Capítulo 11: Separada de mi esposo
PAOLA STALONE
Nunca tuve un viaje más triste, insólito y solitario en mi vida.
Triste y solitario porque estaba sin Ramson y lo extrañaba de sobremanera, pero insólito porque no tenía ni puta idea de cómo habían llegado estos zarcillos a mi bolso, es decir los había botado por miedo a que algo raro comenzara a sucederme, y ahora ellos parecían perseguirme.
No.
De ninguna manera esto haría que comenzara a enloquecer.
Al bajarme del avión boté los zarcillos en la basura del aeropuerto y me fui de ahí a tomar un taxi para irme a mi casa.
Nunca me sentí tan triste, bueno sí, cuando mi mamá murió, pero esta era una tristeza diferente, era decepción porque estando casado conmigo no quería dejar a su ex, él no podía ver que ella lo manipulaba, no sabia si yo estaba siendo una completa egoísta por no querer compartir la atención de mi marido, pero maldición, no iba a aceptar que estuviera otra mujer en su vida a la cual le dijera que la amaba.
Eso no.
Me amaba mucho, el tiempo que estuve separada de él hasta reencontrarnos, trabajé en mi amor propio, en lo que merecía o no y esto no lo merecía, yo merecía un amor sin demonios, sombras, traumas, o exnovias a las cuales aún sintieran la necesidad de protegerlas.
No lo merecía y no lo iba a aceptar.
Pero divorciarme del amor de mi vida; el hombre que elegí y del que quedé profundamente enamorada; tan enamorada que dejé mi relación estable por él para simplemente darlo como un rotundo fracaso me sacaba nuevas lágrimas porque no quería que fuera así y no veía más opción que esa.
«Bravo Paola, de todas las cagadas, tu matrimonio fracasado de 1 semana es el top numero 1».
Llegué a la casa donde se suponía llegaría de la luna de miel con Ramson, pero ahora estaba yo solo aquí, todas nuestras cosas previamente organizadas, todo limpio, organizado y tormentosamente silencioso.
Eso era lo que más me entristecía, el silencio de todo a mi alrededor, recordándome que ahora no sabía qué iba a pasar; si Ramson iba a venir, si íbamos a superar esto o iba a dejarme.
«Tú lo dejaste primero idiota».
Bueno sí, pero lo dejé con la idea de que me buscara y me dijera que aquella perra de su ex no era nada para él y me dijera que la iba a bloquear, solo que no lo hizo, esa era la diferencia, que tenía demasiadas expectativas con respecto a Ramson y probablemente él no iba a superarlas.
Solté un suspiro y me acosté en la enorme cama de sábanas blancas durmiendo un poco, necesitaba que simplemente la tristeza se drenara de mi sistema, por primera vez en mucho tiempo, desee nunca despertar.
***
Fui a la editorial, no quería seguir en mi casa lamentándome o pensando en las mismas cosas, me la mantenía ahí la mayoría del tiempo trabajando en un nuevo libro o alguna portada de una nueva edición, ya era como mi segunda casa. Subí por el ascensor, mi mente aun pensando en lo que estaría haciendo Ramson ahora, y es que no conocía a este Ramson que me reclamaba como suya y le decía "te amo" a otra chica.
Ese no es el Ramson del que me enamoré.
Seguía dándole vueltas al asunto cuando de repente recibí un mensaje, saqué mi teléfono mirando a la pantalla, era de un número desconocido, lo abrí confundida y leí que decía:
Desconocido: Hola.
Me quedé fría. ¿Acaso era Ramson? Dudaba que fuera Ramson, es decir, ¿Por qué iba a escribirme de un numero desconocido? No era él.
Lo ignoré, no iba a responder a alguien que no se identificara primero, había aprendido que no había que ser cortés con todo el mundo, las personas podían ser muy malas aun cuando aparentaban ser buenos.
Iba a entrar a la oficina de la editora Jimena que era con la que usualmente yo trabajaba, pero cuando iba a cruzar el pasillo me estrellé de frente contra alguien que venía en dirección contraria ocasionando que sus carpetas se cayeran.
Cuando nos miramos sentí mis mejillas sonrojarse de vergüenza.
De entre todas las personas tuve que tropezarme con Alfredo.
Si, era ese mismo "Afedo camate po favor".
