Taehyung se despertó con lágrimas secas en sus mejillas, lágrimas que Jungkook besó y limpio con caricias.
Ninguno volvió a hablar de esa noche, trataron de fingir que no había pasado y que no vivirían una miseria interminable mientras se quedaran aquí.
Un hecho flotaba sobre sus cabezas.
Debían salir en cuanto antes.
Jungkook siente la presión en sus hombros por encontrar una solución antes del siguiente Viernes, esto no se puede repetir. Sobre su cadáver que permitirá a alguien obligar a Taehyung a volver a subir.
Lo ha soportado por años, puede con el dolor y la humillación pero no está dispuesto a verlo a él sufrir.
Es como una fuerza de intensidad extraordinaria que le motiva a actuar. Quiere darle a Taehyung lo que él no tuvo cuando estuvo solo, esa fuerza le impulsa a hacer lo imposible por salir de aquí sólo amenos que sea juntos.
No sabe bien cómo se llama esta fuerza arrasadora, siente que le debe tanto a Taehyung, le ha sacado del hoyo, hecho pensar que puede y debe salir de aquí pues sacarlo y cuidarlo allá afuera es razón suficiente para hacer a un lado sus miedos e inseguridades. Ni siquiera Jin se lo había hecho entender, ahora sabe que este no es su lugar si su lugar es al lado de Taehyung para protegerlo y estas cuatro paredes le hacen daño.
Puede hacerlo, es un sentimiento cálido que cubre temporalmente sus inseguridades para anteponerse por él y si haciéndose el fuerte consigue darle lo que más desea, puede enfrentarse al mundo real cómo debió haber hecho hace años.
Ya basta de echarse para atrás y siempre huir por más que su naturaleza se lo diga y es lo que ha hecho siempre. Si realmente admira la fuerza de Taehyung, es hora de que la imite. Quiere ser ese chico fuerte que está ahí para él, ir eliminando sus inseguridades una por una.
Ser conformista lo ha llevado a la ruina y preferible estar en la ruina allá afuera que aquí dentro. Taehyung tenía toda la razón, cuando se te presenta la ocasión, es cuando más tienes que decidir si enfrentarla y aprovecharla o buscar otra salida porque con Taehyung está dispuesto a buscar otra y mil más hasta encontrar una en la que pueda darle lo que se merece, libertad, una vida decente, sana y limpia.
Por Dios, jamás se había sentido tan en paz en su vida, todo se siente tan correcto al lado de ese chico de cabellos azules. Pueden hacerlo, pueden luchar el último tramo que falta por llegar y si no lo logran, al menos están juntos para levantarse.
Es retorcido que vea a todos estos chicos y chicas como la familia que nunca tuvo, Hoseok como su hermano pequeño, Layla como su antigua mejor amiga e incluso entra Yoongi como el tío raro. Toda familia tiene sus disfuncionalidades pero no se le pasa por la cabeza dejarlos atrás. Si sale, ¿qué hará después? Allá afuera no tiene a nadie e incluso si vuelve a construir la relación con Junhae, ya no será lo mismo con una esposa e hija de por medio, él ya tiene a su familia y sus asuntos. Esta es la familia de Jungkook y los traerá consigo a donde vaya o no se irá a ningún lado.
Hizo una promesa y esta vez está seguro de que va a cumplirla.
[…]
Ya no tenía la confianza de hablar con Jin, después de mandar a Taehyung al matadero así, insensible y sin remordimientos, un pequeño resentimiento echó raíces en su corazón. No entendió por qué lo hizo.
Yoongi fue su segunda opción, después de que el chico de cabellos platinados presenciara lo que pasó anoche, estuvo completamente dispuesto a ayudarlo. De hecho todos los habían visto, todo lo que les pasó anoche, y ahora los veían con una pizca de reconocimiento, lastima, al caminar por los pasillos. A Jungkook no podía importarle menos, lo que le molestaba es que pensaran así de Taehyung. Él lo sacará de aquí para que las personas dejen de creer que está solo, que no tiene remedio y que lo único que se puede sentir por él es lastima. Nadie mira a su chico como si fuera un animal herido.
Le contó todo a Yoongi, su idea, sus planes, su deseo y su motivación. Necesita a alguien que le diga por dónde empezar y que pueda guiarlo. Yoongi aceptó enseguida incluso aunque implicaba hacerlo a espaldas de Jin y su propio jefe. Es hora de que Yoongi haga lo que nadie se ha atrevido a hacer. Jimin cuenta con él para ello.
