Maratón 1/3
Rose
Mis inseguridades
Ya no llevo la cuenta de cuantos días o meses estoy aquí en Irlanda, tampoco quiero saberlo, la verdad. En algunos momentos, como ahora, extraño a mi mama y a Steph, hay algunas noches en la que me siento demasiado triste, por la soledad que siento estando sola en el departamento, usualmente veía algunas novelas en la televisión con mi madre o simplemente harlabamos en cómo nos fue el día de hoy. Con Stephanie salíamos a los bares donde hacían Karaoke y cantábamos juntas, cantar o simplemente pasar tiempo juntas, nos divertimos a nuestra manera.
Me encontraba caminando por las calles turísticas de Dublín, hoy mi supervisora me dejo el día libre, yo feliz por esa noticia apenas leí el mensaje, no como Noah, él me debe estar odiando en estos momentos, pero necesitaba este día libre de descanso. Estaba con la cámara entre mis manos, mirando los hermosos lugares, soy la típica turista que saca foto a casi todo lo que ve. Mi gusto culposo, diría mi padre.
En las fechas especiales, como su cumpleaños, navidad, año nuevo o en un día cualquiera, es donde más echo de menos a mi padre. En realidad, lo extraño todos los días, pero en esas fechas es donde me duele mucho su partida. Solíamos pasear los fines de semana a recorrer la ciudad y sacar fotos a paisajes, esculturas históricas y demás, gracias a él le agarre un gran amor y cariño a la fotografía, es otro de mis hobbies, el primero es la escritura.
Sintiendo un nudo en la garganta, trago duro y me limpio las lágrimas, que salieron sin permiso, entre mis mejillas. No es fácil olvidar a una persona que te dio todo su amor y cariño durante casi 20 años, es una herida muy reciente que lo voy a tener conmigo por siempre. Hasta que lo pueda volver a abrazar y decirle todo lo que me falto por contarle.
Me quedo recorriendo más lugares turísticos, uniéndome a una charla que estaban dando sobre una cultura histórica del lugar. Luego pare en algún restaurante con temáticas del país, comidas tradicionales de Irlanda, tragos, cerveza y demás. Me pedí un Bacon and cabbage, que es bacon tocino ahumado, acompañado con una salsa blanca, con unas verduras y papas fritas, también pedí de postre una porción de tarta de chocolate y para tomar una limonada refrescante.
Durante el almuerzo hice una videollamada con mi madre y charlamos sobre un montón de cosas, como me está yendo, si me estoy cuidando bien, si ya hice amigos y otras cosas no tan importantes. Me gusto poder charlar este rato con ella y ponernos al día con la vida de cada una, también del chisme que nunca falta por parte de mi madre.
Finalizo mi llamada con ella, pido la cuenta y al dejar el dinero en efectivo en la mesa, salgo del lugar y me dirijo hacia algún parque cercano, debería de conocer a más personas, charlar con ellas, con Noah no coincido mucho en horas libres, además que tiene también a sus amigos y Angus... no puedo agobiarlo tanto con mi presencia, debe estar un poco harto de verme a menudo. No quiero ser la molestia de nadie, no me gusta.
Me entretengo viendo las fotos que he tomado, le hago algunas modificaciones, a la foto como bajándole la iluminación, poniéndole un poco de brillo y otras cosas que me permite editar desde la cámara. Veo a los niños correr de acá para allá, como todo niño pequeño, otros en los columpios, algunos pidiéndoles a sus padres que si le podrían comprar un helado y así hay una variedad.
Algún día quiero juguetear en el parque con mi niño y mi futuro esposo, tener una familia como la que tenía antes, rodeado de mucho amor, diversión y humildad. Todo este pensamiento me da una idea para el próximo capítulo de la historia que estoy recreando así que saco mi pequeña libreta y anoto algunas cosas para no olvidarme de ellas después cuando vuelva al departamento.
Después de estar varias horas ahí sentada, me vi en la obligación de volver a casa, en el trayecto tuve una llamada inesperada de Sthepanie.
—Que inesperada tu llamada, querida Sthep —digo al aceptar su llamada.
—Hola Steph, de mi corazón. Tanto tiempo que no hablamos —dice sarcásticamente —, si yo no te llamo, tu no hablarías conmigo —dice dramáticamente.
