Capítulo 3: La Selección

122 5 0
                                    

Había pasado una semana desde que Paula había entregado la solicitud en la oficina de correos y no podía estar más nerviosa, esa noche emitirían el Report donde dirán las Seleccionadas. Paula se encontraba con Edward y con Leah que estaban peor que ella. Su hermano no dejaba de moverse de un sitio a otro buscando papel porque según él quería apuntar toda la información de las chicas para analizar las competidoras más fuertes que podría tener Paula. Aunque ella sabía que era para ver quienes eran las más guapas, su hermano era muy dulce y tal con ella, pero con el resto de chicas del mundo, era un idiota en toda regla, siempre actuaba como un chico malo que le da igual todo, aunque en realidad es un cerebrito de la Medicina.


El Report comenzó como siempre y Gavril Fadaye entró en el plató, según decían los rumores esta sería la última Selección que presentaría pues estaba muy viejo, pero vamos, ¿a quién no le gusta Gavril?

- Buenas noches Illea, como bien saben todos, esta noche conoceremos a las 35 chicas que participarán en la Selección, las 35 chicas que vendrán para conquistar el corazón del príncipe Byron, y hablando del príncipe, recibamos a Sus Majestades el Rey Maxon y la Reina America y a Sus Altezas Reales el Príncipe Byron, la Princesa Amberly y el Príncipe Shalom.


Tras decir esto, la Familia Real apareció de detrás de un telón negro, los reyes estaban espectaculares, se notaba que estaban radiantes de felicidad. Detrás de los reyes aparecieron los príncipes, el príncipe Byron era muy guapo, no se podía negar, era igual que su padre pero tenía los ojos azules de su madre, Paula siempre había pensado que debía de sentirse presionado por el hecho de tener que encontrar pareja y mientras buscas a esa persona todo el país te mira con lupa. Al lado de su hermano se encontraban la princesa Amberly, que como se parecía mucho a su madre pero recordaba mucho a su abuela pues tenía el mismo cabello, y su hermano mellizo, el príncipe Shalom, que al igual que su hermana compartía nombre con su abuelo materno, era el único pelirrojo de los tres hermanos, pero al igual que su hermano mayor, era igual que su padre.


- Me gustaría hablar con el hombre del momento, principe Byron, ¿cómo se encuentra?

- Si te digo que estoy tranquilo mentiría, pero es que tengo ganas de tener algo de compañía por aquí, no se si me entiendes...- dijo el príncipe con un tono desenfadado.

A Paula no le gustó mucho esa respuesta y pudo observar como la reina se ponía roja del enfado, parecía que estaba a punto de echarle una buena regañina, el príncipe se dió cuenta y rápidamente dijo:

- Aunque claro aquí trataremos a todas las chicas como si ya fueran las princesas, todos tenemos muchas ganas de que estén aquí- dicho eso su madre se relajó un poco.

- Bueno pues no se hable más, ¡comencemos!


Decían los nombres de las chicas por orden alfabéticos de las provincias, lo que Paula agradeció, no quería ni imaginarse la angustia que estaría pasando la seleccionada de Yukon.

- Brittany Richmond de Angeles

Era una chica rubia que tenía la piel morena, según Leah ese moreno era de rayos, era muy guapa, pero parecía un poco creída.


Edward estaba apuntando los nombres de las chicas y dejó de escribir cuando iba por Carolina, porque la siguiente era Clermont.

- Paula Grant de Clermont

Paula que estaba entre su hermano y su amiga no se lo podía creer, ambos estaban chillando a sus oídos, pero ella no los escuchaba porque se estaba fijando en su foto, estaba guapísima, le sorprendió que no tuviera los ojos cerrados, porque siempre salía en las fotos así, "definitivamente me han puesto photoshop" pensó Paula.


A lo largo de esa semana, por el apartamento de los hermanos Grant habían pasado muchísimas personas explicandole a Paula la actitud que debe de tener cuando llegue al palacio, le tomaron medidas para la ropa, etc.

Pero no todo fue un ir y venir de personas del palacio, también vinieron los Anderson, que estaban locos de contentos.

- ¡No me puedo creer que vayas a ser princesa!- gritó Sarah emocionada - ¡Seguro que el príncipe está ya enamorado de ti!

- Pero ni siquiera me conoce peque- dijo Paula divertida

- Claro que sí, en cuanto te conozca un poco estará loquito por ti- dijo Edward chocando puños con la pequeña Sarah.


Y el día antes de partir a palacio llegó una persona que por un lado Paula quería ver, pero por el otro no. Su padre se había presentado en el apartamento exigiendo explicaciones por las que se había apuntado a la Selección.

- ¡Pero como se te ocurre presentarte! ¡Es que no piensas que vas a hacer que yo sea la comidilla de toda la ciudad! ¡Vas a hacer el mayor ridículo de tu vida!

Edward se mantuvo en silencio, porque sabía que si se metía por medio su hermana no se lo perdonaría. Paula estaba muy triste, su padre le hacía sentir como que no valía nada, pero no le iba a dar el gusto de verla rota.


- ¿Sabes qué papá? Me presenté a la Selección para tener una aventura, conocer a personas, las cuales seguro que me aportan más que tú, desde que murió mamá te has dedicado a criticarme porque me parecía mucho a ella y claro, un padre normal estaría encantado de tener a alguien parecido a su esposa, pero no, tu no, te has pasado el tiempo diciéndome que mamá era más esto, más lo otro, y al final has conseguido lo que querías, me has dejado rota sin importarte cómo me sentía yo o cómo se sentía Edward cuando murió mamá. Así que si has venido para criticarme, no creo que seas el más adecuado para decirme lo que está bien y mal porque ya he sufrido bastante- dijo Paula rugiendo.

Creyó ver un poco de pena en los ojos de su padre, pero eso desapareció en cuanto su padre habló con desprecio:

- Tu madre estaría muy decepcionada contigo- sentenció su padre, y en ese momento Paula notaba como las lágrimas resbalaban en su rostro pero se mantuvo firme y seria.

- Creo que es momento de que te vayas John, y no vuelvas más ¿entiendes?- dijo Edward intentando mantener la calma y echando a su padre del apartamento.

Una vez se había ido, Paula comenzó a llorar y a temblar, no podía parar, ¿es que su padre no sentía ningún tipo de cariño hacia ellos?

- No le hagas caso enana, sabes que no tiene razón, con quién mamá estaría muy decepcionada es con él- dijo su hermano intentando tranquilizarla.

- Lo sé, pero no entiendo por qué se volvió así, antes éramos felices y sin mamá todo se derrumbó de un día para otro, pero no es motivo para dejar de querer y apoyar a tus hijos.

- Paula, sabes bien que desde hace tiempo estamos tu y yo solos, somos felices sin él en nuestras vidas, no dejes que por un encontronazo que hayas tenido te vayas con un sabor amargo de tu familia.


Ambos se fueron a dormir, pero Paula no podía dejar de pensar en una cosa, su madre, necesitaba tenerla ahí con ella y que le dijera que todo iba a estar bien, que iba a poder con todo lo que se proponga.


En ese momento Paula solo quería tener una madre, sentir el calor y el amor que irradia. Desde que se fue de casa de su padre se propuso que si en algún momento de su vida tenía hijos iba a intentar ser la mejor madre del mundo y le contaría cómo era su abuela, sus hijos sí sabrían que es el amor de una madre porque ella nunca los dejaría de amar de ningún modo.

Si te lo contara ya no sería un secreto (La Selección)Where stories live. Discover now