Comparte el deseo de Jungkook de ir en busca de una vida normal, él mismo no la tiene, jamás ha podido responder sin tartamudear cuando alguien le pregunta en qué trabaja o sentirse avergonzado de no tener las agallas para dejar de apoyar algo que sabe que está mal. Le dio orgullo que el chico a quien vio empezar a leer, dejarse llevar por la música para tener algo a qué aferrarse y a quien vio crecer, sufrir y levantarse de los golpes, esté tan decidido ahora a pesar de sus miedos.
A Jungkook le ayudó mucho que Yoongi le hiciera sentir que estaba haciendo lo correcto:
Acabar por completo con este imperio de prostitución y sacar a todos los chicos abusados.
El negocio y los millones de Hyun Su caerán.
Sonaba abrumador, Jungkook se siente insignificante, ¿cómo puede un simple chico usado como juguete toda su vida, tener voz para darle fin a algo que ni la policía a mostrado interés por erradicar?
Mantener la actitud y no olvidar su objetivo es lo más difícil. Como en todo ser humano, a veces hay motivación, a veces no la hay.
Hablando a escondidas el fin de semana durante diferentes horas del día o la noche con miedo a que alguien los escuchara, dieron inicio al primer paso.
Yoongi le dijo que su novio era un ex detective en uno de los departamentos de investigación más importantes del país. Que conveniente. Tuvo que meterse a un baño para hablar con el rubio por teléfono como le sugirió Yoongi.
—Hola amor, ¿qué pasa? —Escuchar la voz del supuesto Jimin, el novio de su amigo, el mejor amigo de su… de Taehyung fue extraño.
—Yo, perdón, no soy Yoongi, Min me prestó su teléfono. Soy Jungkook.
—Oh, hola, ¿en qué puedo ayudarte?
La voz de Jimin es fresca, juvenil y un tanto juguetona, es muy diferente a como lo describió Taehyung. Se hubiera imaginado a alguien prepotente, impaciente y pesado, hasta controlador.
—¿Eres detective?
—Lo era, sí —respondió el rubio muy amable, con atención al otro lado del teléfono.
—¿Aún resuelves casos? —La voz temblorosa de Jungkook delató sus nervios, más el miedo porque alguien escuchara la conversación dentro de ese cubículo en el baño.
Jimin soltó una pequeña risita.
—No soy Sherlock Holmes amigo, pero todavía tengo contactos y estoy seguro de que un compañero en el departamento puede ayudarme. ¿Algo en especial?
—Cerrar un prostíbulo escondido en el subterráneo de un bar. —Jungkook se merece un premio por decir eso sin tartamudear.
Jimin vaciló un poco. Pero no dejó de oírse profesional. A excepción de su hermano, Jungkook jamás había hablado con alguien que no estuviera metido en todo esto, que no estuviera jodido, alguien de afuera, Taehyung dijo que Jimin estaba jodido igual que todos pero no sonaba así para él, sonaba relajado, con ese timbre despreocupado y para nada tenso a comparación del que todos inconscientemente usan aquí a su alrededor. Fue extraño… ¿Así se escucha la gente normal, la gente que no tiene miedos, que no debe prostituirse?
—Lamento decirte que ese tipo de negocios son los más escurridizos después de las drogas y órganos. —Jimin soltó un suspiro, tristemente también son los más comunes. —Necesitarías conseguirme pruebas concretas de que ahí se hace algo que atente contra la vida de alguna de las víctimas para que podamos allanar el lugar y tomar acciones legales.
A Jungkook no le gustó mucho lo que escuchó.
—Por eso Yoongi me dijo que te llamara, creí que me dirías que podrías investigar o hacer esas cosas de detectives y meter a la cárcel a quien se lo merezca. —Jungkook ya tenía el celular apretado con fuerza.
—Tranquilo amigo, créeme que también me decepcioné al enterarme de que esto no es policías y ladrones y que los detectives no son como en las películas. Las cosas no funcionan así. —Aunque el tal Jungkook no lo podía ver, Jimin abrió una palma para tratar de explicarle con cuidado la verdad. —Escucha, como dije, la policía sabe perfectamente que hay redes clandestinas de prostitución por todo el país, gente vendiendo droga en cada esquina, bares, trata de niños… pero son una plaga sin forma de ser erradicada y para suerte de este país, las autoridades tienen otras prioridades en su lista, como el caso de las Chicas Bacchu, las prostitutas de edad avanzada que ni siquiera están escondidas y operan en la calle, expuestas. Necesitas hacer de tu caso una prioridad.