—No seas dramática, Steph —digo con gracia —. Hablamos casi cuatro días a la semana, lo que me sorprende es que me llamaras inesperadamente ¿Pasa algo?
—No...es que te extraño mucho, no es lo mismo decirte las cosas por teléfono que en persona, tampoco las salidas y.... ¿Ya conociste a una chica para darle mi número?
Sabía que me lo iba a preguntar, se lo estaba guardando muy bien para no habérmelo preguntado en el primer mes.
—Sabía que todo tu discurso no era de todo cierto y respondiendo a tu pregunta, aun no encontré, ni siquiera busqué a alguien, Sthepanie. ¿Dime porque tengo que hacerlo yo y no tu?
—¿Por qué eres una gran persona y eres mi mejor amiga? Sabes que ya no confió en las personas de aquí, pero bueno, si quieres eso déjalo para más tarde. ¿Y tú? ¿Ya conociste a chicos lindos? Las veces que te lo pregunto me ignoras. Ya deja de hacer eso, Rose.
—Porque no quiero hablar de ese tema, existen otras cosas más importantes que eso ¿No crees?
—¿Para mí? No, no lo creo, además, me da un poco de tristeza verte tan solitaria —dice en tono de burla.
—¡Oye! Eso sí que me ofendió —digo realmente ofendida, no es que quisiera estar sola, solo que ningún chico ha llamado mi atención, hasta ahora.
—Perdón _dice entre risas —, pero dime Rose, no me lo desvíes de nuevo.
—En realidad...sí conocí a alguien, pero creo que solo somos amigos y es mejor así.
—¿Quién? ¿Es rico? ¿Esta bueno? ¿Es alto? —empieza a hacerme un montón de preguntas, una tras otra.
_¿Tan curiosa eres Sthep? —suelto una pequeña risa —No es para tanto, es solo un chico y ya, no es para tanto, pero respondiendo a tus preguntas. Se llama Angus, no es rico y si es un poco más alto que yo.
—Te saltaste una pregunta, maldita tramposa.
—No me hagas decirlo...
_¡Pero quiero saber! A ver si es el indicado para ti o no.
—¿Cómo así? ¿Si a ti te parece feo, no sería el indicado para mí? —digo incrédula —. Es lindo, ¿okay? Nos llevamos super bien, además es mi vecino de enfrente, pero no lo veo muy seguido a pesar de eso.
—Así que Angus eh... me gustaría conocerlo e interrogarlo cuando vaya de visita.
_Stephanie... —digo en tono de advertencia.
—¿Qué? —dice despreocupada ante mi tono — Solo hago mi trabajo como la mejor amiga que soy.
—suelto una risa por su comentario —. Ni que fuera mi novio para que lo interrogues de esa forma, cambiando de tema ¿Cuándo piensas venir a visitarme? —digo llegando al departamento y subo las escaleras hasta mi piso, así no se me corta la llamada por haber usado el ascensor.
—Mmm...tengo pensado irme en las mini vacaciones de invierno, que sería en menos de un mes. Cuando me vaya, nos iremos de compras y cantaremos en un Karaoke, no es una pregunta, si no una afirmación.
—No me emociona tanto la parte de las compras, sabes que siempre tú me arrastras para que vaya contigo. En cambio, el karaoke si me tiene emocionada, me siento un poco sola a veces aquí, mas que nada por las noches.
—¿Por qué? ¿No hiciste amigos en esa editorial?
—Si...bueno solo uno, se llama Noah y luego tengo a Leyla, una chica del edificio.
—Aja...ya veo, espero que esa Leyla no me esté reemplazando.
—Eso nunca va a pasar Stephanie, eres más que mi mejor amiga y lo sabes perfectamente.
—Si lo sé, lástima que no eres lesbiana, hubiéramos sido una linda pareja y nunca nos lastimaremos la una a la otra —dice con un poco de gracia.
—Siento un poco de lástima por vos, pero bueno, capaz cuando vengas tú misma podrás darle tu número a una chica.
_Tienes razón...tengo que cortarte, llego la hora de que entre al aula a dar una exposición oral. Odio las exposiciones y el trabajo grupal —dice con desprecio.
—Lo sé, pero algún día de estos te tenía que tocar. Muchos éxitos amiga, volveremos hablar por la noche.
—Está bien. Luego te contare si es que no muero en el intento
—Lo harás bien Sthepanie, adiós —digo en tono de despedida.
