Tentando al pecado [Yizhan +1...

By ant1fr4gil

46.4K 4.8K 398

«¿Y qué pasó? Volviste luego de diez años para hacer lo que quieras conmigo y dejar a mi amigos como unos idi... More

Prólogo
Capítulo uno
Capítulo dos
Capítulo tres
Capítulo cuatro 🔞
Capítulo cinco
Capítulo seis
Capítulo siete 🔞
Capítulo ocho
Capítulo nueve
Capítulo diez [+16]
Capítulo once (1/2)
Capítulo once (2/2)
Capítulo doce
Capítulo trece (1/?)
Capítulo trece (2/?)
Capítulo trece (3/3)
Capítulo catorce
Capítulo quince
Capítulo dieciséis
Capítulo diecisiete
Capítulo dieciocho (1/2)
Capítulo dieciocho (2/2)
Capítulo diecinueve

Capítulo veinte

839 67 15
By ant1fr4gil

Yibo seguía revisando las grabaciones de su «sótano» como ya lo había hecho unas treinta veces. Aunque, ya había pasado tanto tiempo que ya no era lo mismo. Necesitaba algo nuevo, algo fresco. Pensó un poco en si debía salir a ese bar nuevamente, pero el ocio lo venció como casi nunca lo hacía. Recordó, entonces, que había guardado cierto contacto en una de esas veces de «solo una noche». Tomó rápidamente su celular de la mesita de noche y buscó entre sus contactos. Al encontrarlo, soltó una pequeña risa y lo marcó. El tono de espera sonó dos, tres veces hasta que finalmente el susodicho contestó. Se escuchaba un poco de movimiento, pero no le tomó importancia al principio.

¿Aló?

—Buenas noches, mi amigo —era extraño. El movimiento se escuchaba un poco más fuerte, como si arrastraran algún mueble.

¿Quién eres? Dilo de una vez si no quieres que te encuentre, porque puedo hacerlo —la voz esta vez sonaba tan firme y dura que a Yibo le pareció interesante.

—Soy Yibo, querido.

Ah... Tú. ¿Qué es lo que-

Ah...

Yibo se extrañó, pensó que había escuchado mal. Un grito agudo se escuchó al otro lado de la línea. —¿Hola? ¿Algo ha sucedido? —cuestionó despreocupado.

Sí... Ah, es solo que... Un momento -el movimiento se seguía escuchando al otro lado, como si rechinara madera—. Silencio, cariño.

No se escuchó exactamente como si Tao le hablara a Yibo, sino como si esas palabras se lo dijera a alguien más.
—Tao... ¿Qué estás haciendo?-preguntó sugerente.

Nada que te incumba.

—Bueno, amigo, estás hablando conmigo ahora. Asi que, en teoría, tú ya me has metido en esto.

—¡Ah!

—¿Te estás cogiendo a alguien mientras hablas conmigo? —y otro grito agudo lo confirmó. Bueno, no grito, gemido. Ese tipo era tan valiente como para contestar el teléfono en esas «condiciones».

Ya te dije que no era de tu incumbencia. Si me disculpas, adiós y la llamada se cortó.

Yibo miró su celular apagado, su boca ligeramente abierta en una expresión de sorpresa. «Este hijo de puta», pensó. Habría pasado media hora hasta que el dichoso contacto volvió a llamar.

—¿Aló?

Dí lo que quieres, Yibo, no tengo tiempo para tus-

—Eh, eh, eh, que ya me haz dado curiosidad. No es como que sea tan estúpido para olvidarme de cierto asunto.

No tengo por qué darte explicaciones, si es lo que deseas —el ruido ya era diferente. Aceleraciones de ruedas de auto, el sonido de la brisa del viento bloqueada, música clásica. Seguramente estaba en un auto y las ventanas estaban totalmente levantadas.

—Pues debo decepcionarte, amigo. Anda, dime, ¿quién era?

No es de tu incumbencia.

—Oh, sí que lo es. Además, soy bueno guardando secretos. Fuera otra persona ya lo hubiera pasado hasta que media China lo supiera. Créeme.

Supongo que tienes un punto. Pero cómo puedo confiar en ti, ¿eh?

