3 millones?-pregunto cuando me abraza contra su pecho.

-Nada que no pueda recuperar.-besa mi cabeza.-¿Te pasa algo?

-No sé lo que me pasa.-admito y escucho una pequeña carcajada de su parte.

-Entonces tendremos que encontrar el motivo de tu tristeza, Malen'kiy.

Caminamos hasta el sillón y me sienta sobre sus piernas mientras me deja recostarme contra él.

-¿Porque los enviaste a la escuela? No quería que se fueran.

-Tienen que estudiar, preciosa. Ya han sido muchos días libres.

-¿Los has visto?-frunce el ceño sin entender.

-Los veo todo el tiempo.

-¿Están creciendo, verdad?

-Como todo niño debe crece.

-No quiero que crezcan.-mis ojos se llenan de lágrimas en cuestión de segundos.-Quiero que se queden chiquitos y que nunca se separen de nosotros.

-Rafaella...

-¿Puedes hacer que no crezcan, amor? Prométeme que no dejaras que crezcan.-levanta mi rostro colocando dos de sus dedos bajo mi mentón haciendo que el gris de mis ojos encuentra el negro de los suyos que está un poco perturbado.

-Sabes que no puedo hacer eso.-limpia mis lágrimas.-Tienen que crecer, así es como deben pasar las cosas.

-Pero tengo miedo.-reconozco entre sollozos.-¿Qué pasa si luego se quieren ir de casa? ¿Qué sucederán si desean ir a vivir a otro país? Yo no quiero que se vayan, Máximo. Ellos son mis hijos y no puedo vivir sin ellos. No quiero que los perdamos.

-Primero debes tranquilizarte, Malen'kiy, para que podamos hablar.-asiento y lo abrazó cruzando mis brazos por detrás de su nuca. Pego mi mejilla contra su oreja y suspiro profundo tratando de buscar esa tranquilidad que menciona.-Si se van de la casa estarían haciendo lo mismo que nosotros hicimos y que yo sepa Christian ni Carolina se han muerto porque los hijos se les fueron.

-Ellos son fuertes.

-Nosotros también lo somos.

-No cuando se trata de Bianca y Damiano.-explico.

-Podemos ir a visitarlos, tenemos un avión disponible para ir a visitarlos cuando queramos, nos turnaremos, el lunes iremos a visitar a Bianca, el marte a Damiano, miércoles y jueves descansaremos de las visitas para no caer pesados, el viernes volveremos a ver a Bianca, el sábado a Damiano y el domingo dormiremos todo el día en nuestra casa, así no sentirán que los abrumamos pero siempre estaremos presentes. Ahora, eso debemos hacerlo una rutina para que no los tomé desprevenidos, desde el primer día que se larguen empezaremos con las visitas.

Lo que dice me hace reír.

-Parece que ya lo tienes todo muy planeado, amor.

-Yo siempre voy un paso adelante, preciosa.

-No será igual.

-Viviremos en Grecia y todo será perfecto porque ellos serán felices. Estamos trabajando para eso.

-¿Crees que Damiano quiera estudiar algo aquí en Roma?

-Creo que en un par de años se querrá ir a competir en los kartings. A los 15 años nos saldrá con que firmara para la F1 y dirá que se quiere ir a vivir a Mónaco.

-¡Carajo! ¿Corredor? No. Hay que desanimarlo, no quiero que pase temporadas lejos de nosotros.

-Buena suerte en tu intento, Malen'kiy.-aparta un mechón de mi cabello.-Pero todavía en un par de años, porque si lo quiere el próximo año, no lo dejaré.

-Que consuelo que me das.-ruedo los ojos.

Su turno de reír.

-Intento darte otra perspectiva.

-La abejita creo que será doctora.

-¿Doctora? ¿No quería ser abejorra?

-¡Máximo! ¡El tema es serio!-lo golpeó en el hombro y se soba haciendo drama.-Bueno, como te seguía diciendo, eso es genial porque puede estudiar esa carrera aquí en Roma. Ojalá también se enamore de un italiano para que se quede aquí.

-¡¿Que se enamore?! ¡¿Estás loca?! Ella será monja, dedicada a la religión y siguiendo los mandatos de Dios. No se casará.

-Prefiero que se enamore.

-Rafaella.

-¿Que? ¿Acaso nosotros no nos hemos enamorado?. Imagina que si se besa con un niño tan loco como tú posiblemente se case con él.

