Capítulo dieciséis.
¿Escuche bien?
Volteé a verlo asegurándome de que había oído bien, su cara era seria pero podía ver en sus ojos una gran picardía.
Sin poder hacer nada más, los chicos me interrumpieron.
-¡¿Donde estabas!?- preguntó Zayn sacándome de mi burbuja de pensamientos.
-E-en... En... con unos chicos, jugando Volley- conteste un poco perdida.
¿Como mierda iba a estar después de lo que había dicho Harry?
No me podía sacar esa estúpida frase de posesividad de mi cabeza.
-¿Porque diablos te fuiste?- preguntó ahora, Louis.
Un segundo, ¿Me están cuestionando?.
-Pues pense que no habría problema con eso, ya que ustedes estaban demasiado cómodos con las zor... Chicas con las que platicaban- corregí rápidamente la palabra. No quería que creyeran que estaba celosa.
Ellos se miraron entre si y una sonrisa se les escapó. ¿Que les pasa?. ¿O recordaron a las zorras esas o se estaban burlando de mí?.
-Pues ese era problema nuestro- dijo Zayn muy sínico.
Abrí mi boca con indignación.
-Entonces en ese caso no tienen derecho a reclamarme nada, todavía de que me fui a poner un estúpido bikini para poderme meter al...- me calle al sentir sus miradas arder en mi piel. No se habían dado cuenta de que llevaba un bikini, y ahora me atacan todos a la vez, haciendo que de alguna manera me sentiera incómoda.
Carraspe la garganta y ellos al darse cuanta que notaba como me miraban despegaron la vista de mi cuerpo.
-¿Nos vamos?- cambie muy drasticamente de tema y ellos bufaron asintiendo.
Definitivamente no tenía tan buena comunicación con los chicos.
¿Pero que tal en la cama? ¿Eh?
Caminamos hasta el hotel y una hambre me comenzó a invadir.
-Chicos antes de entrar, ¿Podemos ir a comer?- pregunté como una niña para nada madura.
-Pero tu eras la que querías venir al hotel ¿No?- preguntó Niall y yo sólo asentí.
-Si, ya sé, pero de verdad tengo hambre- comenté y iba a hacer un puchero pero me arrepentí al saber que me vería ridícula.
-Bueno pero por lo menos vamos a cambiarnos- dijo Liam y entramos al hotel, los chicos se adelantaron y una voz se posó cerca de mi oreja.
-Si quieres yo te puedo quitar las ganas- dijo la voz de Louis, pude verlo adelantarse con los demás mientras sonreía muy normal.
(...)
-¿Que van a querer?- preguntó el chico, por segunda vez.
-Te puedes retirar, nos presionas- respondió Harry de forma grosera. El chico los miró incrédulo y avanzó alejándose de la mesa.
-Harry no tenías porque ser tan grosero- le reclame y todos en la mesa me vieron mal- ¿Que?- pregunte tratando de sentirme menos incómoda.
-Olvidalo- dijo Liam y yo suspire. Maldita bipolaridad que se cargan.
-¿Porque no pedimos una hamburguesa?- propuso Niall.
-Buena idea- dije entusiasmada. Hace años que no probaba una.
-¿Hamburguesa?- preguntó Harry como si no me creyera.
-Si, ¿Porque no?- pregunte normal.
-Pues por lo regular una chica trata de llevar la línea y esas cosas- contestó. Lo cual mre molesto un poco, ya que esos sonaba muy superficial.
-Pues si- conteste fría, sinceramente yo si cuidaba mi cuerpo pero no me haría nada mal comer un poco de comida chatarra aunque sea una vez al mes.
-Bueno entonces hay que pedir...- dijo Louis y yo alce mi mano inmediatamente llamando al chico anterior que nos había atendido.
-Pero no llames al...- el chico a los pocos segundos ya estaba a lado de la mesa sonriente-...Chico- término Zayn la frase, después.
-Ups- dije inocente. El chico me guiño el ojo y sonreí, valiéndome de nuevo las cinco miradas fulminantes que ya tenía encima.
(...)
Ya estábamos enfrente de la salida para poder salir del restaurante después de quedar satisfechos, pero un jalón para nada exagerado me hizo detenerme y dejar que los chicos salieran.
-Linda- susurro el chico que teníamos de mesero hace unos minutos. Me sentí un poco incómoda ya que pense que eso del coqueteo quedaría ahí. Pero ¡Dios!, lo tenía tan cerca, podía sentir su respiración en mi oído.
No conteste nada, estaba demasiado nerviosa
-Ven a esta fiesta, es hoy en la noche- dijo y me entregó un pequeño papel, el cual apenas pude sostener.
¿Mmm? ¿Fiesta? No sonaba nada mal. Pero digamos que esta invitación sonaba, y era demasiado extraña, ya que me estaba invitando un chico del cual ni tan siquiera sabía su nombre.