—Solo hazlo. Sé muchas cosas de mucha gente y no tengo por qué esconderlo, pero lo hago porque me parece divertido saber muchas cosas.

Si prometes cerrar tu boca con llave luego de esto...

—Sí, sí, lo prometo. Ahora, ladra.

Es... Complicado.

—¿Hombre o mujer?

¿Importa?

—Oh sí, demonios.

Hombre, mejor dicho, chico. Es ocho años más joven que yo y se le podría considerar un niño para los viejos. Tiene dieciocho años.

—Wow, así que menores, ¿eh?

Cállate, Wang. Sí, es muy jóven, pero yo no lo obligo a cualquier cosa. Él está conmigo porque quiere.

¿Y se podría saber quién es el dichoso?

Es... Ah... El hijo del jefe de policía de una de las estaciones para las que trabajo.

—¡Maldición, hermano! Sí que eres de retos fuertes. ¿El jefe lo sabe?

Nadie y nada más que las paredes de su habitación. Además, no es como que el irresponsable de su padre realmente le importe. Nunca está con él y si está, es solo hasta menos de una hora.

—Entonces, ¿cuál es el plan? ¿Enamorarlo, hacer que dependa de ti y luego mandarlo a volar? —Yibo rio luego de aquella sugerencia, aunque a Tao no le pareció gracioso en lo absoluto.

¿Realmente me crees tan imbécil? No soy tan mierda para hacerle eso. Parezco un desalmado por mi trabajo, pero voy enserio con esto.

—¿Y qué pensaría tu noviecito al saber que te fuiste a un bar clandestino en busca de «un polvo de una noche»?

Tengo la conciencia limpia. En ese entonces no había algo entre nosotros y no era como que él estuviera celoso de alguien que no era su pareja. Asi que si lo llega a saber o no, realmente a mí me resbala. Pero ahora es diferente, su padre secretamente me hizo su protector. Así que llevo más tiempo con él de lo que debería. Se ha vuelto... Importante para mí, ¿entiendes?

Yibo entendía. Lo entendía perfectamente, pero le parecía algo tan absurdo como estar con alguien para toda su vida. Alguna vez había sentido eso por alguien, pero la había cagado. Y en su forma de pensar, si la cagas una vez, lo harás las veces siguientes. Así que ni se molestó en cambiar.

—Te llamo luego, ¿sí?

No recibió respuesta más que el pitido de la llamada colgada. Dejó su celular nuevamente en la mesita de noche, recostandose como acto seguido y miró al techo. «¿Por qué?», pensaba. ¿Cuál era la necesidad humana de quedarse con alguien para toda la vida cuando hay muchas personas a las cuales disfrutar? ¿Estabilidad? ¿Salud mental? ¿Moral? Yibo trataba de entender, pues en algún momento del pasado lo hubiera hecho. Una expresión de molestia invadió su rostro. Dejó con brusquedad su celular en la mesita de noche y apagó la lámpara. No saldría esa noche, esa llamada lo apagó de cualquier apetito sexual y tampoco iría a la universidad.
___________________________________________

Zhan entraba tranquilo a la universidad, como ningún día. Los estudiantes esparcidos por el patio conversando, comiendo, perdidos en sus celulares o simplemente caminando a solas. Nada nuevo y la mañana era extrañamente tranquila. Eso dió a Zhan un mal presentimiento, su tranquilidad se había esfumado. Todo calmado, todo en orden. Trató de no pensar en eso mucho y volver a la calma propia, si no fuera porque un chirrido de llantas espantoso se escuchó justo a unas cuadras de la universidad y frenó en seco estando en la entrada. Zhan volteó a ver de qué se trataba, azul eléctrico. El auto que compartía Jiyang con sus compañeros de cuarto, no había comparación en ese color. Se sintió curioso sobre por qué había sucedido eso y la poca visión que le otorgaban los vidrios levemente polarizados hacían apreciar mucho movimiento dentro del transporte. Del asiento del piloto salió muy malhumorado Haoxuan. Su mirada parecía quemar a donde quiera que mirara y solo cuando hizo contacto visual con los de Zhan, sus ojos se hicieron más negros por las pupilas dilatadas de ira. A paso rápido y pesado se acercó a él, Zhan no entendía por qué.
Solamente llegó a ver cómo rápidamente Bowen salía del auto con una expresión preocupada, antes de que el grito estruendoso de Haoxuan se escuchara en casi toda la sede.