-¡No!-cierra los ojos-¡Puto karma con esa abejorra!

Me río en su cara.

-Tranquilo.-palmeo su rostro.-Serás un buen suegro.

-¡Joder! ¿Te imaginas que lo mate?-le brillan los ojos con la idea y a mí se me borra la sonrisa.-Lo justificare como una bala perdida. No hay pierde con decir que fue casual.

-¡Máximo! No digas estupideces, no la puedes dejar viuda.

-¿Y quién ha dicho que si quiera llegará al altar ese desgraciado?

-Que no se te noté tanto el odio por el futuro esposo de tu hija.

-Cierra la boca.-me toma por el mentón y me besa, su lengua se apodera de mi boca y me recuesta sobre el sillón para colocarse sobre mí y abrirme de piernas, arrebatándome de un tirón las bragas de encaje.

Siento como con su mano libre baja su chándal negro y saca su polla hundiéndola en mi canal que lo recibe tan a gusto.

Las miles de sensaciones que despierta me recorren la columna vertebral, haciéndome emitir un gemido de satisfacción.

Nunca hemos utilizado preservativo y lo agradezco porque no habría otra manera de tomarlo, me gusta la piel a piel, me encanta sentir cada centímetro de él dentro de mí y me deleitó cuando las venas que adornan su bonito miembro empiezan a latir ansiosas de derramarse.

-Podríamos tener otro hijo, para que cuando se nos vayan los sujetos que ya tenemos ahora nos podamos quedar con el nuevo.

-Claro, los remplazaríamos por el nuevo.-bromeo.

Se hunde hasta la empuñadura gruñendo en mi oreja y vuelve a mis labios, susurrando sobre ellos.

-Quiero hacerte otro hijo pero tengo miedo de que te me mueras. La primera vez casi pasa eso.

-Me encantaría tener otro hijo tuyo.-tiro de su labio con mis dientes.-Pero prefiero conservar mi vida.-respiro con dificultad cuando coloca mis piernas sobre sus hombros y no se controla al momento de embestirme.-Además, tengo que ver crecer a los hijos que ya tenemos.

-Yo también prefiero que conserves tu vida, preciosa.

Baja la mirada para ver dónde nos unimos y pone más ímpetu al momento de adentrarse, cada embestida es lenta pero desgarradora al final por el golpeteo feroz.

-Mierda. Nadie nunca te hubiese abierto como yo. Joder, preciosa, mira como me recibes.

Mi mirada viaja hasta donde indica y veo como mi coño ya está rojo por la fricción pero empapado por nuestra humedad que desprendo, su polla entra hasta el fondo de mi canal sin dejar ningún centímetro a la vista y sale por completo, volviendo a repetir la acción innumerables veces.

En la parte baja de mi estómago se contrae formando el orgasmo que me hace cerrar los ojos, pero me toma por el rostro haciendo que los abra.

-Ojos en mí, preciosa.-aruño su espalda cuando líquidos salen chorreando de mi coño empapando todo su abdomen y me doy por bien servida cuando siento que caigo en un abismo interminable que me deja fuera de juego por varios segundo en los que el deja su semen en mi interior.

Cuando ambos terminamos se deja caer por completo sobre mí, se mantiene entre mis piernas abiertas y con su polla en mi interior que sigue dura.

De un movimiento me pone arriba y me arranca la camiseta por el pecho dejando mis tetas al aire, tira de mi brazo para tenerme más cerca y podérselas meter a la boca, chupándolas y mordiéndolas. Su lengua juega con mis pezones y me pierdo mirando el fantástico trabajo que hace con mis pechos que se ponen rojos y duros.

Me acomodo sobre su regazo y me meto su polla sin previo aviso. Mi acción lo hace gruñir provocando que suelte mis tetas.

Me acomodo en cuclillas para poder penetrarme con más facilidad.

Me gusta tomarlo así, siento que lo puedo tener por completo en mi interior, además, si todas las mujeres comprobarán los rico que es brincar sobre la polla de su hombre sin reparos, estoy segura que es lo que siempre desearían en sus momentos de sexo.

Me sostiene de las manos para ayudarme a apoyarme y poder moverme con más facilidad.

-Tengo que aguantarme las cursilerías para poder obtener los sentones.-dice con la voz ronca y gruesa.

Aprieto mi vagina para darle más fricción cuando me deslizó.