—¿Y cómo demonios hago eso? —Jungkook está luchando en este momento contra los sentimientos de inutilidad.
—Fotos, videos, audios, testimonios. Saca todo a la luz. Necesito pruebas de que ese establecimiento es más que un bar, o algo “inofensivamente” clandestino o que hay una completa violación a los derechos humanos, las condiciones en las que viven las víctimas, fotografías de algún tipo de violencia física, la experiencia de alguien. Evidencia. —El tono profesional de Jimin volvió a operar después de tanto tiempo de haberlo dejado. —Si consigues mandármela, Podré ayudarte. Te aseguro de que yo me encargaré de reunir a la gente pertinente para acabar con lo que sea que haya allá abajo y sacar a las víctimas.
«Tu mejor amigo», quiso decirle Jungkook. Tuvo la gran tentación de decirle que Taehyung está aquí con él, pero que está bien. Hasta donde sabe, Jimin no tiene idea de su paradero aún pero no sabía cómo reaccionarían ninguno de los dos si abre la boca.
—¿A dónde mando lo que encuentre? —preguntó Jungkook.
—Dile a Min que te de mi correo. No escatimes, cualquier cosa puede ser más útil de lo que crees. —Jimin escuchó el suspiro de Jungkook al otro lado de la línea. —Se paciente, Jungkook, hay evidencias que toman años en salir a la luz, pero la justicia siempre llega si la buscas con buenas intenciones. —Es lo único que aprendió Jimin en sus años de servicio. Pero Jungkook ya había esperado los años suficientes. —Sólo una cosa más, ¿cómo se llama el bar que dices?
—Bar De Luna —respondió sin darle mucha importancia. —El dueño es Hyun Su y el sub dueño es Kim Seokjin. —La sangre azul de Jimin se le fue al suelo. —Puedo conseguir los nombres de los proveedores también… ¿Jimin? ¿Sigues ahí?
Jimin colgó.
Jungkook no entendió para nada qué había sido eso y no se iba a detener a preguntar ahora que ya sabe por dónde empezar.
—¿Qué pasó? —le preguntó Yoongi al verlo salir del baño después de haberlo estado esperando afuera recargado en la pared con brazos cruzados.
—Me colgó. —Jungkook cerró la puerta tras él observando el celular antes de devolvérselo.
—¿Pero te dijo algo?
—Ya sé qué vamos a hacer.
[…]
Era una bendición caída desde el cielo de los desafortunados no tan desafortunados contar con Yoongi.
Iban con cuidado. Es inevitable actuar sospechoso cuando sabes que estás haciendo algo que no deberías pero ambos tratan de actuar lo más natural posible mientras los días pasan.
Yoongi se ofreció a quedarse hasta tarde y logró tomar fotos del lugar sin que se viera sospechoso para las cámaras adosadas en cada esquina. Tomó las fotografías necesarias mostrando cuánta gente asiste a estos lugares y cuánta realmente baja. Todas las fotos están resguardadas en su celular y él mismo se encargó de mandárselas a su novio.
Le preguntó a Jimin qué había pasado durante la última llamada y si estaba bien con todo esto. Ambos ya habían hablado sobre… el asunto alguna vez.
Cuando Jimin le confesó a Yoongi lo que hubo entre él y Seokjin, tuvo muchas opiniones pero sobre todo miedos. Tuvo que ocultar por completo su clara histeria al enterarse de que su novio había jodido con el malo de la historia alguna vez, pero no podía enojarse con él o culparlo pues él mismo todavía le ocultaba algo muy grande. Jimin no sabía que no era el único que se había dejado influenciar y engañar por Seokjin, Jimin no sabía que en todo lo que Jin había estado haciendo, Yoongi lo había ayudado, que Yoongi estaba enterado de todo desde un principio, del paradero de Taehyung, de lo que se hace ahí abajo…
Por eso cuando Jimin empezó indignado a investigar a Kim Seokjin, Yoongi se puso nervioso, tener un secreto y un novio detective nunca tiene sentido.
Él creyó que incluso sin saber la verdad, enterarse de que su exjodida tenía todo un nido de ratas abusando de chicos ahí abajo sería algo horrible pero impersonal para Jimin. No lo fue.
Fue un gran golpe para él.
Incluso después de tanto tiempo que había pasado desde su encuentro y aunque Jimin y Jin ya no tenían nada que ver, él se sintió usado, asqueroso. Jimin había hecho una sesión de fotos al desnudo para él hace ya casi un año, la primera noche que llevó a Taehyung a ese bar fue por su paga por ese trabajo. Jin le había dicho que era para la nueva publicidad del antro, jamás se hubiera imaginado que esas fotos terminarían circulando entre gente que compra sexo.
