El caso de Max Denovan © 2020

By wanderhrts

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❝ 𝐃𝐑𝐀𝐖 𝐀 𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐄𝐑. 𝐖𝐇𝐘 𝐈𝐒 𝐈𝐓 𝐀 𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐄𝐑?❞ -𝘋𝘢𝘶𝘨𝘩𝘵𝘦𝘳 𝘣𝘺 𝘑𝘢𝘯𝘪𝘤𝘦 𝘓𝘦𝘦... More

Nota de autora + advertencias
REPARTO
PREFACIO
U N O
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
RECAP + N/A
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 30
Capítulo 31
D O S

Capítulo 29

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By wanderhrts


29 | Inteligentes al punto de compartir el mismo veneno

"𝐓𝐡𝐞 𝐬𝐰𝐞𝐞𝐭𝐞𝐬𝐭 𝐬𝐦𝐢𝐥𝐞𝐬 𝐡𝐨𝐥𝐝 𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐚𝐫𝐤𝐞𝐬𝐭 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐬..."

Sara Shepard

Los tres llegaron a la comisaría con sus emociones mostrándose en cada detalle de su persona. Skyler portaba la respiración ajetreada y los ojos llorosos, maldiciendo toda la situación en su interior; Blake se había remangado su sudadera y tenía el cabello despeinado, buscando con los ojos respuestas en cada rincón que encontrase; Y Matt estaba con el cuello tenso, los labios apretados y la mirada fría y calculadora.

Levi les observó desde el mostrador del centro, con una seriedad capaz de perforar seguridades.

—Skyler Denovan, pasa conmigo por favor.

A su lado había un chico joven, de cabello anaranjado, mirada inocente y sonrisa decidida. Matt entrecerró sus ojos en su dirección con interés.

Un rostro nuevo significaba muchas cosas.

Podría ser uno más, o uno menos.

Matt notó como tragaba saliva ante la intensidad de sus ojos.

Para él, ese chico era fácilmente una presa. La pregunta era, de dónde había salido para estar tan cerca de los detectives de Max Denovan.

—Sky. —Matt la paró con suavidad. Ella se giró para encararle—. Estate tranquila. Es solo parte del juego. Mack no es capaz.

Ella cerró su boca y negó con la cabeza para luego ser escoltada por el detective inglés y el chico pelirrojo.

Blake apartó a Matt hacia un rincón. Sus manos se sintieron frías y le causó curiosidad su preocupación exagerada. Kenzie era demasiado cercana a Skyler. Y por su parte, era su amiga. En el caso de Blake, debía formar parte de su interna película de terror llena de paranoias y teorías extremas.

Tenía que tranquilizarlo antes de que diera señales negativas a los detectives. En especial a Elliot.

—¿Cómo sabes eso? —le interrogó en un susurro, cerca de su cuerpo y con los brazos cruzados sobre su pecho.

Con esa postura, parecía el doble de grande en comparación con Matt. Él alzó sus ojos, dubitativo.

—¿El qué?

—Que Kenzie no sería capaz de hacerlo.

—La gente se cree que es fácil acabar con la vida de una persona. Pero la realidad es distinta. Es demasiado cobarde para ello y no se atrevería.

Blake parpadeó varias veces.

—¿Cobarde? —murmuró confuso, enarcando sus cejas—. ¿Por qué cobarde?

Su amigo hizo una pausa antes de responder. Tenía que ser cuidadoso con sus palabras.

—Todos tememos por nuestras vidas —relajó sus párpados, ladeando su cabeza con desafío—. ¿Tú no?

—No me refiero a eso, Matt...

—Solo mantén en tu cabeza que para hacer algo así, hay que hacerlo bien. No terminarlo y quedarse en la escena.

—Hay asesinos impulsivos. O que se arrepienten poco después.

—No te lo niego. Pero Mack no sería de esos.

—¿Ah sí? ¿O sea que sería una asesina a sangre fría que lo planifica todo como el maldito responsable de toda esta locura?

Matt apretó los dientes. El aire quedó estancado a mitad de su garganta y le había creado un nudo desagradable.

Blake estaba haciendo exactamente lo que él intentaba evitar desde el inicio. En ese instante, mantener a su amigo en un estado de calma y discreción se había convertido en su prioridad.

—No. Pero sería del tipo de persona que intentaría sobrevivir a la situación —. No empieces a armar jaleo, que estamos siendo vigilados. Por favor, solo confía en mí. Conozco a Mackenzie mejor que tú.

Blake destensó sus hombros, bajando sus brazos a la vez. Había un secreto detrás de sus palabras que no lograba entender. Algo en su voz que parecía ser teñido de timidez, inseguridad, pero a la vez firmeza y pura complejidad.

Matt sabía que Blake leía bien a las personas. Al menos a la mayoría. Pero era muy bueno en respetar la privacidad de todos también.

Mejor para él. Él no estaba listo para abrirse de esa forma.

Mack y él eran muy parecidos. Habían sobrevivido a lo peor. Y si alguna situación de peligro les volvería a acechar, los dos tratarían de luchar como si no hubiera un mañana para poder salir de ella.

Aunque no tuvieran motivos. O sueños. Lo harían igual porque era un hábito.

