Tenka Gomen
“¡Y ahora estamos en una ciudad!”
De hecho, el grupo había encontrado la civilización por fin, después de lo que debe haber sido una cantidad incalculable de tiempo vagando sin rumbo fijo con solo una comprensión mínima de cuál era su objetivo final. Sin embargo, había un pequeño problema con la ciudad con la que se habían topado, y esta vez, no era algo que Mash pudiera simplemente ignorar.
“¡Esto es solo Roma!” —gritó, señalando el paisaje que tenían delante—. “¡Esto es exactamente lo mismo que cuando estábamos en Roma!”
De hecho, los caminos eran los mismos que en Roma, los edificios eran los mismos que en Roma y la gente vestía igual que los romanos. No es que ninguno de los ciudadanos pareciera notar ningún tipo de irregularidad en esto, simplemente continuaron con sus rutinas diarias como si no hubiera nada extraño en esta situación.
"¿No íbamos a dejar de señalar este tipo de cosas?" Okita se preguntó en voz alta.
“Este evento no tiene el beneficio de la redacción que obtuvimos más adelante, por lo que debemos confiar en el metahumor”. Nobunaga argumentó, demoliendo la cuarta pared una vez más, pero con suerte sacando todas las meta bromas de su sistema antes de que terminara el evento. "Solo nos queda un poco más, así que no es como si se trasladara a nada después".
(Naturalmente, se estaba olvidando de Tamamo Cat, cuya notoria ausencia de este evento en realidad no era notoria en absoluto cuando uno pensaba en ello).
“Pero, ¿cómo se supone que debemos sobresalir cuando todo esto termine? ¿Asumiendo que no nos olvidamos hasta el evento de la secuela? Okita se preguntó, haciendo llorar a su guía invisible al recordar cuántos personajes existen en esta historia. "¡Oye, sabías en lo que te metías cuando empezaste esto!" gritó de repente.
"Eh, cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él". Nobunaga se encogió de hombros. "De todos modos, ¿cómo sabes realmente que esto es Roma?" luego le preguntó a Mash con un tono curioso. “Por lo que sabemos, así es como…” comenzó a discutir, antes de volverse hacia la ciudad y entrecerrar los ojos. "¿...Osaka?" ella sugirió inciertamente. "¡Sí, así es como se veía Osaka en este período de tiempo!" ella concluyó.
“OK, antes que nada, ¡¿cómo diablos llegamos de Kioto a Osaka?!” preguntó Okita. “¡Eso no es solo un paseo tranquilo por la calle! Y segundo, ¡¿cómo diablos pudiste siquiera sugerir algo así con una cara seria?!” exigió. "Has estado aquí antes, ¡se supone que esta es tu era!"
“Ahora espera, se supone que este es el mismo período de tiempo en el que estábamos teniendo nuestra Guerra del Grial. ¿Recordar?" respondió Nobunaga.
“¡Oh, por favor, nos hemos encontrado con Sirvientes que llevan el nombre de señores de la guerra que conociste cuando estabas vivo! ¡Es obvio que la tontería que hiciste con el Grial ha alterado completamente todo en esta Singularidad! Okita replicó mientras la señalaba con un dedo acusador.
"Está bien, está bien, ¡pero eso no significa que esto no pueda ser Osaka!" Nobunaga intentó argumentar sin importar el sentido común.
"Cierto, seguro, ¿entonces me estás diciendo que eso es un Coliseo Japonés ?" Okita cuestionó mientras señalaba el respectivo monumento en la distancia. "¿Con togas japonesas usadas en ciudadanos japoneses ?" luego agregó mientras señalaba a las personas que caminaban alrededor. "¿Y quiénes tienen esclavos japoneses trabajando para ellos?"
"Oye, no tienes que decir eso tan despectivamente". se quejó un civil cercano que barría el exterior de un puesto. “No es que no me paguen por mi trabajo”.
"Sí, pero apuesto a que no te pagan lo que realmente vales". Okita replicó.
“¿Y en qué se diferencia eso de los trabajadores de salario mínimo de hoy en día?” el hombre cuestionó.
"... toque". Okita admitió con una mueca.
"¿Podemos detenernos con la discusión política?" Mash preguntó, sonando comprensiblemente tenso, aunque no por la razón que la gente podría esperar. "¡Senpai ha desaparecido de nuevo!"
Tanto Okita como Nobunaga lo miraron dos veces, volteándose para mirar al lado de Shielder para confirmar que sí, Izuku había desaparecido en ellos nuevamente . Afortunadamente, ahora tenían un medio más fácil para rastrearlo, ya que el ejército de Mini-Nobu se apresuraba por el camino de tierra para seguir a su futura madre gallina.
"No vas a parar con las alusiones maternales sin importar cuántas veces te pregunte, ¿verdad?" Nobunaga se quejó, todavía negándose a aceptar que esta broma iba a ser explotada por todo lo que valía.
De todos modos, el grupo siguió la cabalgata de clones de Nobunaga, aunque afortunadamente no tuvieron que ir muy lejos. Un paseo rápido por la calle, seguido de un giro rápido a la izquierda, y se encontraron con una pequeña tienda escondida fuera de la vista. Muchos de los Nobus ya se agolpaban en su interior, y una vez que pudieron mirar dentro, quedó claro por qué lo hacían.
En la tienda bastante pequeña, en una de las pocas mesas dentro, estaba sentado Izuku, ya devorando el contenido de un tazón como si nada extraño estuviera pasando.
“¡Ay! ¡Más clientes! ¡Por favor entra!" preguntó el cocinero detrás del mostrador. "¡Tengo un montón de udon romano tradicional para todos!"
“No puedo creer que esa fue una oración que alguien realmente pronunció”. Okita respondió rotundamente.
(Por supuesto, todavía aceptaron la oferta).
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Ya sea que se tratara de “udon romano tradicional” o no, Mash no podía negar que estaba muy sabroso y que valía la pena el desvío.
Aunque la pregunta entró en su mente sobre cómo exactamente se suponía que debían pagar este almuerzo improvisado. Teniendo en cuenta que casi la totalidad de su ejército Mini-Nobu estaba tan ansioso por la comida como lo había estado Izuku, y había muchas bocas que alimentar, acumularía un precio bastante alto. Incluso si el Nobus necesitaba tazones más pequeños y menos contenido, e Izuku estaba tratando de ser considerado y no comerse el establecimiento con todo lo que tenían, aún se sumaba bastante rápido.
No ayudó que Nobunaga estuviera tratando de averiguar si aceptarían moneda japonesa o moneda romana, lo cual estaba tratando de resolver con el dueño de la tienda en ese momento. Mash imaginó que siempre podrían llamar a alguien como Nero o Caesar para pedir ayuda en ese sentido, aunque en el último caso significaría que le debían una multa bastante considerable para pagar en algún momento.
Esperaba que Izuku realmente hiciera más para tratar de ayudar a que esto tuviera sentido, pero una vez más estaba preocupado.
"¡¿De verdad lo golpeaste tan rápido ?!" preguntó, su atención completamente en el Saber sentado a su lado.
"¡Por supuesto lo hice! ¡Soy una espadachina sin igual después de todo!” Okita se jactó con orgullo. "¡Moverse tan rápido que las leyes de la realidad dejen de intentar dar sentido a lo que hago es solo un resultado natural!"
"¡Eso es increíble!" exclamó Izuku, con los ojos muy abiertos por el asombro. "¿Pero cómo? ¿Cómo hiciste eso?"
“Bueno, aunque muchos pueden haberme considerado un genio naturalmente dotado con la espada, no fue tan fácil para mí. Me tomó años entrenar con Kondo-san y Hijikata-san para llegar a ser tan bueno como soy hoy”. Ella admitió. “¡Aunque incluso en ese entonces yo era mejor que los dos~!” añadió con una sonrisa egoísta.
"¡Debe haber tomado mucho más tiempo que eso!" Izuku insistió. “¡Quiero decir, Sasaki-san entrenó con su espada durante años solo para dominar una técnica y pudo hacer lo que hiciste!”
"¿Sasaki-san?" Okita repitió, claramente confundido.
“¡Sasaki Kojirou! ¡Él puede deformar lo mismo que tú! Izuku aclaró, para sorpresa de Okita.
“¿¡¿SS-Sasaki Kojirou?! ¡¿ El Sasaki Kojirou?!” repitió mientras miraba atónita a Izuku. "¡¿Estás diciendo que en realidad soy tan bueno como él?!"
