Mi exilio con la abuela 2

By Imsweet_shit13

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Lillie está por cumplir sus dulces 21 años y con eso podrá administrar su fortuna heredada. Será que Lillie... More

Sinopsis
01: ¡Los 21 están aquí!
02: Estamos bien... inundadas.
03: Alguien guarda secretos
04: Good 4 u
05: Es él
06: Solo doce escalones
07: El hilito
08: Pesadillas
09: Saliendo del closet
10: Dulce ovejita
11: El trato
12: Al estilo de Sherlock
13: El trono
14: Un reflejo nuevo
15: Traición
16: El plan
17: La habitación de hotel
18: El bigote
19: Gato encerrado
20: Egoísta
21: Tú y yo
22: Es culpa de Lillie
23: La cabaña
24: Perdidos
25: La llave
26: La cena
27: Viejos tiempos
28: USB
29: Propuesta de matrimonio
30: Libre como el viento
31: Peligrosa como el mar
32: Esa bruja
33: Mariposas
34: Por las calles de Paris
35: Problemas del pasado
36: Un idiota enamorado
37: Vibes de Aladdin
38: Un ramo y un novio
39: Revancha
40: Despelucada, extraviada y atropellada
41: Rescate Express
42: Fantasma del pasado
43: Otro traidor
44: Hierba Mala
46: Profesional, no personal
47: Karma
48: Verdades
49: Orígenes
50: Cruel y real
51: Intentarlo fallando
52: Una empresa en problemas
53: Pretendientes
54: El chico de las rosas
55: Volver a casa
56: Una foto y una carta
57: Vivir
58: Despedidas
59: Anillos de papel
60: Sentencia
61: La revelación
62: Tres y uno en camino
Nota final.

45: El año sabático

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By Imsweet_shit13

El año sabático
Nicolás

—No puedo creer que me lo ocultaste, Nicolás —Candace murmuró sollozando.

Y verla así me rompió por completo el corazón.

—¿Quién lo sabe? —preguntó limpiando sus mejillas— ¿Lillie sabe? ¿Santiago sabe? ¿Tus padres saben? ¿Quién demonios lo sabe?

Me quede en silencio. No podía, no tenía la valentía de hablar.

—Oh, ya entendí —comprendió— nadie sabe, te lo callaste y ¡absolutamente nadie sabe que estas enfermo!

Levante la mirada. Ella estaba decepcionada, dolida y molesta.
Supe que esto pasaría en cuanto conocí a Candace. Dios, ella era todo lo que yo soñaba, ella es la chica de mis sueños y egoístamente sobrepuse mis deseos, no pude contarle, aunque sabía que debía hacerlo, contarle sobre el cancer.

—Déjame explicártelo —pedí.

—¿Vas a explicarme como es que callaste algo tan importante, Nicolás?

—¡Basta, lo dices como si me encantara ocultarle a todos que estoy muriendo! —exclamé furioso, no con ella, conmigo mismo.

Simplemente era un cobarde que odiaba admitir que estaba enfermo, odiaba admitir que moriría pronto, que no podría formar una familia porque para eso el cáncer ya me habría matado. Odiaba la idea de entristecer a todos con mi debilidad, con mi enfermedad.
Ella se quedó rígida, en silencio por los siguientes minutos, tratando de calmar sus ganas de llorar. Comprendí que no podía callarme, que no podía soportar todo esto que tenía guardado.

—Hace dos años me detectaron cáncer —comencé—. Fue por un golpe que recibí en el pecho, eso fue en la universidad cuando jugaba voleibol con mis amigos de clase, luego de ese golpe empecé a sentir un dolor en el pecho a lo que yo se lo atribuía al golpe, así que creí que con el tiempo el dolor se iría, el dolor nunca se fue y empecé a enfermarme mucho, tenía una tos que cada vez empeoraba, así que mi doctor empezó a hacerme exámenes, cada vez más profundos para descubrir finalmente que tenía cáncer en los pulmones... como mi abuelo.