—Bueno —suspiró el rubio echando un ojo al pasillo por donde había desaparecido su compañera—. Solo espero que se arregle. Si es inocente, se va a defender —giró su rostro hacia su amigo—. ¿Verdad?

Matt rodó los ojos apartándose de su lado en dirección de las sillas. Tras acomodarse, se acarició las rodillas relamiendo sus labios. Blake lo siguió en silencio, manteniéndose de pie.

Si fuera Mack, se defendería. Pero si la situación no fuera a su favor, buscaría formas.

Y él esperaba de corazón que ella siguiera ese procedimiento.

***

—¡Buenas noches! —saludó Elliot caminando hacia ellos con las manos detrás de su espalda y una expresión feliz—. Qué gusto volver a verte, Matthew. Eso sí, no me esperaba a tu amigo. ¿En qué momento se unió a vuestro equipo? ¿Fue antes del evento?

Matt apretó los labios, desviando la mirada. Blake enfatizó el agarre en sus brazos.

—¿Qué pasa? ¿Te comió la lengua el gato o es que estáis haciendo un grupito de investigación? —movió la cabeza a un lado estirando de más su sonrisa burlona—. ¿Es un trabajo de clase?

—Señor...—Comenzó Blake con incomodidad.

—Rosseau.

—Rosó.

—Rosseau.

—Rosau.

—Dime. —Arrugó su nariz con paciencia.

—No sé si sus preguntas son relevantes al caso, y como puede ver, mi amigo no está en su mejor momento.

—Ya lo veo. Tiene cara de querer quemarme vivo.

—Tiene cara de muchas cosas. Pero la actual es de angustia.

Matt enderezó su espalda enarcando una ceja con desaprobación.

—Si nos permite un poco de tranquilidad, se lo agradeceríamos mucho.

Elliot pasó sus orbes de uno a otro, cerrando la boca en una sonrisa divertida.

—Es muy agradable. Mejor que Denovan, desde luego.

—¿Quieres decir algo o solo vienes a suponer y criticar? —soltó Matt, con una mirada provocadora.

El detective alzó las manos al aire.

—Solo venía a recordar, que si tenéis información sobre Mackenzie, sería de mucha ayuda recibirlo para el caso. Cualquier detallito vale la pena.

El interior de Matt se revolucionó al instante. Su corazón latió aún más rápido de lo que estuvo de camino a la comisaría. Intentó regular su respiración para procurar hacer una decisión que beneficiara a su amiga.

Quizás desvelar su secreto a quien merecía la pena saber, le ayudaría a salir de esa situación.

Así que, decidido, conectó la vista con la de Elliot. Apenas parpadeó, y enfatizó su intensidad.

Era un lenguaje universal sin necesidad de emplear palabras para ello.

Elliot entrecerró sus ojos, interesado.

—De acuerdo, entonces no tenéis nada —concluyó Elliot, sonriendo en dirección de Matt.

Había recibido el mensaje.

—Si sabemos algo, se lo haremos saber —dijo el rubio tratando de quitar tensión al ambiente.

—Gracias —dio un paso atrás—. Buenas noches de nuevo.

Nada más desapareció de la vista de ambos, Blake se sentó al lado de su amigo empujándolo ligeramente hacia su derecha, haciendo que el otro le dedicara una mirada de desdén con una ceja arqueada.

—¿Qué ha sido eso?

—¿El qué?

Blake apretó los labios con las cejas juntas.

Matt jadeó de molestia en su cabeza. Esa noche iba a ser una pesadilla para él.

—Me estás ocultando información, ¿verdad? —se acercó más a él para reducir el tono de su voz. Su amigo le observó de reojo—. Pensé que estábamos juntos en esto.

—No ha pasado nada, Blake —arrugó la frente, fingiendo confusión—. Creí que conocías todas mis caras.

—Exactamente. Parecía que querías decirle algo.

—¿El que me caía mal y le estaba rogando que me dejara en paz?

—El de "necesito hablar contigo". No me mientas en la cara, Matthew.

—No te estoy mintiendo. Nunca te mentiría.

Eso marcó el silencio que se creó entre los dos. Blake relajó sus ojos, incrédulo y con una expresión entre triste y decepcionada. Giró su rostro para no encararle, y Matt se quedó congelado en su lugar con los ojos cansados.

Imitó su postura. Él tampoco quería continuar con la conversación. Sus palabras ya no cobraban sentido en el libro que Blake, pensaba haber estudiado bien durante años.

***

—Estuviste con ella por la mañana. Bien, ¿y por la tarde?

Skyler se mordió suavemente el labio inferior.

—Por la tarde no.

Levi suspiró tomando nota. Se acomodó una pierna sobre otra, parpadeando incómodo ante la luz fuerte de la sala.

—¿Cómo era Mackenzie con tu hermano?

Ella frunció el ceño ante la pregunta.

—¿Bien? Eran muy amigos.

—Pregunto solo por curiosidad. Recuerda que esta es una entrevista, nada más.

—Me ha sonado como si quisierais meterla en el caso de Max. No sé qué pasó con su padre, pero algo debió pasar. ¡Es imposible que ella matara a su parte!

—Cálmate, yo no he dicho nada de eso en ningún momento.

Skyler apretó los puños sobre sus muslos.