-¿Hoy?- Murmuré sorprendida.
-Hoy- confirmó y se separó un poco de mi, lo mire a los ojos- Ponte linda, aún más- me sonrió un poco pícaro y se alejó de mi para de nuevo adentrarse al gran restaurante.
¡Wow! Definitivamente eso no estaba en mis planes de hoy.
Camine de nuevo y por fin salí del restaurante, un poco aturdida pero bien.
No sabía que mierda acababa de pasar.
-¡______!- me grito alguien y me gire. Oh, es Niall.
Lo olvidaba.
-¿Donde te volviste a meter?- preguntó Liam.
-Parecemos nosotros tus niñeros,______. Deja de desaparecer así- me reclamo Zayn.
Suspire y aunque mi orgullo se fuera al caño hable.
-Lo siento- me disculpe y seguí caminando.
-Oh, no. Nada de lo siento- dijo Harry y me jaló de la muñeca haciendo que soltara el papel con la invitación a la fiesta.
Harry dirigió su vista al suelo donde había salido volando el papel y yo prácticamente corrí para alcanzarlo pero como Harry es mucho más rápido y estaba más craca de el lo agarró antes.
-_______- me llamó Harry después de haber terminado de ver el papel.
-¿Si?- pregunte esperando otro reclamo por la invitación.
-¡¿Pensabas ir a una fiesta?!- preguntó exaltado llamando la atención de los otros chicos.
-Mmm- me interrumpio antes de poder pensar una buena excusa.
-¿Y sin invitarnos?- completo Zayn sonriendo malignamente.
Oh dios.
Todos sonrieron igual y el aire regreso a mis pulmones. Pero al ver cinco sonrisas malvadas que reflejaban el aire se esfumó.
Puta vida la mía.
(...)
La fiesta era de lo máximo, bueno eso era lo que mis ojos veían. No la disfrutaba del todo ya que tenía en la mira a los chicos, los cuales se encontraban coqueteando con cualquier cosa que tuviera... ¿Escote?.
¿Es encerio? Yo diría más bien culo.
-______, ¿Y Louis?- preguntó Harry medio ebrio, sólo medio.
-No se- dije rompiendo mi papel de niñera. Los vigilaba pero tampoco me la iba a pasar atrás de ellos en toda la fiesta.
Puede andar por ahí pero con la condición que les puse a todos. Nada de sexo.
Sabía que era absurdo lo que pedía, ya que eran chicos que se calentaban con cualquier cosa que tuviera "culo" y más si la dueña era de cara plástica, pero una condición era una condición.
Vamos admite que también estas celosa de que ellos le follen el c...
Demasiada información.
-Bueno, si lo ves ¿Le puedes decir que aquí están los preservativos que me pidio?- me tendió una cajita pequeña y delgada con condones dentro.
-Clar...- me calle al que mis estupidas neuronas se conectaran. Para saber la mierda que podía estar haciendo Louis en este instante.
-¡¿Qué?!- pregunte alarmada, mierda. Louis en este momento podía estar follando con alguna tipa en una habitación, ¡Sin condones!.
Yo lo peor, ¡Me había desobedecido! No vuelvo a confiar en ellos.
Con un paso rápido trate de llegar hacia la planta de arriba empujando a las personas ebrias que estaban en la escalera y me impedian el paso, pero antes de que pudiera llegar al menos a la mitad de las escaleras, las cuales eran eternas, un brazo me tomo por sorpresa.
-¡Hey, _____!- me llamó alguien de voz masculina y me tomó del brazo tomó de mi haciendo que volteara antes- Sabía que vendrías- dijo me encontré con alguien que reconocería en cualquier lugar y más si no ha pasado ni un día desde que lo conocí.
-¿Matt?- pregunte confundida.
-Si, hermosa. El mismo- dijo como sí lo que hubiera preguntado había sido lo más estupido.
Lo fue.
-¿Como sabias que vendría?- pregunte con curiosidad.
-Me lo dijo mi hermano- contestó confundiendome aún más. ¿Hermano? ¿Cuál hermano?.
-¿Hermano? No conozco a tu hermano Matt- hable segura.
-Oh, claro que lo conoces. Es más ahí viene- voltee y pude reconocer el rostro de... ¡Oh, el es su hermano!. No se quien jodidos era.
-Matt- saludo el chico al cual todavía no reconocía por la ligera oscuridad en la que se encontraba la casa. Luego se giró en mi dirección y sonrió.
-Hola, linda- reconocí esa voz de inmediato.
Wow, que genial, grandiosa y.... Jodida coincidencia.
-Que tal meserito- le pregunte sin poder evitar sonar como una perra ya que mi tono de voz sonó coqueto.
-Trent, dime Trent- me dio un beso en la mejilla.
