Lo que Paula menos se esperaba es que cuando por fin podría estar tranquila con Byron, este tuviera que irse a Nueva Asia con su padre para arreglar algunos asuntos diplomáticos y ausentarse tres días. La chica se pasó esos tres días estudiando y paseando por el jardín con Amanda y Elizabeth.
El día que llegaba Byron, Amberly quiso verla con urgencia en el jardín, cosa que Paula sentía curiosidad, pues aunque se llevaran muy bien, le extrañaba que quisiera verla con tanta prisa.
- Hola Amberly- dijo Paula cuando se encontró a la chica- ¿A qué viene tanta urgencia? ¿Te pasa algo?
- ¡Paula! Menos mal que estás aquí.- dijo Amberly aliviada abrazando a la morena, cosa que la tomó desprevenida.- Necesito que me ayudes a juntar a Shalom y a Sophie.
- Mmmmmm ¿Qué?- preguntó Paula sin entender nada.- ¿Y para qué quieres que te ayude?- preguntó divertida.
- Voy a dar un paseo con Sophie y tú tienes que hacer todo lo posible para que Shalom vaya a dar un paseo contigo. Entonces nos damos el encontronazo, tú y yo nos vamos, les dejamos solos y que se digan todo lo que sienten.- dijo Amberly rápidamente haciendo reír a Paula.
- ¿No crees que tu hermano se extrañará si le digo que vaya al jardín? No es tonto Amberly, además, ¿por qué no esperas a que Byron regrese? Seguro que Shalom no se extrañará.
- Porque cuando mis hermanos se juntan son idiotas- bufó Amberly.- Seguro que Byron hace cualquier cosa que ponga nervioso a Shalom y no querrá venir.
- ¡Amberly! Byron no es idiota- comentó Paula riendo.- Solo es un tanto nervioso.
- Lo sé, y tú eres la única que le calma, aunque no quiero saber cómo.- dijo Amberly arrogantemente haciendo que Paula se pusiera roja.
- Algún día me entenderás.- dijo Paula.- O a lo mejor me entiendes ya...- comentó Paula con una sonrisa pícara.
- ¿Qué...? ¿Qué te hace pensar eso?- susurró Amberly evitando la mirada de la mayor.
- Pues te lo he dicho para ver como reaccionabas. ¡Y por tu cara supongo que hay alguien!- gritó Paula emocionada.
- ¡Shhh! ¡Baja la voz, te puede escuchar alguien!- advirtió Amberly.
- Lo siento, no puedo evitarlo.- dijo Paula sonriente.- Bueno, pero cuéntame más sobre esa persona misteriosa, necesito detalles.- dijo Paula empezando a caminar obligando a la princesa a seguirla.
- Pues... Se llama Nicholas, y es un compañero de clase.- dijo Amberly con una sonrisa boba haciendo que Paula soltara una risita.- Es muy inteligente, simpático, guapo...- terminó de decir suspirando.
- ¿Pero...?
- Es muy tímido, y yo aunque sea un tanto reservada, soy mucho más enérgica y sociable que él. El problema es que cada vez que intento hablar con él a solas me da la sensación de que no quiere hablar conmigo y me pongo aún más nerviosa...
- Creo que lo que le ocurre es que también se pondrá nervioso cuando estás cerca de él, pero créeme que seguro que quiere hablar contigo. Si ves que actúa así intenta ser un poco más calmada e interésate por sus gustos para poder acercarte a él, a lo mejor así va tomando confianza contigo y quién sabe si siente lo mismo por ti.
- ¿Cómo sabes todo eso?- preguntó curiosa Amberly.
- Porque eso hizo tu hermano conmigo.- dijo Paula con una risa cantarina.- Como todo el mundo sabe- comentó rodando los ojos haciendo que la princesa riera.- Me llevó a la biblioteca para que escogiera un libro y al final acabamos hablando tanto que nos conocimos mucho mejor.- dijo Paula mirando a la hermana pequeña de Byron.- Pero ahora vamos, tenemos mucho que preparar.
Las chicas se fueron a palacio para poner en marcha el plan de Amberly. Paula inventaría cualquier excusa para que Shalom fuera con ella al jardín.
Cuando llegó la hora, Paula fue hacia la sala de música esperando que Silvia no le viera. Al entrar vió a Shalom estudiando, pero en cuanto vió a la morena cerró el libro y se dirigió hacia ella.
- ¿A qué debo esta visita?- preguntó Shalom.
- Necesito que me ayudes a preparar una broma para Byron.- dijo Paula con total naturalidad.- El otro día me molestó por una cosa y quiero darle un escarmiento.
- No pareces una persona vengativa...- comentó el pelirrojo extrañado.- Pero te ayudaré, quiero ver a Byron sufrir un rato.
- ¡Genial! Pues si quieres podemos hablarlo en el jardín, hace un día precioso.- dijo Paula dirigiéndose a la puerta.
- Claro- dijo Shalom sin darle importancia, cosa que Paula agradeció porque no quería improvisar una mentira.
Cuando estaban en el jardín Paula quiso ser directa con el pelirrojo y le preguntó.
- ¿Cómo llevas el tema de Sophie?- preguntó Paula mirando al chico, el cual se había puesto como un tomate.- ¿Ya no le gastas bromas?
- No, de hecho, desde que he parado es mucho más simpática conmigo.- dijo con una sonrisa de tonto.