—¡Eres un hijo de puta! —y como acto siguente le dió un puñetazo en una mejilla, haciéndolo caer fuertemente. Tanto que el bolso que llevaba Zhan salió disparado de su cuerpo un poco más lejos. Todas las miradas en ellos.

—¡¿Pero que es lo que te sucede, animal?!

—Ah, el animal soy yo, entonces —Haoxuan rio sarcástico, luego se acercó a Zhan nuevamente y pateó su estómago. Todos y cada uno en el patio soprendidos, pero nadie interviniendo.

—Haoxuan... Ya basta, por favor —Bowen se había acercado lo suficiente para girar a Haoxuan por un hombro—. Estás haciendo un escándalo innecesario.

—¿Innecesario? Bowen, mejor no te metas si no vas a ayudar —se zafó del agarre en el hombro y se puso en cuclillas, para luego tomar del cuello de la camiseta a Zhan—. Dime, mal nacido, ¿cómo siquiera se te ocurrió hacer tremenda idiotez?

—¿De qué... No sé, yo...

—¡RESPONDE, MIERDA!

—¡No sé de qué demonios hablas! ¿Entiendes?

—¿Ah, no? Entonces cómo explicas las malditas marcas rojas en el cuello de Jiyang. Si no mal recuerdo se fue de la casa totalmente limpio.

—Yo... —Zhan miraba a los lados. Los presentes tenían expresiones asombradas y otros susurraban seguramente supociciones—. Yo...

—Anda, responde y no hagas que pierda la paciencia.

—Fue... Yo no lo obligue...

—Ah... —Haoxuan se acercó más al rostro de Zhan— Entonces es eso. ¿Y enserio piensas que me creeré esa mierda? —otro puñetazo que dejó el labio roto a Zhan. Se veía tan vulnerable que tosia en el suelo.

—Es... La verdad...

—Eres un imbécil. No tenías derecho a hacerlo, por más que... —hizo una pausa—. De ahora en adelante no volverás a verlo, ¿entendiste?

Zhan oyó eso estando en el suelo con el labio ardiendo. También oyó cómo los pasos se alejaban de él, dejándolo tirado. Aunque, no iba a perder esa vez.

—Y tú dime... ¿Qué clase de persona tiene que darle permiso a alguien de su misma edad para hacer algo?

Haoxuan se detuvo aun estando de esoaldas y Bowen cubrió sus ojos con una mano, frustrado.

—¿Disculpa? —cuestionó sobre su hombro.

Zhan se levantó como pudo, pues el abdomen le dolía y el frío no ayudaba a la herida en su labio. —Todas las veces que Jiyang venía a mi casa... Siempre se iba técnicamente temprano... Porque siempre alguien lo llamaba para irse...

Haoxuan volteó. —Eso...

—Siempre se veía tan asustado... ¿Eras tú quien lo tenía de esa forma? Pero claro, Bowen jamás. Darle horario y permisos para salir, para ir y venir. Él no es tu puta marioneta, que estés tan obsesionado con él no es mi problema porque al final de todo YO soy su novio.

—¿Qué?

—Así como escuchas —esta vez Zhan era quien se había acercado a él—. Tú no eres quién para decirle qué hacer o que no a alguien, menos a él.

—Ahí te equivocas, sí lo soy.

Zhan empezaba a hervir en ira, ¿cómo podía existir en el mundo una persona tan altanera?

—Tú eres más animal que yo, pues ni siquiera tienes todo el derecho a que Jiyang te diga las cosas. Si no, no estarías aqui, protestando por algo que las parejas harían en cualquier momento.

Y esa fue la gota que derramó el vaso. Haoxuan se abalanzó sobre él y comenzó a darle puñetazos en el rostro, pero Zhan esquivó los que pudo, alcanzando asi a golpear también el rostro de Haoxuan. Cambiaron las posiciones y Zhan estaba arriba, acertando cada golpe en el rostro de Haoxuan. Su labio ya se había roto también. Ambos forcejeaban en el suelo de vez en cuando y la multitud solamente observaba agitada. Zhan estaba más vulnerable en ese entonces, Haoxuan era muy fuerte y no le daba tiempo de reaccionar cuando los golpes ya estaban es su rostro.