—¡Ay, va! ¿Ya la has hecho ladrar antes de que yo me una? —Entró Elliot alzando ambas manos al aire con dramatismo.

Ella abrió los ojos con sorpresa y luego los entrecerró con molestia.

—Buenas noches —caminó con parsimonia, rodeando su silla con aire de burla—. ¿Te molesta la falta de respeto? ¡Pensé que era nuestra dinámica! Sigo recordando la vez que me mentiste sobre el móvil —se agachó para acercarse a su rostro—. ¿De verdad crees que me la has colado?

—No me interesa lo que creas o no creas. Yo digo la verdad.

Tu verdad, cariño.

Skyler rodó los ojos y encaró al inglés, que yacía impasible con una mano en la boca y la mirada atenta.

—Kenzie no mató a su padre. Debe ser el asesino de Max. Es lo que he estado pensando todo este tiempo. Está matando gente y ahora lo hará para inculpar a Kenzie.

—Amo tu teoría —comentó Elliot sentándose por fin cerca de su compañero—. Pero al fin y al cabo es eso: una teoría.

—Debe haber evidencias. Siempre hay evidencias para culpables o inocentes.

—Bueno —Levi aclaró su garganta—. Ese no es el tema.

—Algo ha pasado —dijo decidida—. Pero Kenzie no tiene nada que ver con ello. Por favor, investigad bien.

Elliot puso una pierna sobre otra y jugó con un mechón de su cabello, sin dibujar otra sonrisa en su rostro. Se limitó a observarla.

—Entiendo —suspiró Levi—. Aun así debo preguntar sobre ella. ¿Cómo la conociste?

Skyler se mordió el interior de la mejilla, con hastío.

—La conocí a través de Max. Por lo visto, nuestras madres fueron compañeras en el instituto.

Levi asintió.

—Tu madre falleció por una enfermedad pulmonar, ¿no? —indagó Elliot.

Skyler le fulminó con sus ojos oscuros. Que dijera aquello con una sonrisa le sentaba como fuego a carne viva.

—Sí.

—¿Fue duro?—hizo una pausa, suavizando su expresión—. Para los dos.

—Max siempre sufrió a solas. Pasó por el duelo a su manera, encerrado en su cuarto e hinchándose a comida.

—¿Y tú?

Elliot sabía que si no fuera por su insistencia, no tenía pinta de querer continuar con su respuesta,

—No quiero hablar de eso. —Sus ojos se aguaron. La debilidad floreció en su postura.

Elliot zanjó el tema. Levi dejó el bolígrafo sobre la mesa.

—Descríbeme a Mackenzie y Max por favor —pidió con cautela.

Ella asintió tragando saliva.

—Ella es... Demasiado buena —se mordió el labio inferior, como si ese hecho la molestara—. Es buena hija, amiga y buena persona.

—Ya, maravillosa descripción. —El joven rodó los ojos con una mueca de burla.

Levi le mandó una mirada de advertencia.

—Voy en serio. Es una persona de mucho coraje, y siempre está ahí —se detuvo, moviendo sus cejas, pensativa—. Bueno, siempre lo intenta.

—Y Max era un tío muy majo y agradable con todos, ¿no?

—Elliot. El tono.

—¿Acaso no estoy repitiendo lo de todos? Lo que pasa es que hay excepciones, hay momentos, hay personas, hay memorias. Y tú, que has pasado tanto tiempo con él, debes saber algo, ¿me equivoco?

Skyler no movió ni un solo músculo. Elliot hasta pudo decir que intentaba controlar su respiración ante tal tensión.

—Matt y Max —siguió hablando, armando su propio puzzle mental—. Amigos de la infancia. Y los dos tienen personalidades distintas. Debieron de tener momentos de choque. ¿Cómo era Matt de pequeño?

—¿Estas preguntas acaso tienen que ver con Kenzie? —Entrecerró los ojos con molestia.

Elliot ladeó la cabeza.

—No voy a responder a nada, —pasó su mirada de un detective a otro— relacionado con ninguna otra investigación. Solo la de Mackenzie Campbell.

Levi se echó para atrás con un suspiro de hastío. Le acababa de decir indirectamente a Skyler que Matt estaba en su punto de mira.

—De acuerdo, pues entrevista concluida.

—Vale.

—Eres libre de buscarme por aquí cuando quieras, Denovan. Departamento 9. Elliot Rosseau. Levi Thomas —dijo sonriendo, con las manos en el aire antes de levantarse de su asiento.

Levi acompañó a Skyler hasta la salida; y una vez solos, se sentó en la mesa con los brazos cruzados y encaró a su compañero sin decir ninguna palabra.

—Sí. Leí lo que has escrito —habló Elliot, dejando sus manos detrás de su espalda—. Max sufre solo. Quiere decir que si algo pasó, debió de ser un experto en ocultarlo. ¿Pero tan fuerte es el secreto que se lo tuvo que ocultar a su hermana y sus amigos?

—Max ha visto, oído, hecho, decidido algo —afirmó Levi con voz ronca—. Y debió de ser importante porque si no, todo esto no habría sido tan calculado y complicado.

***

Skyler abrió la puerta de su casa con el latido desenfrenado y la expresión fría y pasiva. Desde lejos uno podría decir que estaba en su momento más estable. Pero en realidad, ella estaba a pocas palabras de derrumbarse.