"¡Usted debe ser! Si puedes moverte tan rápido que la realidad en sí misma no puede seguir el ritmo, y lo lograste trabajando tan duro como lo hiciste, ¡entonces eres exactamente como él! afirmó con entusiasmo.
"¡B-Bueno, por supuesto! ¡Definitivamente trabajé duro para ser tan bueno como soy! ¡A-Absolutamente!" Okita respondió mientras evitaba mirarlo directamente.
"¡Eres tan increíble, Okita-chan!" Izuku expresó con entusiasmo, mientras que la cara de Okita comenzó a calentarse. "¡Verdaderamente increíble! ¡Eres una inspiración, incluso!" Continuó, la cara de Okita poniéndose más y más roja. "¡Si pudiera llegar a ser una cuarta parte tan increíble como tú, lo consideraría un gran logro!"
Okita sostuvo sus mejillas mientras dejaba escapar un sonido similar al de una tetera hirviendo. Parecía que se iba a desmayar en cualquier momento por la pura sobrecarga de vergüenza, pero la sonrisa temblorosa en su rostro indicaba que en realidad no le importaba.
"Por cierto, ¿por qué cambiaste tu atuendo de nuevo?" Izuku preguntó de repente, cambiando abruptamente el estado de ánimo de nuevo.
"¿Eh?" Okita expresó, claramente no preparado para eso. Miró su atuendo, de vuelta al kimono predominantemente rosa que había usado cuando apareció por primera vez en Chaldea.
"¿Está realmente ligado a ese súper estado en el que entraste cuando luchaste contra ese otro Cu Chulainn?" Izuku se preguntó, sosteniendo su barbilla mientras miraba fijamente al sable. "¿Es completamente un truco mental cuando usas tu haori de nuevo? ¿O es en realidad una fuente de poder para ti? Aunque para los Servants supongo que es lo mismo de cualquier manera, aunque todavía tengo que preguntarme si hay alguna forma de que te pongas todo el tiempo, he visto a algunos otros cambiar su apariencia en pequeñas formas, pero no sé si realmente está relacionado con su fuerza respectiva, tal vez también dependa del Servant en cuestión, pero debería haber alguna forma de hacerlos más fuertes-"
Así que siguió adelante, y pronto se metió en espiral en otra de sus intrincadas tangentes, mientras que la alegría avergonzada inicial de Okita pronto se transformó en aturdimiento y desconcierto mientras él continuaba. De hecho, incluso parecía mareada mientras él continuaba hablando de aparentemente nada importante, aunque eso podría haber sido su enfermedad volviendo a afectarla.
"¿Estás seguro de que no estás esperando que ella pueda volver a cambiar para poder ver más de sus piernas de nuevo?" Nobunaga cuestionó cuando regresaba de su conversación con el dueño.
"¡A-Aneue, eso no es del todo cierto!" respondió Izuku avergonzado, su propio rostro brillando con una coloración rosa brillante. Okita aprovechó la oportunidad para girar la cabeza y toser, aunque solo fuera para evitar más vergüenza por todo lo que estaba pasando.
"Sí, claro, ¿eres un joven en crecimiento y me estás diciendo que tu cerebro es puro e inocente y desprovisto de cualquier cosa, incluso remotamente pervertida? ¡Saca el otro!" Nobunaga descartó cuando se detuvo detrás de Izuku, luego se agachó y le revolvió el cabello con brusquedad.
"¡Te lo juro, no estaba pensando en eso para nada!" Izuku insistió, incluso mientras soportaba la muestra de afecto de su autoproclamada hermana mayor.
"¡Oye, no voy a juzgarte si lo haces!" Nobunaga replicó con una sonrisa sarcástica. "A menos que estuvieras pensando en sus pies, en cuyo caso definitivamente te juzgaré ".
"¡¿Por qué mencionas eso , de todas las cosas?!" Izuku cuestionó.
"Ella es la que corre con sandalias abiertas, ¡eso va a significar algo para algunos degenerados!" Nobunaga aclaró, para disgusto de Okita. Con eso, finalmente dejó ir a Izuku, antes de caminar hacia el fondo de la habitación. "De todos modos, tengo que usar la pequeña habitación de los sirvientes. Seguiremos buscando el Grial una vez que termine". anunció, antes de abrir una puerta en la pared trasera y desaparecer a través de ella.
Izuku intentó arreglarse el cabello mientras miraba la puerta cerrada, visiblemente confundido. "¿Los sirvientes necesitan ir al baño?" preguntó, desconcertado.
"No lo pensaría demasiado". Okita aconsejó mientras recuperaba la compostura.
Por una vez, Izuku hizo exactamente eso y, en cambio, volvió a bombardear al miembro del Shinsengumi con preguntas sobre su loca supervelocidad. Lo que hizo que Okita volviera a acicalarse y resoplar de orgullo como si nada hubiera pasado.
Todo el asunto dejó a Mash sintiéndose un poco desgarrado. Por un lado, era un consuelo ver que incluso en medio de esta locura inducida por GudaGuda, su Senpai seguía siendo su Senpai en el fondo. Por otro lado, ver cómo sus aspectos más tontos eran exagerados aún la dejaba preguntándose si realmente podrían deshacer esto tan fácilmente. Su propio momento de lucidez después de algunas de las payasadas que hizo enfatizó aún más cuánto podía cambiar alguien en estas condiciones, por lo que era aún más importante resolver esto tan pronto como pudieran.
Por otro lado , eso no debería ni podía existir, solo estaba un poco molesta porque su Senpai estaba derramando tanta adulación sobre otra chica que no era ella. (Ignoraremos convenientemente los signos más pequeños de su fe en ella que han ocurrido desde que comenzó este evento).
"¡Fuhahahahaha! ¡Muéstrate, Oda Nobunaga!"
La nueva voz que hizo una demanda tan audaz rápidamente atrajo la atención de todos y terminó la conversación en curso. Por supuesto, no fue solo la demanda en sí, sino también el hecho de que todos reconocieron la voz lo que rápidamente los envió a un pánico menor. Sin esperar más a la mismísima Demon Archer, todos salieron corriendo del establecimiento, con su surtido de Mini-Nobus siguiéndolos.
Una vez que doblaron la esquina y volvieron a emerger a la plaza principal de Roma/Kyoto/Osaka, encontraron al Siervo dorado brillante que los miraba con arrogancia antes de que aparecieran por completo.
"¡Lo sabía!" Izuku respondió. "¡Es AUO!"
"¡De hecho, soy yo!" Gilgamesh anunció, tan audaz como siempre. “¡El Rey de los Héroes y el Rey de la Tierra Dorada de Zipang! ¡Toyotomi Gilyoshi!”
"¿Estos nombres alguna vez van a sonar normales...?" Mash se preguntó en voz baja.
“Bueno, si alguien iba a interpretar el papel de Hideyoshi, supongo que sería apropiado que fuera el Servant más arrogante que jamás haya existido…” Admitió Okita, también en voz baja con la esperanza de que Gilgamesh no la escuchara.
"¡Entonces! ¿El Loco de Owari no considera adecuado enfrentarse a mí directamente? preguntó el arquero dorado. "¡¿En cambio, se contenta con enviar a los mero rango y archivo para insultarme ?!"
"¡Ella está... un poco preocupada en este momento!" Izuku respondió vacilante. "Mientras tanto, ¿hay alguna forma de que podamos deshacer este grave insulto, Su Majestad Real, señor?" luego agregó apresuradamente, prácticamente tropezando con sus palabras mientras se apresuraba a pronunciar las formas necesarias de tratamiento.
“¡Lo único que puede satisfacerme es tu entrega inmediata! ¡Tanto de vosotros como de vuestro ejército! Toyotomi Gilyoshi respondió. “¡Por una vez que tenga el mando de todas las facetas del Ejército de Nobu, extenderé mi influencia por toda esta tierra! ¡Entonces se cubrirá de oro brillante de costa a costa! ¡Tal es mi decreto divino!”
“No creo que Hideyoshi fuera tan literal con su tema dorado…” comentó Okita, incluso si sonaba insegura mientras lo hacía.
"¿No hay alguna manera de que podamos convencerlo de que espere con esto, señor?" Izuku sugirió vacilante.
"¡Sí! ¿Qué pasa si te damos a Okita en lugar del ejército? Mash de repente se ofreció como voluntario.
“Sí, ¿y si tú- hey! Okita protestó.
"¡Tonto! ¡¿Buscas insultarme más?!” Gilgamesh respondió bruscamente. “¿De verdad crees que estaría satisfecho con una copia inferior de Saber? ¡Solo el artículo genuino sería suficiente para que lo acepte!”