No sabía cómo sentirse, esto se volvió completamente personal, no tiene idea de quien es Jungkook pero si ayudándolo puede sacar la verdad a la luz y confrontarlo, lo hará. Yoongi tiembla porque lo haga.
Seokjin lo había engañado, el propio Jimin está seguro de que puede servir de testimonio.
Talvez su padre tuvo un poco de razón al cuestionar a Kim cuando lo enfrentó tiempo después de que se metiera entre sus papeles privados. Su padre aunque infeliz se lo había olido antes de él, siempre estaba un paso adelante.
¿Cómo se le había escapado eso de las manos? De la misma forma que Taehyung se le escapó de los brazos. Fue como si robaran a un niño de la mano de su madre, es impotencia, inutilidad, te preguntas “¿por qué no lo cargué en mis brazos? ¿Por qué permití que lo arrebataran de mi? Debí tomarlo de la mano más fuerte”.
Lo seguirá buscando.
A la par que investiga a Kim Seokjin, de verdad esta vez. No había querido meterse pero puede buscar evidencia por su cuenta, Yoongi y él han sido cómplices y una pareja no sólo literal al apoyarse en todo por lo que han pasado juntos, se ve que ese lugar y los que sufren ahí son algo que le interesa. Si se preocupa por Jungkook, Jimin puede meter las manos al fuego por ellos también.
[…]
A Yoongi se le ocurrió una pésima idea, como todas las ideas que tiene.
Martes.
Le dijo a Jungkook que era todo o nada.
Se metió a la oficina de Jin.
Jungkook lo está esperando afuera haciendo guardia, Yoongi metiendo mano entre todos los archivos de los cajones de metal, está seguro de que lo archivó en físico para que fuera el doble de difícil buscarlos o eliminarlos. Entre más busca, las cosas apuntan a que todo estuvo fríamente planeado desde el principio.
Sólo quería una cosa, el contrato, así Jimin podrá saber qué argumentos usó Jin para tapar la verdad y hacer parecer a este lugar como una simple guardería de niños sin hogar. Sentía el corazón palpitarle con fuerza mientras pasaba los dedos con impaciencia por las carpetas oscuras maldiciendo entre dientes, rogando por encontrarlo lo más rápido posible.
Cuando por fin lo hizo iba a salir de una vez pero se topó con otra carpeta gorda de papeles.
Los ojeó superficialmente.
Sus ojos se iban abriendo conforme leía. Esto puede ser algo.
Se lo metió la carpeta entre el brazo y se apresuró a dejar todo como estaba.
Tocó la puerta desde dentro dándole la señal a Jungkook de que iba a salir y ambos se alejaron de la escena lo más rápido posible, por supuesto que eso quedó registrado en las cámaras pero confían a ciegas en que no sean revisadas antes de la fecha de corte el Sábado, es por eso que el tiempo corre.
Dentro de un baño, Yoongi le dio a Jungkook una pequeña y precaria pero útil grabadora austera que Jimin le consiguió junto con un radio. Jungkook no tiene idea de cómo usarlas pero aprendió en la privacidad de su habitación.
Grabó conversaciones.
Entrevistó gente.
Los nervios se lo comen, pero va escalando paso a paso más cerca de su objetivo.
Algunos clientes ni siquiera estaban enterados de que los estaban grabando, el audio de su voz insultándolo durante sus encuentros, pidiendo cosas extrañas, claramente consumiendo drogas en el acto fue el primer eslabón de una cadena ya oxidada que se iba rompiendo.
Layla estuvo dispuesta a contarle su experiencia, también tenía miedo igual que Jungkook, no cree que realmente puedan salir de aquí a decir verdad, se ve muy lejos con tanto implicado.
Habló sinceramente sobre las buenas condiciones en las que se encuentra pero que cuando pone un pie allá afuera es un martirio y Jungkook concordó perfectamente con ella pero su mente se abrió por completo cuando fue a hacerles preguntas a quienes menos pensaba, esos chicos que casi no hablan, que pasan desapercibidos, los que se reducen a hacer lo que Jin dice y sobrevivir.
La chica a la que le sangró el labio al ser golpeada por un hombre durante el acto la primera semana en la que Taehyung llegó según lo que Layla le contó tenía una versión muy diferente de cómo percibe su propia situación. Le ha tocado atender a esos hombres que no pasan el filtro, todos esos hombres que Jin descartó para ser complacidos por Jungkook y los populares. Ella siempre ha tenido las sobras.