Todo su mundo parecía girar sin pausa alguna. La gente cambiaba de camino, sanaba, y volvía a empezar.

Ella se sentía estancada, con una soga en la garganta a la espera de que todo terminase algún día.

Sin embargo, a pesar de toda súplica interna, la situación se volvía peor. Muchas personas fueron asesinadas, la ciudad de Seattle vivía bajo el miedo de un individuo desconocido, y su mejor amiga estaba presa y bajo interrogatorio.

Quizás fue aquello lo que desató sus latidos e hizo que sus pensamientos temblaran con temor y angustia.

—Sky —musitó su padre nada más verla entrar con los ojos llorosos.

Se levantó despacio, dudoso, inseguro. Ser afectivo con su hija le costaba un mundo entero cuando se sentía perdido y roto.

Coincidían muy pocas veces en casa; y cuando ocurría, su comunicación era escasa. Hablaban de lo importante, y los dos —siendo tan parecidos en personalidad—, se evitaban para no dejar paso al gran elefante de la casa.

Había uno menos en ese espacio.

Skyler dio pasos hacia delante y se limpió los ojos, tratando de verse en control.

—Hola. Estoy cansada, así que me voy a dormir ya.

—¿Cenaste fuera? ¿Qué ha pasado?

—Nada. Mucho ajetreo hoy. Y estoy en época de exámenes.

—Ya, eso lo sé —respondió apretando los labios y juntando las cejas—. Pero tú no llevas esa cara hoy. ¿Qué pasa?

Skyler conectó su mirada con la de su padre. Él la veía mal prácticamente a diario, pero nunca preguntaba. Supuso que era su forma de darle su espacio para procesar lo de su hermano. Entonces, ¿por qué aquella noche todo se sintió distinto?

Quizás a pesar de todo, el corazón de ambos reconocían el motivo de aquellas lágrimas silenciosas.

—Sabes lo que pasó, ¿verdad? —asumió ella, suavizando su expresión.

Su padre asintió.

—Estaba en las noticias.

—Entonces no hace falta que me preguntes.

—¿Qué ha sido de Kenzie?

—Papá.

—Escúchame —se acercó a ella con gentileza hasta lograr tocar sus brazos—. Sé que todo esto es demasiado, pero no quiero que... Que te sientas así de sola.

—He estado llorando todas las noches en la habitación de Max, papá.

—A excepción de estos dos días.

Los ojos de la joven se alzaron y se aguaron enseguida. La expresión de su padre era muy parecida a la de Max, cuando ella cometía un error y él leía de inmediato como su malestar la estaba matando por dentro.

—No quiero hablar de ello.

—Lo siento —murmuró y poco después, la rodeó con sus brazos.

Skyler tampoco se aguantó y aprovechó el afecto en la medida posible, dejándose llevar por sus emociones.

—Sé que también es difícil para ti —le dijo, dolida.

—Lo sé. Cada uno lo lidia a su manera. Es solo eso.

—Sí.

—Lo siento mucho.

—Yo también —enfatizó el abrazo—. No quiero estas malditas barreras, pero no las puedo evitar.

—Yo tampoco. Desgraciadamente, nos parecemos demasiado.

Skyler sonrió con pena. Su padre se alejó de ella mirándola a los ojos con cariño. Sus pestañas yacían tan húmedas como las de su hija.

—Eres fuerte. Muy fuerte.

—¿Tú crees? Me veo muy débil, papá.

—No. Eres muy fuerte. Esto es demasiado para cualquiera.

—Pero mucha gente ha sufrido desgracias. Soy la única que no lo supera.

—Cada uno va a su ritmo, Sky. Te lo prometo que llegaremos a... Estar bien. Algún día. Max es parte de ti y de mí.

—¿Qué pensaría Max de todo esto? —Sus iris temblaban, expectantes.

Ethan cogió aire en silencio.

—No lo sé. Lo he llegado a reflexionar —la volvió a encarar—. Solo sé que le hubiera gustado vernos sanos y salvos. Como tu madre.

—Mamá decía mucho de "recordar y vivir". —La tristeza tiñó su mirada.

—Sí —murmuró tras una larga pausa.

—Tengo mucho miedo. Kenzie es la única amiga que tengo —confesó para después romper a llorar—. No quiero perderla. No a otro amigo más.

Él largó un suspiro y apretó su brazos sobre su cuerpo tembloroso. El silencio de sus palabras y el ruido de sus corazones les rodearon como una manta de paz necesitada y ansiada.

Su padre percibía a la perfección la rabia interna de Skyler. Su habitación cada vez estaba más desordenada, y notaba que, o no comía nada o comía en exceso, haciendo desaparecer las bolsas de tostadas en cuestión de horas.

Y lo más incómodo que llegó a ver, fueron imágenes de Max esparcidas en todo su dormitorio. Suelo, pared, escritorio, cama. También garabatos en distintas hojas y palabras y frases que le llegaron a preocupar demasiado.

"Muerto."

"Te mataré."

"Destino."

"Max."

"Flecha."

"Te voy a quemar. "

Su mirada cayó sobre el cabello de su hija. La acarició con lentitud.

Skyler volvía a sufrir de sonambulismo.