"¡De alguna manera, esa respuesta solo me enoja aún más!" Okita gritó tristemente.
“¡Bueno, no podemos simplemente dejarte tener el Nobus!” Izuku insistió, ya parado protectoramente frente a ellos a pesar de que le estaba respondiendo a Gilgamesh . "¡Nunca podrías entender lo importantes que son para mí!"
"¿Hoooooh?" el dorado Rey de los Héroes expresó, intrigado. “¿Entonces dices que entiendes el verdadero valor de estas criaturas? Sin embargo, no has considerado lo que podría hacer por ellos si me los entregaras.
"Qué quieres decir con eso…?" Izuku preguntó vacilante, a lo que Gilgamesh dejó escapar otra risa jactanciosa.
“¡Mirad, mestizos! ¡Esto es lo que significa apreciar verdaderamente el valor de un tesoro!” gritó mientras extendía los brazos a los costados.
Hubo un repentino estallido de luz dorada, y sobre sus hombros blindados se encontraban dos más de los muchos Nobus que habían poblado esta Singularidad. Aunque, tal vez como era de esperar, había una diferencia clave con ambos.
Eran de un oro tan brillante como la armadura de Gilgamesh.
“¡ Nobu! -gritaron juntos.
Izuku dejó escapar un grito muy emocionado al ver el Nobus dorado, ahora mirándolos como si fueran artefactos raros que uno encontraría escondidos en algún templo antiguo. El hecho de que instintivamente estaba extendiendo las manos para agarrarlos, a pesar de que Gilgamesh estaba a una docena de metros de ellos, solo se sumó a lo hechizado que estaba al verlos.
"¿Ahora entiendes?" Gilgamesh cuestionó cuando Izuku parecía estar a punto de caer de rodillas al ver al Nobus dorado. “¡Esto es lo que significa mostrar verdaderamente el valor de un tesoro! ¡Esto es lo que haré por todos los Nobus! ¡Por lo tanto, es sensato que me los entregues, para que pueda hacerlos tan dorados como yo!
"Siento que este enfoque en 'oro' sería más adecuado para otro Servant..." murmuró Okita.
Los ojos de Izuku brillaron al ver al Nobus dorado, claramente tentado por la oferta de ver aún más de ellos una vez que Gilyoshi pusiera sus manos en el ejército. Sin embargo, después de un tiempo sorprendentemente corto, cerró los ojos y negó con la cabeza en desafío.
¡ No! ¡No puedo dejar que hagas eso!” Declaró de repente mientras recuperaba la compostura.
"¡¿Qué?!" Gilgamesh exigió, ofendido.
“¡Si hicieras todo el oro de Nobus, entonces quitarías lo que los hace únicos y especiales!” Izuku declaró, mientras varios Nobus se agolpaban a su alrededor. “Si todos están hechos para verse exactamente iguales, ¡entonces ese valor del que estás hablando se ha ido! ¡Cada uno es su propio Nobu individual lo que los hace especiales! ¡No puedo dejar que les quites eso!”
Todos los Nobus a su alrededor dejaron escapar gritos de aprecio y adulación, algunos se aferraron a sus piernas mientras lo colmaban de elogios por su discurso. Todo lo cual dejó a Okita aún más desconcertado que antes.
"... Sin embargo, ¿no son todos literalmente iguales?" se preguntó en voz alta.
"¡Increíble, Senpai!" Mash gritó emocionada mientras saltaba arriba y abajo. “¡Eres tan inspirador y reflexivo! ¡Usted es el mejor!"
"¡¿Tú también?!" Okita chilló en estado de shock.
"¿Así que serías tan tonto como para rechazar mi magnanimidad?" Gilgamesh advirtió, su alegría se disipó para ser reemplazada por un claro agravamiento por este giro de los acontecimientos. "¡Que así sea! ¡Si tanto desean morir, entonces simplemente los aplastaré a todos y los tomaré para mí!” él declaró.
"Espera, ¿realmente vas a comenzar esto en el medio de la ciudad?" Okita cuestionó, mirando frenéticamente a su alrededor mientras los civiles salían rápidamente de la calle para evitar la inevitable escaramuza.
"¡Estará bien! ¡Incluso si es el Rey de los Héroes dorado, solo tiene dos Nobus contra todo nuestro ejército! Izuku razonó, incluso si eso básicamente no significaba nada a largo plazo. "¡Definitivamente podemos ganar contra él!"
“¡Ja! ¡Las divagaciones ciegas de un tonto entre tontos! Toyotomi Gilyoshi se despidió. "¡Sin embargo, si esa es tu decisión, te mostraré el resultado de tu arrogancia inmerecida!"
“Como si realmente pudiera hablar de eso…” murmuró Okita para sí misma.
“¡Hanbei! ¡Kanbei! ¡A mi!" Gritó Gilyoshi mientras levantaba la mano.
El sonido de pasos que marchaban se podía escuchar a su alrededor, una señal de que sus fuerzas habían respondido a su señal. En la calle a su derecha, una serie de Mini-Nobus pronto salieron de varias calles laterales y edificios hasta que se detuvieron a su lado, girándose para enfrentarse a las fuerzas de Chaldea. Al frente había una figura más distintiva, que era el hombre bajo con anteojos y cabello azul (?) que habían encontrado un par de veces antes.
"... ¿ Se supone que es Takenaka Hanbei?" preguntó Okita.
"Créanme, estoy tan desconcertado por esto como todos ustedes". respondió el hombre conocido por el momento como Takenaka Andersen, ajustando sus lentes mientras hablaba. "No sé cómo me metí en esta tontería, pero si eso significa que puedo posponer mi último trabajo por un poco más de tiempo, lo aceptaré". decidió descaradamente.
"¿Prefieres participar en una guerra en miniatura que trabajar en tu proyecto principal?" preguntó Izuku, claramente desconcertado.
“¡Mi trabajo es una guerra contra mi mente creativa! ¡Tomaría cualquier cosa por encima de eso!” Andersen se quejó.
Los sonidos de marcha se reanudaron, mientras más Mini-Nobus salían de las aberturas de la calle en el lado izquierdo de Gilyoshi. Al frente había otra cara inesperada pero familiar, que era la entidad pálida parecida a un payaso que también había estado haciendo apariciones aquí y allá antes.
“OK, ¡eso definitivamente no es Kuroda Kanbei!” Señaló Okita. ¡Apostaría cada moneda que tengo a que no parece un cruce entre un payaso y una polilla!
"¡Oh, vamos, no seas tan crítico!" la entidad actualmente conocida como Kuroda Mephisto reprendió alegremente. “¡De hecho, estoy bastante a la moda para este período de tiempo! ¡Creo que el púrpura es el nuevo negro!”.
"¡No puedes esperar que nadie compre eso!" Okita replicó. "Honestamente, si esto es lo mejor que tienes, ¡también podrías rendirte ahora, Gilyoshi!" luego continuó mientras se dirigía directamente al rey dorado. "¡Ya nos hemos enfrentado a usted y a su oferta, y estamos más que listos para enfrentarlo y ganar!"
"¿Oh? ¿Estás ahora?" Gilgamesh cuestionó con una mueca. “¿Estás tan seguro? ¿No debería asegurarse de que su líder esté a la altura de la tarea antes de hacer una afirmación tan audaz?
“¿Eh? ¿De qué estás hablando? Midoriya-kun es-” Okita comenzó a responder, solo para ver lo que estaba insinuando. Izuku inicialmente se había movido al frente de la manada para hacer su declaración en defensa del Mini-Nobus, pero ahora se había desvanecido repentinamente de ese lugar. Okita giró la cabeza hacia un lado y descubrió que de repente se había retirado a un lugar diferente.
Al hacerlo, cayó de rodillas y se aferró al costado de Mash, enterrando su rostro en su cintura mientras temblaba terriblemente.
“ ¡¿Ehhhhh?! —gritó Okita.
“No puedo dormir, el payaso me comerá, no puedo dormir, el payaso me comerá, no puedo dormir, el payaso me comerá… ” continuó murmurando una y otra vez, todo mientras temblaba como una hoja.
"¡Está bien, Senpai!" le aseguró Mash con la cara rosada, una amplia sonrisa en su rostro mientras le acariciaba la cabeza. “¡No tienes que preocuparte! ¡Te mantendré a salvo de ese gran payaso aterrador de allí!”