-Bueno, que les parece si pasamos a la barra- propuso Matt y tenía tantas ganas de decir que si pero mi mente me recordó a lo que venía.
-¿Porque no mejor se adelantan y los veo ahí?. Tengo un asunto que resolver, ahora- respondí apenada.
-Oh, esta bien. Entonces en la barra ¿Eh?- me dijo nuevamente en forma de recordatorio y asentí.
Subí las escaleras cansada de tanto empujar a personas y por fin llegue a la segunda planta , terminando enfrente de una de las puertas. La abrí rápidamente y me encontré con la escena que ya sabia podia pasar... ¿Como explicarlo?...mm... ¡Habia una pareja apuntó de tener sexo!, mi vista se nubló ya que uno de ellos no era precisamente Louis.
¡Dios, había interrumpido a dos adolescentes calientes a punto de hacerlo! Iug.
Cerré la puerta rápidamente.
Volví mi vista al pasillo y tome la otra puerta del fondo topandome con que estaba completamente vacía.
La cerré de nuevo y mi vista se centro en las molestas y sobresalientes risas que venían de las escaleras.
¡Gracias, Dios! Te debo una y muy grande.
La suerte y Dios estaban de mi lado.
Logre divisar a Louis y una chica con un vestido muy ajustado caminando un poco desequilibrados, es más, se podría decir que en un mal paso cualquiera de los dos terminaría en el suelo.
Estaban ebrios, ambos.
-¡Louis!- le grite molesta, el alzó la vista y me miró de una manera sorprendida.
-¡____! ¡Que gusto encontrarte por aquí!- me dijo de una manera sínica lo que hizo que mi enojo se multiplicara.
-Eres un Maldito traidor, estabas a punto de romper la condición sobre la cual los deje venir a esta estúpida fiesta- reclame desgastando saliva porque olvidaba que hablar con un borracho era como hablar con la pared.
-No estuve a punto de romperla, lo voy a hacer- contestó y se llevó con la mano a la chica que casi casi cae dormida al suelo de lo ebria que estaba.
Mi boca formó una gigantesca "O" rodeada de sorpresa. Eso no era lo que planeaba escuchar.
Louis entró a la habitación que estaba vacía y estaba a punto de cerrarla en mis narices pero la detuve con la palma haciendo que resonara por toda la habitación. Oh encerio estaba molesta, por un pequeño momento pense que estaba bromeando, pero ¿Lo hacia? Definitivamente no.
¿Que le pasaba a este chico?
-Oh, no. Primero muerta- enfatizé cada una de las palabras que salían de manera ruda de mi boca.
-Te me largas, este chico ya no esta disponible- le avise a la chica que estaba toda pérdida en el asunto, ella medio asintió como respuesta y se tapó la boca. ¡Iba a vomitar!.
-Vete a fuera- la corrí con asco de la habitación y ella salió intentando correr. Lo cual se le dificultaba, ya lo creo, miles de litros de alcohol dentro de su organismo y unos tacones de 20 cm, no le favorecían mucho.
-Oh, la corriste para dejarnos solos- me susurro Louis de forma pervertida cuando cerca de mi oido, cuando ya no se escuchaba la presencia de la chica.
-¿¡Que!?. ¡No!- le aclaré inmediatamente- Hay, ¿Quien te crees?- le pregunte con el tono de molestia que todavía había dentro de mi.
-Louis, Louis Tomlinson- me respondió con egocentrismo.
-¿A sí?- le rete- Pues yo soy ______ Ross- escupí sin saber a donde quería llegar.
-Eso lo se perfectamente. Eres _____ Ross, nuestra niñera- se acercó a mí de manera peligrosa haciendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo- La más sexy niñera- murmuro cuando nuestros alientos se mezclaban, podía sentir como el suyo quemaba mi boca por el fuerte olor a alcohol.
-L-louis- susurré nerviosamente. Mis sentimientos habían dado un vuelco y ahora sentía como los nervios recorrían mi garganta- N-no lo h-hagas- advertí cuando nuestros labios se rozaban. No quería besarlo, porque después no podría detenerme.
-¿Porque no? ¿Tienes miedo?- me preguntó burlón- Yo te lo podría quitar- volvió a susurrar de manera sensual en mi oido, antes de que sus labios sin previo alguno de estrellaran en los míos de manera salvaje.
Podía sentir todo el sabor a alcohol, era jodidamente bueno.
Con las dos manos tomó de mi cintura y me pegó a su cuerpo, haciendo que el deseo comenzará a invadirme.
Sus dedos viajaron hasta mis caderas y ahí comenzaron a hacer pequeñas formas sin sentido.
Su cuerpo se pegó más al mío de forma que no tuve en donde apoyarme y mi espalda golpeó la pared. Un gemido se coló de mi boca sin permiso, seguido de un jadeo.
Esto estaba mal, pero tengo que admitirlo se sentía bien. Se sentía excitante.