-Si quieres los sentones tienes que aguantarte mis cursilerías y sentimentalismo.

Me sujeto de sus hombros para darle un ángulo más inclinado a mis brincos.

-¿Te gusta metértela hasta el fondo?-asiento sin dudar.

Gimo fuerte y aruño sus hombros cuando encuentro un ángulo más que perfecto y jadeo con los labios entreabiertos. Me deja moverme a como me de la gana y cuando alcanzó mi segundo orgasmo me sujeta fuerte contra él, abriendo más mis piernas y fijándome con sus brazos para que no me le mueva, su polla me taladra el coño con braveza y con una fuerza descomunal, los hace rápido, tan rápido que ni siquiera asimiló bien cuando entra y cuando sale, intercala cuando lo saca por completo y lo vuelve a meter, regresa a lo mismo pero con más fuerza, escucho el replicar de su pelvis contra mis glúteos que se mueven como si no fuesen nada al lado del ímpetu que emplea.

-Quiero metértela hasta el fondo, con todo y huevos para dejarte tan abierta que no puedas cerrar las piernas en una semana.

-Ya estoy más que abierta mi amor, eres enorme por todos lados.

-Quiero más, quiero que nadie nunca te pueda llenar como lo hace tu marido.

Creo que me desmayare.

Una de sus manos palpa mi canal, cerniendo la palma contra mi monte de venus y con un solo movimiento le suma tres dedos a mi interior acompañados de su polla.

Siento que me está desgarrando.

-¡Máximo!

-¿Te gusta, preciosa?

-¡Joder!-mi columna se endereza y dejó caer mi cabeza hacia atrás.

-Tu marido te está jodiendo solo para él. Únicamente para mí.-me toma fuerte del cabello para volver a besarme.

«Y bien jodida que estoy»

Nuestros movimientos se acompasan. El me embiste y yo encuentro sus embestidas.

En cuestión de segundo ambos tenemos nuestro tercer orgasmo de la mañana.

Uno tan delicioso que mi cerebro no recibe indicaciones, solo se desploma sobre él.

Máximo.

Se ha desmayado.

Le metí tres dedos más, además de mi polla, no era para tanto.

«Que rica se siente cuando está bien abierta y mojada para mí».

Con cuidado la acuesto y le pongo una camiseta que tengo guardada, por si acaso una emergencia.

Se la pongo para cubrir su desnudez y reviso su pequeño coño para ver si no he causado ningún desgarro. Solo esta rojo.

Cuando compruebo que todo está bien la tomo en brazos y la llevo a nuestra habitación para luego meternos a la tina de baño juntos.

Al instante en el que la sumerjo en el agua sus párpados se abren pero se vuelven a cerrar. Aseo su cuerpo con una esponja, luego lavo su cabello. Esa es una de mis obsesiones, me encanta lavar su melena azabache e inhalar su olor a vainilla, es algo que me calma de forma increíble, al terminar con ella sigo conmigo.

Cuando terminamos la retiro con cuidado y la envuelvo en una toalla secando toda el agua de su cuerpo.

Salgo del baño y la dejo sobre nuestra cama. Camino hasta el otro extremo para recostarme a su lado, la abrazo y colocando su cabeza sobre mí pecho.

Se ve tan tranquila que confundirá a cualquiera, pero si supieran que es una loca que lo mueve todo como ella quiere.

Cuando me conto con "lujo de detalles", como ella le llama al cotilleo, no podía creer lo que le había hecho a la Markova, a esa mujer le habrá querido dar un colapso mental con tanta información que mi preciosa tormenta le ha metido en la cabeza y lo que es aún peor, es que toda la información es falsa.

Ya he ordenado que la seguridad está atenta y que cualquier movimiento extraño sea analizado y eliminado.

Pierre le tiene rencor a mi mujer y tengo que estar preparado para cualquier ataque, porque si Rafaella ha mencionado que se va a casar con otra mujer, seguro su mujer lo debe estar odiando o en todo caso, pidiéndole el divorcio, no sabría decirlo ya que también está un poco loca. Cualquier cosa se puede esperar de estas dos.

Malen'kiy dice que es por el bien de Erick y por su felicidad, alega que todos los niños deben tener a sus padres presentes y la abejita ha mencionado que ella ya le ha dicho como hacer eso, que cuando vea a sus papitos un poco alejados les diga que se den un beso o que se abracen, en el avión dijo que eso siempre les funcionaba a ellos, por lo que considero que son un equipo, Damiano y ella confabulan las ideas pero ella es quien las ejecuta ya que es una manipuladora de lo peor.