—Adiós Rose, te quiero.
—Igual yo, Sthep —digo un poco nostálgica y espero a que termine la llamada, para poder colgar y entro a mi departamento, dejando mi libreta y cámara en el pequeño estante.
Voy hacia mi habitación y cuelgo mi pequeño abrigo y ya puesto en la percha, deslizo la puerta para cerrarla y me encuentro con mi reflejo, gracias al espejo. No me gusta verme en el espejo mucho tiempo, porque de ahí veo todas mis imperfecciones, como las estrías a los costados de mi cintura, las pecas en mi cara, es algo que odio. Por esas y muchas más razones, no me gusta ir a probarme la ropa en algún local, las veces que lo hago, solo doy una sola vuelta y doy un vistazo rápido en el espejo y me convenzo a mi misma que me queda bien, luego me desvisto rápidamente y me pongo mi otra ropa para salir rápido de ese probador.
No es algo que me enorgullece, Stephanie y mi madre dicen que yo me veo hermosa y esas cosas, que no tendría que ver el lado negativo de mi cuerpo, si no lo positivo, pero siempre tenemos un pensamiento en nuestra mente que no nos deja en paz. Busco ropa cómoda para estar en casa y me preparo un baño relajante de espuma.
Cuando ya tengo la bañera lista, me meto y me recuesto en ella, poniendo un poco de música de fondo, para que no esté completamente sola acompañada con el silencio, si no con la música, en mi lista de reproducción empieza a sonar The Scientist de Coldplay, amo sus canciones, otros de mis sueños es poder ir a uno de sus conciertos, lo cual estoy ahorrando dinero para esa ocasión. Esta canción tiene un significado muy especial para mi, me recuerda a mi padre.
"Come up to meet you, tell you I'm sorry
You don't know how lovely you are
I had to find you, tell you I need you
Tell you I set you apart "
Canto las primeras frases de la canción, según mi madre, tengo una gran voz cuando canto cualquier canción, Step también piensa lo mismo, las veces que me ha escuchado cantar en el Karaoke. Yo prefiero no opinar de eso, porque sino, va a hacer otra cosa insegura que voy a tener si me lo pienso mucho. Odio pensar así.
Al terminar de relajarme un rato, salgo de la ducha, me visto, peino mi cabello y dejo que se seque por sí solo. Vuelvo a mi habitación y agarro la computadora y voy hacia sala de estar,colocando la computadora enfrente mía, me levanto a hacerme un café me quedó parada enfrente de la jarra, esperando a que hierva el agua, preparo mi taza y cuando ya estaba caliente el agua, lo sirvo en la taza y le pongo dos cucharadas de café, con un sobre de azúcar.
Al estar de vuelta en la sala de estar, me siento en el sofá, agarro mi libreta para buscar lo que he escrito hoy y empiezo a escribir un nuevo capítulo de mi historia. La imaginación puede llegar en cualquier momento y es bueno escribirlas, para después no olvidarlas y no escribir algo que no tenga nada que ver con el capítulo que habías pensado. Es bueno volver al lugar donde te sientes feliz y segura.
La escritura lo heredé de mi madre, ella en su juventud tuvo varios libros que son clásicos de leer en Inglaterra. Cuando yo era pequeña, a veces para dormir me leía uno de sus libros o si no los típicos cuentos para los niños, ella me tuvo a sus 25 años de edad, al igual que mi padre, tuvo que hacer de todo desde entonces, junto con mi padre, los dos terminaron los últimos años de su carrera con una beba de 2 años en ese entonces.
Me la paso escribiendo como más de media hora y hubiera seguido, si no fuera que tocaron la puerta. Deje la taza de café a un lado y me dirigí hacía la puerta.
Cuando la abro, me sorprendió un poco ver a Leyla al otro lado de la puerta.al otro lado de la puerta.
—¿Y esa cara? ¿No te alegra verme? — habla Leyla al ver mi expresión.
—¡No, claro que no!-digo recibiendola con un abrazo—Solo me sorprendió tu visita ¿Que te trae por aquí?
—Quería pasar tiempo con la única amiga que tengo en el edificio ¿Eso está mal?
—me rio un poco por su pregunta-. Claro que no, Leyla. Ven, adelante pasa.-digo corriéndome a un lado de la puerta para que pueda entrar.
—Con permiso—dice al cruzar la puerta y ve todo a su alrededor.