¿Había mencionado que Alfredo trabajaba en la editorial que publicaba mis libros? ¿No? Bueno, era así, él estudió literatura y prácticamente metí la mano para que comenzara a trabajar aquí, claro que no pensé que íbamos a terminar, ahora era incomodo encontrarnos.
—Hey. —dijo él, Alfredo había cambiado mucho con los años, se había dejado la barba, un nuevo corte de cabello, estaba un poco más corpulento y sus ojos grises le daban el encanto que le faltaba.
Qué lástima que, a pesar de su belleza, nunca lo pude ver con los ojos con los que veía a Ramson.
—Hola, Afe... —me interrumpí a mí misma— Alfredo.
Él me sonrió, aun podía ver sus ojos brillar por mí.
—Que rápido viniste de la luna de miel —comentó.
«Si tu supieras».
—Si —me limité a decir.
—¿Tan malo fue el polvo? —preguntó agachándose para agarrar sus carpetas.
«No peor que los polvos tuyos, tranquilo».
«Eso es muy cruel Paola».
Bueno, las cosas como son, Ramson podía ser miles de cosas, pero era muy bueno en la cama; más que Alfredo que nunca me dio ni siquiera un orgasmo.
—Voy a ir con mi editora —dije sin responder a su pregunta evidenciando que no quería hablar de eso.
Alfredo se levantó volviendo a mirarme pareciendo un poco culpable, no lo culpaba, de seguro seguía resentido por lo que le hice.
—Oye, perdón si te incomodé —dije—, sé que hablar de tu esposo con tu ex no debe ser cómodo.
—No, no lo es. —afirmé, no era nada cómodo.
—Bueno —aclaró su garganta—, solo recuerda que siempre fuimos mejores amigos.
—Lo sé. —murmuré, solo que ahora todo era diferente, no compartía la tesis de ser amigos de mis ex.
—Estoy haciendo negocios en la compañía de los Stone. —comentó probablemente para seguir sacándome conversación.
Fruncí el ceño con algo de confusión.
—¿Eres socio de Maximillon? —pregunté, sabía que él también había mencionado que iba a ser socio.
Alfredo afirmó con la cabeza.
—Si, estamos trabajando juntos —dijo—, ¿lo conoces?
—Si, de hecho, estaba en el mismo hotel de la luna de miel. —evité el hecho de mencionar que conocí a su abuela bruja y todo eso.
—Ah, que extraño. —pareció un poco contrariado, pero no le quise extender el tema, ya no quería hablar de la luna de miel o de nada.
—Bueno —dije—, nos vemos al rato.
—Adiós Paola —iba a irme, pero Alfredo me tomó del brazo—. Oye.
Me voltee hacia él, él pareció un poco dudoso.
—Solo quiero decirte que tengas cuidado con Ramson ¿vale? Sabes cómo fue la primera vez que estuvieron juntos, es decir —soltó una ligera carcajada nerviosa— casi te mata.
Como no recordarlo, eso marcó mi vida.
No le dije nada, Ramson no seria capaz de hacer algo así ahora, eran tiempos diferentes, Ramson había cambiado. Solo afirmé con la cabeza y me solté de su agarre.
Esta mañana solo se ponía cada vez más rara.
Entré con la editora Jimena, distrayéndome un rato con la nueva portada de una nueva edición de un libro, cuando salí por fin de ahí, fui a mi auto, tal vez pasaría por un puesto de hamburguesas, nada como comer comida chatarra para distraerme un poco.
Me monté, colocándome el cinturón, arreglé el vidrio del retrovisor cuando de repente vi por el reflejo unos ojos amarillentos de una persona en el asiento de atrás.
¡¿Qué mier...?!
—Hola loquita. —dijo, su voz completamente ronca.
Cuando iba a gritar por ayuda o intentar salir del auto, él me tapó la boca y comenzó a asfixiarme.
.
.
.
.
.
***********
Pero.... espera, ke? xD jsnjsjsnjsd espero les este gustando la segunda temporada, esto seran mas misterios y mas cosas locas, en el proximo capitulo saldra Ramson, y Maximillon wuajaja...
No se porque soy tan obsesiva haciendo tantas historias a la vez, pero no quiero dejar ninguna de lado, perdonen la demora eh xd, hey, si recomiendan la historia me haria muy feliz, si llegamos al millon, me tatuo el nombre lo juro xD recuerda votar <3 eso me anima a seguir.
Instagram, facebook, twitter: Ysaris Areinamo Nos leemos pronto <3