Capítulo diez [+16]

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La semana pasó rápido. Jiyang y Zhan se habían vuelto mucho más cercanos aunque apenas se hubieran conocido. Jiyang en poco tiempo se había integrado en el grupo de amigos y todos estaban felices con eso. Menos uno. Yibo. Le molestaba mucho que estuviera cerca de ellos, pero más de Zhan. Jiyang se había dado cuenta de eso y las veces que se juntaban para el almuerzo o salir con ellos, prefería mantenerse alejado de Yibo.

Zhan y Yibo ya se encontraban en la casa de este último, sentados en el sofá de la sala. Ninguno hablaba, pero los dos sí que sabían lo que se supone que debía pasar. Pasaron los minutos y la desesperación en Yibo crecía. Se puso de pie, llamando la atención de Zhan, y caminó hacia las escaleras.

—Si lo vas a hacer, decídete. Te espero arriba y si no vienes en cinco minutos... Yo lo haré.

Subió las escaleras y caminó hacia su habitación. Zhan estaba nervioso, pero no quería que la herida ya cicatrizada se abriera de nuevo. Subió al cuarto de Yibo y lo encontró recostado en su cama. Solamente se acercó a él y se sentó a horcajadas sobre sus piernas.

—¿Qué vas a...

Zhan lo besó interrumpiendo su pregunta, cerrando sus ojos. Yibo se había quedado en shock por lo que no correspondió al instante, solo después de unos segundos. Se besaron por unos minutos hasta que la falta de aire se hizo presente. Se quedaron mirando por unos minutos, hasta que Zhan se levantó y quitó su camiseta, quedando con el torso desnudo. Yibo no hablaba, solo miraba y se dejaba hacer.

Zhan le quitó la camiseta también y los pantalones, dejando a Yibo en boxers. Estaba sorprendido por lo dominante que estaba siendo Zhan, sin saber que este último por dentro estaba aterrado. No sabía de dónde estaba saliendo toda esa determinación, pero lo estaba haciendo. Justo después se quitó el pantalón, quedándose en boxers también. Yibo seguía sorprendido, pero no iba a dejar que la situación le ganara. Miró de forma pícara a Zhan y con sus manos acarició suavemente el pecho de Zhan. Se mordió el labio.

—Entonces... Vas a tomarme, ¿no es así? O ¿tienes miedo?

—...

—Al parecer sí, ya que te estás tardando... Ah...

Yibo sintió frío en la parte baja de su cuerpo. Miró a abajo y se dio cuenta de que mientras hablaba, Zhan le estaba quitando los boxers. Subió su mano hasta la boca de Yibo, tratando de que entendiera el mensaje y así fue. Yibo abrió su boca y dejó que dos dedos de Zhan entraran en ella, lamiéndolos. Solamente lo miraba, como si estuviera pidiendo permiso por lo que iba a hacer, pero al parecer no debía pedirlo.

—Mételos —dijo Yibo sonando desesperado, teniendo una sonrisa en su rostro y mordiendo su labio inferior—, hazlo ya para que... ¡Ah!

Zhan metió los dos dedos de una, sin siquiera avisarle a Yibo que iba a hacerlo. Comenzó a mover sus largos dedos dentro de él como si fueran tijeras, tocando un punto dentro de Yibo que lo hacía gemir de placer. Zhan no estaba seguro de qué o cómo estaba haciendo sentir bien a Yibo, pero lo estaba haciendo. Este último gemia y apretaba los hombros de Zhan por la intromisión en su entrada.

Metió metió un tercer dedo, eso hizo que Yibo arquee su espalda y cierre sus ojos fuertemente. Este último mantenía sus ojos cerrados y la boca entre abierta, mientras sentía los tres dedos dentro suyo ahora simulando embestidas. Zhan solamente lo miraba, conteniendo su excitación y el dolor de su miembro ya erecto, presionado en sus boxers.

—Ya... Ya no aguanto... —Yibo abrió un poco sus ojos y rodeó con sus brazos el cuello de Zhan, acercándolo a él— Ah... Entra en mí... —le susurró.