Candace escuchó mientras las lágrimas le rodaban una tras otra. Quería detenerme, pero ella tenía razón, no podía ocultarle algo tan importante como esto. Ahora era tarde, pero al menos si decidía quedarse seria por su propia voluntad, no bajo mentiras. Sinceramente tenía miedo, tenía miedo de que no soportara esto y me abandonara, creo que me dolería mucho más que mi enfermedad.

—¿Que sucedió después?

—Me di de baja y mis padres casi se me matan por eso, así que no quería que nadie se enterara del cáncer y solo me quedó mentir —admití— les dije a todos que tomaría un año sabático y que viajaría por todo el mundo... en realidad estuve en un cuarto de hospital recibiendo quimioterapia.

Candace se cubrió los ojos, negando.

—Después de muchos meses duros —continué—el doctor dijo que mi cáncer estaba en remisión, que había funcionado. Así que volví a mi vida normal, yo aprendí a disfrutar el día a día porque el mañana no existe, no con certeza. Es por eso que no se lo dije a nadie, no quería que una enfermedad me encasille, mucho menos que cambie las cosas... además, creo que no estaba preparado para decirlo en voz alta porque entonces se volvería más real para mí y pensarlo me frustra muchísimo.

—Entonces, déjame ver si he entendido —pidió— finges que nada ha pasado, déjame confesarte que lo haces genial. Mereces un Oscar al mejor actor.

Iba a responder, pero el doctor entró y solo entró para confirmar lo que yo ya sospechaba:

—El cáncer volvió.

Mire a Candace, ella iba a derrumbarse, estaba asustada y demasiado molesta.

—¿Hay posibilidades de que vuelva a superarlo? —preguntó con esperanzas— El está joven, seguro que...

El doctor soltó aire.

—Se que será difícil escucharlo, pero el cáncer volvió más agresivo... y sospechamos de que ya sea muy tarde para combatirlo.

Candace dejó de hablarme por los siguientes días, solo decidía dirigirme la palabra para comunicarme que tendríamos cita con algún doctor importante. Ella no se había rendido, ella no soltaba la esperanza de poder encontrar la cura de mi enfermedad.

—Ya basta, Candace —pedí—, por favor detente, no iré a ningún lado, a ninguna cita con ningún doctor.

—No, nada de basta, nada de detente, Nicolás, ¡me debes esto, me lo debes!

—No, no soporto verte sufrir cada vez que un doctor nuevo revisa mi caso. El cáncer volvió y no va a desaparecer, no va a irse, va a llevarme, tienes que entenderlo y aceptarlo como yo lo hice.

—No quiero que mueras.

—Y no quiero morir —admití con mis ojos llorosos—. Pero sucederá en cualquier momento y no quiero que mis últimos días sean visitando a doctores que siempre dicen lo mismo. Tienes que aceptarlo, ya no se puede hacer nada... nada más que vivir con esto.

—¡ES TU CULPA! —gritó— ¡ES TU CULPA POR HACER QUE ME ENAMORARA DE TI! ES INJUSTO PORQUE TÚ YA LO SABÍAS, SABÍAS QUE IBAS A MORIR Y ¿YO? YO ME ENAMORE DE TI Y NO ES JUSTO VERTE TOSER SANGRE Y LUEGO DESPLOMARTE EN PLENA LUNA DE MIEL!

—Candace...

—¿CREES QUE ES FÁCIL? ¡¿CREES QUE ES FÁCIL ACEPTAR QUE VAS A MORIR PRONTO?! PUES NO LO ES, NO LO ES Y NO LO SERÁ PORQUE TE AMO, TE AMO Y ME ATERRA PENSAR EN QUE UN DÍA NO DESPERTARAS MÁS Y ME DEJARÁS... —gritó frustrada— no quiero que me dejes, no quiero que te vayas, no quiero vivir sin ti... no quiero despertar y ver que mi lado está vacío, Nicolás, no puedo hacer esto... aunque lo intente sigue doliendo y seguirá doliendo cada día.

Enrollé mis brazos en su cintura y la atraje a mi.

—Lo siento, perdón —me disculpé— perdón por hacerte vivir esto, se que fui egoísta al permitirte enamorarte sabiendo que voy a morir, perdón, perdón por enamorarme de ti desde el primer momento en el que te conocí, lo siento.