Me aferró con fuerza a la cintura de Rafaella y cada tanto la beso.

Besarla es otra de mis grandes adicciones. Así fue como me conquisto. Yo nunca había besado a una mujer antes de que ella me mostrara como se hacía.

Ella me puede en todos los sentido, amoroso, sexual, familiar. Pero sobre todo en nuestra intimidad donde solo estamos acostados uno al lado del otro charlando de cualquier cosa o donde ella me abraza y besa mi nariz mientras repasa las facciones de mi rostro o donde yo le aprieto las nalgas o reparto besos por ellas. Quizá también donde me gusta pedirle que me dé amor. Me encanta que mi mujer me dé amor y me mire solo a mí.

Me duermo a su lado hasta que escucho cuando abren la puerta de la habitación con cautela.

Me levanto rápido y busco la pistola en el primer cajón del velado pero me olvidó de eso cuando veo a Damiano que ya tiene un dedo en los labios pidiéndome que haga silencio.

Tiro de las sábanas cubriéndome mejor. No quiero arruinar la infancia de mis hijos.

-Ya llegamos de la escuela.-me informa en un susurro.

-Puedo verlo.-le digo, también en un susurro.

-¿Mamá está cansada?-pregunta y asiento.-¿Almuerzas con nosotros, padre?

Seguimos teniendo nuestra conversación en susurros solo para que no despierte a su madre. La quiere tanto que creo que solo respira cuando esta ella presente. La abejita no, ya que ella alimenta su alma dándole besos a mi pelinegra.

-Ahora bajo.-mueve la cabeza en señal de aceptación y se retira, cerrando la puerta.

Me levanto de la cama y me cambio de ropa para bajar a almorzar.

Cuando llegó a la primera plata los encuentro a los dos sentados en la mesa esperando por mí.

Me acerco a Bianca para darle un beso en la cabeza que la hace sonreír de oreja a oreja, mostrando lo hermosa que es con sus cachetes regordetes y hago lo mismo con Damiano que me mira con los ojos brillando.

-¿Qué tal la escuela? –tomo asiento y tomo el tenedor y el cuchillo.

-Todo bien, padre, pero que te cuente Bianca, como le ha ido a ella.

Frunzo el ceño cuando Damiano dice eso.

-¿Que ha pasado con Bianca?-le pregunto pero solo se encoge de hombros.-pruebo el puré.

-No ha pasado nada.-se enoja ella.-Damiano se ha molestado conmigo porque Steffano vino corriendo desde su salón al mío y me regaló un chocolate, papi.

«Mierda».

-¿Y qué hiciste tú?

-Me lo comí.

-¿Y qué más?-cuestiono.

-También le di un beso en la mejilla como agradecimiento.-me ahogo con los alimentos.

-¿Por qué le diste un beso?

-Como agradecimiento papi.

-No era necesario, solo tenías que decirle gracias.

-Esos no son modales.

-Además le dijo a Gregori que lo viniera dejando por su casa.-menciona Damiano, haciendo que se me caiga el cubierto.

-¿Qué hiciste que?-la miro.

-Yo no sabía que Damiano no se iba a querer sentar conmigo solo por qué Steffano venía en la camioneta. Se fue adelante y me puse triste.-hace un puchero con los labios.

Damiano no se inmuta, sigue comiendo su puré de patatas.

Conozco a mi hijo y sé cómo es, hay cosas que le gusta compartir por voluntad propia pero también hay otras a las que se resiste y que se haya venido en el asiento de copiloto significa que no le ha agradado en lo absoluto.

Él nunca quiere separarse de su hermana.

La miro con los ojos entrecerrados y me mira con pena.

-Nunca más le das besos y nunca más lo subes a mis carros. ¿Entendido?

-¿Porque no le puedo dar besos?

-Por que no.

-¿Pero porque no?

-Porque no quiero.

-Yo si quiero.

-¡Bianca!-la reprendo.

-Para la próxima, si vienen con nosotros me vendré en otro carro.-le dice mirándola.

Ella niega de inmediato.

-No.-responde gritando.-¡¿Porque eres enojón?! ¡Yo quiero que vengas conmigo! ¡No que te vengas en otro carro!

-Entonces ya sabes que no me gusta que este cerca.

