DINASTÍA

By Elyn_Blais

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«SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA TORMENTA Y OSCURIDAD» Máximo Kuznetsov el rey de la mafia Rusa y Rafaella Riccardi... More

SINOPSIS
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
EXTRA: Memorias
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
EXTRA: Una ragazza e un ragazzo
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
EXTRA: El día llegó.
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48 - Rey de Reyes
EXTRA: Golpe de realidad
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo Final
EXTRA: Cadenas invisibles

Capítulo 9

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By Elyn_Blais

Rafaella.

La fundación hoy cumple un año más, el evento de celebración transcurre con normalidad, los invitados van de un lado a otro queriendo entablar nuevas amistades y saludando a otras que ya conocen.

Nunca lo he visto como una obra de caridad, por el contrario, lo veo como un acto de amor a los más necesitados. Son niños que no han contado con la oportunidad de tener un hogar, pero que en la medida, la fundación trata de brindarles un lugar acogedor.

-¿En qué piensas?-regreso a mirar al sujeto que tengo al lado, llamando su atención con mi pregunta.

-La moderadora del evento sigue parloteando. Ya dile que se calle.

Esto es meramente un hecho formal porque no me gusta divulgar a los cuatro vientos la ayuda que doy.

-Odio los discursos.

-Di "Gracias por venir" y nos vamos.

Este tipo es increíble.

La cara de aburrimiento no se la quita nadie.

-Invitamos a la dueña y fundadora de la fundación "Inspira", recibámosla con aplausos por favor.

-No te pediré que me desees suerte porque no la necesito.-lo beso antes de empezar a caminar con dirección al estrado.

Me robo todas las miradas de los presentes con el increíble vestido de seda negro que envuelve toda mi figura, el corte abierto en la pierna le otorga el toque de sensualidad a mi atuendo.

Me posiciono tomando el micro.

-Buenas noches con todos los presentes. Quería empezar agradeciéndole a cada uno de ustedes por estar aquí esta noche. Cree la fundación Riccardi hace muchos años con el objetivo de ayudar a los niños con distintas carencias en el país y el día al día de hoy creo que hemos cumplido con el objetivo propuesto, brindándoles a cada uno de ellos un lugar confortable en el cual pertenecer, un lugar donde se cuida tanto si integridad física, mental y recreativa.-me dirijo a todos los presentes.-Pero el mérito no es solo mío, sino de todo el equipo que está detrás, que día a día trabaja en el cuidado de los niños, en su alimentación, en su salud, en su educación y en las innumerables labores que se realizan dentro. Un aplauso a todos ellos, por favor.

Concluyo aplaudiendo también.

Dirijo la mirada a mi mesa pero no veo a Máximo.

Busco al pelinegro con la mirada por todo el lugar, hasta que lo veo recostado sobre la barra tomando whisky como descocido.

No me pasa desapercibido como una mujer se le acerca acechándolo como si mi marido fuese un trozo de carne en exhibición.

Cada bello del cuerpo se me eriza y en lo único que pienso es en como arrancarle las extensiones a esa estúpida.

Máximo no le presta ningún tipo de atención pero el simple hecho de que alguien se le acerque me hace hervir la sangre. La mujer habla mientras él la ignora, mirando hacia otro lado.

El sonido de los aplausos cesa y me apresuro a despedirme bajando del estrado.

El sonido de mis tacones resuena con cada paso que doy.

-¿Qué quieres?-pregunto de mala forma, atravesándomele en medio.

-¿Perdona?-su cara de incredulidad es increíble.

-¿Qué quieres?-repito en tono amenazante.

-Estoy tratando de concretar algunos negocios con el señor Kuznetsov. Deseo aportar a la fundación.

Que excusa más estúpida.

-Fíjate que mi marido no es el encargado de concretar ningún negocio con respecto a mi fundación. Yo estoy a cargo y no necesitamos caridad de nadie.

-Creí que él también era el dueño.

-Creíste mal.