—¡Por favor, ya basta!

Un grito desesperado se hizo presente, la multitud calló y la pelea se detuvo durante unos segundos. Era Jiyang. Se abría paso entre el círculo de gente que se había formado, sus ojos rojos de haber llorado y lo seguía haciendo.

—Jiyang... Vuelve al maldito auto —la voz de Haoxuan sonó tan fría y grave que hizo recorrer un escalofrío en el cuerpo de Zhan.

—¡No! ¡Tú, aléjate ya de él!

—No lo haré, yo-

—¡Que te alejes, ahora! —la voz de Jiyang sonaba rota y temblorosa por el llanto desesperado.

Haoxuan no iba a retirarse de donde estaba, hasta que sintió un forcejeo en sus brazos. Bowen lo había alejado. Aprovechando, Jiyang se arrodilló al lado de Zhan y lo ayudó a sentarse. Acunó su rostro lleno de sangre que salía por su nariz y heridas, también divisó vagamente sus manos heridas. Haoxuan se limpió el labio ensangrentado, la escena lo fastidiaba. ¿Por qué?

—Hey... Jiyang, ya vam-

—¡No me toques! —Haoxuan saltó ante ese grito, provocado por el toque que le había dado. —Ni siquiera se te ocurra tocarme...

El cúmulo de gente ya se estaba dispersando, pues lo interesante ya había pasado. Lamentable, para dos personas, nada de esto había salido como esperaban. Bowen iba a quedarse sin aire de tanto resoplar, así que solo llevó fuera del campus a Haoxuan por la fuerza. Unos chicos ayudaron a Zhan para que logre levantarse, preguntaron si se encontraba bien y luego de una respuesta positiva, se fueron.

—Vamos, te llevaré a la enfermería.

—Jiyang, no es necesario que... —el mencionado tomó las manos contrarias en las suyas y lo miró seriamente.

—Zhan, tienes el rostro prácticamente destrozado. No voy a dejar que vayas por el campus con un ojo morado, tu mejilla herida y el labio roto. Es para ser un insensible. Así que vamos o vamos, no me lo discutas.

Zhan soltó una risa nasal. Jiyang no se iba a rendir, solamente lo siguió. Unos cuantos pasos y habían llegado a la enfermería, les extrañó un poco ver a la enfermera ir de un lado para otro ordenando cosas. Estuvo así por unos segundos hasta que se dió cuenta de sus presencias.

—¡Oh! Niños, lo siento. No los ví. Estuve un poco atareada porque debo salir en cinco minutos y todo está des- ¡¿Pero qué te pasó en el rostro, cariño?! —la enfermera se acercó con una expresión muy preocupada a Zhan.

—Bueno... —Jiyang habló— Digamos que no queremos hablar de eso ahora, señorita. ¿Podría atenderlo?

—Lo siento, cielo, pero debo irme justo ahora por un asunto importante. Ay, pero me duele dejarlo así. ¿Puedo confiar en que lo atenderas, dejarán todo ordenado y cerrarán con llave una vez que se vayan?

—Claro, no se procupe. Nosotros nos encargamos- auch —Zhan soltó un quejido al formular palabra, su labio ardía un poco.

—No te fuerces, cielo, puedes perjudicar más tu herida. Okey, usen lo que necesiten, yo ya debo retirarme —la enfermera se despidió con un ademán rápido de la mano y salió de la enfermería.

Ambos chicos estaban solos. Se miraron y rieron bajo.

—Creo que debes sentarte en la camilla, regreso en unos segundos para limpiarte.

Zhan asintió ante las órdenes de Jiyang. No entendía el por qué de todo lo que estaba pasandole. La vida tranquila que tenía había dado un giro completo de ciento ochenta grados, sin mencionar que todas sus emociones estaban revueltas. Ensimismado en sus pensamientos, vió cómo Jiyang volvía con los implementos necesarios para poder curarle las heridas. Sonrío al ver que torpemente dejaba todo en una pequeña mesa al lado de la camilla y casi se le cae la lata de algodones. Dejando aquel pequeño casi accidente de lado, Jiyang sacó uno de los algodones y abrió la botella de alcohol desinfectante para vertir lo prudente en el. Se volteó hacia Zhan y lentamente acercó el algodón a la herida en su mejilla hasta tocarla levemente.