-Ya no lo volveré a traer en nuestro carro, pero no te enojes, hermanito.

«Nuestro dice» como si ella hubiese aportado todos los miles de dólares que cuesta la Lamborghini Urus.

Vuelven a comer mientras charlamos sobre que quieren jugar más tarde.

Unas cuantas horas más tarde ya llevo sobre mis hombros 5 victorias de ajedrez.

Máximo 5 - Damiano y Bianca 0.

-Juega con el 10% de tu cerebro, padre.-refunfuña Damiano, botando una pieza del tablero.

Lo hace como yo, con arrogancia, incluso mueve los dedos imitándome cuando toma las piezas.

Bianca no despega la mirada del tablero cuando es mi turno de mover.

-¡Ey! ¡Ese movimiento no lo habías hecho!.-palmea mi mano.

-¿Qué te pasa loca? ¿Porque me golpeas?-abre la boca impresionada por lo que ha hecho.-¿Te estás aprendiendo mis movimientos, abejita?-le restó importancia a su manotazo cuando sus ojos negros se llenan de lágrimas.

-No quería golpearte, papito.-se baja de su silla y corre a abrazarse a mi costado.-Pero estoy que me aprendo tus movimientos de memoria para poder ganarte.

-No me podrás ganar. Soy el mejor, hija.

-Lo haré.-dice Damiano desafiándome.-Te aseguro que te ganaré, padre.

Le guiño un ojo.

-Ven acá.-se acerca y lo cargo.

Uno en cada pierna.

-Tienes que cuidar con tu vida al rey. A veces, tienes que sacrificar piezas de valor para protegerlo, pero eso no importa, lo único que debe interesarte es que a tu rey y a tu reina nadie se lo tumbe.

-Si tumban a la reina.

-El rey debe orquestar su venganza.

-¿Y si tumban a tu reina?

-Me muero.-le digo removiendo el cabello negro de mi hijo que se suelta a reír.

-También nos morimos si tumban a nuestra madre, padre.-afirma con convicción.

-¿Una partida más?-pregunta Bianca levantando las cejas expectante.

-Solo una más porque me tengo que ir a una reunión importante.

-Está bien, con una es suficiente para vencerte, papi.-me saca la lengua y yo la remedo de mala gana.

Jugamos una partida más y veo que si se ha aprendido mis movimientos.

Es una loca.

Me saca la lengua cada que la miro y me tuerce la boca.

Termino con ella y continuó con el hermano, al que también le ganó y termina la paliza que le acabo de dar con un apretón de manos, al que lo secunda dos apretones más, demostrando que a pesar de que le gane, me sigue queriendo.

Es un buen perdedor que con el pasar de los años se convertirá en el ganador absoluto de todo.

Es verdad eso que dicen de que los padres deseamos que nuestros hijos sean mejores y quiero que los míos sean más grandes que yo. Asumo que serán mucho más poderosos.

Empiezan a hacer sus tareas y luego le siguen con la práctica del portugués, que es un nuevo idioma que están sumando a la lista de los aprendidos. El italiano y el ruso lo manejan a la perfección, incluso el español, aunque se les dificulta un poco en algunas palabras, pero lo pronuncian casi perfecto.

Voy directo a cambiarme porque ya tengo que salir y aunque me rehusó a hacer lo que haré, no me queda de otra.

Cuando estoy que me hecho perfume escucho la voz de mi mujer.

-¿A dónde vas, adonis del infierno?

-Creí que solo te había follado, no que casi te dejo al borde de la muerte.

Se pone de pie con dificultad y optó por acercarme a ella y no dejar que venga hacia mí.

-Casi me matas.-me dice mordiendo su labio inferior.

-Pero quieres repetir, ¿No es así?

Sus mejillas se encienden con una sonrisa traviesa.

-Podríamos intentarlo otra vez...

-No esperaba menos de ti, preciosa.-me siento orgulloso de la mujer que tengo en la vida.

Alisa mi traje con sus manos y acomoda mi corbata.

-¿Alguna reunión importante?

-Depende de donde la mires.

-¿Algún socio?

-Algo así.

-Buona fortuna.

«Buena suerte»

-Ya la tengo.-la beso tomándola de la cintura con fuerza y apretando su culo.

-¿Soy tu buena suerte?-pregunta ilusionada.

-Eres la única.-beso su frente.-Todo lo bueno que tengo, en realidad.