Tuvo que pedirle el celular a Yoongi para fotografiar las señas de violencia en su cuerpo, las cicatrices y los cardenales. Puede sentir por ella la misma lastima que siente por sí mismo.
Su nombre era Hyo-ri y es la chica más linda que jamás había visto en toda su vida, en todos los sentidos, posee una belleza delicada y tierna tan especial como la de todos aquí, es calmada, amable, apacible e insufriblemente agradable, ¿cómo es que una chica así terminó aquí?
Ella al igual que muchos de los otros chicos y chicas que entrevistó fue atraída por una propuesta de trabajo, empezó con modelaje inofensivo orquestado por Jin pero poco a poco terminó haciendo más de lo que le pagaban.
—Sus palabras sonaban tan dulces, perfectas, era el trabajo perfecto para mi y mi mejor amiga pero a los meses de entrar, hubo insinuaciones, peticiones muy sutiles de que podríamos estar haciendo algo más grande y ganar más dinero. Jin no nos obligó, pero ahora entiendo que usó amenazas disfrazadas de advertencias. Decía que se preocupaba por nosotros.
Hasta la voz sensible, aterciopelada y suave de Hyo-ri hace esto aún más increíble y doloroso para todos. Jungkook sostiene la grabadora entre casi imperceptibles temblores.
—¿Y tu amiga?
—Quedó embarazada.
Es la misma chica que tuvo que salir o fue echada, como dicen algunos.
—¿Es cierto que tuvo al bebé aquí? ¿Jin la obligó?
—No —contestó la pequeña chica. —Lo extraño es que ni siquiera yo supe lo que le pasó, un día me dio la noticia y al otro no la volví a ver. Jin dijo que la sacó y que el bebé estaba bien pero siempre dudé de él.
—¿Qué piensas de Jin? —estuvo reacio a hacer la pregunta.
—Le tenía mucho respeto, ahora no tengo más que miedo. Me hace dudar de mi misma y sentirme insegura de una manera tan sutil y tenebrosamente amable que de una forma u otra siempre termino haciendo lo que dice. He preferido no acercarme ni cuestionarlo. —Sentada en la cama sobre sus piernas, se veía completamente arrepentida agachando la cabeza hiriéndose las yemas de los dedos con las uñas de la ansiedad. Extraña a su mejor amiga, su vida anterior, pero no hablaba por miedo, Jungkook también había retrocedido por miedo, pero ya no más.
Le está costando mucho escuchar de otros cosas totalmente diferentes a las que creía de Jin, es su hermano. Han usado palabras como manipulador, calculador, malas intenciones e intimidante, con su nombre y firma a un lado, simplemente no puede ser así. Escucha y trata de darle consuelo del poco que tiene a esta chica en un abrazo y a todos los demás que concuerdan haber vivido la misma experiencia con Jin pero necesita escucharlo de él para creerlo.
Con Jungkook ha sido tan diferente, le ayudó cuando más lo necesitaba, le salvó la vida, oír el testimonio de todos es como escucharlos describir a una persona totalmente diferente.
Jenni respondió casi lo mismo que Layla junto con los otros tres chicos más solicitados para los fines de semana mientras que eran esos chicos casi invisibles y sin una voz ni voto quienes le decían lo mismo una y otra vez, grabación tras grabación:
“Seokjin me manipuló”.
Entre más hacía preguntas, peores cosas descubría.
“Seokjin me engañó”.
Las historias de esos chicos no se comparan a la suya, son mil veces peores, pero tienen algo en común, todos tenían una vida normal antes de quedar “atrapados” aquí a comparación de él, porque sí, se definen a sí mismos como esclavos, no ven a este lugar como su hogar, terminaron aquí por error y ahora tienen miedo de salir.
Esto está siendo más desmoralizador de lo que pensó, no quería seguir cavando por temor a descubrir más huesos enterrados de gente que ha sufrido pero alguien debía hacerlo.
Siendo el menos hundido, en él es en quien automáticamente recae la responsabilidad de hacer algo.
Hyo-ri no fue la única que ha sufrido abusos explícitos de parte de clientes, infinidad de chicos más tienen grandes marcas escalofriantes por todo el cuerpo. ¿Cómo es que no pudo notarlo?
“Jin me sugirió esconderlas para verme mejor”.
Le duele que todo siempre termine apuntando a Jin.
Sabe que hay una verdad que no le ha dicho, algo que oculta y Jungkook está pisándole los talones para descubrirlo.