Pero se preguntaba desde hace cuanto lo llegó a sufrir sin avisarle. Él no tenía precisamente el sueño ligero, y todos los momentos de Skyler —incluso desde pequeña— fueron silenciosos.

Skyler se movía sin ruido cuando tenía los ojos cerrados en su propia pesadilla.

***

La joven se quitó las botas y los dejó a un lado de su cuarto. Sus ojos enrojecidos del llanto inspeccionaron el caos en el que se había convertido su espacio. Tragó saliva encaminándose hacia su cama, y desbloqueó el móvil tras un suspiro de cansancio.

Matt_23:57

¿Cómo te encuentras?

Sky_01:15

Ya no sé ni cómo debería sentirme.

Matt_01:15

Asómate por la ventana.

Ella alzó una ceja y sintió su corazón comprimirse. Se movió sobre su espacio hasta llegar a la ventana, y echó las cortinas, mirando directamente hacia el cuarto de su vecino. Estaba sin luz.

Sky_01:17

¿Tan rápido llegaste a casa?

Matt_01:17

No.

Matt_01:18

Solo quiero que sepas, que cuando
veas luz ahí, que puedes pasar. Por si necesitas hablar.

Una sonrisa tímida se dibujó sobre sus labios. Releyó su mensaje varias veces, intentando entender el porqué después de tantos años encerrado en sí mismo, por fin se estaba permitiendo ser y estar.

Sky_01:21

Mira mi perfil.

Se mordió el pulgar esperando su respuesta.

Matt_01:22

Sé lo que pretendes decirme. Tengo en cuenta tu número.

Pero no soy tan fácil de abrirme, Skyler.


Sky_01:22

¿Por qué?

Matt_01:23

Por desconfianza.

Sky_01:23

¿No te fías de mí?


Una larga pausa acentuó su nerviosismo. Arrugó su entrecejo al verle escribir y detenerse varias veces seguidas.


Matt_01:26

¿Serías capaz de dar tu vida por mí?

Esa pregunta le tomó completamente desprevenida. No supo como analizarlo y tampoco como responder. Ante su silencio, él escribió lo obvio para ambos.


Matt_01:30

Exacto. Hasta que tu respuesta sea positiva,

de momento no me siento capaz de que me conozcas.

Skyler apretó los labios.

Sky_01:31

¿Y tú?

Matt_01:32

No lo sé. Quizás.

Sky_01:32

No volveré a buscar la luz de tu habitación entonces.

No hasta que tu respuesta sea un "sí".


Matt_01:33

Me parece justo. Pero eres incapaz de hacerlo.

Sky_01:33

¿Por qué?

Matt_01:34

Eres como Max. Os dejáis llevar

fácilmente por la desesperación.

Fui tu primer sospechoso y aun así,

acudiste a mí enseguida para ayudarte.

Su respiración se pausó por un largo segundo. Abrió los ojos y cogió aire con lentitud antes de escribir su respuesta.

Sky_01:35

Siempre lo sabes todo.

Matt_01:35

Te conozco demasiado.

Sky_01:36

No lo haces. Y tampoco voy a justificarme. Mi hermano desapareció
y tengo motivos suficientes para que seas el primero en pasar por mi cabeza.


Matt_01:36

¿Qué llegaste a ver?

Skyler tronó sus dedos para después despeinarse por completo. No le gustaba el rumbo de esa conversación.

Sky_01:37

Tus dibujos.

Directamente, se salió de su chat, con los ojos fijos en su habitación. Suspiró tratando de relajarse. Había cosas más importantes en las que enfocarse en ese momento. Así que, ignorando a toda costa el último mensaje de su compañero, se dirigió de inmediato a su objetivo.

Skyler_01:39

Te debo una disculpa. Creo que me he pasado.

La respuesta de su ex amigo llegó en apenas segundos. Ella frunció el ceño sorprendida, ya que Owen era el más lento en responder mensajes.

Owen_01:40

No te preocupes. Solo deja de agobiarme, por favor.

Sé que es duro lo de Max, pero no puedes

perseguir a la gente por ello.


Su mandíbula se tensó. Tronó sus manos y volvió a escribir.

Skyler_01:40

¿Tú no harías lo mismo en mi lugar? Fue asesinado, Owen.

No fue un accidente, una enfermedad, una desgracia que olvidar.

Owen_01:40

Lo sé.

Skyler_01:41

Será la última vez que te lo pida. Por favor,

dame aunque sea solo un nombre. Es todo lo que necesito.

Owen_01:42

Sé de la existencia de un par de víctimas, pero es

que de verdad que te digo que no los recuerdo.

Además, no siempre estuve con Max. Te lo prometo.

Entiendo tu angustia. Pero de verdad

que no tengo lo que necesitas.


Ella apretó sus labios, sintiendo el inferior temblar de frustración. Apretó el agarre del móvil y no supo qué respuesta dar. Entonces, otro mensaje apareció y sus ojos se iluminaron.

Owen_01:45

Mira, no quiero meterle mierda a Greyson.

Pero él seguramente sepa más sobre el tema.

Y de los nombres de seguro que se acuerda.

Lo más probable es que te diga que no. Así que busca

alguna manera de sacarle información. Sin pasarte, por favor.