-Valórame que soy lo mejor que te ha pasado.-sonríe besándome.

Guardo mi teléfono en el bolsillo del pantalón bajo su atenta mirada y recuerdo algo.

-Aun no veo ninguna decoración navideña en casa, ¿Lo estás dejando para el final?

-Pensé que...-traga el nudo que se le forma en la garganta.-Con todo lo que ha pasado pensé que ya no lo íbamos a celebrar.

-¿Por qué no? Es mi primera navidad después de mucho tiempo. Quiero que lo hagamos.

Sonríe emocionada.

-Me pondré manos a la obra.-concluye.

Me despido de ella y de mis hijos y salgo en mi Bugatti con dirección a la empresa.

Ingreso a la sala de reuniones y encuentro al imbécil que esperaba.

-¿Crees que mi empresa es un jodido restaurante?

-Me mandaste a traer desde Rusia con carácter de urgencia. No había desayunado y llevo 3 horas esperándote. No sé por qué mierda me haces venir hasta acá cuando ayer estuviste allá.

-Por joder.-aclaró directamente, sentándome frente a él.

-¿Quieres?-me tiende un cubierto sin usar.-Los spaghettis de los italianos son mis favoritos.

Lo miro con seriedad, sin tocar el cubierto por lo que se encoge de hombros y regresa lo que había tomado a su lugar.

Me pongo de pie y tomo una botella de whisky, pienso en llevar solo un vaso pero terminó sujetando dos.

Regreso a mi asiento y abro la botella para servir el trago.

-Quiero que tu hijo venga a jugar con mis hijos, puedo mandar un avión todos los días por él. Lo recogerían por la mañana y te lo entregarían por la noche.-le paso el vaso que serví para él.

Mis hijos no dejan de preguntar por ese niño y ni siquiera sé porque le han tomado tanto cariño si solo lo han visto una sola vez.

-Él vive en Rusia, estudia allá, no puede venir acá todos los días.

-Puedo ponerle una casa en Roma, seguridad y empleados. Que estudie en el colegio de mis hijos no es un problema. Puede hacerlo si doy la orden.

-Él es mi hijo debe pertenecer a mi lado.

-Erick pertenece al Cirius y esa gente me pertenece, por ende el también lo hace.

-Él no le pertenece a nadie más que a mí que soy su padre, Máximo.

-No hagas esto, Pierre, porque no quiero irme contra ti.

-Yo tampoco quiero hacerlo. Se razonable, carajo, no puedes pedirme eso.

-No te lo estoy pidiendo. Es una orden.

Levanta el vaso y se toma todo el contenido.

-Hagamos un trato.-propone, cuando ve que no hago ningún movimiento de negar o aceptar vuelve a hablar.-Puedo traerlo los fines de semana. Adquiriré una casa en Roma y viviremos ahí.

-No.-niego.-Mis hijos lo quieres para ellos, no se conformarán con 2 horas de juego. Necesitan todo el día.

-Lo acompañaré mientras esté en tu casa.

-He dicho que solo quiero a tu hijo en mi casa. A ti no.

-Deja el odio y hablemos como personas adultas. Sabes que no lo dejaré solo, todo lo haces por joderme.

Lo miro mal.

-Puedes esperar fuera de mi casa, les diré a mis hombres que te den acceso a las cámaras de seguridad para que lo vigiles y que te pasen un plato de comida. En mi casa todo el tiempo aplicamos la caridad.

-Que generoso de tu parte, hermanito.-se ríe y yo me tenso de inmediato con ese "hermanito" que se acaba de lanzar.

«Así me llamaba cuando éramos pequeños» Hasta que se lo prohibí.

Endurezco la mandíbula y frunzo el ceño, levantando mis paredes poniéndome más serio que nunca, pero la mira mis ojos como si los estuviera estudiando.

-Ya puedes irte.

-Aun no termino de comer.-vuelve a enfocarse en su comida sin decir nada más, lo observó, no sé porque carajos no me largo a mi casa. Es como si mis talones estuvieran cargados de plomo impidiéndome hacer cualquier movimiento.-Larissa volvió a casa. Dice que tu mujer le dijo que me casaría con una holandesa.

-Rafaella puede hacer lo que se le pegue la gana.-me pongo a la defensiva.

-Agradécele de mi parte. Erick está feliz y es lo único que me importa.-lo miro sorprendido.

-¿Quieres que le agradezca?

