POV Hyuga Tenten
- ¿Cómo se llama tú amigo?
Fue lo primero que me pregunto luego de caminar un rato en silencio.
- Pellet.
- ¿Son buenos amigos?
- Algo así.
- Ya veo.
Lo miré de reojo, parecía estar pensando su siguiente pregunta.
- Entonces te gustaba.
- ¿Porqué afirmas eso?
Está en lo cierto, pero cómo llego a esa conclusión.
Mi respuesta ha sido corta y sin mucha importancia, no debería interpretarla de esa manera.
- Sólo digamos que lo sé. - me miró - Aunque no lo parezca, existimos hombres que se dan cuenta de ciertas cosas que ustedes ni notan.
- Eso da miedo Neji.
Sonrió. Esa estúpida sonrisa suya me encanta.
Pero odio que me haga sentir este sentimiento tan estúpido, no me gusta esto.
Inmediatamente baje la mirada al reaccionar sobre lo que estaba haciendo, es un peligro para mi su mera presencia de Neji.
Levante la mirada, no quería tropezar con algo por ir viendo a Neji.
Lo hice muy tarde, ya tenia a un paso de distancia el poste de luz, no pude frenar, sólo cerré los ojos en espera del golpe.
- Vamos Tenten, ¿tan torpe te ha dejado verme?
La enorme mano del Hyuga estaba sobre mi frente, cubriéndola de haber recibido el golpe.
El ligero tacto me hizo arder. Y el girar ligeramente mi rostro hacia él lo hizo aún más.
- Dejate de tonterías.
Empuje su rostro con la palma de mi mano, verlo tan cerca mío me pondría muy mal.
Me alejé de él a paso veloz. Traté de disimular mi nerviosismo, no quería más burlas de él.
*****
El domingo por la tarde, Neji y yo regresamos a Hyogo.
Asumí que él se iría a Shizuoka tan sólo estuviéramos aquí.
- No, me quedare contigo lo que resta del mes.
- ¿Haciendo qué? - Arqué la ceja.
Hasta donde yo sé, Neji sólo hace trabajo de oficina como próximo jefe. Dudo mucho que sepa cómo atender amablemente a un cliente.
- Manteniendo en orden el departamento y preparando buena comida para tú regreso.
- No vamos a dormir juntos, Neji.
- Sí lo haremos, no hay otra habitación disponible. - sonrió - Además, por algo te conseguí una habitación tan amplia.
Maldije a Neji por lo bajo. Nunca me cruzo por la cabeza la idea de que se hubiese esforzado en conseguir esa habitación por tal motivo. Casi juró que lo había hecho por mi bienestar.
- Hombre tenías que ser. - negué con la cabeza.
A él se le veía muy contento, pero para mí esto era muy vergonzoso. Estoy casada con él, pero no parecemos un matrimonio de verdad.
Tan sólo llegamos, encendí las luces del departamento para que pudiéramos acomodar las maletas. Le indique los cajones que no ocupo para que él lo hiciera, de ese modo nos fuimos organizando.
El sonido del timbre fue lo que me hizo dejar lo que estaba haciendo para ir a ver.
- Mi señora, ¿pasa algo?
Era una de las señoras encargadas del lugar.
- Le mandaron esté arreglo ayer.
Tome y agradecí a la señora por traerlo. Cerré la puerta y saque la nota que traía el bonito arreglo floral.
"Lo estas haciendo muy bien. Sigue esforzándote.
Con amor, tú P."
¿P?, otra vez.
No tenia ni la menor idea de quien sea, pero ya me asusta que sepa donde estoy ahora.
- ¿Quién es ese idiota y porqué te sigue mandando flores?
Neji apareció detrás mio y me arrebato de las manos la nota que tenia en la mano.
Me gire hacia él con calma. Ver su ceño fruncido me grito lo molesto que está.
¿Estará celoso?
- No lo sé Neji.
Pase a su lado para dejar las flores sobre la mesa y continuar acomodando mi ropa.
- ¿Es Pellet? - negué.
- No lo es.
- ¿Cómo sabe en donde estás?
- Tampoco sé eso.
- Está aquí en Hyogo, ¿verdad?
Suspire. Él se esta inventando cosas que no son, pero igual me esta hablando con "calma", a pesar de estar molesto.
Me gire a verlo. Estaba de pie con los brazos cruzados y una expresión no muy agradable. Podía verle alguna que otra vena sobresaltada.
Me acerque a él y tome su rostro con ambas manos.
Fue muy clara la tensión en su cuerpo y el cambio de expresión que tuvo al tocarlo.
- No sé quién es P, no tengo a a nadie más, y no me interesa nadie más.
Lo solté.
El aura de ira que tenia se esfumo, ahora parecía un cachorro muy calmado.
Me di la media vuelta y seguí con lo mío. Debía darme un baño rápido para poder dormir temprano.
- Con eso de que no te interesa nadie más, ¿significa que sí me quieres?
Ya no quiero estar aquí, hable de más sin notarlo.
Ahora sólo consideraba dos opciones:
1. Decirle lo que siento sin miedo.
2. Entrar al baño sin responderle.
Pensándolo bien, no soy tan cruel como para dejarlo con el sentimiento. Soy alguien sensible que cree en el karma, y hacerle eso a Neji me dejara con el miedo de que me hagan algo parecido.
- Sí Neji, te quiero.
Ingrese al baño sin esperar una respuesta.
Mejor opte por una tercera opción que combinó la opción uno y dos.
No quiero decirle todo lo que siento, pero tampoco quiero ser tan cruel con él.
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Al salir del baño, note que Neji no estaba. Su celular estaba ahí sobre le buró de su lado de la cama, pero él no.
Probablemente habrá salido por algo de cenar.
Encendí el televisor, pero tan sólo lo escuché abrir la puerta, inmediatamente me gire hacia la ventana para hacerme la dormida.
Lo escuche buscar entre sus cosas e ingresar al baño, poco después el sonido de la regadera dejando caer agua fue lo que me tranquilizó.
.
Me quede dormida. Cuando desperté en medio de la noche, sentí como Neji tenia rodeada mi cintura con su brazo.
Tenia miedo de moverme, pero tenia mucha sed y necesitaba ir por agua.
Me zafe del agarre como pude. Fui a tomar agua y el ya estaba volteado hacia el otro lado. Sentí un alivio.
Me acosté nuevamente, debía dormir un poco más antes de que mi alarma sonara.
Sentí como los brazos del Hyuga volvían a rodear mi cintura sin permiso alguno.
Sentí un escalofrío recorrer mi espalda por ello.
-Si te molesta, me alejaré. - hablo en mi oído con voz ronca.
Al carajo, ya no podía seguir con esto.
Me gire hacia él y lo abrace también. Mi acto lo hizo tensar su cuerpo, incluso pude notar el cambio que tuvo su respiración al rodearlo con mis brazos.
Al terminar de procesar mi acto, Neji me abrazó aún más.
Sentir su calor corporal es una sensación que no sé cómo describirla, pero me hizo sentir de maravilla.
Por el momento no me fijare en lo que haré al despertar más tarde, sólo me concentraré en disfrutar este momento.