El quejido de dolor que soltó Zhan al inmediato toque del algodón hizo que Jiyang se alarmara. —Dios, Zhan, lo siento. Es que...

—Hey, no te preocupes. Es algo natural sentir ardor al contacto directo del alcohol con una herida abierta.

—Es que... No es eso —suspiró Jiyang, dejando a un lado de la camilla el algodón y frotándose la cara con las manos luego—. Es por todo lo que pasó hoy, aún estoy descolocado. No se supone que este día terninara así. Bueno, este día ni el siguiente ni el consiguiente y así.

Zhan vió como Jiyang se sentaba a su lado en la camilla. Su expresión triste y confundida hacia la nada hizo que Zhan tratara de calmarlo un poco. —Oye, oye, estoy bien. ¿Lo ves? —volteó un poco hacia él y abrió sus brazos, mostrándose en buen estado—. Estoy entero.

Jiyang rio sin gracia. —Claro, si tener el rostro como si un gato rabioso haya limpiado sus garritas en tu rostro es estar bien, entonces estás realmente perfecto.

—Escucha, tú no tienes la culpa de lo que pasó...

—Sí la tengo, Zhan —afirmó duramente Jiyang—. Todo lo que te sucede es culpa mia.

—Hey —Zhan tomó por los hombros a Jiyang e hizo que lo mire—, deja de culparte por algo que no hiciste y cura mis heridas. ¿No era eso lo que querías hacer desde un inicio? —termina diciendo en una sonrisa tierna.

—Es que... Dios, no sé qué me pasa. Me siento un poco frustrado.

—Entonces, déjame hacerlo a mí.

Una tercera voz se hizo presente, creando sorpresa en Jiyang y Zhan. Sopresa que se calmó una vez vieron quién era la persona que estaba apoyada de brazos cruzados en el marco de la puerta abierta.

—Bowen, sigues aquí —Jiyang sonrió leve al verlo. Zhan también lo hizo, asintiendo con la cabeza como forma de saludo. —¿Por qué sigues aquí?

Bowen resopló, liberando sus brazos y acercándose a ambos con las manos en los bolsillos de su pantalón. —Creí que necesitabas que me quedara aquí. ¿Estás bien? —cuestionó a Jiyang, poniendo una mano en su brazo.

—Tal vez. ¿Dónde está Haoxuan?

—Una vez lo saqué del campus a rastras, él solo se fue. Traté de llamarlo, pero no me hizo caso y subió el primer taxi que se detuvo frente a él cuando alzó el brazo. Así que volví con la esperanza de encontrarlos aquí.

Zhan solo escuchaba con atención toda la situación, se sentía un poco inquieto. Tal vez era por el hecho de que seguía con el rostro herido mientras los dos ajenos hablaban como si nada. Solo tal vez.

—Me alivia que se haya ido, no sabría qué hacer si seguía aquí.

—Entiendo —Bowen miró finalmente a Zhan y soltó una risa nasal por la situación—. Creo que te dejamos de lado por un rato. Necesitas que te curen.

—Eh... Yo... Yo podía esperar. No quería interrumpirlos.

—Para nada. Más bien, creo que es mejor empezar ya. No puedes estar con esas heridas abiertas mucho tiempo o se pueden infectar.

—Lo sé —Jiyang habló—, pero no sé que me sucede.

—Sigues un poco alterado por el shock. Mejor lo hago yo. Esto puede demorar un poco, mejor ve a tu clase. Yo lo curo.

—¿Estarás bien?

—¿Desconfías de mí? ¿El primero de la clase en la facultad de medicina?

—Le preguntaba a Zhan-Zhan, presumido —Zhan rio ante la pequeña discusión que presenció, entonces miró a Jiyang cuando este puso una mano sobre ma suya. —¿Estarás bien?

—Sí, por supuesto. No puedo desconfiar del mejor de la clase. Me dejas en buena manos.

—Okey, entonces te veo luego.