Matt_01:39

Sabía que cotilleaste mi mochila ese día.

Con 11 años eras más curiosa de lo que me esperaba.


***

Las pisadas de Elliot eran lentas y seguras. Sus manos en los bolsillos y su sonrisa de niño travieso definían sus emociones en una sola palabra: ganó.

Los ojos de Matt se alzaron en cuanto llegó a un metro de su posición. El joven estaba indeciso de sí levantarse o no de su asiento, y Elliot no dejaba de analizar su rostro con curiosidad.

«Parece tan inocente de cerca...» pensó, mordiendo el interior de su mejilla.

—Tenías que ver la alegría que me acechó cuando me dijeron que habías venido. A estas horas de la madrugada, esperarte me mantuvo despierto.

—Eres agradable cuando te lo propones —mintió Matt, escudriñándole con la mirada.

Se fijó en sus ojeras por un momento, y en su postura relajada.

—¿Qué pasa? ¿Ya me estás analizando?

—Te veo demasiado seguro.

—Me parece que eso se llama profesionalismo.

—Sabes exactamente a lo que me refiero.

—¿Yo? —se tocó el pecho en un gesto dramático—. Nah. Yo solo sé que tienes muchas respuestas que darme y que no saldrás de aquí hasta que me las des.

Matt se esforzó en no mover ni un solo músculo de su rostro. Cualquier indicio de sorpresa podría marcar el control en esa conversación.

—Amenazar anula la entrevista.

—Yo no te he amenazado, cariño —se agachó a su altura, fijándose en la oscuridad de sus iris—. Yo solo digo que cuando una persona tiene tantas cosas de las que hablar, necesita sacarlo porque si no, enferma. Y tú eres un experto en ese ámbito, ¿o me equivoco?

Matt sentenció su odio con la vista y apretó su mandíbula, tragando saliva con cuidado.

***

Los brazos cruzados de Matt indicaban todo lo necesario para que Elliot se tomara la libertad de sobrepasar sus límites. Cuando uno estaba a la defensiva, era por algo.

Y para su suerte, Levi y Rory no estaban ahí. Y su supervisor tampoco. A las 2:34 de la madrugada, y en una sala cálida con una mesa redonda, nadie podía poner orden a lo que requería caos.

La cámara, curiosamente, no funcionaba.

Elliot sonrió de lado moviendo sus orbes hacia esta, haciendo que el joven alzara una ceja en su dirección. Imitó su movimiento y frunció el entrecejo, enderezando su espalda y deshaciendo sus brazos cruzados.

El detective no dejaba de sonreír con la boca cerrada. Echó una pierna sobre otra, y le dio una vuelta al bolígrafo que portaba en la mano.

—La cámara no funciona —pronunció Matt, curvando ligeramente sus labios.

Le parecía un gesto tan inteligente que le impresionó enseguida, a la vez de ponerle nervioso.

Pero Matt no se inmutó. Él siempre estaba atento a todo. Sabía desde el inicio que Elliot estaba tomando iniciativas sospechosas y aquello le hizo pensar en la posibilidad de que la comisaría se encontrase más tranquila de lo usual.

—Pero mi cuaderno y mis sentidos sí —se inclinó hacia delante—. He cerrado la puerta de esta sala y la del exterior. Estamos solos.

—¿Pretendes asustarme?

—No pareces del tipo que se asusta con facilidad.

—¿Soy un sospechoso?

—Mmm —ladeó la cabeza en una mueca—. Es curioso que la respuesta sea un "no".

—¿Entonces? ¿No estás arriesgando mucho con esto?

—No necesariamente. —Sacó su teléfono para dejarlo sobre la mesa. Matt podía distinguir a la perfección la aplicación a la vista—. Voy a grabar lo que me interesa.

—Eso es ilegal.

—¿Tú crees?

—Tú sabrás a lo que estás exponiendo.

—Qué quieres que te diga. —Se echó para atrás encogiéndose de hombros. Ahora era su turno de portar los brazos cruzados—. Soy un buen chico con agallas.

—Pero no siempre profesional.

—Hagamos algo, Matt —movió su cabeza a la izquierda, sin parpadear—. Primera ronda de preguntas serán ajenas a Mackenzie. La segunda ronda sí que estarán relacionadas. Y esas son las que grabaré.

—Estás perdiendo el tiempo.

—Eres libre de marcharte en cualquier momento. Yo solo te estoy ofreciendo cartas en la mesa.

—Antes no querías que me vaya a menos que te resuelva dudas.

—Era por meter tensión. Pero la realidad es como es: tú eres libre de aceptar lo que sea.

Hubo un pequeño silencio entre los dos. Elliot no le quitaba la vista de encima. Matt subió ligeramente el mentón al darse cuenta de sus pensamientos.

—Sabes que me interesa esto —susurró con curiosidad—. ¿Cómo?

—Observador, callado, siempre moviéndote por interés propio. Sé que tramáis algo. Skyler tiene un carácter que me da a entender que es impaciente y no quiere esperar a que la investigación haga su trabajo. Tiene pinta de buscar sus formas para conseguir lo que quiere.

—¿Y eso lo has pensado por cómo se enfada por tu actitud desagradable? Yo habría actuado igual.