"Me estás tomando el pelo…?" preguntó una Okita que sonaba derrotada, claramente incapaz de aceptar lo que estaba frente a ella. (El Nobus tampoco parecía tan impresionado con su líder, dadas las miradas cansadas que le dirigían).
“¡Fuhahahahahaha! ¡¿Dónde está tu valentía ahora, mestizo?!” Gilgamesh se preguntó mientras Izuku continuaba escondiéndose de sus posibles enemigos. "¡Si esto es todo lo que eres realmente capaz de hacer, entonces simplemente deberías haber inclinado la cabeza y suplicado por tu vida tan pronto como me viste!"
"Le tiene miedo al payaso , en caso de que te lo hayas perdido". señaló Takenada Andersen.
“¡Esto no cambia nada!” Mash anunció mientras miraba al arquero dorado y su tripulación ante ellos. “¡Incluso si Senpai no puede defenderse por sí mismo, eso no significa que no podamos ganar! ¡Nuestro ejército sigue siendo tan grande como el tuyo, así que incluso con él incapacitado, puedo liderar en su lugar!
"¿Y cómo vas a hacer eso con él literalmente aferrándose a ti?" Okita se preguntó.
"¡Estará bien! En todo caso, eso me motivará aún más porque lo mantendré cerca y a salvo”. Mash insistió con un resoplido determinado.
"Dr. Roman, tu hija ha sido corrompida por un hombre y desarrolló un extraño fetiche a causa de eso…” Okita comentó para sí misma, haciendo su jugada para convertirse en la mejor chica.
"¡No tengo idea de lo que eso significa!" Mash declaró sin perder la compostura en absoluto. "¡Pero mis intenciones hacia Senpai son completamente puras y honestas!"
(Mash, por supuesto, no estaba al tanto de una pequeña parte de su cerebro, enterrada tan profundamente que no tenía ni idea de que existiera, que estaba colgada en la imagen de ella amamantando a Izuku mientras él estaba en la cama. Lo cual habría estado bien por sí solo, si no estuviera vestida con un traje típico de enfermera, y si no estuviera respirando con dificultad mientras prácticamente babeaba sobre él.)
"¡Si es solo una cuestión de ejércitos, entonces te haré saber que tenemos otra ventaja sobre tus lamentables planes!" anunció Toyotomi Gilyoshi. “¡Kanbei! ¡Dígales!"
"¡Si si si!" Kuroda Mephisto exclamó alegremente. "¡Se me ocurrió una estrategia infalible que aseguraría la victoria de nuestro ejército sobre cualquier otra fuerza que sería lo suficientemente tonta como para tratar de luchar contra nosotros!"
“Temo preguntar…” comentó Takenaka Andersen con cansancio. “¿Y cuál es esta estrategia infalible?”
"¡Fácil! ¡Le puse bombas a todos nuestros Nobus! Mefistófeles respondió.
Efectivamente, tras una inspección más cercana, los que estaban cerca verían que todos y cada uno de los Nobu del ejército de Gilyoshi tenían un pequeño dispositivo atado al pecho. Cada uno parecía una pequeña araña mecánica con un reloj en la parte posterior, aunque las manecillas permanecían inmóviles. Tras esta revelación, todos los Nobus comenzaron a sudar nerviosamente, como si recién ahora se dieran cuenta de que habían sido reclutados y utilizados de esa manera.
"Oh, así que colocaste bombas en todo mi ejército...", comentó Gilgamesh con un lento asentimiento. Pasaron unos segundos mientras asimilaba ese comentario, antes de que se volviera hacia su supuesto estratega. “¡¿Hiciste qué?! " el demando.
"¡¿Eres un completo idiota ?!" Andersen exigió enojado. "¡¿Cómo esperas que peleemos con un ejército si los matas a todos tú mismo ?!"
"Bueno, no sé lo que realmente esperaban ustedes dos". Mefistófeles respondió con una expresión neutral, antes de que se transformara de nuevo en una sonrisa alegre. "¡Le pediste a un demonio que te ayudara, después de todo!"
"¡Apenas calificas como un demonio, idiota!" Andersen respondió bruscamente. "Estoy bastante seguro de que Goethe no te escribió como un maníaco, ¡no puedes culparte por ser un 'demonio'!"
“Para ser justos, su historia existió durante mucho tiempo antes de que Goethe la escribiera”, comenzó a señalar Okita.
"¡Quédate fuera de esto!" Andersen replicó, interrumpiéndola.
“O-Oye, estás tratando de luchar contra nosotros, ¿recuerdas? ¡Ya estamos involucrados en eso!” Okita respondió, solo un poco molesto.
Las disputas entre la mayoría de las partes involucradas continuaron después de ese punto, convirtiéndose rápidamente en un estruendo sin sentido de discusión sin ningún punto claro en medio de todo. En esta etapa, casi parecía que la guerra real se había olvidado por completo, ya que todos estaban mucho más preocupados por gritarse unos a otros sobre una cosa u otra. En general, dejó a Mash bastante tenso e inseguro acerca de cómo iba a terminar todo esto.
Hasta que sintió que Izuku soltaba su cintura, lo que la hizo girar la cabeza hacia él con confusión y preocupación a partes iguales.
El miedo que había estado mostrando momentos antes había desaparecido por completo y, curiosamente, su expresión era en su mayoría neutral. Excepto por el hecho de que las pupilas de sus ojos se habían reducido a pinchazos, lo que indicaba que no tomó muy bien la revelación de que el Nobus estaba armado con bombas. El hecho de que su mirada fría estuviera fijada únicamente en Mefistófeles lo confirmó aún más.
Lentamente, uno por uno, todos se calmaron cuando también notaron cómo había cambiado el comportamiento de Izuku. No quedó claro cuál era el problema, no hasta que finalmente abrió la boca y habló en un tono tenso.
"¿Le hiciste qué a los bebés?" preguntó.
"Ohhh, es bueno que Nobunaga no esté aquí en este momento para escucharte..." comentó Okita con voz adolorida.
"¡Oohoohoo! ¡En realidad no había pensado en ellos como bebés, pero eso hace que mi idea sea aún más divertida, en realidad!" Kuroda Mephisto respondió con una sonrisa. "¡Bebés bombas! ¿A quién se le ocurriría intentar dispararle a un bebé, incluso si fuera una bomba? ¡Es genial!"
El payaso demente de un Caster dejó escapar algunas carcajadas más alegres ante la idea propuesta, ignorando por completo cómo Izuku ahora era más obvio que lo miraba con agujeros. No estaba claro si simplemente estaba completamente ajeno a cómo sonaba en ese momento, o simplemente estaba aceptando por completo su papel de villano. Aunque al final, no haría mucha diferencia de todos modos.
Cuando Izuku de repente respiró hondo, luego levantó la mano y señaló con el dedo al Caster, antes de gritar a todo pulmón:
"¡MATA A ESE PAYASO!"
Su orden fue respondida por numerosos clics de rifles siendo armados, ya que cada Mini-Nobu en su ejército apuntó sus armas directamente a Mephistopheles y solo a él. Lo cual sirvió para acallar su carcajada apresurada.
"...bueno, esto parece un poco excesivo-"
Fue silenciado cuando una tormenta de balas cruzó la calle directamente hacia él. Cada Nobu en el lado caldeo del campo de batalla desató todas las municiones que tenían sin piedad, disparando rondas aparentemente interminables al autoproclamado lanzador de demonios sin pausa. Casi se sintió como un tiroteo en grupo o un ataque de la mafia en lugar de un asalto por parte de un ejército.
Por supuesto, eso probablemente se debió a la duración del tiroteo. Mash y Okita se estremecieron y se arrodillaron mientras se tapaban los oídos una vez que comenzó el asalto. Andersen hizo lo mismo que ellos, e incluso Gilgamesh se estremeció notablemente cuando se dispararon los primeros disparos, aunque aún mantuvo la compostura. Se quedó mirando mientras los disparos seguían llegando, una y otra vez, uno tras otro durante unos largos minutos.
Cuando finalmente se acabó el tiempo, el chasquido de los rifles mostró que de alguna manera se habían quedado sin munición, lo que indica que todos finalmente podían mirar hacia arriba y ver qué había sucedido.
Fueron recibidos con la vista de Mephistopheles parado allí, perforado como un bloque de queso suizo, pero de alguna manera cubierto de negro con pólvora. Dio una tos áspera, una bocanada de humo negro salió de su boca al mismo tiempo, generando muchas preguntas sobre lo que acababa de suceder.