-Me dejas comentarle algunas otras propuestas de inversión que creo que le pueden interesar.

Me importa una mierda lo que quiera hablar con él, sus intenciones de coquetear las nota hasta un miope.

-Aléjate de mi marido porque yo mato, querida.

Abre la boca sin saber que decir.

-¿Me estás amenazando?

-Eso hago.

-¿Amenazas mi vida?

-La muerte sería una salida fácil para los que intentar acercarse a algo que es mío, yo te condenare a un infierno mucho más grande, del cual no podrás escapar.

-No le estaba coqueteando a tu marido.-se hace la ofendida queriéndome hacerme quedar frente a él como la loca.

Él ya sabe que no estoy cuerda.

-No.-me rio en su cara.-Él ni siquiera te permitiría eso, pero prefiero aplastar a los bichos que revolotean a su alrededor.

-Me estas ofendiendo.

-Lárgate y por favor cambia ese perfume barato.-me toco la nariz con asco.

Los ojos se le quieren salir de las cuencas por lo asombrada que esta como mis palabras.

-Eres una mujer sin clase.-me dice.

-Zorra barata.-rujo cerca de su rostro.

La dejo sin saber que decir.

Tomo del brazo al idiota de Máximo que esta de lo más divertido, llevándolo hasta la otra esquina de la barra.

-¿Celosa?

-Imbécil, porque dejas que se te acerquen, debes mandarlas a la mierda.

-Estaba a punto de hacer eso pero te me adelantaste.

-Te tardaste mucho, idiota.-susurro para no hacer un escándalo.

-Deja el show.-se burla.

-Malditas zorras.-la sangre esta que me burbujea.

No soporto que se le acerquen.

Con su brazo me acerca a él.

-Te ves malditamente follable cuando estas echando fuego.

-¿Así como esa regalada?

-Ni siquiera la mire.

-¿Qué dedo me chupo?-sé que no la miro.

-Este.-roza su bulto con mi pierna desnuda.

-¡Ponte serio!

-¿Chupas o te acobardas?-me reta.

Yo no pierdo y mucho menos me acobardo y este imbécil lo sabe muy bien.

-Chupo.-me relamo los labios con la sola idea de tenerlo en mi boca.

-Muero por lamerte ese coño bravo.-susurra en mi oído haciéndome cerrar los ojos.

En un arrebato me saca del lugar y me mete en el Bugatti para marcharnos a casa.

Acostumbrarme a sus arranques nunca me ha costado, le sigo el ritmo con facilidad así como él se acopla al mío sin pesar, y abandonar eventos como este solo para complacernos es muy habitual en nosotros.

Pisa el acelerador como si no hubiese nadie más en la maldita pista y fuese el único conduciendo.

Entramos en la mansión y no tarda para tomarme y arrancarme el vestido haciéndolo añicos.

Expone mi cuerpo mirando con detenimiento el conjunto interior que llevo. Me deshago de su pulcro traje negro y empujo su cuerpo dejándolo caer sobre el sillón.

Se pone cómodo, recuesta su ancha espalda en el respaldar y separa sus piernas de una forma tan masculina que se me hace agua la boca y otras cosas más.

-Para la próxima que alguien se te acerque, mi tacón en su ojo es lo último que verán.-me arrodillo frente a él.

-Entonces debo comprar la tienda antes para que te lleven un repuesto.-me toma por el mentón acercándose a besarme.

Acaricio su polla con mi mano bajando y subiendo con delicadeza y otorgándole apretones de vez en cuando.

El solo hecho le arrebata gruñidos roncos.

-O talvez debas ir por el mundo ciego, sordo y mudo.-paso mi lengua por todo su falo duro.-Y solo puedas mirarme, escucharme y hablar solo conmigo.

-Maldita loca.-lo meto a mi boca sin previo aviso embadurnándolo de mi saliva y mamando como una descarada.

Su mano se aferra a mi melena negra con fuerza, adueñándose de mis movimientos y adentrándose con más profundidad en mi garganta.