—Mi actitud es la que es. Y en cada persona despierta una reacción distinta que revela exactamente lo que necesito saber sobre ellos. Y Skyler me ha abierto su libro sin necesidad de que me acepte como lector —estiró la comisura de sus labios, con confianza—. Así que está claro que sentada no está.

—Te estás arriesgando mucho. Puedo hablar de esto con tus superiores y hacerlo público.

—Y yo puedo exigir un interrogatorio extremo con una investigación más especial, dado que me habréis confirmado que estáis ocultando información relevante al caso. Seréis cómplices ante el juez. Y sois mayores de edad en este estado, así que la cárcel os pilla cerca.

Matt rio en bajo.

—Lo tienes bien calculado.

—No se me escapa nada, cariño.

—Te escucho.

—Siento que me falta una persona en este juego de...—dio un par de toques con el dedo en la mesa—. Niños asesinos.

—¿Y ese soy yo?

—Ya te he dicho que no. ¿No te fías de mí?

—No me das razones para confiar en ti. Te has cargado la cámara y me has amenazado. Además, se te ve con ganas de esposarme por existir.

—Ay —dijo con pena, juntando sus cejas—. ¿Tan transparente soy?

—Eres demasiado arrogante.

—Y tu un mentiroso. Pero oye, mantener una conversación se nos da genial.

—Habla de una vez.

—Leo Sanders.

—No lo conozco.

—¿Seguro? Repito que estamos solos por una razón. Quiero dar comodidad y espacio a esta sala. Y quiero confirmar ciertos datos. Quizás te beneficie decir la verdad, Matt.

El castaño entrecerró sus ojos y observó la sala por inercia, mientras trataba de manejar sus pensamientos. ¿Por qué le iba a beneficiar? ¿Y más hablar de Leo Sanders?

Había cosas que no cuadraban.

Sus ojos se movieron lentamente hacia el detective, cuya expresión no había cambiado nada. Con esa sonrisa confiada y los brazos cruzados a la espera de una respuesta o reacción de su parte.

Elliot no le veía de sospechoso.

Y si de verdad le quería ayudar...

Querría decir que era consciente de que alguien le quería hacer mal.

—Me han querido incriminar en algo —murmuró subiendo las cejas. Elliot asintió y el rostro de Matt se relajó—. ¿Qué fue? ¿Y qué evidencias has encontrado de que no he sido yo?

—Te acabo de hacer una pregunta, y me has mentido.

—No lo he hecho. Leo Sanders no era alguien muy cercano a mí ni nada. Casi no hablábamos. Así que no lo conozco.

Elliot rio en bajo negando con la cabeza.

—Buena manera de ocultar tu mentira inicial. Pero te la acepto.

—¿Qué pasa con él?

—Murió. Dicen que fue un suicidio. Pero un pajarito me dijo que no.

Una larga pausa se dio entre los dos. Matt echó su espalda para atrás y dejó sus manos reposar en la mesa.

—Y el pajarito dice que fui yo.

—Exacto.

—Pero no estás convencido.

—¿Debería? Dependería de ti.

Matt suspiró.

—¿Y por qué no estás grabando ya?

Elliot apoyó sus antebrazos en la mesa.

—Porque tú y yo somos muy similares, Matt. Compartimos una misma idea. Nuestro propio beneficio. Y quiero saber qué tanto sabes. Tu grupito está dando pasos ajenos, pero no creo que esté avanzando, ¿verdad? Ayúdame y te ayudo. Estás cerca de todos. Y sé perfectamente que eres bueno actuando. Cada vez que te veo, tu actitud es la del chico callado y tranquilo, que va a su bola. Pero estás analizando a todos y hasta meditando tus presas. Ni siquiera tienes objetivos, porque por lo visto te los niegas. ¿Cuánto tiempo llevas de niño bueno, Matt?

Él enlazó sus manos y tragó saliva, sin saber qué respuesta dar.

Elliot Rosseau le estaba ofreciendo una mano. Otra más en su vida que no sabía si le iba a salvar o destruir.

Si Matt le iba a dar información, tenía que conseguir algo a cambio. Su inocencia ya estaba dada. Su familia era adinerada. Vivía bien. Estaba en su carrera deseada. No necesitaba relacionarse con gente. Y técnicamente, podía hacer lo que le dé la gana.

Así que no podía pedir nada a Elliot. Pero sintió que le iba a beneficiar tenerle en su radar. El asesino iba a por ellos. Quizás tener a un policía de su parte, le ayudaría a predecir movimientos y evitar tragedias como la de Mackenzie.

Elliot era muy sutil en todo. Lo mismo podría descubrir detalles sin necesidad de que fuera explícito en ello. Y Matt era un excelente lector de miradas y sonrisas.

Sabía de antemano mensajes ocultos. Y si Elliot era un experto en su mismo lenguaje; Matt saldría ganando exactamente lo que quería.

—Fue Max —confesó, con total calma.

Elliot echó su cuerpo hacia atrás de nuevo. Su expresión se había puesto seria de inmediato, pero no duró mucho. Una pequeña sonrisa surgió de nuevo en su rostro.

—Maxwell Denovan mató a Leo Sanders —repitió, procesando la información—. ¿Y tú lo presenciaste?

—Yo no estaba ahí —contestó con los párpados relajados.