Luego sacó un letrero de la nada que decía:
Espantoso, ¿no?
Luego desapareció en una nube de polvo dorado, la señal desapareciendo con él. Naturalmente, todas las pequeñas bombas araña adjuntas al Nobus también desaparecieron de la misma manera, dejándolos a todos mucho más aliviados de haber evitado por poco una muerte segura.
Izuku también dio un suspiro de alivio, antes de volver su atención a los demás con una sonrisa. "¡Bien está lo que bien acaba!" él declaró.
"¡Qué diablos es!" Gritó Takenaka Andersen, llamando la atención de todos nuevamente. "¡No puedes simplemente dejar de dispararle a ese idiota como si nada! ¡¿Pasaste casi todo el día intentando todo para evitar pelear, pero ahora estás bien con eso?!"
"Para ser justos, no es como si estuviera en su sano juicio en este momento…" intervino Okita.
"Sé que estamos lidiando con una parodia aquí, ¡pero aún así debería haber algo de lógica en todo esto!" Andersen argumentó.
"Amenazó a los bebés Nobu". Izuku supuso. Luego tomó uno de los Nobus y la abrazó mientras tenía una expresión seria, que en realidad parecía más un puchero. "Nadie amenaza a los bebés Nobu". declaró, mientras el Nobu en cuestión chillaba apreciativamente.
Siguió una breve pausa, con Andersen luciendo como si le hubieran dicho que el cielo tenía un hermoso tono rojizo ese día. Luego, levantó las manos en el aire en señal de derrota. "Me rindo. Esto es oficialmente demasiado estúpido para que yo esté de acuerdo. Ya terminé". el anunció.
"¡¿Q-quieres decirme que estás abandonando tu puesto?!" Toyotomi Gilyoshi exigió, claramente agravado por esto.
"¡Por supuesto que lo soy! ¡No me pagan lo suficiente por este tipo de tonterías!" Andersen respondió bruscamente.
"¡No te pago nada!" Gilgamesh lo corrigió.
"¡Exactamente mi punto!" Andersen replicó. Luego, en otro destello de luz y otra nube de polvo dorado, el segundo Caster también desapareció.
Gilgamesh se quedó mirando el lugar donde había estado Andersen durante unos segundos después de su partida, claramente sin estar preparado para la flagrante falta de respeto. Aún así, se compuso lo suficientemente rápido, girándose y mirando al ejército de Caldea frente a él mientras parecía bastante indignado. "¡Que así sea! ¡Simplemente lideraré este ejército yo mismo! Incluso hacer esto es mucho más de lo que debería esperarse de mí, ¡así que agradece el privilegio de caer bajo mi mando!" él declaró.
Todo el equipo se tensó con anticipación, esperando que él diera la orden de lanzar el ataque en cualquier momento. Individualmente, todos se apresuraron a pensar en un plan que no implicara gritar como idiotas en medio del pánico, pero que estaba demostrando ser excepcionalmente difícil en este momento.
En otras palabras, estaban jodidos.
"¡Sosténlo justo ahí!"
Eso pensaban, de todos modos.
Todos los ojos se volvieron hacia arriba para encontrar la fuente de la voz, solo para verla de pie sobre el techo de un edificio cercano. Cómo llegó hasta allí era una incógnita, pero eso estaba lejos de sus mentes en este momento.
"¡Oda-san!" Mash gritó alegremente.
"¡Aneue!" Izuku agregó, igualmente complacido.
"¡Te tomo bastante tiempo!" Okita intervino, mucho más molesto que feliz en esta etapa.
"¡Sí, debo admitir que estoy de acuerdo!" Gilgamesh respondió con un tono de voz molesto. "¡¿Cómo te atreves a ignorar mi desafío, Tonto de Owari?!"
Oda Nobunaga, porque no podría haber sido nadie más, se burló de las respuestas de todos, antes de enviar una mirada sorprendentemente fría al arquero dorado. "¿Preguntas por qué te ignoraría? ¿Por qué debería prestar atención a alguien tan humilde como tú?" ella preguntó.
Eso definitivamente creó el ambiente, dado que todos en el lado de Chaldea compartieron una mueca de dolor ante ese atrevido insulto. Más aún debido a la mirada feroz que Gilgamesh ahora había fijado en Nobunaga, mostrando mucha más ira que antes de ese punto. Parece que te he oído mal. O eso, o eres un tonto mucho más grande de lo que sugiere tu título. ¿De verdad sugeriste que yo, de todos los demás, soy 'inferior'? cuestionó con un tono peligroso en su voz.
"¡Por supuesto lo hice! ¡Estás mostrando lo humilde que eres en este momento!” Nobunaga replicó sin siquiera una pizca de miedo. “¡¿Qué más esperabas que te llamara?! ¡Para ser un llamado Rey de los Héroes, te has rebajado a nada más que un Mono falso!
"Oh, cielos, se está excediendo..." Izuku murmuró con miedo.
“No estoy seguro de por qué, pero esto se siente como una muy mala idea…”, agregó Mash nerviosamente.
"¿Has perdido la cabeza por completo?" Okita gritó, mucho menos preocupado por ser discreto y más por tratar de evitar cierta refutación cruel y brutal del Rey de los Héroes.
"¡¿Te atreves?!" repitió Toyotomi Gilyoshi, prácticamente gruñendo con cada sílaba pronunciada. “¡¿Te atreves?! ”
“¡Debería estar diciéndote eso ! Nobunaga respondió, antes de adoptar una amplia sonrisa burlona. “¡Tenía la impresión de que los monos eran los imitadores, no los imitados! Entonces, ¿dónde te coloca eso en la cadena alimenticia, me pregunto?
Si Gilgamesh estaba enojado antes, ahora estaba realmente furioso , prácticamente temblando en su lugar mientras las palabras de Nobunaga se asimilaban. Sin embargo, parecía estar tan enojado que se calmó, incluso mientras le dirigía una sonrisa salvaje. su compañero Arquero. “Casi consideraría felicitarte por enfrentar tu muerte con palabras tan descaradas. Si un tonto desea precipitarse hacia su muerte, entonces no veo ninguna razón para negárselo. ¡Sin embargo, si alguien debe ser ridiculizado por imitación, deberías ser tú , autoproclamado 'Rey Demonio'! replicó él, mientras los portales dorados comenzaban a abrirse detrás de él, apuntando hacia ella. "Ahora, ¿alguna última palabra antes de tu muerte, Loco de Owari?"
"Oh, tengo muchas palabras para decir... ¡pero ninguna de ellas es la última!" Nobunaga replicó, antes de chasquear los dedos.
Como si fuera una señal, el chasquido fue respondido con el sonido familiar de rifles amartillados y apuntados. Gilgamesh inicialmente pareció confundido por la acción, hasta que lentamente miró a su alrededor.
Descubrió que tanto el Mini-Nobus caldeo como el suyo estaban apuntando sus rifles directamente hacia él, dejándolo totalmente rodeado.
Izuku miró dos veces cuando vio que el Nobus de su lado actuaba automáticamente, más como robots que como los seres individuales que habían sido segundos antes. "Eh... ¿chicos...?" dijo vacilante.
"¿Qué? ¿No se registró para usted? Nobunaga cuestionó, centrándose más en la expresión igualmente estupefacta de Gilgamesh. "¿Has olvidado? Todos son extensiones de mí mismo. ¿De verdad pensaste que no sabría cómo ordenarles que hicieran lo que yo quisiera?
“¿Y qué diferencia hace esto? ¡Incluso si tuvieras un millón de tus secuaces, un mestizo siempre será un mestizo! replicó Gilgamesh. "¡Podría diezmar tus fuerzas con la misma facilidad sin importar cuántas tengas!"
"¿Oh sí?" Nobunaga se preguntó mientras sostenía su barbilla. "¿Tú, diezmas un millón de armas Anti-Misterio?"
Eso realmente hizo que el falso Toyotomi se detuviera cuando pareció darse cuenta de la situación en la que se encontraba.
“¡ Ahora, preséntame tu cadáver! ”
Con el grito de Nobunaga, todo el Mini-Nobus de repente brilló con una luz blanca brillante. Volaron desde sus respectivas posiciones en el campo de batalla, sus formas cambiaron mientras daban vueltas alrededor de la misma Nobunaga. Ella, a su vez, levitó desde el techo y comenzó a flotar sobre la cabeza de Gilgamesh.
“¡ El demonio desciende! ”
En otro instante, todos los Mini-Nobus habían asumido sus nuevas formas.
