-¿Mamá? ¿pero qué...?
Las palabras quedaron en el aire puesto que la señora Kirishima lo hizo a un lado para que sus invitados pudieran pasar, mientras que Hiyo estaba perdiendo de nuevo sus esperanzas, ella no quería a esa mujer cerca, es mala y lo comprobó de la peor manera.-. ¿papá?-. Se acerca a el impaciente, ella deseaba que fueran a buscar a su onii-chan, que todo volviera a la normalidad.
-Mamá nosotros vamos a salir.
-Iban-. Los empuja a ambos dentro cerrando la puerta en el proceso-
-Se nota que esta casa necesita presencia femenina-. Les hace ver la madre de Sae mirando detenidamente todo el lugar.
Esta bastante decente para solo vivir el con su hija-. Señala el hombre notando que no había ni un mueble desordenado
-Pero todo cambiara cuando Zen-kun y yo nos casemos -.sonríe viendo al mayor que no hallaba ni que palabras utilizar, esto ya se estaba yendo de sus manos-
-¡BASTA!-. Exclama la niña-. VAYANSE DE MI CASA-. Obviamente hace referencia a los mayores y esa mujer. Todos observaban incrédulos a la menor, sobre todo Zen y la madre de este-. Vámonos papá-. Lo toma de la mano jalándolo, pero este ni siquiera se movía de su lugar-. Vamos a buscar a onii-chan estoy segura que el nos esta esperando.
-Takafumi- susurra el castaño esbozando una sonrisa-. Es cierto, tengo que pedirle perdón y que vuelva-. Susurra, las Kirishima lo escuchan, una sonríe y la otra endurece sus facciones.
La madre de Zen se dirige hace Hiyori separándola del castaño propinándole una bofetada ( NE:ahora todos contra ella Q.Q, no es mi intención), nunca lo había hecho y le dolía hasta el alma tocándola de esa manera
-Hiyori, tu nunca has sido así de grosera-. Le regaña fuertemente la mayor
El castaño toma de la mano a su hija poniéndola tras de si-. ¿Que se supone que estas haciendo?
-Esa niña necesita que le enseñen modales- habla el hombre que aparentaba ser un cincuentón, regordete y con una cara de pedófilo que ni el mismo se podía aguantar mirando de arriba para abajo a la menor que se abrazo a la cintura de su progenitor sollozando levemente-.
-¿USTED QUE SE.....?
-Zen tu también guarda silencio, perdone el comportamiento de mi hijo y mi nieta-. La mirada dura de la Kirishima mayor se dulcifico a dirigirse a los otros-. Estoy segura que mi hijo hará muy feliz a su querida hija, aunque tenga ese carácter.
-Eso espero-. Habla el hombre-. Sino me veré obligado a utilizar mis influencias si usted le causa una sola lagrima a mi muy amada y única hija.
-¿Me está amenazando?
-Tómelo como quiera, si usted supiera quien soy no me estaría viendo de esa forma-. Zen-san.- habla con burla
-¿Y quien se supone que es?
-Oh es cierto, Zen-. Sonríe su madre- permiteme presentarte formalmente a Toru-san, el es un importante y prestigiado juez.
-También es intimo amigo del primer ministro-. Habla Sae colgándose del brazo de su progenitor
-Hiyo vete a tu cuarto-. El castaño sabia que esa no iba a ser una platica recomendada para su hija, por lo que era mejor mantenerla fuera de esto.
-Pero, papá.....
-Hazme caso por favor Hiyori
La menor asiente y sin siquiera voltear ni siquiera a su abuela se va corriendo hacia su cuarto cerrando con seguro la puerta.
-Ahora si, sin mocosos presentes tratemos el tema que verdaderamente nos trae a este lugar-. La madre de la chica por fin pronuncia palabra, mientras que se adentra a la sala sin ninguna invitación.
-Vamos cariño-. Sae toma de la mano al castaño; quien observaba enojado a la señora por la forma tan despectiva que hablo de su hija, arrastrándolo hacia donde toman lugar los demás adultos.