—Sí, nos vemos.

—Bye, Bowen. Te veo en el apartamento, eso espero.

—Claro, pierde cuidado.

Jiyang sonrió hacia los dos, tomó sus cosas y se levantó de la camilla, saliendo a paso tranquilo de la enfermería. Bowen y Zhan se habían quedado solos. Si bien la tensión entre ambos no estaba tan mal, tampoco era como sentirse con un buen amigo. Rompiendo todo eso, Bowen respiró ruidosamente y exhaló de igual forma. Zhan se sorprendió ante esto, pues fue tan repentino que no le dió tiempo de esperarlo.

—Bien, empecemos ya. Sí sabes que puede arder un poco, ¿no?

—Sí. Sí, claro. Le dejo en tus manos.

Bowen asintió en una sonrisa, tomando un algodón nuevo con una pinza y untando un poco de el alcohol desinfectante en el. Luego, lo pasó lentamente por la mejilla de Zhan, quien soltó un quejido nuevamente.

—Mientras hago esto, la verdad es que quería decirte algo.

—¿Ah, sí? ¿Y qué es?

—Darte las gracias.

Zhan no comprendía por qué Bowen le decía eso. Se sentía confundido. —¿Por qué me dices esto?

—Por cuidar de Jiyang —confiesa Bowen, dejando a un lado el algodón usado y poniendo una bendita sobre la herida—. A pasado por tanto, que creo que ya merecía alguien que lo entendiera y no lo tratara como un niño.

Zhan seguía sin entender. Era lo que debía hacer, ¿no? Era su novio, después de todo. —Bueno, no es la gran cosa. Es lo usual, cuidar a tu pareja.

Bowen tomó otro algodón haciendo lo mismo con el alcohol para curar la herida del labio. —Gracias a Dios solo te hiciste una herida aquí. Mis límites van hasta esto. Si el bruto de Haoxuan hubiera roto el labio, debería ir al hospital para que te pongan puntos.

—Qué bueno, creo... Ay —otro quejido de dolor cuando el algodón tocó su labio inferior.

—Aún creo necesario agradecerte y esta vez déjame hablar a mí —Bowen había terminado de limpiar la herida y dejó a un lado el algodón—. La verdad me siento feliz de que Jiyang tenga a alguien como tú.

—¿Por qué lo dices?

Bowen quedó un poco pensativo si debía confesarle eso, pero al final se decidió.

—Verás, Jiyang no era lo que se diga un «chico común», pero Haoxuan y yo tratamos de hacer lo posible para que se adapte a todo. ¿Alguna vez lo viste alterado y, capaz, desesperado?

—Ehm... No creo —pero Zhan recordó esa vez en la que se Jiyang había ido a su casa y se quedó recostado con él, entonces se sonrojó un poco—. T-tal vez.

—Bueno, todo eso tiene una razón. Jiyang no es así porque quiera, es porque él tiene una condición médica que le impide mantenerse quieto sin un esfuerzo.

—Oh. ¿Y cuál es?

—Jiyang tiene TDAH. Tal vez escuchaste de esa condición en algún momento.

Claro que lo había escuchado, pero Zhan aún era un tanto ignorante para recordar lo que significaba. —Sí, lo escuché. Pero... ¿Qué era?

—Transtorno de Déficit de Atención por Hiperactividad. Jiyang lo tiene desde los cinco años. No sabes lo difícil que fue para él, cada año hasta los quince años fueron muy complicados.

—Oh... No lo sabía —Bowen miró hacia el suelo con una expresión triste. Tomó una de las sillas que estaban al lado de la mesa de la camilla y se sentó al revés de esta, apoyando sus brazos cruzados en el respaldar—. ¿Qué le pasó?