Lo que resultó en miles de rifles flotando en el aire, todos apuntando a la forma de Gilgamesh.
"¡Maldito seas-!" Gilgamesh comenzó a maldecir, sus portales ya estaban preparando sus propias armas para lanzarlas en represalia, pero fue un segundo demasiado lento.
“ SANZEN SEKAI! ¡SANDÁN UCHI! ”
Con ese grito de batalla, todos los rifles desataron torrentes de luz roja brillante. En segundos, Gilgamesh se consumió en el aluvión de calor y luz, y pronto desapareció en un destello rojo, lo que provocó que la tripulación de Chaldea se alejara rápidamente para evitar ser cegado. Cuando la luz se desvaneció y volvieron a mirar, vieron que no quedaba nada del Rey de los Héroes.
Bueno, excepto por el Santo Grial que flota allí.
"¡¿Tuvo el Santo Grial todo este tiempo ?!" exclamó Okita.
“¡Por supuesto que lo hizo! ¿Quién más hubiera agarrado algo tan dorado y brillante? Nobunaga se disculpó mientras flotaba hacia el nivel del suelo, descartando los rifles que había invocado al mismo tiempo. Luego agarró el Grial ella misma, sonriendo mientras lo examinaba. “¡Y ahora… es mío!”
Dejó escapar una risa victoriosa mientras sostenía el Grial, lo que generó sentimientos encontrados en el equipo. El asunto al menos se resolvió, pero ellos, Izuku en particular, con lágrimas en los ojos, tenían que preguntarse qué pasó con todos los Mini-Nobus después de lo que acababa de hacer.
Esos sentimientos luego cambiaron a otros más preocupados mientras la risa de Nobunaga continuaba, volviéndose más salvaje y trastornada a medida que avanzaba.
Cosa que hizo, durante un período de tiempo bastante incómodamente largo.
Sí, ahora básicamente se estaba riendo malvadamente.
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"¡Y ahora estoy haciendo un giro de talón!"
"¿Eras incluso un babyface para empezar?" Okita se preguntó, antes de mirar alrededor frenéticamente. "Espera, ¿por qué hicimos un salto de página si ni siquiera estábamos cambiando de ubicación?"
"¿Oda-san?" Mash expresó vacilante, ignorando por completo la pregunta de Okita. "Qué estás haciendo…?" preguntó, a pesar de que la respuesta ya había sido dada.
“¡Debo felicitarlos a todos, caldeos!” Nobunaga respondió triunfante. "¡Hiciste casi exactamente lo que esperaba!"
"Realizado-espera, ¿estás diciendo que nos engañaste?" Mash exigió, sorprendido y ofendido.
"¡Bueno, duh!" Nobunaga replicó. “¡Era la forma más fácil de poner mis manos en el Grial y recuperar mi antiguo poder! ¡Ahora finalmente puedo ganar esta Guerra del Grial como se suponía que debía hacerlo!”
"¡¿Como pudiste?!" Mash respondió. “No, de verdad, ¡¿cómo pudiste?! ¡Nos arrastraste por todos lados al azar! ¡No había nada coherente en tus acciones en absoluto!”
“¿No estaba allí? ¿O solo estaba haciendo el papel de tonto todo el tiempo? Nobunaga preguntó retóricamente, antes de reírse de nuevo. “¡Todos ustedes bailaron a mi ritmo maravillosamente! ¡Todo salió según keikaku! ”
"¡Oh vamos! Ese chiste era viejo cuando salió este por primera vez, ¡ ya está prácticamente fosilizado !” Okita se quejó.
“¡Cállate, hitokiri! Nobunaga respondió molesto.
"No puedo creerlo..." murmuró Izuku, las lágrimas ahora brotaban libremente de sus ojos. “¡No puedo creer que se hayan ido todos! ¡Me quitó el Nobus! gritó.
"Oye, ¿no tienes mayores prioridades aquí?" exigió Nobunaga. “¡¿Como yo?! ”
"¡¿Por qué, Aneue?!" Izuku exigió mientras lograba volver su mirada llorosa hacia ella. “¡¿Por qué harías todo esto?! ¡¿Todo el tiempo que pasamos uniéndonos a esta Singularidad fue en vano?!”
La respuesta que recibió fue una mirada en blanco de Demon Archer, interrumpida solo por un parpadeo ocasional, ya que parecía estar tomándose un momento para que ella registrara lo que se decía. "...¿esperar lo?" ella expresó.
"¡No actúes tan inconsciente!" Mash gritó mientras corría al lado de Izuku, abrazándolo mientras él lloraba en su hombro. “¡Solo míralo! ¡Está tan angustiado por todo esto! ¡¿Acabas de romperle el corazón y ahora quieres actuar como si no supieras lo que está pasando?!”
"¿Qué...?" Nobunaga repitió, claramente desconcertada por todo lo que estaba viendo y escuchando.
"Todos los Nobus se han ido, Aneue me traicionó ..." Izuku sollozó mientras se apoyaba en Mash. “¡Este es el peor día de todos! ”
“Ya, ya, senpai…” respondió Mash en un tono tranquilizador, acariciando suavemente su espalda mientras lo abrazaba. “Ya casi terminamos, regresaremos a casa pronto y podemos dejar todo esto atrás…”
Okita también tuvo que tomarse un momento para procesar la escena ante ella, aunque solo fuera por lo exagerada y absurda que era, antes de negar con la cabeza y enfocarse en Nobunaga nuevamente. “¡S-Sí, incluso para ti, este es un nuevo mínimo, Nobunaga!” ella bastante débilmente la golpeó. “¡¿Cómo pudiste manipular a Midoriya-kun de esta manera?! ¡Él solo quería ayudarte!
“Espera, espera, espera…” respondió Nobunaga, levantando una mano mientras adoptaba una mirada mucho más desconcertada. "Retrocede por un segundo... ¿cómo me acaba de llamar?" preguntó mientras señalaba a Izuku.
Okita parpadeó ante la pregunta del Arquero. Miró a Izuku, que aún estaba angustiado, antes de volver a mirar a Nobunaga. “... aneue? ¿Eso que le has estado exigiendo que te llame desde que comenzamos toda esta aventura? respondió ella, claramente confundida.
"...¡bien! ¡Eso que definitivamente le obligué a hacer!” Nobunaga respondió con una confianza muy forzada. "¡Sí! ¡Sé exactamente de lo que estás hablando! ¡Absolutamente!"
Okita miró fijamente a Archer mientras parecía estar cada vez más nerviosa por sus afirmaciones. Rápidamente sugirió la idea de que algo extraño estaba pasando aquí, además de todo lo demás que había sucedido ese día.
Afortunadamente para ella, no tendría que pensar mucho antes de que se le presentara una respuesta.
"¡Sosténlo justo ahí!"
En una repetición bastante desconcertante del momento anterior, la voz familiar llamó la atención de todos, mientras el equipo de Chaldea se giraba para mirar detrás de ellos. Para aumentar la confusión que todos compartían, un duplicado exacto de Nobunaga estaba parado allí, señalando acusadoramente al otro que estaba frente a ella.
"¡Ese no soy yo! ¡ Soy yo! ella declaró.
Luego se apresuró por la calle, deteniéndose solo para sacudirse un trozo de papel higiénico pegado a su bota, antes de prácticamente abalanzarse sobre su duplicado para tratar de quitarle el Grial. El Nobunaga más nuevo la evitó rápidamente, antes de intentar huir, con el Nobunaga original persiguiéndolo.
Que en realidad consistía en ellos corriendo de un lado a otro de la calle. Todo mientras Izuku, Mash y Okita observaban con total desconcierto.
"...cómo…?" Izuku intentó expresarlo, pero actualmente no tenía el poder mental para terminar ese pensamiento.
"Bueno... si el Grial fue lo que causó que todos esos Mini-Nobus engendraran de la Nobunaga original... ¿tal vez también hizo un clon más completo de ella?" Mash ofreció.
“No puedo con esto…” se quejó Okita, antes de toser otra vez. “Dos Nobunagas… eso es más de lo que cualquiera puede manejar…”
"¡E-Es muy simple!" respondió una de las Nobunagas mientras forcejeaba con la otra, tratando de arrancarle el Grial de las manos. “¡Cuando el Grial explotó por primera vez, me dividió en mi parte buena y mala! ¡Este es claramente mi yo malvado!”
“¡Oh, ahora solo estás siendo ridículo! ¡No puedes esperar que aceptemos ese tipo de tonterías locas, ya hemos hecho suficiente de eso hoy! gritó Okita.