—Pero Max confió en ti.

—Max nunca confió en mí. Pero me conocía demasiado. Sabíamos mantener al otro bajo control.

—Teníais secretos comunes.

—No. Cada uno vivía en un mundo distinto.

—Entonces solo uno de vosotros portaba un secreto digno de ser ocultado. Y si Max te contó lo de Leo... Significaría que tú eres el del secreto inicial.

Matt asintió, sin apenas parpadear. Sus ojos se habían vuelto hostiles de repente.

—Pero, —Elliot entrelazó sus manos bajo su mentón— no te veo muy dispuesto a hablar de ello.

—Y a ti te veo con ganas de que esto funcione —replicó el joven—. Presionar mi paciencia no te ayudará.

—Entonces no insistiré —dijo para después soltar una pequeña risa—. Cambiemos de tema entonces. Estáis investigando, ¿verdad?

—No. Estamos buscando información.

—Es lo mismo. Estás cambiando verbos.

—Investigar es lo que haces, aunque lo lleves muy mal. Porque sigo viendo casos en la televisión.

—Vale —rodó los ojos—. ¿Y qué información habéis encontrado?

—Greyson y Weasley. Eran cercanos a Max. Le seguían a todas partes. Y parece ser que tienen algo que quieren ocultar a toda costa.

—¿Relacionado con Max?

—Puede ser.

—¿Y qué más?

—Max acosaba a varias personas.

—Ajá, ¿y tenéis nombres de víctimas? ¿O presenciaste algo? ¿Quizás Max te contó sobre el tema?

—Max no me hablaba de todo. Yo lo observaba. Y no tengo nombres. Apenas caras, porque no me acuerdo ni he pensado en ellos.

Elliot se mantuvo en silencio, acariciando su boca, sin dejar de mirarle con atención. Matt mantenía bien su postura. Tranquilo y pasivo. Honesto, pero a la vez elegía bien sus palabras.

—¿Qué me querías contar sobre Kenzie?

—Su padre la maltrataba psicológicamente. Es todo lo que me ha llegado a contar.

No hubo respuesta alguna a ese comentario. Elliot esperó. Sus respiraciones apenas eran audibles.

—No vas a añadir nada más, por lo visto.

—¿Qué esperabas?

—Un "pero". "Pero no es capaz de hacerlo", "Pero sufría mucho y no lo pudo evitar".

—No tengo peros. Yo no añado detalles que no conozco. Solo sé que ella no es estúpida. No se quedaría en la escena del crimen para ser arrestada después de años de vivir sofocada bajo la ira de su padre. La personas como ella no funcionan así.

—Tú te consideras de ese grupo de personas.

Matt esbozó una pequeña sonrisa.

—Y por último, ¿sabes algo del móvil de Max?

Su respuesta tardó en llegar, a pesar de no haber expresado ninguna emoción nueva al respecto. Elliot lo encontró interesante.

—No.

Al fin y al cabo, si esa pregunta ya había pasado por Skyler —que era lo más probable— y no le había dado la respuesta que él buscaba, era por un motivo.

—Me parece que eso es todo. Ya te puedes ir.

Matt se le levantó en silencio, y caminó delante de él, con las manos escondidas en los bolsillos de su chaqueta.

Nada más salir de la comisaría, Matt sacó su móvil y le dio pausa al audio grabado. Al inicio lo hizo por precaución, pero ahora le servía de evidencia por si algo pasaba.

Elliot se estiró sobre su asiento bostezando, y saco el aparato de grabador de voz que tenía en el bolsillo. Bloqueó su móvil y se salió de la aplicación que no usó.

Matt no cuestionó la razón por la que no grabó la parte de Kenzie como lo acordado.

Entonces supuso que entre los dos se iba a crear un vínculo.

Uno que iba a dictar la verdad sobre la mentira e iba a desnudar la máscara de ambos a la vez.

Hellooo, ¡ya casi estamos cerca del final de la primera parte!

Me hace mucha ilusión esto la verdad. Como estoy de vacaciones, trataré de terminar la planificación de la parte II para después poder escribirlo con calma.

¡Se vienen muchas cosas!

En fin, #InterrogatorioNiss

- ¿Qué onda con Matt y Elliot? ¿Qué opináis de su "alianza"?¿Cómo creéis que reaccionaría Levi si se llegara a enterar? R.I.P Elliot.

- Respecto a Leo, ¿Matt miente o dice la verdad?

- Y dale con que siempre el trío de Owen-Greyson-Weasley se manden unos a otros. ¿Qué pensáis al respecto?¿Se podrá saber por fin algún nombre de las víctimas? Tan tan taaaan.

Nah, no soy tan mala. Cuando dije que en el capítulo 31 se iban a revelar cosas fuertes, lo decía en serio. Queda poco, nenes.

Breve recordatorio de dejar un voto y comentario si os ha gustado, que sube mucho los ánimos :))

Y mis redes sociales están en mi perfil siempre. Tenéis aestheral_ para book edits, donde a veces edito mis propios personajes. Y rosearthy, que es de arte digital, y en donde a veces subo cosillas de mis propios personajes.

En wanderhrts me podéis ver la cara y las ojeras, además de mi humor obsoleto.

Nos leemos pronto, ¡un abrazo!

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