—Mejor comienzo desde el inicio. Ojo que todo esto me lo contaron mis tíos. Bueno asi llamo a los padres de Jiyang de cariño, un día se dieron cuenta de que no rendía muy bien en el preescolar. Su maestra siempre los citaba y decía que él solía quedarse mirando a la pared o simplemente salía al patio en plena clase a correr en circulos y reír. Fue cuando mis tíos decidieron llevarlo al pediatra para que les diera un diagnóstico de lo que tenía. Concluyó que Jiyang tenía TDAH, uno muy fuerte que necesitaría mucha ayuda profesional —Zhan estaba soprendido detrás de la expresión disimulada en su rostro—. Mis tíos estaban tan preocupados, pero no era como que pudieran cambiar la realidad. Así que llamaron a la mejor ayuda posible para que Jiyang pudiera estar más tranquilo. Los primeros tres años difíciles, enserio. Jiyang no quería prestar atención, gritaba, corría, saltaba, etcétera. Hacía todo lo que no era un progreso. Mi tía lloraba por las noches y mi tío estaba muy cansado. Todo hasta que un día, Jiyang pareció estar atendiendo a las terapias. Ya no gritaba ni corría por todos lados, hubo algunas veces que él se ensimismaba, pero era por un corto tiempo y volvía a prestar atención. Los siguientes cinco años fueron provechosos. Mis tíos habían sacado a Jiyang del preescolar y lo tenía con educación en casa desde entonces, pero luego del progreso claramente visto, pudo regresar a la escuela a los diez años. Fue cuando nosotros nos hicmos amigos y Jiyang ya era consiente de lo que tenía. A Haoxuan y a mí no nos importó, lo único que veíamos era a un chico dulce y alegre que quería amigos. Si bien aún era algo inquieto, nosotros no teníamos problema aunque nuestra personalidad era más calmada que la suya. Todo era perfecto... Pero...

Zhan estaba tan metido en la historia que no había interrumpido a Bowen en algún momento, así que era obvia su intriga de por qué Bowen se había detenido. —Pero... ¿Qué?

—Pero, no fue hasta su cumpleaños número catorce que todo se fue a la basura. Aún es difícil de asimilar para mí. Verás, luego de su reunión de cumpleaños, Haoxuan y yo nos quedamos a dormir en su casa. Quería que hicieramos una pillamada y nuestros padres nos dieron permiso, así que lo hicimos. Mis recuerdos generalmente son muy vagos, pero esa noche nunca saldrá de mi cabeza aunque quiera. Esa noche, los presentes habíamos comido y bebido mucho, excepto él. Ni siquiera sé cómo le pasó eso, él sabía sus límites. En toda la noche solo cenó y bebió dos vasos de limonada. Nada más, o no lo ví tomar nada más. Nos habíamos ido a acostar temprano, a eso de las diez tal vez. A Haoxuan le costó un poco porque él siempre se duerme a las doce hasta una de la mañana, pero lo logró al final. Recuerdo que eran las tres o tres y media de la mañana, cuando me dieron ganas de ir al baño. Como la habitación de Jiyang tenía su propio baño, no tenía que salir para ir. Mi error fue no percatarme de cualquier cosa, mi mente solo estaba en ir al baño y ya. Cuando salí secandome las manos, fue el horror. Jiyang no estaba en su cama. Me desperté bien entonces y vi que la puerta de su cuarto estaba abierta. Creí que no podría haber ido tan lejos, pero cuando fuí hasta las escaleras, pude divisar la puerta principal abierta. Abrí demasiado mis ojos y subí rápidamente para despertar a Haoxuan que pegó el grito al cielo cuando le dije.

—Qué horror.