"¡Es cierto! ¡Mírala, obviamente es la malvada! el mismo Nobunaga trató de argumentar.
"¡De ninguna manera! ¡Eres el malvado! ¡Definitivamente!" el otro Nobunaga respondió.
Los dos reanudarían su persecución poco después de eso, y con la forma en que seguían lanzándose de un lado a otro, se estaba volviendo mucho más difícil saber cuál de ellos era originalmente "su" Nobunaga. No ayudó cuando se detuvieron abruptamente y comenzaron una pelea de bofetadas de aspecto bastante patético entre ellos, agitando sus extremidades hacia arriba y hacia abajo mientras mantenían sus rostros hacia otro lado.
Luego pareció haber una falta de comunicación cuando uno de ellos comenzó a sacar un rifle de la nada para hacer las cosas más desiguales. Excepto que el otro Nobunaga accidentalmente le quitó el rifle de las manos y lo envió volando por los aires. Ambos levantaron la vista sorprendidos cuando pasó sobre ellos, girando y cayendo hacia el grupo Chaldea.
Izuku, sin pensar, extendió las manos y atrapó el arma.
Se produjo un breve pero tenso silencio después de que hizo contacto con él, ya que todos miraban el arma, como si estuviera a punto de explotar en las manos de Izuku.
Luego miró a los dos Nobunagas, quienes inmediatamente levantaron los brazos sobre sus cabezas como si los estuviera asaltando.
"E-Espera, ¿qué-" comenzó a decir.
"¡Muy bien, esto resolverá el problema!" Okita declaró, antes de correr hacia la espalda de Izuku. Luego se estiró y agarró sus brazos, levantándolos y maniobrándolos hasta que en realidad estaba apuntando con el rifle a los dos Demon Archers. “¡Midoriya-kun, tendrás que dispararle al malo de Nobunaga!”
"Espera, ¿por qué yo?" Izuku chilló.
“Bueno, cayó en tus manos. ¡Eso tiene que significar algo!" Okita concluyó, incluso si eso no era una gran conclusión para empezar.
“¿E-Es así como funciona realmente…?” Mash se preguntó, obviamente casi tan vacilante como el mismo Izuku sobre seguir adelante con esta idea.
“Quiero decir, ¡suena lo suficientemente creíble para mí!” Okita respondió, sonando demasiado ansioso por seguir adelante con esto.
Izuku, por su parte, se vio obligado a mirar por la mira del rifle de mecha mientras se le obligaba a tomar una decisión. ¿A cuál se suponía que debía disparar? No podía decir si el original había agarrado el Grial o no en toda la pelea, por lo que sabía que no había cambiado de manos en absoluto. Sin embargo, ¿y si lo había hecho y él simplemente no lo había visto? De hecho, ¿y si el Nobunaga con el que habían estado viajando todo el tiempo realmente fuera el malvado? ¿Qué pasaría si hubieran estado ayudando al villano, y el bueno solo pretendía ser malvado para poder poner sus manos en el Grial y resolver esta Singularidad por sí misma?
Miró al Nobunaga a su izquierda.
Luego miró al que estaba a su derecha.
Luego de vuelta a la de la izquierda.
Luego por el de la derecha.
Luego una vez más por la izquierda Nobunaga.
Luego una vez más por la derecha Nobunaga.
Fue aquí donde el problema se hizo mucho más evidente.
"¡No puedo dispararle!" el anunció.
“Midoriya-kun, sé que esto es difícil por todo el tiempo que ustedes dos pasaron juntos. Pero por el bien de la humanidad como un todo-” Okita comenzó a discutir.
"¡No, quiero decir que literalmente no puedo!" Izuku interrumpió mientras giraba la cabeza para mirar por encima del hombro. "¡No tengo idea de cómo usar esta cosa!"
“ ¡¿Keh-?! Okita tosió mientras rápidamente caía hacia atrás.
"¡¿Hablas en serio?!" el Nobunaga de la izquierda gritó incrédulo. "¡¿Qué clase de descendiente mío no sabe cómo usar un arma?!"
"¡Oh, ese debe ser el que conocimos!" Izuku racionalizó.
“OK Senpai, retoma la posición.” Mash comenzó cuando giró a Izuku para enfrentar a los Nobunagas nuevamente. "Ahora, asegúrate de mantener tu dedo fuera del gatillo si aún no estás listo para disparar-" instruyó mientras movía el rifle hacia arriba para apuntar de nuevo.
"¡No le digas cómo usarlo!" exigió la mano derecha de Nobunaga.
Hubo otro momento de vacilación cuando Izuku apuntó con la mira a los dos Nobunagas, lo que provocó que ambos se sacudieran y volvieran a su posición de ser asaltados. Aunque en lugar de pasar por toda la prueba de cambiar de un lado a otro de nuevo, terminó bajando el rifle después de unos segundos.
"¡No puedo dispararle!" el Repitió.
"¿Querías intentar hacer un tiro de práctica antes de-?" comenzó a sugerir Mash.
"¡No, quiero decir desde el punto de vista de la moralidad que no puedo dispararle!" Izuku aclaró mientras se giraba para mirarla.
"¡¿Oh , ahora te preocupa la moralidad de esto?!" ambos Nobunagas exclamaron al mismo tiempo.
"¡El punto es que no tiene que ser así!" Izuku insistió mientras dejaba caer el rifle de sus manos. "Ya sea que-"
Se detuvo en seco cuando el rifle golpeó el suelo y disparó, haciendo que todos saltaran cuando la bala golpeó el suelo a unos pasos de distancia. Izuku miró fijamente el lugar donde impactó la bala, luego miró el rifle cerca de sus pies, antes de caminar vacilante alrededor de él y reanudar su discurso.
"Ya seas una buena versión de ella o una mala versión... si hay algo que he aprendido en esta Singularidad, es esto..." Izuku comenzó dramáticamente mientras se acercaba a los dos Nobunagas.
Ambos lo miraron con vacilación y cautela, sin saber adónde iría con esto.
"¡Aneue sigue siendo Aneue!" Izuku declaró audazmente.
Mash se cayó por la incredulidad.
Okita, que estaba a punto de levantarse, también se cayó.
Ambos Nobunagas soltaron gruñidos tensos ante eso, casi cayéndose también pero apenas logrando mantenerse de pie, incluso con el impacto.
"¡Y así es como sé, no importa lo que el resto del mundo diga sobre ti, o incluso lo que digas sobre ti mismo, que no querrías dañar la historia humana por tu ambición!" Izuku continuó, sin cesar. "¡Que no llegarías tan lejos cuando aceptaste que tu hora llegó y se fue! ¡Que dejarías que esta Singularidad se desvaneciera con dignidad y gracia!"
"...Quiero decir, claro, eso suena bien y todo..." admitió el Nobunaga de la izquierda.
"Pero, ¿y si realmente, realmente, realmente quisiera gobernar el mundo?" preguntó el Nobunaga de la derecha.
Siguió una breve pausa, ya que Izuku parecía estar considerando la pregunta brevemente. Luego bajó la cabeza por un momento, antes de volver a levantarla.
Sus ojos se humedecieron. Su labio tembló. Juntó las manos, completando la mirada suplicante que buscaba.
"¿ Por favor no?"
Los arqueros gemelos miraron a Izuku durante unos segundos después de eso, sus propias expresiones silenciadas y difíciles de leer.
Hasta que ambos soltaron gritos de exasperación mientras apartaban la mirada de él.
"¡¿Me estás tomando el pelo con eso?!" uno de los Nobunagas gritó con incredulidad. "¡¿Cómo está haciendo eso?! ¡No se le debería permitir hacer eso! ¡No es justo!"
"¡¿Yo se, verdad?!" respondió el otro Nobunaga. "¡Es un arma totalmente peligrosa! ¡¿Cómo es esto posible?!"
¿Eso es realmente todo lo que se necesitó? Mash no pudo evitar preguntarse a sí misma mientras se sentaba para observar la interacción.
Es como si él fuera el contraataque perfecto para ella o algo así... Okita se comentó a sí misma con cansancio.
Una vez que los dos Nobunagas lograron recomponerse, lo que tomó uno o dos minutos adicionales dado que Izuku cambió a una expresión más alegre al cambiar de opinión, se volvieron para mirarse el uno al otro.
"Bueno, todo esto está muy bien…" comenzó el de la derecha.
"Pero, ¿qué hacemos con toda esta situación?" preguntó el de la izquierda mientras les hacía un gesto a los dos.