- ¿Sabes qué?- dijo Paula confiada.- Tienes que lanzarte Shalom, yo creo que Sophie al ser más tímida no sabe cómo actuar contigo, pero si actúas con confianza y te lanzas a hablar con ella o incluso decirle lo que sientes, estoy segura de que no te arrepentirás.
Shalom le miró confuso y Paula le dedicó una sonrisa. Antes de que pudiera contestarle Shalom escuchó a su hermana gritar.
- ¡Paula!- gritó la princesa acercándose a la morena y a su hermano.- Menos mal que te encuentro, como esta mañana no has aparecido para enseñarme la canción que cantaste en la recepción me preocupé mucho. Si quieres podemos practicarla ahora.- dijo en un tono sobreactuado.
- ¿Ahora?- preguntó Sophie percatándose que lo que decía su amiga no era muy lógico, pero tanto Amberly como Paula la ignoraron.
- Pues estaba hablando con tu hermano para que me ayudara con una cosa, ¿tienes mucha prisa en aprenderla?- comentó Paula mintiendo a la perfección, sorprendiéndose a sí misma
- La verdad es que si, porque le he dicho a mi madre que venga para que pueda aprenderla también.- dijo rápidamente, pero esta vez ni Sophie ni Shalom se extrañaron por lo que dijo.
- ¿Qué le has dicho qué? ¡Amberly qué vergüenza!- dijo la morena con un nerviosismo fingido haciendo reír a todos.-Ahora si que me voy contigo, ¿ya está esperando?- preguntó a lo que Amberly asintió, ante la respuesta de la princesa, Paula se encaminó con ella hacia el interior del palacio.
- ¡Lo siento Shalom, otro día me ayudas!- gritó Paula mientras Amberly la arrastraba hacia dentro.
Una vez entraron, se colocaron relativamente escondidas para poder mirar desde una ventana y que no les vieran desde fuera. Estaban mirándolos un rato en silencio hasta que Paula susurró emocionada.
- ¡Sophie se está riendo!- dijo dando saltitos de alegría a lo que la princesa imitó.
- Vale están empezando a caminar- dijo Amberly tranquila.- ¿Está dándole la mano?- preguntó sorprendida.
- ¡Sí! Mira como de roja se está poniendo Sophie.- comentó Paula enternecida, pues le parecían adorables.- Oye Amberly, creo que sería mejor si le diéramos algo de privacidad.
- No creo que les dure mucho- dijo alarmada- Byron acaba de entrar al jardín.- dijo señalando a su hermano.- ¡Haz algo!
- ¿Y qué quieres que haga? En cuanto salga por la puerta Shalom y Sophie me van a ver y se separarán- dijo Paula, ambas chicas estaban hiperventilando de los nervios por no saber qué hacer.
- ¡Mejor que te vean con Byron a que él los interrumpa cuando los vea y arruine el plan!
Paula salió de nuevo al jardín, Byron no la veía así que aprovechó para acercarse a él rápidamente. Pero no le daba tiempo a sorprenderle, pues ya había visto a su hermano y a Sophie y se estaba acercando a ellos.
- ¡Byron!- gritó Paula entre emocionada por verle y nerviosa por que no le escucharan los más pequeños.
El príncipe se dio la vuelta sonriente al escuchar a la morena. Paula llegó hasta él casi corriendo y la agarró al vuelo y le dio un beso.
- ¿A qué se debe tanta efusividad, bichito?- preguntó Byron divertido.
- Tenía ganas de verte, te he echado de menos.- dijo Paula tímidamente provocando una sonrisa a Byron.
- ¿Me has echado de menos?- comentó arrogante ganándose un golpe en el brazo por parte de Paula- ¡Oye! Pues ahora me voy con Shalom y Sophie.
- ¡Ni se te ocurra!- comentó la morena agarrándole del brazo.- Me he pasado toda la mañana pensando con tu hermana como podíamos juntarlos, así que ni se te ocurra acercarte.
- Venga ya, seguro que se mueren de vergüenza.
- Byron, tu hermano está con la chica que le gusta, ¿te habría gustado que te interrumpiera cuando estabas conmigo? Además, ¿no ves la cara de ilusión que tienen? Me encantaría seguir mirándolos, pero hay que darles privacidad.- terminó de decir Paula mirando a los más pequeños con una ilusión visible que hacía que el corazón de Byron latiera más rápido.- ¿No ves lo bonito que es?
- Sí que es bonito, sí.- dijo el príncipe mirándola con una sonrisa.
- ¿Qué?- preguntó Paula cuando lo pilló mirándola.
- Nada nada.- dijo Byron riendo y apartando la vista.- Tengo que hacer una cosa, te veo mañana por la tarde ¿vale?- comentó antes de besar a la chica apasionadamente dejándola sorprendida.
- ¿Y eso a qué ha venido?- preguntó sonriente.
- A qué quería besarte.
- Ya... ¿Y acabas de llegar y tengo que esperar para estar contigo hasta mañana por la tarde?- preguntó un tanto molesta.
- Sí.- dijo Byron dándole un beso en la frente y echándose a andar dejando sola a la morena.
- ¡Byron!
Pero el príncipe no le hizo caso y se encaminó hacia dentro del palacio tan absorto en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta de que su hermana le llamaba. Tenía claro lo que quería hacer y no iba a perder ni un minuto en ello.