-Si te vieras haciendo esto hasta tú misma te enamorarías.-se le cierra la garganta.-Maldita como me puedes volver tan loco.-su voz ronca me hace gemir y la vibración lo hace gritar mi nombre.

Sus caderas toman vida propia y da estocadas fuertes llegándome hasta el fondo.

-¿Por qué eres tan delicioso desgraciado?-vuelvo a tomar el control, con mi lengua repaso el glande que brilla con mi saliva sobre él y con sus restos.

Acomoda mi cabello con ambas manos y vuelvo a engullirlo, mirándolo con toda la atención posible, su rostro contraído y su mandíbula apretada son los que me hacen perder la cabeza cada vez que lo tengo así, chupo con más rapidez, mis ojos se untan de lágrimas rodando por mis mejillas producto de la profundidad y potencia de sus embates en mi garganta, la saliva se me escurre por la comisura de los labios, no puede hacer más que derramarse en mi boca, mientras grita mi maldito nombre que es como música para mis oídos

Alzó la vista para mirarlo, sus ojos se han oscurecido al punto que puedo ver la oscuridad de la noche resplandecer en ellos. Trago todo lo que me entrega y saboreo el líquido agri-dulce que desciende por mi garganta.

Sus ojos no me abandonan en ningún momento, acerca su mano para limpiar sus restos que gotean por mi mentón, me acerca para besarme, levantándome y colocándome sobre él.

Se pone de pie conmigo a cuestas y camina hasta el comedor de nuestra casa.

Coloca mi cuerpo sobre la madera fría y me abre de piernas para devorar con sus ojos mi coño que en este momento debe ser un desastre.

-Siempre tan apetecible, preciosa.-deja un beso sobre mis labios vaginales. Lo miro y me muestra una sonrisa lobuna que me pone a temblar.

Su hábil lengua va dejando lametones que se llevan todo mi liquido en él, pero esto es un sin terminar porque nunca dejo de empaparme.

Lame con vehemencia y deja chupetones que me ponen a delirar aferrándome con braveza de sus mechas negras. Lo hundo en mi coño para hacerlo esclavo de él. Grito y aruño sus brazos que se atan a mi cintura para mantenerme fija y hacer con mi coño lo que se le venga en gana.

-¡Maxi...!-se me corta la voz a la mitad, puedo percibir su enojo debido a que todo su cuerpo se ha tensado, muerde y tira de mis labios vaginales con rabia.

-¡Dilo bien!-no le gusta que corte el nombre.

-¡Ohhh!-grito cuando vuelve a morder.-¡Dios mío!-aprieta mis tetas con sus manos haciendo que se le marquen las venas.

-Máximo Kuznetsov, ese es mi nombre, preciosa...

Mi perdición y una de mis más grandes tentaciones son las venas que adornan sus brazos y descienden hacia sus grandes manos.

Las manos venosas de Máximo siempre ha sido mi debilidad.

Introduce su lengua en mi abertura empujándola en el interior.

-¡Máximo!

Estoy vuelta loca por el sin dudarlo, una ráfaga de corriente atraviesa mi columna producto del orgasmo tan delirante que acabo de tener, un grito ahogado brota de mis cuerdas bucales, la fuerza me abandona dejándome casi inconsciente.

A pesar de verme en esas condiciones no se detiene y sigue adueñándose de toda mi humedad.

Dejo de respirar por un largo rato buscando compostura.

-¿Mamita?.-dicen desde el segundo piso. Me bajo de la mesa empujando a Máximo, apresurada por esconder mi desnudez.

-¿Cariño?-pregunto alarmada.

El corazón se me va a salir del pecho.

-¿Estás bien, mami? Te oí gritar.-algo se atora en la garganta.

- Estoy bien, cariño, lo que pasa es que estaba discutiendo con papá porque no quiere comer.-digo cualquier cosa.

-¿Papito?-ese imbécil se está riendo.

-¿Que pasa, abejita?

-No hagas enfadar a mamá y come tu cena.-le ordena.