"Dudo que Chaldea sea capaz de manejar a dos de nosotros al mismo tiempo". remarcó el de la derecha.
"¡Sé que no quiero tratar con dos de ustedes!" Okita intervino, mientras era ignorado sumariamente.
"¡Entonces solo hay una cosa que hacer!" declaró el Nobunaga de la izquierda.
Luego, los dos Nobunagas retrocedieron el uno del otro, retrocediendo unos pasos hasta que estuvieron a una distancia razonable. Luego se volvieron para mirar a Izuku, para su clara confusión.
La Nobunaga de la izquierda movió sus brazos hacia su lado derecho, sacándolos hacia afuera. La Nobunaga de la derecha hizo lo mismo, solo que ella apuntó hacia su lado izquierdo directamente.
"Fuuuuuuuuu..."
Mientras cantaban ese sonido al mismo tiempo, comenzaron a avanzar poco a poco hacia el otro arrastrando los pies por el suelo. Al mismo tiempo, rotaron sus brazos hacia su contraparte en un movimiento de semicírculo.
"¡-Sión!"
Una vez que se acercaron lo suficiente, volvieron a colocar los brazos en su posición anterior, mientras levantaban una rodilla.
"¡JA!"
Luego se inclinaron hacia el otro, moviendo sus brazos hasta que sus dedos índices se tocaron.
Un brillante destello de luz amarilla y blanca envolvió el área, cegando brevemente a los caldeos y ocultando a los dos Nobunagas de la vista.
Cuando la luz se desvaneció y pudieron ver de nuevo, encontraron solo uno parado allí.
"... espera, ¿eso es todo?" Okita se preguntó, pareciendo un poco decepcionado.
"¡Oye, mi súper modo no aparecerá hasta dentro de algunos años! ¡No puedo simplemente sacarlo ahora, rompería la narrativa por la mitad!" Nobunaga protestó.
"Tuviste que conseguir una metabroma más antes del final, ¿no?" Okita bromeó.
"¡Oh, cálmate!" Nobunaga descartó, antes de levantar el Santo Grial que era la fuente de todas estas tonterías. "El punto es que tenemos en nuestras manos el Grial, ¡así que esta historia está llegando a su fin!"
Con eso, el equipo se preparó para que comenzara la sensación de Rayshifting, llevándolos a todos a casa en Chaldea.
Excepto que no sucedió de inmediato.
De hecho, lo que notaron más inmediatamente fue un sonido particular que resonaba cerca.
"... ¿De dónde viene ese pitido?" preguntó Okita.
Los cuatro se reunieron y se inclinaron para examinar el interior del Santo Grial en las manos de Nobunaga, solo para encontrar lo que estaban buscando.
Ese es el pequeño explosivo de plástico adherido dentro. Completo con un reloj digital de cuenta regresiva.
"...eh." remarcó Nobunaga. "Supongo que todavía había una bomba en el Grial después de-"
Hubo un kaboom que hizo temblar la tierra.
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"Oye, tú. Finalmente estás despierto".
Era algo discutible si realmente estaba despierto, pero sin embargo, los ojos de Izuku se abrieron lentamente al escuchar la voz de Melissa. Su visión borrosa se aclaró y se enfocó mientras se sentaba lentamente, mirando a su alrededor mientras trataba de entender lo que sucedió.
"... ¿hemos regresado?" preguntó, viendo que habían regresado a la sala de mando, aunque fuera de los Ataúdes.
"¡De alguna manera, sí!" El Dr. Roman llamó desde su escritorio, mientras Melissa ayudaba a Izuku a ponerse de pie. "Captamos la explosión en nuestros escáneres antes de que se cortara la transmisión, ¡entonces ustedes dos salieron de los ataúdes como cajas sorpresa!"
Efectivamente, pudo ver dos ataúdes abiertos frente a ellos, justo detrás de un Mash algo aturdido. Aunque el darse cuenta de que solo dos ataúdes estaban abiertos trajo consigo otra revelación.
"¡¿Dónde están Oda-san y Okita-san?!" Mash cuestionó en pánico. "¡¿No deberían estar aquí también?!"
Nadie pudo darles una respuesta. El Dr. Roman, Melissa, Da Vinci y todos los demás se apartaron de ellos, ocultando sus rostros. Contó toda la historia de todos modos.
"No… ¿No lograron salir…?" Mash respondió, su expresión se volvió triste poco después.
A pesar de haber sido ayudado a levantarse, Izuku cayó de rodillas e inclinó la cabeza. "¡ Okita-chan! ¡Aneue! ", gritó, mientras las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos una vez más.
Después de todo, parecía que este evento no iba a tener un final feliz.
Así parecería, en un principio.
"¡Ahh, es tan trágico! De todas las formas en que esto podría haber resultado, esto es simplemente... simplemente... ¡realmente asqueroso!"
"¿En serio eso fue lo mejor que tuviste? ¿Tuvimos cuánto tiempo antes de manifestarnos de nuevo? ¿No podrías haber pasado más tiempo reflexionando sobre eso?"
"¡Hablé desde el corazón! ¡Cualquier otra cosa no habría sido sincera!"
"¡Sinceridad no significa ni siquiera intentarlo!"
Tanto Izuku como Mash se volvieron lentamente para mirar la fuente de las voces familiares y, efectivamente, tanto Okita como Nobunaga se habían manifestado, vivos y bien. (Vivos en el sentido relativo, por supuesto). Naturalmente, volvieron a discutir entre ellos como si nada hubiera pasado.
"Espera, espera, espera, ¡¿cómo regresaron ustedes dos?!" exigió el Dr. Roman, deteniendo su discusión en seco. "¡No te recogimos en el Rayshift! ¡Estábamos seguros de que te habías ido!"
Los dos Servants parpadearon profusamente hacia él, ninguno de ellos dio un paso adelante para explicarse todavía. Luego se miraron el uno al otro, aparentemente buscando apoyo, solo para que ambos permanecieran en silencio sobre el asunto. Así que ambos miraron al Dr. Roman y simplemente se encogieron de hombros derrotados.
"¡Oh, vamos, no puedes ignorar esto!" intervino Meuniere desde otra parte de la habitación. “¿Cómo hizo la explosión para que Izuku y Mash salieran de la Singularidad sin matarlos? ¿Cómo escapó alguno de ustedes cuando estaba a quemarropa? ¿Por qué todavía tenía una bomba adentro en primer lugar? ¡ ¿Cuál fue el punto de todo esto?!”
Siguió otra breve pausa, sin que nadie respondiera a las muchas preguntas que se plantearon. Nobunaga tarareó y cerró los ojos, cruzándose de brazos y bajando la cabeza mientras se tomaba el tiempo para reflexionar sobre este enigma con cuidado. Tratar de responder a todas esas preguntas sin duda tomaría mucho tiempo y repasaría muchos conceptos con los que no todos en la sala estaban familiarizados, solo agregando lo que necesitaba ser explicado.
Luego levantó la cabeza nuevamente y mostró su deslumbrante sonrisa.
“¡Bueno, no se puede evitar!”
Si esto fuera una comedia de situación, aquí sería donde jugaría la risa enlatada, y el episodio llegaría a su fin con los créditos rodando sobre un marco congelado de su sonrisa.
Desafortunadamente para ella, esto no era una comedia de situación. Entonces, en cambio, tuvo que lidiar con Izuku que casi la derriba mientras abrazaba su cintura con tanta fuerza como podía, enterrando su rostro en su hombro mientras continuaba llorando.
“¡ ANEUEEEEEEEEEEEEEEEEEHEHEHEHEHEEEEEEEEEEEEEEEEEE! —gritó en medio de sus sollozos, volviéndose rápidamente más incoherente con cada segundo que pasaba.
"O-OK, OK, estoy bien, ¡s-solo déjame ir ya!" Nobunaga suplicó, tratando de alejar a Izuku de ella mientras continuaba llorando, pero fue en vano. El hecho de que él tuviera un agarre alrededor de su cintura no la ayudaba en absoluto, aunque no estaba claro si su cara roja se debía a que le cortó el aire o simplemente a la vergüenza. “¡Solo-solo tómalo con calma ya! ¡C-Cállate, la gente nos está mirando!”
“Aww, ¿no son tan hermosos los lazos de la familia? Okita comentó descaradamente, a lo que un furioso Nobunaga se volvió hacia ella y gritó:
“¡ Urusai, urusai, urusai! ”
Cue la pista de risa, los créditos y el desvanecimiento.