—¿Quieres algo para tomar? Tienes varias opciones, agua, café, té o gaseosa.
—Creo que te acompañare con el café.-dice al ver mi taza, que de hecho es de Stitch—Y debo admitir que tu taza es muy tierna.
—Gracias, tengo el mismo en color rosado, te lo serviré ahí.
—Que linda, gracias—dice y oigo cómo se sienta en el sofá.
Cuando ya está listo el café, lo sirvo en la taza y me dirijo al living con su taza y la cafetera, para volverme a servir un poco mas a mi tambien.
—¿Azúcar o edulcorante? _pregunto al entregarle la taza con café.
—Generalmente le pongo edulcorante, pero para cambiar un poco hoy elegiré azúcar.
—Buena elección, aunque nunca tome el café con edulcorante—digo mientras le alcanzó los sobrecitos de azúcar que tenía a mano en la mesada.
—Si cambias de azúcar a edulcorante notas un poco la diferencia, pero luego te acostumbras al nuevo sabor
—Bueno, platiquemos un poco sobre ti, Leyla, yo ya te conté un poco lo mio.
—¿Qué quieres saber sobre mi?
—¿Tu vida amorosa?—digo en un tono un poco divertido, le preguntare sobre George.
—me mira fijamente, tratando de adivinar de dónde viene esa pregunta—Mi vida amorosa es muy triste, solo tuve dos relaciones formales, la primera solo duró dos semanas, como para darse cuenta si me amaba de verdad o solo fue de un instante y la segunda solo un año, porque se tuvo que ir a otro país y el no queria una relacion a distancia. Así que, ahora estoy aquí, tomando un café contigo.
—¿Y qué hay de George, el amigo de Angus?
_Nunca salí con George, me gusta pero creo que fui muy intensa con él al principio, ahora ya no, pero no quiero ilusionarme con él, tengo miedo de que me vuelvan a dejar hecha trizas de nuevo.
—¿Cómo se conocieron?—digo mientras me tomo un sorbo de mi café.
—Bueno...fue hace dos años atrás, en las vacaciones de verano, fue pura casualidad de que los dos estuviésemos en el mismo lugar y haciendo las mismas excursiones. Tuve la posibilidad, gracias a mi valentía, de poder hablar con él, es muy simpático, no me aburri en todo el recorrido junto con George...y creo que yo lo arruine al estar tan pendiente de él cuando visitaba a Angus.
—No te sientas mal por eso, capaz ahora George ya no te ve de esa forma.
—Dudo mucho de eso, pero bueno ahora solo estoy pendiente de mi trabajo y tratar de tener una vida social.
—Pues yo creo que ya tienes una vida social y una muy buena amiga—digo presumiendo.
—suelta una risa—. Claro que la tengo.
—¿Cuánto hace que estás viviendo en este edificio?
—Mm... más o menos 2 años creo.
—¿Y alguna vez has sido vecina de Angus?-mierda, porque tengo que mencionar su nombre.
—me mira con atención—. ¿Ahora me preguntaras cosas sobre Angus? —se ríe divertida al ver mi cara—. No, nunca fui su vecina, solo lo conozco porque nos cruzamos muchas veces en el lobby y de ahí nos hicimos amigos.
—No era mi intención mencionarlo, perdón.
—No te sientas culpable por eso, yo al principio también era así con Angus para saber un poco más de George.
—Está bien..¿Quieres que veamos una película de Disney?
—Claro ¿Vemos el rey león?
—Excelente elección—digo y suelto una risa, mientras me levanto para poner la película en Disneyplus.
Nos la pasábamos viendo la película entre risas con las locuras de timón y pumba, nos habíamos sacado fotos con las tazas de Stitch, dos fotos diferentes para que cada una la pueda subir a sus historias de instagram. Me la pase bien estando toda la tarde con Leyla, estar en este ambiente me relaja y me hace feliz con solo un poco de compañía.
Se hicieron como las 7:30 de la tarde y el cielo ya estaba oscureciendo rápidamente, Leyla se fue luego de haber ordenado la cocina conmigo, ya que no quería que yo lo hiciera sola, así que luego de eso se fue y yo me quedé mirando un documental de un asesino serial que estaba en Netflix, no le tengo miedo a las películas de terror, pero si me pedís que baje a un sótano porque escucha un ruido extraño, no cuentes conmigo para eso, paso. Así pasaron horas y horas frente al televisor, hasta que me tuve que poner una campera para salir a tirar la basura, la peor parte a mi parecer, a las nueve de la noche ya hace frio en Irlanda.