-Si.-dice como si fuese lo más natural del mundo cuando estos dos ya han intentado matarse varias veces.-Ella hizo que esto pasara, así que no le quitaré el mérito. Lo único complicado ahora es que mi mujer me ha prohibido pisar Holanda y yo tengo muchas propiedades allá. Debo ponerlas en venta.

-Me interesa. Ponle precio y comunícate con mi asistente para que me haga llegar la información.

-Si me respondieras el teléfono no tendría por qué llamar a tu asistente. Creerá que somos una familia disfuncional.

-¿Y no es lo que somos?-cuestiono.

-Éramos.-menciona.-Ya se murió el problema.

-La mate.-corrijo.

Asiente dándome la razón.

-¿Dónde irás de viaje está vez para escapar de la navidad?-pregunta.-Puedes venir a Rusia si quieres, haremos una cena en casa del abuelo.

«¿Hace cuánto no nos comunicamos él y yo?» Ya no viajo desde que me case con mi mujer, estar con ella es mi lugar seguro. Ningún cumpleaños, ni ninguna navidad han vuelto a ser tristes para mí desde que ella ha vuelto a mi vida.

Deje de sentirme solo desde hace mucho.

No existe soledad que ensombrezca mi felicidad, por eso siempre regreso a ella.

-¿Porque crees que voy a escapar? Nunca lo he hecho, solo no me gustaban las celebraciones.

-¿No te gustaban?-me mira sorprendido.

-Celebrare nochebuena en mi casa.

-El abuelo espera que regreses a Rusia para las fiestas.

-El abuelo vendrá a pasar las fiestas conmigo. Tu hijo también puede venir si así lo quiere.

-Mi hijo no se mueve sin mí, no sé cuántas veces tengo que repetírtelo.

-¡Entonces, ven tú también y deja de ponerme peros! ¡Siempre jodes y jodes!-me pongo de pie para largarme.

-Acepto la invitación.

-No es una invitación, Pierre. Solo que no tengo alternativa. Justo por esto estamos teniendo esta reunión.

-¿Fabio también puede venir?-se aprovecha del momento.

-Ese desgraciado no entra a mi casa.-cierro la puerta antes de que pueda replicar.

Escuchar el nombre de Fabio Kuznetsov manda a la mierda por completo mi día.

La idea de verlo en mi casa celebrando una navidad conmigo me retuerce el estómago.

A ese hombre, nunca podré dejar de aborrecerlo.

Aunque se lo prometí a mi abuela, no he podido disipar el odio que siento por él.

Vuelvo a mi casa, pero me desvío en el camino para comprarle una torta de chocolate a Malen'kiy y alivianar su tristeza anticipada por el crecimiento futuro que tengan nuestros hijos.

No la encuentro por ningún lado y tampoco no me contesta el maldito teléfono.

El rastreador que tiene en el dedo está apagado, se ha ido sin seguridad y se ha llevado a mi león.













Hola, Tormentas!!

Me encantan los momentos Máximo y Rafaella, esos donde solo son ellos dos, sin barreras arriba que les impida comunicarse. Mis reyes representan lo que es un verdadero matrimonio.

Quiero comentarles que en un inicio pensé que el segundo libro iba a tener menos capítulos que Imperio y de alguna manera es cierto, pero ha sobrepasado la cantidad de páginas del primer libro. Dinastía con solo 49 capítulos ya va sobrepasando las 521 páginas y eso que me no he contado los 3 capitulos que faltan.

Recuerden que antes de nochebuena es el cumpleaños de Máximo y si él quería celebrarlo pues lo celebraremos. Quizá nos echemos unas lagrimitas... Ahora, ¿Serán de felicidad o de tristeza? Eso lo sabremos en el próximo capítulo. 

Besos🖤 

-Elyn.


Continue Reading

You'll Also Like

331K 12.8K 41
Se llama Marcos. Se apellida Cooper. Y toca la guitarra. Jude Brown es una estudiante de periodismo, tras un largo camino en su vida, tiene que busc...
242K 11.6K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
801K 84.5K 40
En el mundo de Gaia, las cosas son muy distintas a como las conocemos realmente. Keera es capturada por una de las manadas de lobos más grande que e...
184K 16K 43
*Alastor* Nunca me hubiera imaginado que tan solo la existencia de alguien podría hacerme sentir el peor de mis terrores, impotencia, furia y lo que...