-Eso hago, abejita, estoy comiendo toda mi cena.-lo golpeo en el hombro.

Sus palabras son en doble sentido.

-¡Mamá, ya comerá!, ¿Puede traerme agüita? Tengo sed.

-Claro, cariño.-busco la camisa de Máximo y me la coloco abrochando los botones mientras voy a la cocina por un vaso de agua.

Acomodo mi cabello, mientras se rellena el vaso, salgo rápido subiendo las escaleras descalza hasta llegar a donde está mi pequeña abejita que se está sobando los ojos tratando de mantenerlos abiertos.

-Mi amor.-le entrego el vaso y ella lo sujeta, tomando un poco.

-¿Te está haciendo enojar mucho, mamita?

-No, mi amor-niego de inmediato y ella asiente.

Se toma todo lo que hay en el vaso.

-Me voy a la cama, buenas noches, mamita.-deja un beso en mi mejilla.

Antes de entrar a su habitación se detiene abruptamente, porque no se ha despedido del padre.

-¡Buenas noches, papito!-grita para que su padre la escuche.

-¡Buenas noches, abejita! Sueña con los angelitos.

-¡Soñare con abejas blancas, papi!-grita con una sonrisa en el rostro.

Espero a que cierre la puerta y vuelvo a bajar.

Tener hijos es algo difícil, la privacidad se termina, porque durante un momento pueden estar en un lado y al segundo estar en otro.

Sigue desnudo esperando por mí.

Dejo el vaso sobre la mesa, mientras él se pone de pie mostrando lo grande que es. Me levanta con facilidad haciendo que me envuelva en su cuerpo, caminando hacia la cocina.

Me abre la camisa haciendo bolar los botones por todos lados.

-No grites muy duro, preciosa, porque te escucharán otra vez.

Acomoda mi cuerpo sobre la isla que tenemos en la cocina y me penetra con firmeza.

Miro como su polla entra y sale de mí con fuerza y rapidez.

-Siento envidia de quien te ha tenido antes.-muerdo mi labio para silenciar mis gemidos.

Según lo que me ha contado follo durante un tiempo, cuando aún no volvía a verme, luego lo dejo.

-Con nadie piel a piel, eso siempre ha sido solo para ti.

Yo puedo obtener todo lo que quiera de él y viceversa, porque yo le entregaría todo sin dudarlo ni un segundo.

-Yo siempre estuve reservada para ti.

Máximo es mío, de mi propiedad y yo puedo tenerlo cuando se me venga en gana.

-Y si no lo estabas iba a ponerte como perra en celo hasta el punto de volverte loca y hacerte perder la cabeza para que vinieras por lo que era tuyo.

-Todo me pertenece.-une su frente con la mía.

-Eres Rafaella Riccardi, mi esposa, mi mujer, mi amante y mi puta.-dice entre jadeos.-La única capaz de recibirme como me merezco.

-Nadie nunca podrá recibirte como yo lo hago, me hiciste a tu medida, me jodiste solo para ti. Solo yo te tengo latiendo de esta forma.-hago una referencia a las venas de su polla que laten en mi coño.

Saca su polla y da leves golpecitos sobre mis pliegues.

-Solo eres mío.-muerdo su labio.

-Y tú solo eres mía. La única que puede sentir mi corazón latir en su coño.

Me prende como una hoguera y puede sentirlo, siento sus manos por todo mi cuerpo y el puede sentir como mis paredes lo estrangulan porque necesito su leche chorreando dentro de mí, lo necesito todo y no parare hasta verme empapada de su líquido blanco por todas partes.













Tormentas!  Espero que les guste el cap.

Se acabaron las actualizaciones por hoy, mas de lo pensado (3/3). 

Yo diciendo que subiré a lo mucho dos y hoy me mande con tres jajaja.  Mañana les subo mas y puedo decir que el capitulo que viene es uno de mis favoritos, me he reído mucho y he sido feliz.

Besos🖤

-Elyn.











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