-Es necesario ya fijar la fecha de la boda-. Habla mientras mira a su hija con adoración-. Te verás hermosa
-Oh mama-. La ve con una gran sonrisa-. Tratare de verme lo mas hermosa para Zen-kun-. Ve con adoración al castaño
Mientras que este se mostraba indiferente con la mujer, en su mente solo se quería lanzar por el primer puente, fue un maldito error el haberle hecho caso a su madre, si se hubiera pensado las cosas mucho mas, hubiera encontrado una solución, junto a Takafumi, pero sobre todo, el en lugar de estar frente a esas personas, estaría abrazando a su osito.
-Por eso la boda será máximo en un mes-. Termina de hablar la madre de Sae con una gran sonrisa
-¿Que?-. Eso lo saca de golpe de sus pensamientos-. Esperen ¿que?
-Si, no te parece fantástico Zen-kun -. esta se tira colándosele del cuello al castaño, que no hizo nada para quitársela de encima.
-Eso es demasiado pronto
-Yo no veo porque pone esa cara Zen-san, su madre nos dijo que estaba impaciente para casarse con nuestra hija, sobre todo para que su hija tenga por fin una madre
-Exactamente Toru-san, solo que mi hijo es algo tímido y le da vergüenza admitir que sobre todo se quiere deshacer de una presencia indeseable
-...........-
-Oh cierto, pobre de ti Zen-kun, debe ser terrible que un asqueroso gay te este acosando
El castaño voltea a ver sorprendido a la chica para después ver a su madre que no se le borraba la sonrisa con nada.
El padre de Sae se acomoda mejor en el asiento para después hacer un gesto de asco-. Lo que mas odio en este mundo son a esos anormales, por eso me encargo mas que nada en quitarle los niños a esas escorias y de mi queda que ese hombre no lo vuelva a molestar
Cualquier replica que iba a hacer el castaño murió en su garganta, al tal punto de que palideció, ahora entendía, su mamá no escogió a esa mujer para que se casara con el al azar, a leguas se notaba que la había escogido detenidamente, todo lo estaba planeando su madre con una frialdad sorprendente, hasta tal punto que ya empezaba a desconocer a su progenitora, el no recordaba que hubiera sido tan de mente estrecha. El lo único que quería es estar con su pelinegro, pero en tal punto, eso ya es imposible.
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Al día siguiente muy temprano Kusama-sensei volvió al departamento de Yokozawa para otro chequeo, tanto Masamune como Ritsu se durmieron en la habitación de huésped, pero cada determinado tiempo se turnaban para ir a ver que el oji-azul se encontrara bien y que la fiebre que lo aquejaba desde el día anterior se hubiera esfumado.
-¿Como se siente Yokozawa-san?-. Pregunta amablemente el galeno
Takafumi aun un poco desorientado observa a todos los presentes, no se explicaba que hacían todos ellos en su cuarto, sobre todo ese hombre alto de cabellos oscuros y bata blanca.-. ¿quien es usted?-. La voz del pelinegro a penas salió como un susurro
Nowaki le toco la frente comprobando que la fiebre había regresado, de su maletín saca una pequeña jeringa para después inyectarle el liquido en el pálido brazo de este.
-¿Como se encuentra?-. Pregunta Masamune preocupado.
-Esto es malo-. Susurra mientras sacaba una bolsita de suero para después conectársela a su brazo-. No muestra ninguna mejoría desde ayer para hoy, se lo atribuyo a que es probable que se deba a la falta de alimento, se encuentra anémico
-Ritsu, quédate aquí para que también te revise el sensei, iré a llamar al trabajo para avisar que hoy tampoco iremos
-Takano-san, yo me puedo quedar a cuidar de Yokozawa-san, me siento en perfectas condiciones-. Le sonríe-. Seria un problema que nuevamente los dos faltemos al trabajo sobre todo ahora que se acerca el cierre de ciclo.
-Que fue lo que te dije acerca del nombre.
Con una gotita en la sien-. Eso fue lo único que escuchaste-. Suspira-. Es la costumbre.... Masamune-. Murmura avergonzado lo ultimo.
-No pienso dejar a los dos solos.
-No es necesario-. Habla un poco mas fuerte el pelinegro, aun tenia ciertas lagunas mentales del como llego a su departamento, después de aquello-. No soy ningún niño chiquito, solamente quiero estar solo.