Esta vez, Zhan sí lo tomó como un permiso. Sacó sus tres dedos, dejando a Yibo con la sensación de que algo le faltara. Se quitó los boxers, dejando libre su pene erecto. Se posicionó entre las piernas de Yibo y las abrió más. Puso su pene en dirección a la entrada de Yibo, pero antes de entrar lo miró.

—Ya voy a entrar, ¿está bien?

—Sí... Hazlo ya... —esas tres palabras fueron suficientes para que Zhan entrara en Yibo, pero solo su glande porque oyó que soltó un quejido de dolor.

—Pe-Perdón... ¿Te duele?

—Claro que sí, idiota. Jamás me habían hecho algo parecido.

—¿Y tú crees que a mi no me dolió? —Zhan sonrió y se metió completamente en Yibo, escuchando primero un quejido y luego un gemido agudo.

Yibo seguía abrazando a Zhan por su cuello, y gemía en su oído. Zhan no era malo, así que decidió quedarse quieto durante unos minutos para que Yibo se acostumbrara.

—Ya... Puedes mo-moverte...

Zhan sintió cómo se hacía más grande dentro de Yibo, porque en un momento sus paredes lo apretaron. Comenzó a moverse, primero de forma lenta. Yibo solamente gemía en el oído de Zhan, teniendo la boca entreabierta y los ojoa cerrado. El sudor ya se había hecho presente, cubriéndolos finamente. Zhan creyó que ya era momento de moverse más rápido.

Y así lo hizo. Aceleró sus movimientos, sin saber que tocaba un punto dentro de Yibo que lo hacía gemir y gritar de placer. «Delicioso», esa era la única palabra que Yibo tenía en mente al sentir el pene de Zhan entrar y salir de él.

—Ah... Me gusta mucho, Zhan Gege. AH...

Zhan se mordió el labio y aceleró aún más sus embestidas. Estaba muy excitado con todo lo que pasaba y con los gemidos en su oído.

—Ah... AH... Zhan Gege~...

—Cállate.

—¡Ah! Mmm... —Yibo sintió que ya no pudo hablar más, ya que sintió una presión suave y húmeda en su boca. Zhan lo estaba besando otra vez, solamente para callar los gemidos y gritos que soltaba Yibo.

Una guerra se desató en sus lenguas, guerra que Yibo no tenía intenciones de perder. Mordió y chupó los labios de Zhan, que dejaba hacerse todo por Yibo. Este último rodeó con sus piernas la cintura de Zhan, sintiendo que su pene se hacía más grande.

Zhan trató de hacer algo diferente y sin romper el beso, quitó los brazos que rodeaban su cuello y tomándolos de las muñecas los puso arriba de la cabeza de Yibo. Su otra mano bajó por el torso de Yibo y comenzó a masturbar su pene. A falta de aire rompieron el beso y respiraron pesadamente. Zhan ya se sentía llegar.

—Me... Voy a... Venir...

—Hazlo. Dentro de mi...

—Pero no me puse...

—Hazlo... Dentro de mí...

Zhan solamente lo miró y siguió con sus embestidas rápidas, haciendo gemir más a Yibo. Cinco embestidas más bastaron para que Zhan se corriera exageradamente dentro de Yibo y que este último se corriera en sus abdómenes. Dejó libres las manos de Yibo y alzó el otro brazo, dejándolos reposando en la cama, mientras él estaba recostado en el pecho de este último.

Yibo aún tenía sus brazos arriba de su cabeza, tratando de calmar su respiración. Ambos estaban sudados, cansados y con la respiración pesada. Zhan no se había dado cuenta de que seguía dentro de Yibo, pero cuando lo hizo, salió inmediatamente y se recostó a su lado. Ya se había hecho de noche. Yibo lo veía en silencio, aún normalizando su respiración. Iba a decir alguna obsenidad, hasta que vio que Zhan ya respiraba normal y le daba la espalda, cubriéndose con la sábana blanca de la cama. Yibo prefirió no hablar cuando vio eso y solamente se dio la vuelta para no sentirse ignorado y poco a poco fue sintiendo sueño, en pocos minutos se quedó dormido.

Tentando al pecado [Yizhan +18] [EDITANDO]Where stories live. Discover now