—Lo fue. Lo primero que hizo Haoxuan fue despertar a los tíos para avisarles. Mi tía comenzó a llorar y mi tío llamó de inmediato a la policía para que comenzaran a buscarlo. Todos salimos de la casa de inmediato para poder encontrarlo, no nos importó seguir en pijama. Gritábamos su nombre y no obteniamos respuesta. Mi tío seguía comunicado con la policía en su teléfono para cualquier información. Pasamos casi dos horas así, hasta que mi tío nos detuvo y dijo que habían encontrado a un chico con las mismas características de Jiyang sentado en un parque, temblando de frío. Lo primero que hizo mi tía fue decirle que lo llevara de inmediato a la casa, sin importar qué. Tomamos uno de los taxis que coincidentemente pasaba por ahí, pues sin querer habíamos llegado un poco lejos. Al acercarnos a la casa, vimos las patrullas con las sirenas encendidas y los vecinos con sus pijamas fuera de sus casas enterándose del chisme. Una vez bajamos del taxi, mi tía corrió entre la gente y lloró aún más, pero de alegría y alivio, porque el chico que habían encontrado sí era Jiyang. Lo vimos con el rostro perdido y pálido. Mi tío lo cubrió inmediatamente con su bata para que sintiera frío. Agradecimos a la policía y se fueron, los vecinos volvieron a meterse a sus casas y nosotros entramos también. Ya estaba amaneciendo, así que dormir ya no era opción. La imagen de Jiyang de esa forma, jamás saldrá de mi cabeza. Tampoco podíamos ocultar lo sucedido de su terapeuta. Lo que nos recomendó fue que el estuviera con gente más calmada, tranquila, que no sean tan inquietas y así. Mis tíos ya no eran una alternativa, pues el simple hecho de que vivieran en la misma casa, los ponía intranquilos. Así que entre los cinco, decidimos que cuando Jiyang cumpliera los dieciocho años, viviría con Haoxuan y conmigo. Mis tíos nos consideraban buenos amigos suyos y las personas más tranquilas que habían conocido, así que fue lo primero que se les ocurrió. Mi tío arregló todo para conseguir un apartamento bonito y cómodo, para poder estar los tres y él junto a mi tía pagarían los gastos principales de luz, agua, internet, cable y alguien que se encargaría de la limpieza de vez en cuando. Nosotros de la comida y otras comodidades. Fue un poco difícil para mi tía despedirse de su niño más que para mi tío, pero ellos se comunican casi siempre. Así que sabe que lo dejó en buenas manos. Bueno, eso hasta ahora. Y esa... Es toda la historia.

Zhan estaba consternado. Toda la historia de Jiyang y su condición lo hizo sentir aún peor de lo que se sentía por ver en él un reemplazo únicamente. Eso ya no podía seguir así. Su mente ya no se podía seguir carcomiendo por las sugestiones que se hacía sobre qué pasaría si no era sincero con Jiyang. Debía ponerse de acuerdo con él mismo para decirle la verdad. En algún momento, pero muy pronto. -Gracias por contarme, Bowen Gege. Si puedo llamarte así, claro.

—Claro, que no te de pena —Bowen revisó su reloj de mano y respiró profundamente de nuevo, levantándose de la silla y estirándose—. Bueno, yo ya debo irme y creo que tú también. No vas a ir con el rostro así a clases. Parece que te usaron de saco de boxeo.

—Wow, increíble. Gracias por recordarmelo —comentó Zhan, sarcástico y riendo.

—Solo es una recomendación —Bowen rio también—. Nos vemos, Zhan.

Y sin más, Bowen salió de la enfermería. Zhan se había quedado solo nuevamente. Ya no le gustaba estar solo, su mente era la única compañía que tenía y eso era estresante. Ignorando todo sus pensamientos, siguió el consejo de Bowen. Tomó sus cosas y se fue, cerrando con llave la enfermería como le había dicho la enfermera. Ya encontraría una excusa que darle a su padre de por qué no fue a clases ese día. Lo único que deseaba en ese momento era paz y tiempo para pensar.

___________________________________________

Regresé <3.

Continue Reading

You'll Also Like

204K 13K 83
16 participantes en esta casa (Arath de la torre x Amara(lectora))
52.5K 5.3K 48
★ ━━ 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 𝐏𝐀𝐘𝐓𝐎𝐍 𝗁𝖺𝖼𝖾 𝗍𝗈𝖽𝗈 𝗅𝗈 𝗉𝗈𝗌𝗂𝖻𝗅𝖾 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗏𝗈𝗅𝗏𝖾𝗋𝗌𝖾 𝗅𝖺 𝖼𝗈𝖻𝗋𝖺 𝗊𝗎𝖾𝖾𝗇 𝖽𝖾𝗅 𝖠𝗅𝗅 𝖵𝖺𝗅𝗅𝖾𝗒. �...
169K 12K 28
¿que pasaría si amores del pasado regresan? es una latente pregunta que estás tres almas que se amaran eternamente se preguntaban, los hermanos Walke...
57.3K 10.4K 36
Becky Armstrong es la imagen de la dulzura y la inocencia, trabajando en la biblioteca de su padre, pero esconde un oscuro secreto del que del que na...