Masamune se queda mudo, pero agranda los ojos al ver el estado de su amigo, esa mirada la reconocía perfectamente, esa misma mirada la tenia el, en el tiempo en que estuvo sin Ritsu, ese tiempo en que la vida le importaba una mierda.
-¡NO!-. Exclama el editor mientras se acercaba a la cama sorprendiendo a los presentes-. Ritsu se quedara aquí contigo, yo iré hacer el trabajo lo mas que pueda, pero no te dejaremos solo, entiendes
-Masamune-. Susurra sorprendido, para después asentir levemente
-Le aplicare un pequeño sedante, lo que mas necesita es descansar y sobre todo comer.
-Nosotros nos encargaremos-. Habla Ritsu sonriendo
Después de hacerle un chequeo tambien a Ritsu, comprobando la buena salud que gozaba el oji-verde, pero dandole consejos de que no se confiara y que tomara también las cosas con calma, se retira prometiendo volver al día siguiente, ya que aun el pelinegro tenia la presión alarmantemente alta. Takano se retira al poco tiempo después dejando a Onodera a solas en aquel departamento. Entra nuevamente al cuarto de Yokozawa viendo con una pequeña sonrisa que ya se encontraba durmiendo tranquilamente.
-"Quien sea el padre del bebe que espera Yokozawa-san, debe ser alguien cruel por dejarlo en tal estado, pero todo se paga en esta vida y Yokozawa-san no esta solo, ahora también puede confiar en mi"-. Después de acomodarle un poco la cobija se va del cuarto para irse a dormir un poco más.
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Kirishima no había podido dormir en toda la noche por estar pensado en la noche anterior, ni siquiera noto cuando Hiyori se fue a la escuela, pero se le hizo raro que ni siquiera se despidiera-. "Debe de estar enojada, pero esto lo hago sobre todo por ella"
Tomando tan solo un cafe sale del departamento para dirigirse hacia la editorial. Para su mala suerte el elevador seguía en reparación así que no le quedo de otra que bajar por las largas escalera y si su mala suerte pudiera empeorar, se encontró a cierto sujeto parado en medio acomodando unos papeles.
-Oh, Kirishima-san-. Este nota la presencia del castaño volteandolo a ver con una sonrisa, que no pudo engañar a Zen, pues se notaba que era totalmente falsa.
-Iokawa- lo ve fríamente-. ¿Me dejaría pasar?
-Oh lo siento-. Se hace a un lado dejando que el castaño pasara-. Me he enterado de su futura boda-. Comenta haciendo que este se detuviera de golpe.
-¿Que? ¿usted como.....?
-Su madre no es precisamente discreta, se lo ha dicho a todo mundo, incluyendome-. Laq sonrisa de este parecía que hasta brillaba, cosa que no le gusto para nada a Zen.
-No creo que eso a usted le importe
-En eso esta equivocado, esa vez en esa cafetería decidí darme por vencido con respecto a Yokozawa... pensé que lo que usted sentía por el era algo verdadero, pero no se si para mi buena o mala suerte fue una mentira.
-Oiga usted-. Lo encara -. usted no sabe absolutamente nada de lo que esta ocurriendo, así que si me disculpa-. Se da la vuelta enojado empezando a bajar las escaleras-.
-Me quedaré con Yokozawa
Esas palabras lo detienen en seco-. ¿eh?
-Yo se que el podrá amarme, yo nunca le haría algo como lo que usted esta haciendole, el será lo que.....
sus palabras fueron cortadas abruptamente puesto que el castaño en total estado de ira subió las escaleras tomando la camisa del otro estrellando en la pared-. No te atrevas acercartele, porque yo....
-¿Usted que?-. A pesar de la mirada Iokawa no se mostraba ni un poco intimidado. Hace que lo suelte-. No creo que este en posición de ponerse celoso -. toma su maletín empezando a bajar-. Solo encontré este momento perfecto para decirle mis intenciones hacia con el, por el bien de Yokozawa cásese de una vez, déle una madre a su hija y déjelo en paz con alguien que se esmerara en atenderlo, que solo será su única prioridad el hacerlo feliz y ese alguien ..... soy yo.
Con una ultima sonrisa se termina retirando dejando al castaño apretando su manos en forma de puños en total impotencia.