Salgo del departamento, bajo por las escaleras y cuando salgo del edificio veo como viene llegando Angus, con un cigarrillo entre su mano.
—Oh, hola Angus—digo cuando esta a unos pasos de distancia, mientras dejo la basura en los consorcios negros.
—Hola, Rose—dice a mi lado y le da otra calada a su cigarrillo.
—¿Cómo te ha ido hoy?—lo miro y veo algo que no esta bien.
—Como siempre, cansado, no me gusta mucho el horario de noche, aunque hoy tuve que cerrar ya que no me sentía muy bien.
—¿Por qué? ¿Qué tienes?
—Pues al principio me sentía mareado, ahora me duele horrores la cabeza.
—Y no creo que el cigarrillo te de alguna ayuda, en cambio te lo empeora
—Lo sé, pero me calma el estrés que tengo todo el tiempo.
—¿Has tomado algo para el dolor?
—Eso iba a hacer justo ahora, la verdad no me sentí de buenas hoy.
—Puedo...—me acercó un poco mas a él y coloco mi mano en su frente y sus mejillas— Por dios, Angus estas ardiendo-digo preocupada—, deberíamos entrar ya y darte algo para que se te baje.
El solo asiente, tira el cigarrillo, entramos al edificio, subimos las escaleras y entramos a su departamento. Le digo que se recueste en el sofa, mientras yo buscaba los medicamentos para darle y un termómetro para tomar su temperatura.
Al encontrar el medicamento y el termómetro, agarro un vaso, le lleno agua y vuelvo con el en el sofa, sentandome en un pequeño hueco al lado de él.
—No es necesario que te quedes, Rose—dice intentando reincorporarse.
—Tienes razón, pero tu no puedes estar solo con esa fiebre—digo agarrandolo de los hombros y hago que se recueste de nuevo.
Le dejo el termómetro entre el medio de su axila y mientras espero que suene, le doy el medicamento para el dolor de cabeza.
—Ten—le doy la pastilla junto con el vaso con agua—, toma.
El las agarra, dandome las gracias y toma de un solo sorbo la pastilla. Justo a tiempo de que sonará el termómetro, lo agarró y veo el número.
—Que alivio, esta bajando tu temperatura—digo aliviada.
—Enserio, Rose. Estoy bien, ya no es necesario que estés aqui.
—¿Quieres que me vaya, Angus?
—No, no...solo no quiero ser una molestia para ti con todo esto, ya soy una molestia para mis padres, no quiero serlo para ti tambien.
—No me molesta cuidar de ti, Angus. Me preocupas y quiero que estes bien.
—Me haces sentir culpable—dice con un poco de culpa en su mirada.
—No te tortures de esa forma, solo estoy tratando de que te sientas bien.
—Me siento mejor ahora que estas aqui conmigo.
Me quedo sin palabras al escucharlo decir eso de sus labios...¿Lo dice enserio? o solo lo dice porque lo ayude a sentirse mejor de lo que estaba antes.
—Ya te sientes bien, sera mejor que me vaya a dormir o no me podre levantar mañana—digo levatandome del sofa.
El se queda callado, analizando mis palabras, se sienta en el sofa y hace un asentamiento de cabeza.
—Si claro, tienes razon—dice sin ningun tono en su voz—. Te puedes ir.
—Adios, Angus—digo en un susurro audible solo para los dos, pero me detengo en medio de la puerta porque escucho que dice algo.
—Rose...gracias por preocuparte por mi—dice mirando la puerta, en mi dirección.
—No hay de que Angus, eso hacen los amigos, ¿no?
—Si..eso creo.
No digo nada mas y entro a mi departamento.
Me senti mal en dejarlo ahi solo, pero no sabia que podria decirle sin lastimarlo, aunque lo hice de todas formas. Doy un suspiro y me voy a acostarme en la cama, mañana sera un nuevo dia y podre arreglar mi pequeño error.
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Holis, estoy feliz de estar devuelta subiendo capítulos ❤
Como vieron habrá maratón de 3 capítulos!
En mi twitter les deje un calendario sobre los capítulos de cuando se suben algunos.
Nos veremos en el próximo capítulo.
Se las quiere