Candace lloró en mi pecho, sus lágrimas se quedaron en mi jersey, al igual que mis lágrimas quedaron en su hermoso cabello cobrizo. Así que los siguientes días trató de asimilar todo.

—No puedo creer que hayas pasado todo eso tu solo —soltó— no puedo imaginarte en un hospital solo. No quiero que estés solo nunca más.

—Por favor, Candace —pedí— no puedes decirle a nadie, ni siquiera a Lillie. Se que tú y ella son muy íntimas y se cuentan hasta las veces que van a tomar agua, por eso lo digo.

Candace asintió, así que confíe en ella. Si Lillie se llegaba a enterar sería tema familiar para los siguientes días.

—¿Por qué insistes en callarlo?

—Porque no podría soportar ser el culpable de la tristeza de todos. No quiero ver a nadie más llorar por esto.

Candace termino su sándwich y asintió.

—Bien. No le diré a nadie —acepto—...pero ¿sabes lo duro que será para los demás?

—Lo sé —afirmé—, pero es algo con lo que no puedo lidiar ahora. Además, tengo una lista.

—¿Una lista? Pues no quiero una lista.

—¿Por qué no? Son divertidas.

—Lo eran antes de saber que vas a morir.

—Tienes un buen punto a tu favor.

Candace guardo todo en el bolso. Se termino de limpiar las manos y me quito la lista.

—Le echaré un ojo —comentó interesada—. ¿Ir a misa?

—Si —acepte entusiasmado— es que después de hacer la primera comunión no volví a confesar mis pecados y ya sabes lo que dicen, no puedes tomar la ostia sin confesarte porque entonces es otro pecado cometido. Sabe como a cartón, pero de alguna forma es rico.

—¿Que? Tu lista apesta —admitió.

—Mira el punto siete.

—Espera, recién estoy en el punto dos. ¿Acampar? ¿Nunca lo has hecho?

—Mi madre no me dejaba, okey.

—¿Y karaoke? —preguntó.

—Espera, en este punto ya siento que estás despreciando mi lista —admití muy ofendido.

Candace empezó a reír.

—Pero es que ¿hacer karaoke?

—Si, pero quiero hacer karaoke con mis amigos, una vez lo hicimos y créeme, fue increíble —recordé contento— Lillie le canto a Santiago una canción de Paulina Rubio y fue increíble y eso que en ese entonces la serpiente de Camila no había mentido sus narices en esa relación. No puedo imaginar que canción le cantaría Lillie a mi mejor amigo ahora. Tal vez puede ser la canción de Paquita, ¿imagina si sale cantando rata de dos patas? Sería glorioso y podría morir en paz. Oh, lo siento, ¿es muy pronto para bromear con eso?

Candace hizo una mueca y continuó mirando mi lista.

—¿Ver un fantasma? —y empezó a reír— estas loco.

—Siempre salen vídeos en la televisión de fantasmas reales y así, pero siempre he tenido duda si eso es real o fake.

—Okey, tienes deseos muy turbios como el de plantará un árbol, oh, el número nueve dice ¿casarme?

Yo sonreí.

—Si, táchalo, ese ya lo hice.

Candace se sorprendió.

—En este punto me sorprende no ver el "divorciarme".

—Es que no creía que fuera capaz de cumplir el nueve —admití— Asi que fuiste un milagro. Continúa con los demás, están buenísimos.

—Ir a un concierto, salir en el periódico, ver barbie... ¿ver Barbie? Esto es genial, muero por ver Barbie, pero luego de cumplir el de la aurora boreal.

—Pero que dices... ¿es en serio?

—Si, claro —asintió—. Iremos por la aurora boreal, luego Barbie.

—Júralo, nena.

Yo al final del cap:

Mi gente, que no me he muerto, si, la gripe y tos casi me tumba con todo, pero sobrevivo porque hierba mala nunca muere. En fin, este capítulo me dolió mucho, si, pero más duele el 55 (upsiiii eso puede ser considerado un spoiler?) Bueno, que piensan? Nicolás estira la pata o no? Jajajajaja yo la insensible.
Uno sabe cosas, pero se queda:

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